Con S somos amantes hace casi 2 años o más, ya perdí la cuenta al igual que la cantidad de buenos encuentros que tuvimos, con el tiempo los encuentros se pusieron más calientes y cada vez cogíamos mejor, y este encuentro fue prueba de eso. Maneje hasta su casa un día de semana por la noche, una hora de conducción y llego a destino. Me abrió las puertas de su casa, nos dimos un caluroso beso, charlamos un ratito y comenzó la acción. Los dos estábamos muy calientes ya que habían pasado 3 semanas desde nuestro último encuentro. Comenzamos a los besos, tocaba su cola y me percate de que tenía una sorpresa para mí, sentí al tacto unas medias de red. Se paro se saco la ropa y quedo solo con botas negras, medias de red, una diminuta tanga negra con una hebilla que decía sexy un baby doll rojo. Estaba hecha una puta en llamas y eso me volvió loco. Me sentó en el sillón y se tiro encima de mí, comenzamos a los besos con fuerza, con calentura de tantos días sin darnos el gusto de tener una buena cogida. Le comí los pechos grandes que tiene, los mordía, jugaba con sus pezones con una mano buscaba su conchita que ya estaba calentita. La puse en 4 sobre el sillón para tener una visión su gran y hermosa cola que me vuelve loco; y como si fuera poco con esa tanga metida bien adentro tenía ganas de cogérmela ya mismo. Se puso de rodillas y me la chupo con la maestría que lo hizo siempre, cambiaba el ritmo, usaba la lengua, se la tragaba toda, me chupaba las bolas; me invito a su cama para continuar con la acción. Ya en su cama la volví a poner en cuatro, moví sus medias de red para dejar su cola al descubierto y le tire aceite -siempre llevo una botella plástica con aceite para masaje-, su cola aceitada me calienta como nada, queda brillosa, bien grande, invita a cogerla; primero con los deditos. Metía dos deditos en su conchita, despacito, aumentaba el ritmo al igual que sus gemidos y la temperatura dentro suyo; cada vez se ponía más jugosa. Forme una V con mis dedos y le metía uno por el culo y otro por la concha, logrando que tuviera unos movimientos muy de puta. Se acostó boca arriba y le comí la concha como el mejor, lo que me calienta de S es que acaba muchas veces cuando le chupo la bien pero muy bien la conchita, siempre le saco 2 o 3 orgasmos. Como siempre, aplicando lo que aprendí con el tiempo; la penetraba con la lengua, la comía con calentura, mordía su clítoris, mis 2 dedos dentro de ella aceleran sus pulsaciones y sus gritos. La lengua ubicada en su clítoris moviéndose de arriba abajo bien fuerte con 2 deditos adentro la llevan al orgasmo, me encanta cuando acaba; se contorsiona su espalda, sus gemidos aumentan, grita y dentro suyo vibra todo, salen fluidos con fuerza hasta que larga un suspiro y se relaja. Repetí la acción hasta lograr que acabe 3 veces en mi boca saboreando todo su juguito. Me saque toda la ropa, le volví a pedir que me coma bien la pija así se me ponía bien dura. En pocos minutos hizo que se me pusiera a punto de explotar me coloque el forro, la puse en cuatro nuevamente, coloque un poco del lubricante y enterré la pija en lo más profundo de su conchita. Me encanta coger a S en cuatro con la tanga corrida a un lado, sabe como calentarme mueve su cola de arriba a abajo, tiene un movimiento tan sensual mientras mi pija entra y sale; me encanta pegarle y escuchar sus gritos estuvimos así varios minutos mientras nuestros gemidos y transpiración aumentaban. Nuevamente boca arriba introduje mi pija dentro de ella y seguí cogiéndola, me encanta ver como sus pechos enormes se sacudan como gime, como se pone tan puta; ponía mis manos en sus rodillas y le separaba bien las piernas para cogerla mejor; la pija siempre entra con mucha facilidad porque su concha se moja mucho, cambie de posición y le puse sus pies a la altura de sus hombres y continúe cogiéndola con mucha fuerza, nuestro gemidos ya eran tremendos, al igual que todas las guarangadas; cuando S esta boca abajo con esa posición, totalmente mojada se le ve tan puta que me calienta como ningún otra mujer. Continúe cogiéndola así varios minutos hasta que la volví a ponerla en cuatro sobre la cama y yo puesto de rodillas con una mano tirándole del pelo seguí cogiéndola unos pocos segundos hasta que se recostó completamente en la cama, esa posición me vuelve loco porque siento que es una puta totalmente entregada a mi; boca abajo, con la pija adentro, tirándole del pelo con una mano, y gimiendo, continúe cogiéndola unos minutos así hasta que no aguante más y quería darle un gran final a esta cogida. Le pedí que se ponga al borde de la cama boca arriba, me saque el forro y la cogí con todas mis fuerzas, estábamos a los gritos, la pija entraba en su conchita, entraba y salía frenéticamente hasta que no aguante más la metí hasta el fondo y deje toda mi leche en lo más profundo de su conchita, toda mi leche calentita en su interior; los dos nos abrazamos totalmente transpirados unos segundos, solo faltaba un pequeño detalle. Salí de su interior, y ella abrió con sus dedos su concha; estaba totalmente usada, mojada, abierta, los labios bien gruesos y rojos de tanto coger; la abría y en su interior estaba toda mi leche, jugaba con su leche en su interior, su concha era cerrada y abierta con sus dedos y mi leche se movía en su interior, con un dedito puso un poco de leche en su clítoris, la volvió a abrir con tantas ganas que empezó a salirle todo e iba cayendo desde su conchita hasta su culito, esa imagen fue tremenda; S es mi madurita favorita, una puta en llamas con todas las letras. Me recosté en la cama agotado, ella fue al baño a limpiarse y luego fui yo. Volvimos al sillón, tomamos algo fresco, charlamos un rato pero era tal la calentura luego de haber tenido tremenda cogida que empezamos a tocarnos, me chupo la pija monumentalmente otra vez, volví a meter sus dedos en su conchita pero esta vez me pidió que le rompa bien el culo. Como un esclavo sexual obediente la seguí nuevamente hasta su cama, nuevamente en cuatro pero ahora abriendo su culo con ambas manos. Nuevamente tome el aceite, tire un poco para lubricar y con un poco de dificultad al principio comencé a cogerle su culo suavemente. De a poquito el ritmo de mis penetraciones en su culo iban aumentando, S es fanática del sexo anal, siempre me pide que primero la penetre despacito pero cuando se dilata y se acostumbra me deja romperle bien el culo con fuerza y eso fue lo que sucedió, lleve un buen tiempo rompiéndole el culo, cuando me cansaba era ella la que movía su cola para continuar con las penetraciones. Un detalle muy erótico fue ver como la transpiración aumentaba en su espalda, en su coxis, sus gemidos y gritos combinados con todas las animaladas que le estaba gritando en ese momento su espectáculo único. Nuevamente la monte como perrito pero estabas cogiéndola por el culo, nuevamente esa imagen de sometimiento, ella totalmente entregada pero ahora rompiendo su cola fue simplemente única. Durante 30 minutos estuve rompiéndole el culo, otra vez bañado en sudor no aguante más la metí bien al fondo y le deje toda mi leche adentro. Con la pija adentro, jadeando unos segundos le pregunte si le había gustado y me dijo que si con vos agotada, la saque lentamente y luego disfrute de abrir su culo y ver como toda mi leche brotaba de su interior. Nos dimos un beso, por separado fuimos al baño a lavarnos y luego tuvimos una linda charla. Quise guardar un detalle para el final; todo este encuentro fue fotografiado y filmado con mi celular, hasta compre un pequeño trípode para la ocasión. Con S tenemos mucha confianza, así que decidimos filmar nuestros encuentros y luego calentarnos viendo los videos. Vimos todas las fotos y videos, nos reímos y nos despedimos. Maneje de vuelta a casa, con la pija un poco dura en mi apretado pantalón rogando por tener otro encuentro bien caliente muy pronto. S es mi madurita favorita, sin dudas.
1 comentarios - Tremendo encuentro con S, mi madurita favorita