Continuando con el relato anterior (regresando al origen), después de hablar con Adrián, fui a hacer algunos mandados, aunque la verdad es que no podía dejar de pensar en Roberto, le había dicho que pasara en la noche a mi casa, y a mi me urgía que llegara el momento, yo estaba nervioso como si fuera la primera vez, pero en realidad lo que sucedía es que tenia rato sin que me la metieran como a mi me gusta.
Llego la noche, y cuando Roberto toco a la puerta me apresuré a hacerlo pasar, le pregunte si quería una cerveza, me dijo que si y fui a la cocina a traerla; cuando volvía con la cerveza me encanto ver a Roberto con la bragueta abierta y su enorme verga erecta en la mano. “¿tu quieres tomar algo?” me dijo… yo ni siquiera conteste, dejé la cerveza en el primer lugar que pude, y me arrodille para mamar esa pija preciosa.
Asi, en el pasillo, se la empecé a chupar como desesperado, la metía todo lo que podía a mi boca mientras tomaba a Roberto de la cadera, el me tomaba de la cabeza empujándome hacia el, evitando que me sacara su vera de la boca, asi, sin dejar de chupar, le desabotoné el pantalón, y como pude se lo quité, (es realmente difícil mamar una verga y hacer otra cosa con las manos); al final tuve que sacar su pene de mi boca para decirle que fuéramos a la recamara.
Ya en el cuarto, Roberto se quedo en camiseta y mientras yo me quitaba toda la ropa, es se ponía un condón que tenia ya preparado en el buró, le puse mucho lubricante en la verga por que me urgía y me acosté en la cama, Roberto levanto mis piernas y puso su pija en la entrada de mi culo, estaba tan caliente y necesitaba tanto esa verga que en cuanto empezó a meterla dentro de mi, me vine, echándome toda mi leche en el abdomen. Roberto se rio un poco y me pregunto que que pasaba, “Estoy caliente wey, que quieres que haga” le dije, “tu síguele, métemela bien”.
Roberto espero un poco a que yo acabara de eyacular, y entonces si empezó a moverse bien, de adentro hacia fuera, cada vez mas fuerte, hasta que empecé a sentir sus testículos, chocando contra mi; me estuvo cogiendo así un rato, muy fuerte, luego me volteo y me puso en cuatro sobre la cama, el se subió y me tomo de la espalda para clavarme su verga hasta el fondo, me gustaba cuando se ponía como en cuclillas metiéndome su verga como desde arriba.
Luego Roberto me la saco y se acostó, pidiéndome que me sentara en el, así lo hice, le puse un poco mas de lubricante y me senté sobre su pene erecto dándole la espalda, sentía como su verga me perforaba por dentro pero el lubricante hacia que resbalara perfecto, sentía como mi culo le apretaba pero lo suficiente como para permitir que se deslizara dentro de mi, estuve así poco tiempo, pero me cansé un poco entonces Roberto me rodó sin sacármela y me puso boca abajo en la cama y volvió a metérmela desde atrás, nos fuimos resbalando hacia el borde de la cama hasta que Roberto quedo de pie metiéndomela mientras yo estaba acostado boca abajo con las piernas colgando.
Entonces me dijo “ya wey… me vengo” a lo que yo le conteste “Los quiero en la cara”, Roberto me la saco y yo me volteé y arrodille frente a el mientras se quitaba el condón, se masturbo un poco y eyaculó echándome toda su leche en la cara, fue delicioso, le chupe un poco la verga y me levanté para limpiarme la cara.
¿Es lo que querías?, me preguntó Roberto
Yo: -Si
R: -¿Y por que no me habias hablado?
Y: -Por que estaba saliendo con alguien
R: -Pero habíamos quedado que lo nuestro era solo coger y ya ¿o no?
Y: -Si, pero
R: -Pero nada, si quieres que te coja, háblame y te cojo.
Y: -Ok, me parece.
Nos vestimos los dos y nos fuimos a la sala a tomarnos esa cerveza que se quedo pendiente, platicamos un rato y me dijo que se tenia que ir, le dije que estaba bien y que nos veríamos al otro día.
Así fu el regreso con Roberto, mi cogedor oficial.
Llego la noche, y cuando Roberto toco a la puerta me apresuré a hacerlo pasar, le pregunte si quería una cerveza, me dijo que si y fui a la cocina a traerla; cuando volvía con la cerveza me encanto ver a Roberto con la bragueta abierta y su enorme verga erecta en la mano. “¿tu quieres tomar algo?” me dijo… yo ni siquiera conteste, dejé la cerveza en el primer lugar que pude, y me arrodille para mamar esa pija preciosa.
Asi, en el pasillo, se la empecé a chupar como desesperado, la metía todo lo que podía a mi boca mientras tomaba a Roberto de la cadera, el me tomaba de la cabeza empujándome hacia el, evitando que me sacara su vera de la boca, asi, sin dejar de chupar, le desabotoné el pantalón, y como pude se lo quité, (es realmente difícil mamar una verga y hacer otra cosa con las manos); al final tuve que sacar su pene de mi boca para decirle que fuéramos a la recamara.
Ya en el cuarto, Roberto se quedo en camiseta y mientras yo me quitaba toda la ropa, es se ponía un condón que tenia ya preparado en el buró, le puse mucho lubricante en la verga por que me urgía y me acosté en la cama, Roberto levanto mis piernas y puso su pija en la entrada de mi culo, estaba tan caliente y necesitaba tanto esa verga que en cuanto empezó a meterla dentro de mi, me vine, echándome toda mi leche en el abdomen. Roberto se rio un poco y me pregunto que que pasaba, “Estoy caliente wey, que quieres que haga” le dije, “tu síguele, métemela bien”.
Roberto espero un poco a que yo acabara de eyacular, y entonces si empezó a moverse bien, de adentro hacia fuera, cada vez mas fuerte, hasta que empecé a sentir sus testículos, chocando contra mi; me estuvo cogiendo así un rato, muy fuerte, luego me volteo y me puso en cuatro sobre la cama, el se subió y me tomo de la espalda para clavarme su verga hasta el fondo, me gustaba cuando se ponía como en cuclillas metiéndome su verga como desde arriba.
Luego Roberto me la saco y se acostó, pidiéndome que me sentara en el, así lo hice, le puse un poco mas de lubricante y me senté sobre su pene erecto dándole la espalda, sentía como su verga me perforaba por dentro pero el lubricante hacia que resbalara perfecto, sentía como mi culo le apretaba pero lo suficiente como para permitir que se deslizara dentro de mi, estuve así poco tiempo, pero me cansé un poco entonces Roberto me rodó sin sacármela y me puso boca abajo en la cama y volvió a metérmela desde atrás, nos fuimos resbalando hacia el borde de la cama hasta que Roberto quedo de pie metiéndomela mientras yo estaba acostado boca abajo con las piernas colgando.
Entonces me dijo “ya wey… me vengo” a lo que yo le conteste “Los quiero en la cara”, Roberto me la saco y yo me volteé y arrodille frente a el mientras se quitaba el condón, se masturbo un poco y eyaculó echándome toda su leche en la cara, fue delicioso, le chupe un poco la verga y me levanté para limpiarme la cara.
¿Es lo que querías?, me preguntó Roberto
Yo: -Si
R: -¿Y por que no me habias hablado?
Y: -Por que estaba saliendo con alguien
R: -Pero habíamos quedado que lo nuestro era solo coger y ya ¿o no?
Y: -Si, pero
R: -Pero nada, si quieres que te coja, háblame y te cojo.
Y: -Ok, me parece.
Nos vestimos los dos y nos fuimos a la sala a tomarnos esa cerveza que se quedo pendiente, platicamos un rato y me dijo que se tenia que ir, le dije que estaba bien y que nos veríamos al otro día.
Así fu el regreso con Roberto, mi cogedor oficial.
2 comentarios - Y llegó la noche