Soy Ivonne, y quiero contarles mi última aventura. Conocí a un señor en el chat, es casado y me dijo que daba clase en una escuela y a esa hora estaba solo corrigiendo pruebas, así que si quería irme a vestir allá, no había problema. Hicimos la cita y en menos de mediahora, ingresaba al colegio, entré y nos saludamos, enseguida me instalé en el baño para vestirme.
En esta ocasión, elegí una mini, con unas zapatillas y unas medias transparentes, quería verme putita pero normal y cuando salí, él se me acercó y me besó en la boca, diciéndome que le encantaba lo zorra que me veía. Al mismo tiempo, me acariciaba mis nalgas con mucha fuerza y desesperación, además me besaba el cuello y me repetía al oído que era una puta deliciosa, eso me hizo querer sentir su verga en mi boca.
Para eso, me puse de rodillas y le desabroché el pantalón, notando que su verga olía muy rico y ya estaba babeando; al hacer apenas contacto con mis labios,.
él se retorció y movió la cadera para metérmela bien hasta el fondo de mi garganta. Como soy niña buena, le di ese placer y con mi lengua y mis labios, la recibía toda, después empecé a acariciarle sus bolas con mis suaves manos en el escroto y con un movimiento rápido, me la saqué de la boca y me metí sus bolas.
Mientras lo hacía, él me decía “¡anda, perra, chúpame los huevos!” y me dio una cachetadita con su verga, añadiendo “¡esto es lo que viniste a buscar, ¿o no, pendejita?”, le respondí “sí, papi, esta verga es lo que quiere tu putita”. Me comportaba sumisa y complaciente y me tuvo un rato chupando, luego me levantó y empezó a tocarme las nalgas buscando mi agujerito; cuando lo encontró, me hizo la tanga de hilo a un lado, se ensalivó un dedo y empezó a metérmelo, sintiendo ese dolor tan conocido pero que me encanta porque después que mi ano se acostumbra, el placer es increíble.
Ante ello, sólo paraba el culito y le chaqueteaba su verga, para que no se le bajara hasta que exclamó “¡a ver, hija de lputa, te voy a dar de vergazos en tu culo, para que se te baje la calentura!” y le contesté “ay, sí, métemela, ya la quiero adentro”. Luego, lo hice que se sentara sobre el escritorio y con su verga apuntando al cielo , me acomodé y me la comí de una, comenzando luego a subir y a bajar, escuchándolo decirme “así, así, se nota que ya tienes práctica, pendejita, mira nada más qué bien te ensartas tú solita, dale, cabroncita, dale” y yo susurraba “ahhh, qué vergota se come tu esposa, qué envidia, así, papi, ¡reviéntame el culo!”..
Después, me acomodé yo y él me ensartó, se movía furioso buscando deslecharse con mis nalgas y pensé que se vendría en mi cola pero no, tenía guardada otra cosa en mente.
Yo solo disfrutaba de su enorme trozo de carne atravesando mi ano goloso hasta que en cierto momento, él se salió de entre mis nalgas, se quitó el condón y me ordenó mamarle la punta mientras se pajeaba. De pronto, sentí como un chorro espeso deleche escurrían hacia mi boca y los degusté complacida, era mi premio por ser buenita..
Al final, él me comentó “me encanta coger así, ustedes las travestís no son histericas y me encanta como putean cuando cogen, me encantaste, mami”, a lo que contesté “gracias a ti, papi, tu lechita es deliciosa, nene”. Después, me fui a cambiar al baño y salí como si nada, ya en la calle, noté que aún traía el perfume de mujer que me había puesto y la gente lo notaba pero qué más me daba, aún sentía mi culito punzando de alegría por tan rica cogida.
2 comentarios - En el consultorio
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Una belleza como le rompen la colita XD a esta trolita!!!
Excelente material amigo @capkirk2008
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