Hola P!
Hoy les traigo mi primer relato, totalmente verídico, ojalá lo disfruten.
Le platico que comence a pajearme como a los 13 años (poco antes de mi primer eyaculacion), por cuestiones religiosas muy arraigadas evitaba todo lo sexual, incluso el hablar con una mujer de sexo o tener relaciones intimas, para mi era un tabú, eso sí, siempre hubo pajas, agarraba folletos de ropa intima y rosaba mi pene en ellos, en ocasiones los llenaba de semen.
Cuando rondaba los 20 años tuve la curiosidad de sentir ser penetrado por el ano; para entonces tenia nula experiencia de como se debe estimular el ano, solo habia visto videos donde penetraban analmente a las chicas, incluso ellas mismas lo hacian con diferentes objetos.
Una noche, cuando todos dormian en casa tome a escondidas la escoba, me planeaba penetrar con ella, la lleve a mi recamra y ahi estabamos solo la escoba y yo. Agarre la escoba por el palo, con ambas manos, pense como me la pasaria por mi virgen ano, una descarga de nervios empezo a inundarme el cuerpo, instintivamente comence a chupar el palo, lo lamia con desesperacion una y otra vez, lo deje lleno de saliva.
Minutos despues coloque la parte del cepillo de la escoba en una esquina, entre el piso y la pared de la recamara, me di la vuela y estando de pie trate de meter el palo por mi estrecho ano, pero la aspereza del mismo impedía una facil penetración, volví a lamer el palo, note que tenia un sabor diferente y entonces supe que era el sabor de mi ano, eso me recalento mas.
Ya andaba bien prendido, queria a la de ya ese palo atravesandome, asi que volví a darme la vuelta, estando de pie, abrace el palo con mis nalgas con la punta en la entrada de mi ano y flexione un poco mis rodillas hechando bruscamente la cadera hacia atras, solo no grite para no despertar a nadie. Senti que mi esfinter anal habia sido metido, por la falta de lubricacion y aspereza del mismo, me inunde de placer, dolor y ardor.
Movi mi cadera hacia adelante y mis nalgas arrastraron la escoba, nuevamente heche mi cadera hacia atras, la escoba se atororó y eso hizo que el palo se me enterrara a mas no poder, esta vez no me dolio el ano sino mi interior, por el dolor que tuve comence a dar saltitos con cada pie, eso provoco que la punta del palo dentro de mi interior me golpeara en cada movimiento, quería chillar pero solo hacía muecas de dolor y apretaba los dientes para soportalo.
Note que si seguia moviendome mas era el dolor asi que me quede quieto, agarre el palo con mi mano derecha, intente dar un paso al frente pero la falta de lubricación y lo apretado de mi ano, provocó un vacío y no pude sacarme el palo de mi recto, di lentamente tres pasos al frente para que hubiera mas espacio entre la pared, flexione mis rodillas y con mi mano derecha jale el palo hasta que salio del ano.
A pesar del dolor de mi ano, recto y a zona donde el palo golpeó mi interior, en verdad disfrute mucho esa experiencia y la volvi a repetir con otro objeto... Esa es otra historia
Hoy les traigo mi primer relato, totalmente verídico, ojalá lo disfruten.
Le platico que comence a pajearme como a los 13 años (poco antes de mi primer eyaculacion), por cuestiones religiosas muy arraigadas evitaba todo lo sexual, incluso el hablar con una mujer de sexo o tener relaciones intimas, para mi era un tabú, eso sí, siempre hubo pajas, agarraba folletos de ropa intima y rosaba mi pene en ellos, en ocasiones los llenaba de semen.
Cuando rondaba los 20 años tuve la curiosidad de sentir ser penetrado por el ano; para entonces tenia nula experiencia de como se debe estimular el ano, solo habia visto videos donde penetraban analmente a las chicas, incluso ellas mismas lo hacian con diferentes objetos.
Una noche, cuando todos dormian en casa tome a escondidas la escoba, me planeaba penetrar con ella, la lleve a mi recamra y ahi estabamos solo la escoba y yo. Agarre la escoba por el palo, con ambas manos, pense como me la pasaria por mi virgen ano, una descarga de nervios empezo a inundarme el cuerpo, instintivamente comence a chupar el palo, lo lamia con desesperacion una y otra vez, lo deje lleno de saliva.
Minutos despues coloque la parte del cepillo de la escoba en una esquina, entre el piso y la pared de la recamara, me di la vuela y estando de pie trate de meter el palo por mi estrecho ano, pero la aspereza del mismo impedía una facil penetración, volví a lamer el palo, note que tenia un sabor diferente y entonces supe que era el sabor de mi ano, eso me recalento mas.
Ya andaba bien prendido, queria a la de ya ese palo atravesandome, asi que volví a darme la vuelta, estando de pie, abrace el palo con mis nalgas con la punta en la entrada de mi ano y flexione un poco mis rodillas hechando bruscamente la cadera hacia atras, solo no grite para no despertar a nadie. Senti que mi esfinter anal habia sido metido, por la falta de lubricacion y aspereza del mismo, me inunde de placer, dolor y ardor.
Movi mi cadera hacia adelante y mis nalgas arrastraron la escoba, nuevamente heche mi cadera hacia atras, la escoba se atororó y eso hizo que el palo se me enterrara a mas no poder, esta vez no me dolio el ano sino mi interior, por el dolor que tuve comence a dar saltitos con cada pie, eso provoco que la punta del palo dentro de mi interior me golpeara en cada movimiento, quería chillar pero solo hacía muecas de dolor y apretaba los dientes para soportalo.
Note que si seguia moviendome mas era el dolor asi que me quede quieto, agarre el palo con mi mano derecha, intente dar un paso al frente pero la falta de lubricación y lo apretado de mi ano, provocó un vacío y no pude sacarme el palo de mi recto, di lentamente tres pasos al frente para que hubiera mas espacio entre la pared, flexione mis rodillas y con mi mano derecha jale el palo hasta que salio del ano.
A pesar del dolor de mi ano, recto y a zona donde el palo golpeó mi interior, en verdad disfrute mucho esa experiencia y la volvi a repetir con otro objeto... Esa es otra historia
1 comentarios - Así Penetré mi Ano por Primera Vez (Real)
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