Este relato es un poco largo, sin embargo espero que me sepan disculpar, pero no me gusta dividir en partes los relatos, he leído algunos relatos divididos y me cortan la inspiración, me quedo con ganas de saber que mas paso, y no me gusta, así que disculpen si me alargo, pero va todo el relato en una sola toma:
Roberto y yo llevábamos varios meses cogiendo a menudo, siempre en mi departamento, y siempre “en el closet” pues Roberto nunca ha acepto una relación “romántica” conmigo, ni aceptó en publico cuanto le gustaba cogerse a su amigo.
Pero ciertamente le encantaba cogerme, por eso cuando llegaron las vacaciones Roberto me invitó a pasar las fiestas con su familia en el interior del país, el es de una ciudad llamada San Luis Potosí en el estado del mismo nombre (como dato para mis amigos del extranjero) y su familia acostumbra reunirse en casa de sus abuelos en esa ciudad.
Como yo vivo solo aquí en el D.F. acepte la invitación de Roberto (su familia me estima mucho) logré acomodar mi calendario para pasar la ultima semana del año en San Luis Potosí.
Llegando a San Luis me instalé en un cuarto que la abuela de Roberto nos asigno a el y a mi, por supuesto que en la familia de Roberto jamás ha habido sospecha de que a el y a mi nos gusta jugar al trenecito, y como les decía, su familia me tiene en buena estima. Sin embargo, en la misma habitación también le toco quedarse al “Tío Pepe”, un tío de Roberto. Así que de pronto mis ilusiones de sexo furtivo se evaporaron.
Pasamos las fiestas de navidad y de año nuevo contentos y todo, pero con tanto ajetreo de familia y actividades no había podido haber nada de acción por lo que yo sentía que a mi me faltaba algo; en particular, me faltaba la verga de Roberto en alguna parte de mi.
El día 30 de diciembre, tuvimos la oportunidad de quedarnos Roberto y yo solos en la casa, todos habían salido a hacer las compras para la cena del siguiente día y mi amigo y yo nos quedamos mirando la Televisión. Roberto espero un rato, y cuando estuvo seguro de que nadie volvería de imprevisto, me dijo: “Ya wey, no aguanto, necesito que hagas algo”, por supuesto yo también ardía en ganas, asi que le pregunté que si nadie volvería, me dijo que por lo menos en un rato no, yo tenia nervios así que me dijo: “Por lo menos chúpamela, es mas fácil hacernos pendejos”
Ni tardo ni perezoso, me agaché para bajarle el cierre del pantalón y le saqué esa hermosa verga (la mas hermosa verga que he tenido por cierto) y me la metía a la boca, se que sonará tonto pero parecía que habían pasado siglos desde la última vez que había tenido su pene en mi boca, lo extrañaba tanto!!!.
Pero Roberto también estaba algo nervioso, si escuchábamos cualquier ruidito yo me levantaba y el se subia el zipper, para después darnos cuenta de que no era en la casa. Entonces mi amigo me dijo, “Ven, vamos mejor para acá”, Nos levantamos del sillón, y Roberto se paró junto a una ventana que da hacia la entrada de la casa. “Aquí, si alguien viene nos damos cuenta desde antes” la ventana estaba como a metro y medio, por lo que cubría bien, así que rápidamente me arrodille frente a el y volví a sacar esa pija para ponerla inmediatamente en mi boca.
Me gusto la posición, sobre mis talones yo en cuclillas con las piernas abiertas y Roberto parado en frente de mi, mientras mis manos lo tomaban de la cadera y mi cara iba y venia con ese tronco duro y grande apretado por mis labios.
De vez en cuando me lo sacaba para recorrerlo por con la lengua o para recorrerlo con mis labios a lo largo que era.
Entonces sentí a Roberto que se vendría y como suele venirse con intensidad y a veces me escurre un poco de su leche de los labios, lo que hice fue poner mi boca solo sobre la punta de su pija, mientras con la mano se la jalaba para que se viniera sabroso. Así lo hice y pude sentir la descarga de semen que me llegaba a la garganta.
-¿Rico? (le pregunté)
-Si, me encanta como me la mamas, pero lo que mas me encanta es como te la tragas
-Aaaaa pues muchas gracias, si quieres la próxima les hago gárgaras, jajajaj
Yo me levanté y Roberto se subió el cierre y justo cuando nos sentábamos de nuevo en la sala escuchamos el sonido de la camioneta de los papás de Roberto. ¡Justo a tiempo.!
Con esa mamada mis ansias se calmaron un poco. Ese día transcurrio normal, y al siguiente fue una locura con los preparativos de la cena de fin de año, yo ayudaba en lo que podía a la familia de Roberto, por supuesto quería ser un buen huésped.
Ese día cenamos y festejamos la entrada del año nuevo, y después en la fiesta Roberto y yo estuvimos tomando unos tragos y como a eso de las 4 de la mañana todos nos fuimos a dormir, pero Roberto y yo nos dimos cuenta de que el “Tío Pepe” se había quedado dormido de borracho en un sillón de la sala, y la abuela de Roberto le había echado una manta encima.
Mi amigo y yo cruzamos miradas de complicidad y rápidamente nos despedimos y nos subimos a nuestra habitación.
Estábamos medio borrachos pero en cuanto estuvimos en la habitación nos metimos a la cama, nos tapamos y yo me deslicé para encontrar la verga de Roberto. Empecé a mamársela muy fuerte, y entonces Roberto me susurro:
-Te la quiero meter
-Pero es que no tenemos condones
-No importa, te quiero coger, déjame
-Pero wey!!!, además, no traigo lubricante, y ya sabes que asi no me entra
-Si te entra, ándale, déjame cogerte.
-A ver pues…
Yo me acomodé en la cama dándole la espalda y sacando un poco las nalgas, mientras el se acomodo atrás de mi de “Cucharita”, curiosamente nunca habíamos cogido en esa posición, yo creo que Roberto creía quera medio “romántica” y por eso no lo habíamos intentado, y por supuesto yo nunca había cogido sin condón.
Sentí el miembro de mi amigo duro y grande contra mis nalgas, y sentí como con su mano me separaba el culo para colocar su pene en mi ano.
No entraba tan fácil y a mi me estaba doliendo un poco, entonces volteamos al cuarto, encontramos algo que podría servir de lubricante (omito mencionar que fue por que me da pena) y volvimos a la cama y nos tapamos, el se lubricó la verga mientras yo trataba de dilatarme para que no le costar trabajo. De nuevo nos acomodamos de “cucharita” y ahora si sentí como la verga de Roberto me penetro, dura y por completo.
Sentía mi culo muy apretado, tanto que tuve que levantar ligeramente la pierna para que resbalara bien su verga, era delicioso, y ya se les he dicho que no soy afeminado, pero en ese momento me encanto sentir el cuerpo caliente de Roberto pegado a mi espalda; les he comentado que Roberto es mas alto que yo, y se ejercita constantemente, mientras que yo soy delgado y de estatura media, por lo que me sentía como una chica muy menudita siendo penetrada por mi macho.
Me costaba mucho trabajo no hacer ruido, sobre todo, por que Roberto, con tal de no mover mucho la cama, no se movía muy rápido, lo hacia suavemente, pero eso me permitía sentir claramente como su verga se deslizaba hacia adentro y hacia fuera de mi cola.
Le dije a Roberto que me dejara voltearme, pero me dijo que no, que nos quedáramos bajo las cobijas por si entraba alguien (inocente), pero entonces me tomó de los hombros y sin sacarme la verga me rodó un poco hasta que quedé boca abajo en la cama con Roberto encima y detrás mío. Sentí como se apoyó en la cama para arquease un poco y poder moverse. Todo lo hacíamos despacio para no hacer ruido, y yo en esa posición sentía su verga clavándose de arriba abajo en mi cola. Por fin entendí por que a los gays se les dice “muerdealmohadas”, por que precisamente eso tuve que hacer para no gemir de placer.
Roberto se canso pronto de estar en esa posición y de nuevo sin sacármela me rodó de nuevo a nuestra antigua posición de cucharita y me siguió cogiendo.
Sentí como Roberto trataba de metérmela mas fuerte y deduje que estaba a punto de venirse, y así fue, sin avisarme y sin preguntar empujo varias veces con fuerza tratando de hacer el menor ruido y yo sentí en mi cola la leche tibia de Roberto.
Roberto me saco la pija despacio y yo tuve que rodar boca abajo para evitar que el semen de mi amigo se saliera de mi, nos quedamos así un buen rato y después nos levantamos a ponernos algo de ropa para dormir.
Al otro día nos levantamos tarde, yo estaba mas que contento, había tenido mi primera cojida del año y la primera sin condón, y la primera vez que me llenaban la cola de leche. Fue delicioso. Nos duchamos (obvio cada uno por su lado, ni que fuéramos putos)
Y por la noche los papás de Roberto nos llevaron a la terminal, el y yo teníamos que trabajar y sus papás aun tenían vacaciones así que se quedarían unos días mas en San Luis, Roberto y yo tomamos un autobús de regreso a la capital.
Llegando a la capital, nos fuimos a su casa, pues era de madrugada aún y quedaba mas cerca de la terminal. Subimos las maletas a su habitación y Roberto no tardo en preguntar si quería coger, le dije que por supuesto que si.
Roberto y yo nos desnudamos completamente, e inmediatamente baje a comerle la pija, parecía que las vacaciones nos inyectaban hormonas, yo necesitaba a cada momento esa verga dura en mi boca, y había sufrido una semana con poco sexo (aunque el primero del año estuvo riquísimo)
Paso poco para que Roberto me dijera que me levantara, saco un condón de su cajón y se lo puso (ahora si) mientras yo me lubricaba la cola con crema para manos.
Me penetró y me empezó a coger muy duro, tanto que ahora si gritaba, y gemia como perra, me encantaba esa verga tiesa entrando y saliendo de mi ano dilatado. parecíamos animales en celo, ahora cogimos en las posiciones que no pudimos en San Luis. Yo arriba brincando sobre su verga, el atrás cogiéndome como perra, de cucharita reviviendo esa noche, yo boca abajo y el montado sobre mi clavándome su estaca en la cola, y por fin yo acostado en la cama boca arriba con Roberto de pie levantándome las piernas mientras me ensartaba su pija, asi me vine, y mi leche cayo sobre mi abdomen. Roberto me dijo que quería venirse, pero que me los quería echar en la cara (pocas veces me los echaba en la cara, casi siempre me los tragaba o me los echaba encima del pecho o las nalgas) , le dije que si, así que me la sacó, se quitó el condón mientras yo me ponía de rodillas frente a el como nena rogándole un dulce, un dulce de semen que saldría de su pene. Se masturbo un poco frente a mi cara, mientras le daba un par de besos a su glande, y por fin eyaculó sobre mi, llenándome la cara con su leche. Como nena golosa, lo que pude lo recogí con mis dedos y me lo lleve a la boca, el resto se quedó ahí sobre mi cara.
Esa es la historia de las vacaciones con Roberto, espero que les haya gustado, y lamento si fue muy largo.
Roberto y yo llevábamos varios meses cogiendo a menudo, siempre en mi departamento, y siempre “en el closet” pues Roberto nunca ha acepto una relación “romántica” conmigo, ni aceptó en publico cuanto le gustaba cogerse a su amigo.
Pero ciertamente le encantaba cogerme, por eso cuando llegaron las vacaciones Roberto me invitó a pasar las fiestas con su familia en el interior del país, el es de una ciudad llamada San Luis Potosí en el estado del mismo nombre (como dato para mis amigos del extranjero) y su familia acostumbra reunirse en casa de sus abuelos en esa ciudad.
Como yo vivo solo aquí en el D.F. acepte la invitación de Roberto (su familia me estima mucho) logré acomodar mi calendario para pasar la ultima semana del año en San Luis Potosí.
Llegando a San Luis me instalé en un cuarto que la abuela de Roberto nos asigno a el y a mi, por supuesto que en la familia de Roberto jamás ha habido sospecha de que a el y a mi nos gusta jugar al trenecito, y como les decía, su familia me tiene en buena estima. Sin embargo, en la misma habitación también le toco quedarse al “Tío Pepe”, un tío de Roberto. Así que de pronto mis ilusiones de sexo furtivo se evaporaron.
Pasamos las fiestas de navidad y de año nuevo contentos y todo, pero con tanto ajetreo de familia y actividades no había podido haber nada de acción por lo que yo sentía que a mi me faltaba algo; en particular, me faltaba la verga de Roberto en alguna parte de mi.
El día 30 de diciembre, tuvimos la oportunidad de quedarnos Roberto y yo solos en la casa, todos habían salido a hacer las compras para la cena del siguiente día y mi amigo y yo nos quedamos mirando la Televisión. Roberto espero un rato, y cuando estuvo seguro de que nadie volvería de imprevisto, me dijo: “Ya wey, no aguanto, necesito que hagas algo”, por supuesto yo también ardía en ganas, asi que le pregunté que si nadie volvería, me dijo que por lo menos en un rato no, yo tenia nervios así que me dijo: “Por lo menos chúpamela, es mas fácil hacernos pendejos”
Ni tardo ni perezoso, me agaché para bajarle el cierre del pantalón y le saqué esa hermosa verga (la mas hermosa verga que he tenido por cierto) y me la metía a la boca, se que sonará tonto pero parecía que habían pasado siglos desde la última vez que había tenido su pene en mi boca, lo extrañaba tanto!!!.
Pero Roberto también estaba algo nervioso, si escuchábamos cualquier ruidito yo me levantaba y el se subia el zipper, para después darnos cuenta de que no era en la casa. Entonces mi amigo me dijo, “Ven, vamos mejor para acá”, Nos levantamos del sillón, y Roberto se paró junto a una ventana que da hacia la entrada de la casa. “Aquí, si alguien viene nos damos cuenta desde antes” la ventana estaba como a metro y medio, por lo que cubría bien, así que rápidamente me arrodille frente a el y volví a sacar esa pija para ponerla inmediatamente en mi boca.
Me gusto la posición, sobre mis talones yo en cuclillas con las piernas abiertas y Roberto parado en frente de mi, mientras mis manos lo tomaban de la cadera y mi cara iba y venia con ese tronco duro y grande apretado por mis labios.
De vez en cuando me lo sacaba para recorrerlo por con la lengua o para recorrerlo con mis labios a lo largo que era.
Entonces sentí a Roberto que se vendría y como suele venirse con intensidad y a veces me escurre un poco de su leche de los labios, lo que hice fue poner mi boca solo sobre la punta de su pija, mientras con la mano se la jalaba para que se viniera sabroso. Así lo hice y pude sentir la descarga de semen que me llegaba a la garganta.
-¿Rico? (le pregunté)
-Si, me encanta como me la mamas, pero lo que mas me encanta es como te la tragas
-Aaaaa pues muchas gracias, si quieres la próxima les hago gárgaras, jajajaj
Yo me levanté y Roberto se subió el cierre y justo cuando nos sentábamos de nuevo en la sala escuchamos el sonido de la camioneta de los papás de Roberto. ¡Justo a tiempo.!
Con esa mamada mis ansias se calmaron un poco. Ese día transcurrio normal, y al siguiente fue una locura con los preparativos de la cena de fin de año, yo ayudaba en lo que podía a la familia de Roberto, por supuesto quería ser un buen huésped.
Ese día cenamos y festejamos la entrada del año nuevo, y después en la fiesta Roberto y yo estuvimos tomando unos tragos y como a eso de las 4 de la mañana todos nos fuimos a dormir, pero Roberto y yo nos dimos cuenta de que el “Tío Pepe” se había quedado dormido de borracho en un sillón de la sala, y la abuela de Roberto le había echado una manta encima.
Mi amigo y yo cruzamos miradas de complicidad y rápidamente nos despedimos y nos subimos a nuestra habitación.
Estábamos medio borrachos pero en cuanto estuvimos en la habitación nos metimos a la cama, nos tapamos y yo me deslicé para encontrar la verga de Roberto. Empecé a mamársela muy fuerte, y entonces Roberto me susurro:
-Te la quiero meter
-Pero es que no tenemos condones
-No importa, te quiero coger, déjame
-Pero wey!!!, además, no traigo lubricante, y ya sabes que asi no me entra
-Si te entra, ándale, déjame cogerte.
-A ver pues…
Yo me acomodé en la cama dándole la espalda y sacando un poco las nalgas, mientras el se acomodo atrás de mi de “Cucharita”, curiosamente nunca habíamos cogido en esa posición, yo creo que Roberto creía quera medio “romántica” y por eso no lo habíamos intentado, y por supuesto yo nunca había cogido sin condón.
Sentí el miembro de mi amigo duro y grande contra mis nalgas, y sentí como con su mano me separaba el culo para colocar su pene en mi ano.
No entraba tan fácil y a mi me estaba doliendo un poco, entonces volteamos al cuarto, encontramos algo que podría servir de lubricante (omito mencionar que fue por que me da pena) y volvimos a la cama y nos tapamos, el se lubricó la verga mientras yo trataba de dilatarme para que no le costar trabajo. De nuevo nos acomodamos de “cucharita” y ahora si sentí como la verga de Roberto me penetro, dura y por completo.
Sentía mi culo muy apretado, tanto que tuve que levantar ligeramente la pierna para que resbalara bien su verga, era delicioso, y ya se les he dicho que no soy afeminado, pero en ese momento me encanto sentir el cuerpo caliente de Roberto pegado a mi espalda; les he comentado que Roberto es mas alto que yo, y se ejercita constantemente, mientras que yo soy delgado y de estatura media, por lo que me sentía como una chica muy menudita siendo penetrada por mi macho.
Me costaba mucho trabajo no hacer ruido, sobre todo, por que Roberto, con tal de no mover mucho la cama, no se movía muy rápido, lo hacia suavemente, pero eso me permitía sentir claramente como su verga se deslizaba hacia adentro y hacia fuera de mi cola.
Le dije a Roberto que me dejara voltearme, pero me dijo que no, que nos quedáramos bajo las cobijas por si entraba alguien (inocente), pero entonces me tomó de los hombros y sin sacarme la verga me rodó un poco hasta que quedé boca abajo en la cama con Roberto encima y detrás mío. Sentí como se apoyó en la cama para arquease un poco y poder moverse. Todo lo hacíamos despacio para no hacer ruido, y yo en esa posición sentía su verga clavándose de arriba abajo en mi cola. Por fin entendí por que a los gays se les dice “muerdealmohadas”, por que precisamente eso tuve que hacer para no gemir de placer.
Roberto se canso pronto de estar en esa posición y de nuevo sin sacármela me rodó de nuevo a nuestra antigua posición de cucharita y me siguió cogiendo.
Sentí como Roberto trataba de metérmela mas fuerte y deduje que estaba a punto de venirse, y así fue, sin avisarme y sin preguntar empujo varias veces con fuerza tratando de hacer el menor ruido y yo sentí en mi cola la leche tibia de Roberto.
Roberto me saco la pija despacio y yo tuve que rodar boca abajo para evitar que el semen de mi amigo se saliera de mi, nos quedamos así un buen rato y después nos levantamos a ponernos algo de ropa para dormir.
Al otro día nos levantamos tarde, yo estaba mas que contento, había tenido mi primera cojida del año y la primera sin condón, y la primera vez que me llenaban la cola de leche. Fue delicioso. Nos duchamos (obvio cada uno por su lado, ni que fuéramos putos)
Y por la noche los papás de Roberto nos llevaron a la terminal, el y yo teníamos que trabajar y sus papás aun tenían vacaciones así que se quedarían unos días mas en San Luis, Roberto y yo tomamos un autobús de regreso a la capital.
Llegando a la capital, nos fuimos a su casa, pues era de madrugada aún y quedaba mas cerca de la terminal. Subimos las maletas a su habitación y Roberto no tardo en preguntar si quería coger, le dije que por supuesto que si.
Roberto y yo nos desnudamos completamente, e inmediatamente baje a comerle la pija, parecía que las vacaciones nos inyectaban hormonas, yo necesitaba a cada momento esa verga dura en mi boca, y había sufrido una semana con poco sexo (aunque el primero del año estuvo riquísimo)
Paso poco para que Roberto me dijera que me levantara, saco un condón de su cajón y se lo puso (ahora si) mientras yo me lubricaba la cola con crema para manos.
Me penetró y me empezó a coger muy duro, tanto que ahora si gritaba, y gemia como perra, me encantaba esa verga tiesa entrando y saliendo de mi ano dilatado. parecíamos animales en celo, ahora cogimos en las posiciones que no pudimos en San Luis. Yo arriba brincando sobre su verga, el atrás cogiéndome como perra, de cucharita reviviendo esa noche, yo boca abajo y el montado sobre mi clavándome su estaca en la cola, y por fin yo acostado en la cama boca arriba con Roberto de pie levantándome las piernas mientras me ensartaba su pija, asi me vine, y mi leche cayo sobre mi abdomen. Roberto me dijo que quería venirse, pero que me los quería echar en la cara (pocas veces me los echaba en la cara, casi siempre me los tragaba o me los echaba encima del pecho o las nalgas) , le dije que si, así que me la sacó, se quitó el condón mientras yo me ponía de rodillas frente a el como nena rogándole un dulce, un dulce de semen que saldría de su pene. Se masturbo un poco frente a mi cara, mientras le daba un par de besos a su glande, y por fin eyaculó sobre mi, llenándome la cara con su leche. Como nena golosa, lo que pude lo recogí con mis dedos y me lo lleve a la boca, el resto se quedó ahí sobre mi cara.
Esa es la historia de las vacaciones con Roberto, espero que les haya gustado, y lamento si fue muy largo.
3 comentarios - Vacaciones con Roberto (Gay)