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Observando a distancia I

Este es mi primer post es un poco largo y en esta primera parte no hay algo erotico, o, explicito pero conforme vayamos avanzando ira siendo mas interesante este relato.
Todos los personajes son mayores de edad.
Observando a distancia

Era una noche cualquiera, fría, solitaria, en las calles en las que vagaba, no había luna tal vez estaba escondida detrás de las nubes, no lo sé, iba en la mitad dela calle, justo para llegar a mi domicilio, cuando la vi.
Soy John, tengo 21 años, mido 1.76 mts. No soy atlético pero procuro estar en forma, soy una persona amigable, y parlanchina, me gusta socializar mucho, no soy feo pero tampoco soy la gran maravilla, un chico promedio, como ustedes comprenderán.
Ella es muy hermosa, no estaba en perfecta forma, pero tiene un cuerpo que para mí, es perfecto, siempre he pensado, no importa el tamaño, sino la forma del cuerpo, para mí no es excitante un cuerpo demasiado exuberante, al contrario, pero ella me encantaba.
Ese mismo día, algunas horas antes estaba estudiando en la universidad, era un día ocupado, aburrido, y estaba nublado, algo que me gusta pero, es un inconveniente si no estás en casa.
Afortunadamente no llovió, por lo tanto, pude dirigirme hacia mi casa directamente, no quería esperar a que se apaciguara la lluvia, no había gente en las calles, tal vez, porque ya era tarde o también por lo de la lluvia, o ambas cosas.
Estaba a punto de llegar a mi domicilio cuando ella salió repentinamente de una casa, yo me quedé estupefacto, continué con mi camino, intentando no mirarla ya que a esas horas podría ser mal interpretado, ya saben últimamente la seguridad no es muy favorable, en el momento justo en el que la iba a pasar de largo, colisionamos y derramo las cosas que llevaba en mano, yo me apresure a apoyarla, terminamos de recogerlas y ella dijo: “Gracias”, respondí: “No se preocupe, Buenas Noches” “Buenas Noches” replico, eso fue lo único capaz de decir, la mayoría de veces hablarle a una mujer hermosa no significa mucho problema para mí, pero esta vez no sabía que me pasaba, llegue a mi casa y me fui a dormir algo inquieto por lo ocurrido.
Al siguiente día me levante muy descansado, era un bello día. Me dirigí hacia la ventana y de nuevo me quedo paralizado, ella estaba en el edificio aledaño. No lo podía creer, ¿ella sería mi nueva vecina? ¿Qué ocurriría? Si tan solo con verla que efecto provocaba en mí, no me imaginaba lo que ocurriría después. Yo simplemente la saludo para no parecer mal educado, “Buenos Días” saludo, “Buenos Días, vecino, bonito día ¿No? “Ella responde, “Si muy hermoso” “como usted” después agregue en mis pensamientos, “Disculpe la molestia” me dijo “me podría ayudar con el gas, ¿por favor?, es que no le entiendo, y no quiero que haya una fuga”, “Por supuesto, no hay problema”, hasta ese momento no me di cuenta de cómo iba vestida, era tan excitante, llevaba una blusa de tirantes, sin sostén, unos shorts cortos, típico de una mujer que se acaba de levantar y no tiene algo planeado para el día.
Llego y toco su puerta, ella sale y me recibe con una calida sonrisa, “Muchas gracias, llame a los del gas, pero decían que iban a estar muy ocupados, y no se qué hacer”, “No se preocupe, veré que puedo hacer por usted”. Subí a la azotea, y me percate de que a su tanque le faltaba una pieza, “Me parece que usted no tiene un regulador, tendre que ir a la tlapalería para comprarlo” le informe, “¿No le importa si lo acompaño?”, “Seria algo genial”, le dije, y así continuo el dia. Me comento de su vida pasada, me dijo que nacio y se crio en Guadalajara, que estaba estudiando la universidad, pero, por problemas familiares trunco sus estudios, y se dedico a ser promotora de productos, y que por trabajo ahora estaba aquí, por mi parte, le conte mi vida, curiosamente, no me avergonzaba contarle a ella mis aventuras, todo salía natural, poco a poco, nos estábamos haciendo buenos amigos.
No la pude ver en toda la semana siguiente, pero un jueves, se escucho mucho escandalo, por lo tanto me desperte rápido, se escuchaban golpes, gritos, y quejidos, y la voz de los quejidos, yo la conocía muy bien, era la voz que añoraba escuchar el fin de semana. Me levante rápido, me puse unos pantalones, y me dirigi corriendo hacia su casa, la puerta estaba abierta, temi lo peor, ella estaba en un rincón con las manos levantadas de manera defensiva, estaba semi desnuda, sus ropas estaban hechas jirones, uno de sus pezones era visible, ya que su blusa de dormir estaba rota, tenia varios golpes frescos, yo me acerque muy lentamente, le pedi que se calmara y que me contara que paso, le acerque una manta que había ahí cerca, ella no paraba de repetir, “aléjalo de mi…. Por favor a-aléjalo de mi”, espere a que se tranquilizara, y le pedi que me contara que ocurrio, me dijo que su antiguo exnovio había intentado violarla.
La situacion era muy excitante, me ofreci a limpiarle las heridas, ya que estaba estudiando medicina, pero yo solo pensaba en que estaba tocando su pequeño, tibio y frágil cuerpo, su espalda, sus brazos, sus piernas, yo trataba de concentrarme en las heridas, pero inexorablemente mi mirada era atraída por su cuerpo desnudo, cada curva de su ser, me incitaba a dejarme dominar por los deseos carnales, de repente mi erección se hizo visible, intente ocultarla rápidamente, pero algo en su mirada me dijo que se había dado cuenta, termine con mi trabajo, le pregunte quesi necesitaba algo mas, y me respondio que no, estaba a punto de retirarme cuando me dijo, “bueno si tengo algo que pedirte…”, “¿Que es?”, “¿te podrias quedar esta noche?, solo por si regresa”, “No hay problema conteste”, me instale en la sala pára permitirle la privacidad necesaria, algo como lo que vivio debe de ser traumante.
Al siguiente dia, me levante e hice una llamada rápida, para que me permitieran faltar, no me atrevía a dejarla sola.
Espere a que se levantara, y le dije “¿Cómo te sientes?, Vanessa”, por cierto, se llama Vanessa, se me había olvidado comentarlo, me dijo que se sentía mejor pero que necesitaba tiempo para asimilarlo lo ocurrido, yo la deje ser, y me dirigi hacia la ventana, repentinamente, unos golpes en la puerta se escucharon, “Abre la puerta, perra, déjame pasar” dijo un sujeto,ella me miro con cara de espanto, yo le hice una seña para que se mantuviera en silencio, ella lo comprendio y se fue atrás de un sillón, yo fui hacia la puerta, y la abrí, detrás de la puerta había un hombre alto, 1.94 tal vez, no muy corpulento, pero imponente, “¿Qué haces aquí?, pendejo”, yo no dije nada, la sangre me hervia, tan solo pensar en el daño que él le había infligido, no podía controlarme, le atice un puñetazo en la cara, y comenzó la pelea, afortunadamente tenia conocimientos básicos de las artes marciales mixtas, un principiante pero me sabia mover, el se termino por ir lastimado, pero se fue.
Ella me dijo, “¿Por qué te arriesgas por mi?, no era necesario”, “no lo se”, y repentinamente me dio un beso

2 comentarios - Observando a distancia I

fbunico
muy interesante.. nada muy erotico, pero promete!