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Mi alumno se cogió a mi esposa

Hola, quiero contarles lo que nos pasó hace apenas seis meses, somos una pareja de Michoacán. Ella es delgada, güerita y muy caliente, de esas chavas que son delgadas pero muy bien, con todo en su lugar y tiene 27 años; por mi parte, yo tengo 30 años, soy llenito, moreno, de 1.80 m de estatura y de herramienta normal, ni chica ni grande.

Todo comenzó porque trabajo con alumnos de 18 a 22 años de edad en una escuela y uno de ellos me dijo que necesitaba algunas clases particulares de una materia y aunque casi no me gusta dar esas clases, la verdad, le pregunté si iba a mi casa, sería mejor porque yo no tenía tiempo de ir a la suya y por las tardes, pudiendo ser de 5 a 6 o de 6 a 7, como decidiera. Me contestó “ok, profe, ahí estaré este lunes” y así quedó el asunto.

Ya llegado el lunes, ahí lo esperé y cuando llegó, mi esposa le abrió la puerta y escuché que preguntaba por mí, indicándole que pasara; ese día, mi esposa traía una mini falda de mezclilla y una blusa negra, normal en ella, pues es delgadita y joven, así que se veía muy bien y de inmediato, noté cuando venían hacia el cuarto de estudio, que ya Omar, mi alumno de 20 años, le venía viendo el trasero. Al verlo, pensé “mira, qué canijo” y me dio risa, luego comenzamos con la clase pero noté que seguía mirándola, en cuanto según yo me descuidaba.

Así pasaron más o menos como tres días y uno de esos en la noche, mi esposa tenía ganas de un vinito, así que lo compré y comenzamos a platicar de cosas triviales, ya habíamos fantaseado con algunas propuestas pero su temor no la dejaba explayarse hasta que le pregunté “¿notas cómo te ve Omar?”, cuestionándome “¿Omar, tu alumno?”, le contesté “sí, así es” y soltó la carcajada, exclamando “ja, ja, ja, ja, ja, no inventes, ¿cómo crees?” y le insistí “sí, se la pasa viéndote las nalgas”. Con eso, ella se cachondeó de inmediato, preguntándome “¿en serio?”, le indiqué “sí, pero sabes, sedúcelo, anda” pero me señaló “estás loco tú” pero insistí “ándale” y se puso muy caliente, comenzando a coger.

Mientras lo hacíamos, me decía que se le antojaba también, que ya había notado que le veía las nalgas y montada sobre mí, me preguntaba “¿si me lo puedo coger?”, de inmediato sentí delicioso y le contesté “claro pero cógetelo bien rico, que valga la pena” y hasta terminé más rápido de lo normal, pues me sentí demasiado excitado que ella me dijera eso. Al día siguiente, ni tarda ni perezosa, mi esposa ya le estaba abriendo la puerta con un shortcito, de esos que les dicen cacheteros y en cuanto se dio la vuelta, su mirada se clavó en ese par de nalguitas bien paraditas que tiene, luego lo llevó hasta el estudio y ahí se senté él. También ese día, ella nos llevó una jarra de agua cuando me hice tonto con mi teléfono celular, fingiendo una llamada y se quedaron solos pero desde atrás de unas cortinas, seguía viéndolos.

Veía como ambos sonreían y charlaban amenamente, así que los dejé solos fácilmente unos 15 minutos y cuando llegué, ella tenía las orejas rojas, señal de que estaba cachonda y cuando terminó la clase, le dije que lo esperaba el viernes y me contestó “seguro, profe, aquí nos veremos”, luego ella lo acompañó a la puerta y vi que se despidieron de beso. Inmediatamente, se dio la vuelta y me dijo “ese alumno tuyo es tremendo, me dijo qué guapa esposa tenía el profe”, enseguida le pregunté “¿te gustó?” y me contestó “la verdad, sí” y al instante, le volví a insistir “cógetelo” y esta vez, ya no me dijo “loco”, je, je, je.

A continuación, le indiqué “mañana viernes es tu oportunidad, los dejaré solos casi toda la hora, voy a fingir que salgo de emergencia y me esconderé atrás de las cortinas que están ahí y veré todo, ¿estás de acuerdo?” pero me respondió “es que me da pena” y le reiteré “tú sabrás, es tu oportunidad”. Ya llegado el viernes y a la hora convenida, ella ya lo esperaba con la mini falda de mezclilla pero sin calzoncito y cuando él llegó, le dijo como siempre “adelante, mi´ijo, por favor”, llegando hasta el estudio y le saludé “¿qué onda, Omar?, ¿cómo estás?”, me contestó “bien, profe” pero en ese momento, le comenté “permíteme, salgo un minutito a la cocina” y regresé, diciéndole “Omar, me da mucha pena pero tengo que salir de emergencia, tardaré unos 30 minutos pero mi esposa te dará la clase, ¿está bien?, no tardo”.

Inmediatamente, se le vio al Omar una cara de lujuria que no podía con ella y me dijo “sí, profe, no se preocupe, adelante, lo espero”, entonces le di la vuelta al estudio y quedé exactamente atrás de las cortinas, desde donde se veía totalmente bien y no sospechaba que estaría ahí. Pensé que mi esposa empezaría con todo pero no fue así, él fue el que comenzó a arrimársele más y más y le decía “¡ay, señora, qué linda está!, ya me imagino el profe el banquetazo que se da todas las noches” y ella le contestó “ay, cómo eres”, abriendo las piernas cada vez más, pues le tenía la mano en la rodilla. En un instante dado, mi esposa se levantó y le preguntó “¿quieres una cervecita?”, aunque la notaba nerviosa y le contestó “sí”; cuando él se levantó para recibirla, ya se le veía el bulto en el pants que traía, ella se le quedó viendo y él le indicó “mire cómo me pone, señora”, tomándole la mano y llevándosela hasta su verga.

En ese momento, ambos se olvidaron de las cervezas, comenzándolo a tocar, luego le levantó la falda y se percató que no traía calzón; de inmediato, él se agachó, lamiéndole su colita, pues mi esposa estaba a mil, se veía que le encantaba. Por su parte, ella le bajó su pants y salió su verga, también medianita pero más cabezona que la mía y comenzó a darle unas mamadas, al tiempo que yo sentía como me punzaba mi verga, viendo a mi mujer y a mi alumno desde atrás. A continuación, él la acomodó en el escritorio, le abrió las piernas y le dijo “ay, señora, ahí le va”, seguido de un “agghhhhh” de mi esposa, quien le decía “sí mi´ijo, cógeme, así, mi´ijo”.

Continuaron así por unos tres o cuatro minutitos pero con lo caliente que andaba, mi esposa se vino de inmediato mientras que él, sería también por los nervios, le dijo “me vengo, me vengo”, sacándole su verga y enseguida, ella se agachó para recibir su lechita en la boca. Por su parte, él tenía una cara de satisfacción que deslumbraba, terminando muy rico, pues aprecié que le daban calambres. Al final, se limpiaron y se sentaron en un sillón que está ahí pero yo ya no aguantaba, sentía que mi verga me iba a explotar pero me contuve, pues regresaría al estudio.

Para eso, dejé pasar unos 10 minutos, luego abrí la puerta de la casa y la cerré, llegando al estudio y aún tenía un rico olor a sexo, ya muy leve y les dije “ya vine”, preguntándole “¿qué onda, Omar?, ¿todo bien?”, me contestó “muy bien, profe”; cuando él se fue, de inmediato ella se me abalanzó y cogimos , fue riquísimo terminando bien rico. Ahora, tengo ya seis meses dándole clases particulares a Omar, sólo que mi esposa le da clases de sexo también.

Saludos, espero que les guste.

5 comentarios - Mi alumno se cogió a mi esposa

cock77R
Buen relato no estaria mal unas fotos de tu esposa jejeje
Stooge
muy bueno el relato. nosotros tambien traemos hombres para que se cojan a mi mujer frente a mi y es hermoso.... buen post. punto y siguiendo

pasaste por mis aportes a la comunidad?
comentar es el mejor agradecimiento.
asi que asi te digo GRACIAS.
profesorcornudo
Rico relato. Yo hago clases en una empresa de TI. Por cosas de la vida, hace un tiempo llegué a casa y encontré a mi novia follandose a uno de mis alumnos-el más "nerd"-en la cocina. Se asustaron, pero ví esa pinga enorme y les pedí continuar...
profesorcornudo
Nunca habíamos hablado de eso,, pero ver a mi novia gritar con semejante bate en ella me encendió. Me gustaría poder verla follar a un joven vergón