La Dra y yo...

Buenas a todos.

Paso a comentarles lo que me pasò hace un tiempo. Trabajaba en un Centro de Salud y la jefa era una pediatra. Una mujer, petisa, rubia, de 46 años y que si bien no era refinada, tenía su estilo.
Siempre hubo buena onda, desde un primer momento, lo que hacía que las cosas sean más llevaderas. Fuimos pegando onda, conociéndonos pero siempre dentro del laburo. Un día, tomando mate, me comenta que estaba separada, que hacía rato no conocía a nadie. Yo le comente cosas de mi, seguimos charlando y ahí quedó. (Solo por esa vez).
Seguían pasando los días, ya charlabamos más seguido, hablabamos de sexo y todo. Pero siempre quedaba en el trabajo. No pasaba a mayores.
Un día, en la fiesta de fin de año del trabajo, nos pusimos a joder. Hacíamos chistes respecto de lo que tomábamos, de si estábamos medios borrachitos o no. Pasadas las 12 de la noche, con la cena, unas copas, bailando y el postre casi viniendo, se me ocurre acercarme y apoyarla.. Muy despacio. Ella jamás se corrió. A los segundos se dá vuelta y me susurra: "Me volvés a apoyar así y te cojo pendejo". Lo único que hice fue mirarla...
Pasaron algunos minutos, y le escribo un mensaje, imitando el tono de sus palabras: "Me volvés a decir así, y de acá nos vamos a un telo". Ví el momento en que agarro su teléfono, leyó el mensaje, me miró y respondió: "Dame un ratito y vamos".
Afirmativamente, solo pasó un ratito. Ambos nos fuimos. Fuimos en mi auto. Durante el viaje me fue tocando la pija.. La cual se iba poniendo cada vez más dura. Neecsitaba llegar al telo YA !
Llegamos, nos asignan la habitación y ni bien entramos, cerramos la puerta y la arrinconé, llevando su mano directo a mi pija.
No aguanto y me la empezó a chupar de una manera bestial, animal... Le encantaba. Sin dar vuelta, la subi, le saque la ropa y con la tanga puesta la tire en la cama. Mientras le tocaba la concha sin correrla la tanga le dije mirándola "Preparate porque te voy a chupar toda la concha y hasta que no acabes no paro"... Y así fue... Se la chupe, TODA. Dedos, lengua, dedo en el culo.. Ella no paraba de gemir. Hasta que llegó el momento de coger. Cogimos como animales, una cosa increíble. De esa manera, fueron dos veces más, hasta que nos dormimos.
Despertamos, desayunamos, volvimos a coger.. Y nos fuimos.