La Chica del Subte D - Parte II

18.30 en Av. Córdoba y Callao.
Esperando en la esquina, en la puerta de una conocida facultad, la veo cruzar Av. Córdoba hacia donde estaba yo. Cruzamos miradas y nos sonreíamos.
- Buenas, como va? (Arranco la charla)
- Todo bien Nacho. Ansiosa y nerviosa al mismo tiempo.
- Tranquila.
-Es que me siento una nena que se encuentra con alguien del chat (Se ríe)
-Hace de cuenta que nos conocemos hace años, olvídate que es la segunda vez que nos vemos y la primera que cruzamos palabras.
-Está bien, confío en vos. De que tenes ganas conmigo?
En ese momento acerque a su oído...
-Tengo ganas de coger con vos.
-Apa! Sin vueltas el hombre (Dijo ella sorprendida)
-Cuando algo me interesa no doy vueltas.
-Me gusta. Yo tengo las mismas ganas que vos. Alcoyana, alcoyana no?

Sin hablar más, como si estuviésemos conectados, Av. Córdoba y empezamos a caminar por Callao hacia Congreso. No paramos de hablar y contarnos cosas. Cómo si lo que nos dijimos minutos antes hubiese sido un pensamiento de ambos que no se hizo realidad en palabras.
Con la charla y la buena onda que tuvimos, llegamos sin darnos cuenta a Corrientes. En ese momento ella me dice "Yo me dejo llevar por vos Nacho". Y yo le respondo "Haces bien, donde vamos seguro la pasamos bien".
Llegamos a Congreso y agarramos la calle Combate de los Pozos. En ese momento nos íbamos contando fantasías cumplidas, noches de sexo, experiencias, gustos, etc. Ella me reconoce que una de sus fantasías estaba cumpliéndola. "Siempre imagine conocer a alguien en el subte y terminar cogiendo con él".
-Parece que tanto pensamiento hizo que se te haga realidad.
-Vos decís? Que suerte tengo entonces! Jajaja
Seguimos caminando hasta que llegamos al Telo.
-Llegamos. Le digo de una.
-Siempre venís a tomar algo acá? Me dice y luego se ríe.
-Si queres nos vamos. Yo me la jugué.
-No tengo pensando ir a otro lugar que no sea a este Telo.

Ella me había pedido que deje mi auto en el estacionamiento porque no se animaba a subirse sin conocerme. Coger sí, subirse a mi auto no. Eso es lo lindo que tienen las mujeres. Yo deje el auto en el estacionamiento que me paga el laburo.

Entramos y pedí habitación. Lo bueno de este Telo es que parece una vecindad. Es un barrio, con los departamentos, un jardín en el medio con una fuente. Muy loco. Un telo que parece un barrio privado en medio de Congreso.
Subimos a la habitación en primer piso. Cerramos y empezamos a matarnos contra la puerta. Nos comíamos las bocas con unas ganas terribles. Sentíamos que teníamos que matarnos. Estabamos prendidos fuego...