Este es mi primer relato. En realidad es una confesión, pero para no perjudicar a nadie cambiaré algunos detalles y nombres.
Mi historia empieza cuando mi mujer trae a vivir con nosotros a su hija, ya con 18 años, ella es venezolana igual que la madre, la llamaré Dafne. Desde el momento que la conocí quedé alucinado con su belleza, pero no era más que una niña para mi. Nuestra relación siempre ha sido buena, pero al cumplir los 21 años se volvió muy distante conmigo, un poco motivado por la sucesión de novios que se la follaba.
Dafne tiene un cuerpo alucinante, unas caderas anchas, con un culito respingón y prieto, una cintura estrecha, pechos pequeños pero bien duritos, pero sobre todo esa cara angelical de no haber roto un plato, con unos labios carnosos muy apetecibles.
Tanto novio que pasaba entre sus piernas me tenía fastidiado, sobre todo porque me había dado de lado. La tensión en casa era palpable, hasta el punto que tenía decidido irme de casa.Las discusiones eran constantes. Un día en el que mi mujer estaba trabajando, yo llegué a casa al mediodia, hambriento después de una mañana dura en el chollo. Allí me encuentro a Dafne, con su pijama de pantalón corto, que deja ver sus piernas hasta la cadera, y la parte de arriba del pijama de tirante, enseñando el nacimiento de sus pechos y la suave piel de sus hombros de piel canela. Estaba viendo la televisión, y sin comida en la mesa.
-Vengo de trabajar y ni un plato de comida me merezco. Eres increible.
-Bueno, no te pongas así, ahora mismo la hago. Me dice ella.
-No te molestes, me voy a la habitación, déjalo, siempre lo mismo.
Me dirijo a mi dormitorio y doy un portazo. Me meto en el baño cabreado, me quito la ropa y me meto en la ducha. Para mis 39 años tengo un cuerpo envidiable, fruto de horas de gimnasio y kilómetros de footing, además estoy muy bien dotado, todas las novias que he tenido quedaban sorprendidas, no tanto por el tamaño, unos discretos19 cms, como por el grosor.
Al salir del baño, sólo con la toalla en la cintura, me encuentro a Dafne en la cama sentada, mirándome fijamente.
-Que te pasa últimamente conmigo. Me pregunta.
-No sé, dímelo tú. Pasas de mi desde que tienes novio, o mejor dicho novios.
-Bueno, intento vivir la vida. Es normal.
-Ya, pero yo también necesito tus atenciones.
Me mira fijamente y se levanta acercándose a mi me abraza fuértemente y me dice:-lo siento, yo te quiero mucho. Siento sus pechos apretarse contra el mio sin sujetador, noto sus pezones erectos a través de su camiseta, y no puedo evitar que se me ponga dura debajo de mi toalla.Al notar la presión de mi polla contra su abdomen me mira a los ojos y me dice:-ahora entiendo que clase de atenciones me demandas. Desliza su mano derecha por debajo de la toalla y agarra con fuerza mi pene erecto como una piedra. No puedo evitar soltar un suspiro de placer:-que polla tienes, quien lo hubiese imaginado.Sin poder contenerme me lanzo a su boca, siendo correspondido por ella metiendo su lengua en la mía. Cuanto tiempo deseando esa boca, esos labios. Mi mano derecha palpa uno de sus pechos por encima del pijama, noto crecer el pezón en mi palma, mi lengua recorre su cuello, mientras ella empieza a masturbarme suavemente. Bajo las asas de la camiseta y me quedo un rato contemplando esos pechos tan apetecibles, no son muy grandes, pero tiene unos pezones rosados enormes, los como con glotonería, mientras busco con mi mano derecha su sexo, introduciendo mi mano dentro de su braguita, tocando por primera ver su pubis rasurado, mientras lamos alternativamente los pezones, abro los labios de su coño, buscando su clítoris, lo que provoca un gemido de placer por parte de Dafne:-joder nena, que buena estás, cuantas ganas tenía..
-Ooooh sI, fóllame papi.
Suelto sus pechos y la agarro por la cadera, tumbándola en la cama, le bajo el pantalón corto y la braga, extasiándome con ese coñito depilado, me meto entre sus piernas y mientra con una mano abro sus labios, con la lengua lo recorro suavemente, provocando aullidos de placer:-papi, que rico, no pares. Acelero mis lamidas concentrándome en su clítoris mientras con las manos estrujo sus pechos:-que me corro joder, no pares, no pares. Noto como su abdomen se contrae y su espalda se arquea, entre gritos de placer noto como se empapa mi boca con sus fluidos:-Oooh, si joder, papi que rico, repetía sin parar.
-Ahora te toca a ti. Le digo mientras la incorporo en la cama, poniéndome mi polla justo delante de sus ojos. Ella la mira, me mira a los ojos y la agarra con su mano derecha, lentamente retira la piel del prepucio, dejando mi glande gordo y rojo al descubierto. Empieza a masturbarme suavemente, es demasiado para mi:-cómetela nena, no puedo más. Le digo excitadísimo. Empieza lamiendo la punta suavemente, para después bajar por todo el tronco hasta los huevos, introduciéndolos en la boca, sin dejar de masturbarme, lentamente vuelve a subir lentamente lamiendo el tronco hasta llegar a la punta. Yo ya no puedo aguantar más:-nena, abre la boca. Le digo, ella me mira a los ojos y obedece, yo la agarro por la nuca, y sin darle tiempi a reaccionar le meto toda mi polla de golpe, provocándole arcadas al sacarla, compruebo que no va a vomitar y se la introduzco nuevamente, follando su boca. Enseguida coopera conmigo y es ajora ella la que se folla, que placer:-nunca nadie me la había mamado así.Noto sus dientes rozando mi capullo, pero aunque me lastima un poco me pone a cien, no voy a aguantar mucho, así que quito bruscamente mi polla de su boca, la tumbo boca arriba, levantando sus piernas y se la meto en su coñito hasta el fondo. Estaba tan mojada que entró facilmente. El chuff-chuff de su coño se mezclaba con sus gemidos de placer, le di lo más duro que pude, golpeando mis huevos en su perfecto culo. Quería correrme viendo ese culo, así que le di la vuelta poniéndola a cuatro patas encima de la cama.. Sin darle tiempo a que se relajara, la agarré con ambas manos de la cadera y volví a metérsela hasta el fondo, lo que provocó su segunda corrida, notaba mi abdomen empapado con sus fluidos, mientras golpeaba contra sus nalgas, yo ya no podía aguantar más:-nena, me corro, ¿estás tomando pastillas?.
-Si papi, córrete dentro, si me la sacas ahora te mato.
Dicho y hecho, tras una última embestida, introduje mi polla lo más que pude dentro de su coño, llenándola con mi leche, mientras ella no paraba de repetir:-si papi, lléname toda, que rico papi.
Exahusto me dejé caer sobre su espalda sudorosa, todavía enganchado. Mi miembro se fue relajando y se escuchó un ploff cuando salió de su coñito. Ella se giró en la cama, me miró sonriente, cogió con su mano derecha mi pene chorreante y se lo metió en la boca, lamiéndolo con gusto. Cuando acabó de limpiarlo, se levantó mirándome fijamente, con una sonrisa pícara en sus labios y me dice:-ahora creo que te he demostrado cuanto te quiero. Cogió su ropa y salió de la habitación.
Espero que les haya gustado mi relato, y que sea el primero de muchos. Ni que decir que desde entonces nuestra relación mejoró considerablemente.
Mi historia empieza cuando mi mujer trae a vivir con nosotros a su hija, ya con 18 años, ella es venezolana igual que la madre, la llamaré Dafne. Desde el momento que la conocí quedé alucinado con su belleza, pero no era más que una niña para mi. Nuestra relación siempre ha sido buena, pero al cumplir los 21 años se volvió muy distante conmigo, un poco motivado por la sucesión de novios que se la follaba.
Dafne tiene un cuerpo alucinante, unas caderas anchas, con un culito respingón y prieto, una cintura estrecha, pechos pequeños pero bien duritos, pero sobre todo esa cara angelical de no haber roto un plato, con unos labios carnosos muy apetecibles.
Tanto novio que pasaba entre sus piernas me tenía fastidiado, sobre todo porque me había dado de lado. La tensión en casa era palpable, hasta el punto que tenía decidido irme de casa.Las discusiones eran constantes. Un día en el que mi mujer estaba trabajando, yo llegué a casa al mediodia, hambriento después de una mañana dura en el chollo. Allí me encuentro a Dafne, con su pijama de pantalón corto, que deja ver sus piernas hasta la cadera, y la parte de arriba del pijama de tirante, enseñando el nacimiento de sus pechos y la suave piel de sus hombros de piel canela. Estaba viendo la televisión, y sin comida en la mesa.
-Vengo de trabajar y ni un plato de comida me merezco. Eres increible.
-Bueno, no te pongas así, ahora mismo la hago. Me dice ella.
-No te molestes, me voy a la habitación, déjalo, siempre lo mismo.
Me dirijo a mi dormitorio y doy un portazo. Me meto en el baño cabreado, me quito la ropa y me meto en la ducha. Para mis 39 años tengo un cuerpo envidiable, fruto de horas de gimnasio y kilómetros de footing, además estoy muy bien dotado, todas las novias que he tenido quedaban sorprendidas, no tanto por el tamaño, unos discretos19 cms, como por el grosor.
Al salir del baño, sólo con la toalla en la cintura, me encuentro a Dafne en la cama sentada, mirándome fijamente.
-Que te pasa últimamente conmigo. Me pregunta.
-No sé, dímelo tú. Pasas de mi desde que tienes novio, o mejor dicho novios.
-Bueno, intento vivir la vida. Es normal.
-Ya, pero yo también necesito tus atenciones.
Me mira fijamente y se levanta acercándose a mi me abraza fuértemente y me dice:-lo siento, yo te quiero mucho. Siento sus pechos apretarse contra el mio sin sujetador, noto sus pezones erectos a través de su camiseta, y no puedo evitar que se me ponga dura debajo de mi toalla.Al notar la presión de mi polla contra su abdomen me mira a los ojos y me dice:-ahora entiendo que clase de atenciones me demandas. Desliza su mano derecha por debajo de la toalla y agarra con fuerza mi pene erecto como una piedra. No puedo evitar soltar un suspiro de placer:-que polla tienes, quien lo hubiese imaginado.Sin poder contenerme me lanzo a su boca, siendo correspondido por ella metiendo su lengua en la mía. Cuanto tiempo deseando esa boca, esos labios. Mi mano derecha palpa uno de sus pechos por encima del pijama, noto crecer el pezón en mi palma, mi lengua recorre su cuello, mientras ella empieza a masturbarme suavemente. Bajo las asas de la camiseta y me quedo un rato contemplando esos pechos tan apetecibles, no son muy grandes, pero tiene unos pezones rosados enormes, los como con glotonería, mientras busco con mi mano derecha su sexo, introduciendo mi mano dentro de su braguita, tocando por primera ver su pubis rasurado, mientras lamos alternativamente los pezones, abro los labios de su coño, buscando su clítoris, lo que provoca un gemido de placer por parte de Dafne:-joder nena, que buena estás, cuantas ganas tenía..
-Ooooh sI, fóllame papi.
Suelto sus pechos y la agarro por la cadera, tumbándola en la cama, le bajo el pantalón corto y la braga, extasiándome con ese coñito depilado, me meto entre sus piernas y mientra con una mano abro sus labios, con la lengua lo recorro suavemente, provocando aullidos de placer:-papi, que rico, no pares. Acelero mis lamidas concentrándome en su clítoris mientras con las manos estrujo sus pechos:-que me corro joder, no pares, no pares. Noto como su abdomen se contrae y su espalda se arquea, entre gritos de placer noto como se empapa mi boca con sus fluidos:-Oooh, si joder, papi que rico, repetía sin parar.
-Ahora te toca a ti. Le digo mientras la incorporo en la cama, poniéndome mi polla justo delante de sus ojos. Ella la mira, me mira a los ojos y la agarra con su mano derecha, lentamente retira la piel del prepucio, dejando mi glande gordo y rojo al descubierto. Empieza a masturbarme suavemente, es demasiado para mi:-cómetela nena, no puedo más. Le digo excitadísimo. Empieza lamiendo la punta suavemente, para después bajar por todo el tronco hasta los huevos, introduciéndolos en la boca, sin dejar de masturbarme, lentamente vuelve a subir lentamente lamiendo el tronco hasta llegar a la punta. Yo ya no puedo aguantar más:-nena, abre la boca. Le digo, ella me mira a los ojos y obedece, yo la agarro por la nuca, y sin darle tiempi a reaccionar le meto toda mi polla de golpe, provocándole arcadas al sacarla, compruebo que no va a vomitar y se la introduzco nuevamente, follando su boca. Enseguida coopera conmigo y es ajora ella la que se folla, que placer:-nunca nadie me la había mamado así.Noto sus dientes rozando mi capullo, pero aunque me lastima un poco me pone a cien, no voy a aguantar mucho, así que quito bruscamente mi polla de su boca, la tumbo boca arriba, levantando sus piernas y se la meto en su coñito hasta el fondo. Estaba tan mojada que entró facilmente. El chuff-chuff de su coño se mezclaba con sus gemidos de placer, le di lo más duro que pude, golpeando mis huevos en su perfecto culo. Quería correrme viendo ese culo, así que le di la vuelta poniéndola a cuatro patas encima de la cama.. Sin darle tiempo a que se relajara, la agarré con ambas manos de la cadera y volví a metérsela hasta el fondo, lo que provocó su segunda corrida, notaba mi abdomen empapado con sus fluidos, mientras golpeaba contra sus nalgas, yo ya no podía aguantar más:-nena, me corro, ¿estás tomando pastillas?.
-Si papi, córrete dentro, si me la sacas ahora te mato.
Dicho y hecho, tras una última embestida, introduje mi polla lo más que pude dentro de su coño, llenándola con mi leche, mientras ella no paraba de repetir:-si papi, lléname toda, que rico papi.
Exahusto me dejé caer sobre su espalda sudorosa, todavía enganchado. Mi miembro se fue relajando y se escuchó un ploff cuando salió de su coñito. Ella se giró en la cama, me miró sonriente, cogió con su mano derecha mi pene chorreante y se lo metió en la boca, lamiéndolo con gusto. Cuando acabó de limpiarlo, se levantó mirándome fijamente, con una sonrisa pícara en sus labios y me dice:-ahora creo que te he demostrado cuanto te quiero. Cogió su ropa y salió de la habitación.
Espero que les haya gustado mi relato, y que sea el primero de muchos. Ni que decir que desde entonces nuestra relación mejoró considerablemente.
4 comentarios - Mi hijastra por fin