Mi sumisa @lolita_9 (Episodio 1)

Hoy recibo un mensaje de @lolita_9:

"tardo mucho en acabar cuando me toco, leo tus relatos y acabo enseguida.. algun dia voy a ser tu putita..."

Esto disparó la sangre hacia mi pija y enseguida le respondí invitándola un fin de semana al campo.
Accedió de mil amores, y me sorprendió que siendo tan pendeja (19 añitos) accediera a estar con un macho maduro de 38... Por suerte tengo guita y reservé una casa de campo preciosa, en el medio de la nada, lugar ideal para que lolita fuera mía con todas las letras.


Le pedía que se trajera las tanguitas que usaba en sus videos para calentar pijas y nada más. La pasé a buscar con mi 4x4 por la esquina de su casa (vive con los padres) y arrancamos hacia el sur de la provincia.

Llevaba un short de jean gastado como usa en el video de youtube y por el que se asomaba la tanguita negra..., zapatillas blancas y una musculosa que presionaba sus tetotas hinchadas.

Muy putita, como a mí me gusta.

Sentadita en el asiento de cuero, con las piernitas juntas era una bebota deliciosa, turrita...

Me observaba impresionada, de arriba a abajo... Iba vestido con una camisa y un jean que marcaba el bulto de mi verga apretada y queriendo respirar.

Me quiso acariciar la pija y le saqué la mano violentamente...
- Qué haces trolita?- le grité sacado...

Asustada, se quedó en silencio, no esperaba mi reacción. Noté que cada vez estaba más incómoda y al bajar en la estación de servicio me dijo que se quería volver... y que por favor la llevara de vuelta.

Me reí, y le dije que si quería que la llevara de vuelta me tenía que pagar los gastos. Casi lloriqueando me dijo que no tenía dinero-

- No importa...- respondí, - subí a la camioneta pendeja- respondí agarrandola del brazo.

Arranqué y después de hacer unos kilómetros, paré al lado de la ruta, debajo de unos árboles frondosos.

-Ahora vas a ver lo que es bueno turrita del orto... - le susurré sonriendo.

Bajé su asiento hasta casi tenerla recostada y la di vuelta, dejando su orto a la altura de mi lengua sedienta. Le bajé el short y la tanguita a la vez y empecé a escupirle ese agujero virgen y apretado, mientras recolectaba la baba con la punta de la lengua y le rodeaba el orto, lamiendo con desesperación.

La muy trola gemía despacio, entre lloriqueo y gozo...

Esa cola me volvía loco y cada vez se iba abriendo más invitando a una embestida. No tenía apuro, así que seguí lamiendo y escupiendo ese trasero maravilloso. A punto estaba de embestirla con mi chota venosa, cuando veo que aparece un paisano a caballo que lentamente se va arrimando a la camioneta...

(continuará...)