Les voy a contar una serie de eventos que completamente cambiaron mi vida sexual. Les aviso que son bastante fuertes, si son sensibles a cierto vocabulario y situaciones, absténganse de leerlo.
Todo comenzó un sábado por la tarde mientras yo nadaba en la pileta de la casa de campo que tenemos con mi familia. Estaba terminando mi rutina de natación cuando noto a mi hermanita tirada en una de las reposeras que rodeaban la pileta. Mi “hermanita” se llama Agustina, y de chiquita ya no tiene nada. A sus 19 añitos ya esta muy bien desarrollada. Como todos en mi familia, es rubia y de tez blanca con un leve bronceado. Por mas que sea mi hermana, me provocaba un poco verla vestida con una micro bikini blanca que no dejaba nada a la imaginación. Sus perfectas y grandes tetas parecían querer escapar en cualquier momento. Su culo, paradito y redondo, tragaba todo el bikini. Ciertamente tiene un cuerpo escultural que debe ser el delirio de muchos hombres.
-Que contas hermanita? -
-Nada. Aca. Aburrida.- me contesto haciendo un puchero
-Pufff. Tenes miles de cosas para hacer. No salís hoy con las chicas?-
-No. Yo tengo muchas ganas, pero las taradas no pueden salir hoy.-
-Y que tenes ganas de hacer?- le pregunte como para hacer algo de conversación
-Tengo ganas de algo diferente. Quiero ir a bailar, pero no a los lugares de siempre.-
-Y si, ya conoces todos los boliche. A donde queres ir?-
-Mmmm... algo mas under... No se. Alguna de esas bailantas. Dicen que es mas divertido ahi a la noche.- lo decia como al paso, pero yo note que era algo que venia pensando desde hace tiempo.
-Nenaaa.. sabes el tipo de gente que va ahi? Mirate al espejo. No salis viva.-
-Que exagerado Mati! Que es lo peor que me puede pasar? Que me toquen el culo un poco? Te aviso que eso me pasa siempre que voy a cualquier boliche. Mi colita es irresistible a los hombres.- me contesto con una sonrisa picarona a la vez que se daba una palmada en su perfecta colita.
-Sos humilde ehhh! Pero no, en serio, son jodidos esos lugares.- me salio el hermano mayor de adentro
-Es que quiero bailar un poco de Reggeaton, Cumbia, perrear un rato...-
-Sos tremenda Agus. Imaginate si mama se entera de que vas a un antro asi!-
-No se tiene porque enterar. Que te parece si me llevas vos? Me cuidas y depaso capaz que ganas algo...- me dijo muy seductoramente con sus ojitos verdes mirándome fijo
-Te parece que me faltan mujeres a mi?- le retruque haciéndome el langa, igual me había picado el bichito de la curiosidad
-Dale Mati! Ya se que te comiste a todas las trolitas del country. Pero no me digas que no te gustaria probar alguna cosa exótica.-
-mmmm.. bueno dale... Estate preparada a la noche y vamos a algún lado. Ya se que me voy a arrepentir de esto.- accedí con mi mejor cara de escéptico
-Ayyyyy! Si! Sos lo mejor hermanito. Ya me voy a preparar.-
No termino de decir eso, y ya estaba corriendo hacia la casa. Mientras observaba sus tremendas curvas y ese perfecto culo alejarse, no dejaba de pensar en lo que podía llegar a pasar a la noche.
Se hizo la noche y yo, ya preparado para salir, esperaba a mi hermana tirado en el sillón del living mirando la tele y tomando algo. Paso un rato hasta que escucho el sonido de tacos bajar por las escaleras. Me costo asimilar esa imagen de mi hermana. Estaba vestida para el quilombo. Seguía con la onda de blanco. Pero en este caso vestia un top ajustadisimo que le dejaba hombros y espalda descubierta. Además le hacia un exhuberante escote que daban ganas de zambullirse y no salir. No miento si digo que se le veía mas de la mitad de cada pecho. Abajo vestía una minifalda ajustadisima que le marcaba perfectamente su hermoso culo que tanto orgullo le daba. Se transparentaba una tanguita azul a la que que apenas se le veia el comienzo ya que el resto era tragado por esas increíbles nalgas. Era impresionante como tal apariencia de perra contrastaba con su angelical e inocente rostro rodeado de rizos dorados.
-Bueno hermanito. Estas listo para ir de fiesta?!- me grito claramente exaltada
-Dale. Vamos. Hace rato estoy listo.- me costaba hablarle a mi propia hermana y evitar mirarle las tetas. Me hacia sentir incomodo.
Mientras salíamos, note como agarro una de las botellas de whisky del minibar y le pegaba un trago bastante largo. Ahí me di cuenta de que mis miedos eran cada vez mas reales. Pero ya no había vuelta atrás, y además tenia un poco de ganas de ver como terminaba eso.
Viajamos en el auto un largo rato hasta llegar a una de las bailantas mas conocidas de la ciudad. Cuando buscabamos lugar para estacionar, varios tipos miraban a Agustina por el vidrio del auto y no dudaban en gritarle todo tipo de cosas obscenas y agarrarse las pijas por encima del pantalón. Eran los típicos chabones morochitos de bailanta, vestidos con ropas holgadas, zapatillas con resortes y la infaltable botella de cerveza en una mano. Yo creí que mi hermanita se espantaría con eso y me haría volver. Pero no, todo lo contrario. Creo que se calentó mas con las groserías, de hecho note como se acomodo las tetas para que se le vean mejor a la vez que les sonreia a las muchachos. Estaba hecha una tremenda trolita. Y yo, supuestamente, la tenia que cuidar.
Finalmente nos bajamos. El camino hasta la puerta del boliche, fue como cuando nos paseábamos en auto pero diez veces peor ya que había chabones por todos lados y tenian el espectacular cuerpo de mi hermanita entero para deleitarse. Su culo se contorneaba con cada paso. Era muy impresionante como ninguno de los pibes se intimidaba con mi presencia. Aclaro que soy bastante alto y robusto de jugar al rugby, por lo que en general intimida un poco mi presencia. Pero este no era el caso. Probablemente sabían que no me iba a agarrar a las piñas con todos a la vez.
Por suerte el patova, al vernos, nos hizo pasar primeros. No se si fue porque nuestra presencia armaba revuelo en la puerta o porque quería ver mas de cerca a Agustina. La verdad ya no me importaba, quería salir de la calle rápido.
El lugar era bastante grande. Una gran pista central que se conectaba con un par de pistas laterales (mas tranquilas) por medio de cortinas. Sonaba a todo volumen uno de esos hits de reggaeton que hacia todos bailar como poseídos. Las chicas, eran una mas trola que la otra. Si bien no eran tan lindas como mi hermana, eran muy perras. No paraban de mover sus culos y tetas a cualquier hombre que se les pusiese al lado.
Comenzamos a caminar entre la gente buscando la barra. Veía como con cada paso, hombres de todo tipo se le abalanzaban. Pude ver como varios le tocaban el culito o directamente una goma, sin el mínimo pudor. Capaz que hubiese hecho algo, pero estaba ocupado con las pendejas que se me tiraban. Me estaban empezando a gustar las bailanteras con esas terribles tetotas y culos redondos que pedían ser apoyados. Todas de tez morena y típico pelo lasio negro con flequillo.
Finalmente llegamos a la barra. Pude ver lo sonrojada que estaba Agustina. Se había re calentado con el toqueteo en la pista. La barra estaba atestada de gente. Pude ver como mientras mi hermana se inclinaba para pedirle un trago al barman, un chabon la apoyaba alevosamente de atrás. Podía notar como su bulto se encajaba perfectamente en medio de las nalguitas de Agus. La situación me estaba empezando a calentar. Ver a mi hermanita, fina, de clase alta, ser manoseada por cabezones de clase baja me ponía a mil. Ya había dejado de cuidarla, quería ver hasta donde llegaba.
Nos quedamos cerca de la barra tomando nuestros tragos. En un momento veo que se acerca un pibe a Agustina, infaltable gorrita y campera gigante, y le dice algo al oído. Ella se ríe un poco y viene a mi.
-Quiere que vaya a bailar con el. Puedo?- me pregunto con una carita a la que no podia decirle otra cosa que si.
-Sisi. Anda. No hay drama. Yo me quedo por aca.-
Asi es como se fue con el flaco que no tardo un segundo en ponerle sus manos en el culo y lo masajeaba como si no hubiese un mañana. Obviamente lo mas cerca que había estado ese chabon de una mina como mi hermana, era en alguna revista porno importada. Mi hermana no tardo en asimilar los movimientos de las demas chicas y bailaba como la mas puta. Le agitaba su culito en la pija, le apoyaba las tetas... era un espectáculo. No paso mucho tiempo y empezaron a besarse. Note como Agus le devolvía las caricias manoseándole la pija por encima del pantalón. El espectáculo era muy fuerte, otro flaco que pasaba por ahi con una botella de cerveza en una mano y un pucho en la otra, no se resistió y se puso detras de mi hermana que quedo en un sanguchito. Mientras se la apretaban por todos lados, compartían la cerveza. Eso me calento aun mas, la trataban como la peor de las basuras. No podia evitar pensar en lo que dirían mis padres si pudiesen ver a su hijita, de doble apellido y muy educada, ser manoseada y usada por un par de morochos. Mi pija estallaba contra el pantalon.
Mientras miraba como toqueteaban a mi hermana en la pista, siento una mano que me agarra la poronga. Miro y era una pendejita. Muy perra, unas tetas enormes y unos labios carnosos que pedían una pija a gritos. Tenia una onda medio paraguayita o similar. No era una diosa de revista, pero me venia bien que me masajeen un poco la pija.
-Hola grandote, soy Karen- me dijo sonriendo
-Hola, Matias. Un gusto.-
-Parece que tu chica la esta pasando bien.- me dijo mientras miraban en dirección a Agustina. A la cual en ese momento uno de los flacos le habia levantado la minifalda y le metia un par de dedos en la conchita.
-No tengo problema. Veni, tomate algo.- le conteste
-Lo único que quiero tomar es tu leche lindo.- me susurro en el oido
Viendo que estaba totalmente entregada, empecé a tocar esas hermosas tetas y su culo. La muy trola no tardo en meterme la mano adentro del pantalón y empezar a pajearme. Estabamos en lo nuestro cuando veo por el rabillo del ojo que mi hermana y los dos chabones se alejaban de la pista hacia uno de los salones mas tranquilos. Iba un morocho a cada lado con sus respectivas manos tocándole el paradito culo. Ella no se quedaba atrás y les manoteaba las pijas.
Para que no sea tan evidente, espere unos minutos y le dije a mi compañera de ir a un lugar mas tranquilo. Mi primer objetivo era ver a mi hermana con los dos cabezas y depaso me comía este gatito. Nos fuimos al salon al que habia en trado mi hermana. Era bastante oscuro y bastante mas chico que la pista pricipal. Habia varios sillones formando grupos. No me costo mucho encontrar a mi hermana, era facil de distingir su melena dorada (la unica en el lugar) subiendo y bajando ritmicamente. Estaba en una esquina arrodillada frente a los dos pibes dandoles la mamada de sus vidas mientras estos dos conversaban y tomaban cerveza en el sillón. Mi pija estaba por estallar.
Me ubique con Karen en un sillon cercano para poder ver bien todo el espectáculo. Se ve que esa era la onda del lugar ya que al sentarnos, Karen tomo la misma posición que mi hermana y comenzó a hacerme un similar tratamiento. Debo admitir que sentir esos labios carnoso recorrer toda mi pija desde el glande hasta los huevos era de lo mejor. Chupaba como una profesional, claramente experimentada. Cada tanto me miraba sonriente, siempre con la pija en la boca.
Podia ver como mi hermana engullía las pijas de esos pibes con una ansiedad tremenda. Alternaba entre los dos. Ya le habían ayudado a deshacerse de su top blanco dejándole sus perfectas tetas al aire. Mientras le chupaba la pija a uno, el otro jugaba con sus pechos y sus rosaditos pesones. Cada tanto la agarraban del pelo y le pegaban un bife. Otras veces, se la metían hasta el fondo haciendo que se atragante y cuando le daban arcadas, festejaban entre ellos brindando con las botellas.
Luego de un rato así, mientras Agus estaba en cuatro chupandole la pija a uno de los muchachos, el otro le subio la minifalda hasta la cintura y de un tiron le arranco la tanga, dejandola con ese perfecto culito en pompa listo para recibir. El morocho le comenzó a chupar la conchita, que estaba toda depilada, me imagino que debia ser una exquisitez ya que mi hermana nunca escatimo en cuidados femeninos. Después de prepararla un rato y sin mucha premeditación, coloco su pija en posición y de la penetro de un saque. Pude escuchar un fuerte gemido de mi hermana silenciado por la pija que tenia en su boquita.
Mientras tanto, Karen me seguía chupando la chota como una campeona. Yo ya quería un poco de accion, por lo que le dije que se siente arriba mio. No tuvo problema en levantarse la pollera y muy lentamente ir sentandose en mi miembro que se enterraba en su conchita de a poco. Me montaba perfectamente, lento, disfrutando cada momento mientras yo miraba el otro espectaculo. Jugaba con sus tetas como un chico con su juguete nuevo. Me estaba empezando a gustar la carne de bailantera. Estaba chupandole las tetas cuando veo que un flaco se nos acerca con la pija afuera. La verdad en ese momento no me cabia estar compartiendo concha, estaba tranquilo y quería seguir así.
-Flaco, esta es mi chica. Porque no vas para alla que esta la joda de verdad.- y le señale el trio de mi hermana.
El pibe cuando vio el minon que se estaban comiendo, ni lo dudo. Se fue con la chota en la mano para unirse al grupo. Mi hermana estaba montando a uno de los flacos mientras le chupaba la pija a otro que estaba parado al lado. La unica opcion que tenia el nuevo miembro del grupo era el virginal culito de Agus. Y no lo dudo. Sin preparación previa empezó a tratar de entrar a ese culito. Obviamente no estaba lubricado y se empezaron a escuchar los grititos de dolor de mi hermana. La estaba culeando como a un perro. Cada grito era seguido de unas carcajadas por parte del grupo. En un momento, para hacer mas facil la tarea, el pibe agarro la cerveza y comenzó a tirarle en el culo a modo de lubricante. Se ve que la idea funciono ya que los gritos fueron reemplazados por gemidos. Yo tenia que controlarme para no acabar en ese momento, me calentaba mucho ver a mi inocente hermanita maltratada y con todos los agujeros llenos de pija de cumbieros.
Tanto ver que le hacian el orto a Agustina, me tento. Y le dije a Karen:
-Veni negrita, ponete en cuatro. Te quiero romper ese culo tan lindo.-
-Rompemelo papi, por favor.- me pidió gimiendo
La puse en cuatro en el sillón y luego de lubricar un poco con saliva, comence a a enterrarle mi pija. Para ser una trola con muchas pijas encima, a Karen le estaba costando bastante aceptar mis 20 centímetros. Se mordía los labios con cada embestida que le daba. Finalmente se la enterré hasta los huevos. De esa manera entre en un ritmo constante de mete y saca en el tremendo culo de mi amiga morochita, que lo estaba disfrutando tanto como yo.
Luego de un rato, todavía haciéndole el culo, me pongo a mirar al grupito que se estaba enfiestando a Agus. Se ve que los agarre en el final de su faena ya que estaban los tres parados en enfrentándola con sus pijas duras y palpitantes. Agus hacia lo mas que podía para chuparlas y pajearlas a todas. Las chotas de los pibes entraban y salían de esa dulce boquita una tras otra. Prácticamente le estaban cogiendo la cara y se la iban pasando entre si. Finalmente, uno de los flacos que estaba por acabar la sujeta de la nuca y le ordena abrir la boca. Agus, muy obediente, se pone en posición de pajarito pidiendo comida y comienza a recibir los espesos chorros blancos en su carita. Uno en el cachete, otro directo en su boca y uno final cruzando su frente hasta la nariz. Los otros dos tipos no se quedaron atrás y comenzaron a entregarle su lo suyo también. Cuando su boquita no podia recibir mas, la cerro y sin dudarlo se trago todo lo que habia juntado. Era totalmente excitante ver la elegante y fina cara de mi hermana chorreando semen de tres tipos diferentes de una bailanta. Los hilos de leche caían por su barbilla hasta sus perfectas tetas. Era un imagen espectacular. Tanto me calento verla asi, que yo también empecé a acabar en el culo de Karen. Creo que nunca acabe tanto en mi vida. Karen lo recibió todo con gusto para después pasar a limpiarme la pija con su boca.
Me vestí y fui a buscar a mi hermana que había quedado semi desmayada en el sillon. Ya otro par de pibes se habian acercado para empezar a cogérsela. Tuve que echarlos y me lleve a Agus como pude, con la ropa que pude recuperar. La subi al auto y partimos hacia casa. Su aspecto era un desastre, semen por todo su pelo y ropa, haciendo que esta ultima se transparente dejando ver sus pesones.
-Y hermanita? Contenta?- le dije para ver en que estado estaba. Pero con tono amigable. Quien era yo para recriminarle algo.
No me dijo nada. Simplemente se le dibujo una sonrisa de oreja a oreja. Lentamente se inclino en mi regazo y comenzo a hacerme una dulce mamada durante todo el viaje de vuelta.
FIN
Todo comenzó un sábado por la tarde mientras yo nadaba en la pileta de la casa de campo que tenemos con mi familia. Estaba terminando mi rutina de natación cuando noto a mi hermanita tirada en una de las reposeras que rodeaban la pileta. Mi “hermanita” se llama Agustina, y de chiquita ya no tiene nada. A sus 19 añitos ya esta muy bien desarrollada. Como todos en mi familia, es rubia y de tez blanca con un leve bronceado. Por mas que sea mi hermana, me provocaba un poco verla vestida con una micro bikini blanca que no dejaba nada a la imaginación. Sus perfectas y grandes tetas parecían querer escapar en cualquier momento. Su culo, paradito y redondo, tragaba todo el bikini. Ciertamente tiene un cuerpo escultural que debe ser el delirio de muchos hombres.
-Que contas hermanita? -
-Nada. Aca. Aburrida.- me contesto haciendo un puchero
-Pufff. Tenes miles de cosas para hacer. No salís hoy con las chicas?-
-No. Yo tengo muchas ganas, pero las taradas no pueden salir hoy.-
-Y que tenes ganas de hacer?- le pregunte como para hacer algo de conversación
-Tengo ganas de algo diferente. Quiero ir a bailar, pero no a los lugares de siempre.-
-Y si, ya conoces todos los boliche. A donde queres ir?-
-Mmmm... algo mas under... No se. Alguna de esas bailantas. Dicen que es mas divertido ahi a la noche.- lo decia como al paso, pero yo note que era algo que venia pensando desde hace tiempo.
-Nenaaa.. sabes el tipo de gente que va ahi? Mirate al espejo. No salis viva.-
-Que exagerado Mati! Que es lo peor que me puede pasar? Que me toquen el culo un poco? Te aviso que eso me pasa siempre que voy a cualquier boliche. Mi colita es irresistible a los hombres.- me contesto con una sonrisa picarona a la vez que se daba una palmada en su perfecta colita.
-Sos humilde ehhh! Pero no, en serio, son jodidos esos lugares.- me salio el hermano mayor de adentro
-Es que quiero bailar un poco de Reggeaton, Cumbia, perrear un rato...-
-Sos tremenda Agus. Imaginate si mama se entera de que vas a un antro asi!-
-No se tiene porque enterar. Que te parece si me llevas vos? Me cuidas y depaso capaz que ganas algo...- me dijo muy seductoramente con sus ojitos verdes mirándome fijo
-Te parece que me faltan mujeres a mi?- le retruque haciéndome el langa, igual me había picado el bichito de la curiosidad
-Dale Mati! Ya se que te comiste a todas las trolitas del country. Pero no me digas que no te gustaria probar alguna cosa exótica.-
-mmmm.. bueno dale... Estate preparada a la noche y vamos a algún lado. Ya se que me voy a arrepentir de esto.- accedí con mi mejor cara de escéptico
-Ayyyyy! Si! Sos lo mejor hermanito. Ya me voy a preparar.-
No termino de decir eso, y ya estaba corriendo hacia la casa. Mientras observaba sus tremendas curvas y ese perfecto culo alejarse, no dejaba de pensar en lo que podía llegar a pasar a la noche.
Se hizo la noche y yo, ya preparado para salir, esperaba a mi hermana tirado en el sillón del living mirando la tele y tomando algo. Paso un rato hasta que escucho el sonido de tacos bajar por las escaleras. Me costo asimilar esa imagen de mi hermana. Estaba vestida para el quilombo. Seguía con la onda de blanco. Pero en este caso vestia un top ajustadisimo que le dejaba hombros y espalda descubierta. Además le hacia un exhuberante escote que daban ganas de zambullirse y no salir. No miento si digo que se le veía mas de la mitad de cada pecho. Abajo vestía una minifalda ajustadisima que le marcaba perfectamente su hermoso culo que tanto orgullo le daba. Se transparentaba una tanguita azul a la que que apenas se le veia el comienzo ya que el resto era tragado por esas increíbles nalgas. Era impresionante como tal apariencia de perra contrastaba con su angelical e inocente rostro rodeado de rizos dorados.
-Bueno hermanito. Estas listo para ir de fiesta?!- me grito claramente exaltada
-Dale. Vamos. Hace rato estoy listo.- me costaba hablarle a mi propia hermana y evitar mirarle las tetas. Me hacia sentir incomodo.
Mientras salíamos, note como agarro una de las botellas de whisky del minibar y le pegaba un trago bastante largo. Ahí me di cuenta de que mis miedos eran cada vez mas reales. Pero ya no había vuelta atrás, y además tenia un poco de ganas de ver como terminaba eso.
Viajamos en el auto un largo rato hasta llegar a una de las bailantas mas conocidas de la ciudad. Cuando buscabamos lugar para estacionar, varios tipos miraban a Agustina por el vidrio del auto y no dudaban en gritarle todo tipo de cosas obscenas y agarrarse las pijas por encima del pantalón. Eran los típicos chabones morochitos de bailanta, vestidos con ropas holgadas, zapatillas con resortes y la infaltable botella de cerveza en una mano. Yo creí que mi hermanita se espantaría con eso y me haría volver. Pero no, todo lo contrario. Creo que se calentó mas con las groserías, de hecho note como se acomodo las tetas para que se le vean mejor a la vez que les sonreia a las muchachos. Estaba hecha una tremenda trolita. Y yo, supuestamente, la tenia que cuidar.
Finalmente nos bajamos. El camino hasta la puerta del boliche, fue como cuando nos paseábamos en auto pero diez veces peor ya que había chabones por todos lados y tenian el espectacular cuerpo de mi hermanita entero para deleitarse. Su culo se contorneaba con cada paso. Era muy impresionante como ninguno de los pibes se intimidaba con mi presencia. Aclaro que soy bastante alto y robusto de jugar al rugby, por lo que en general intimida un poco mi presencia. Pero este no era el caso. Probablemente sabían que no me iba a agarrar a las piñas con todos a la vez.
Por suerte el patova, al vernos, nos hizo pasar primeros. No se si fue porque nuestra presencia armaba revuelo en la puerta o porque quería ver mas de cerca a Agustina. La verdad ya no me importaba, quería salir de la calle rápido.
El lugar era bastante grande. Una gran pista central que se conectaba con un par de pistas laterales (mas tranquilas) por medio de cortinas. Sonaba a todo volumen uno de esos hits de reggaeton que hacia todos bailar como poseídos. Las chicas, eran una mas trola que la otra. Si bien no eran tan lindas como mi hermana, eran muy perras. No paraban de mover sus culos y tetas a cualquier hombre que se les pusiese al lado.
Comenzamos a caminar entre la gente buscando la barra. Veía como con cada paso, hombres de todo tipo se le abalanzaban. Pude ver como varios le tocaban el culito o directamente una goma, sin el mínimo pudor. Capaz que hubiese hecho algo, pero estaba ocupado con las pendejas que se me tiraban. Me estaban empezando a gustar las bailanteras con esas terribles tetotas y culos redondos que pedían ser apoyados. Todas de tez morena y típico pelo lasio negro con flequillo.
Finalmente llegamos a la barra. Pude ver lo sonrojada que estaba Agustina. Se había re calentado con el toqueteo en la pista. La barra estaba atestada de gente. Pude ver como mientras mi hermana se inclinaba para pedirle un trago al barman, un chabon la apoyaba alevosamente de atrás. Podía notar como su bulto se encajaba perfectamente en medio de las nalguitas de Agus. La situación me estaba empezando a calentar. Ver a mi hermanita, fina, de clase alta, ser manoseada por cabezones de clase baja me ponía a mil. Ya había dejado de cuidarla, quería ver hasta donde llegaba.
Nos quedamos cerca de la barra tomando nuestros tragos. En un momento veo que se acerca un pibe a Agustina, infaltable gorrita y campera gigante, y le dice algo al oído. Ella se ríe un poco y viene a mi.
-Quiere que vaya a bailar con el. Puedo?- me pregunto con una carita a la que no podia decirle otra cosa que si.
-Sisi. Anda. No hay drama. Yo me quedo por aca.-
Asi es como se fue con el flaco que no tardo un segundo en ponerle sus manos en el culo y lo masajeaba como si no hubiese un mañana. Obviamente lo mas cerca que había estado ese chabon de una mina como mi hermana, era en alguna revista porno importada. Mi hermana no tardo en asimilar los movimientos de las demas chicas y bailaba como la mas puta. Le agitaba su culito en la pija, le apoyaba las tetas... era un espectáculo. No paso mucho tiempo y empezaron a besarse. Note como Agus le devolvía las caricias manoseándole la pija por encima del pantalón. El espectáculo era muy fuerte, otro flaco que pasaba por ahi con una botella de cerveza en una mano y un pucho en la otra, no se resistió y se puso detras de mi hermana que quedo en un sanguchito. Mientras se la apretaban por todos lados, compartían la cerveza. Eso me calento aun mas, la trataban como la peor de las basuras. No podia evitar pensar en lo que dirían mis padres si pudiesen ver a su hijita, de doble apellido y muy educada, ser manoseada y usada por un par de morochos. Mi pija estallaba contra el pantalon.
Mientras miraba como toqueteaban a mi hermana en la pista, siento una mano que me agarra la poronga. Miro y era una pendejita. Muy perra, unas tetas enormes y unos labios carnosos que pedían una pija a gritos. Tenia una onda medio paraguayita o similar. No era una diosa de revista, pero me venia bien que me masajeen un poco la pija.
-Hola grandote, soy Karen- me dijo sonriendo
-Hola, Matias. Un gusto.-
-Parece que tu chica la esta pasando bien.- me dijo mientras miraban en dirección a Agustina. A la cual en ese momento uno de los flacos le habia levantado la minifalda y le metia un par de dedos en la conchita.
-No tengo problema. Veni, tomate algo.- le conteste
-Lo único que quiero tomar es tu leche lindo.- me susurro en el oido
Viendo que estaba totalmente entregada, empecé a tocar esas hermosas tetas y su culo. La muy trola no tardo en meterme la mano adentro del pantalón y empezar a pajearme. Estabamos en lo nuestro cuando veo por el rabillo del ojo que mi hermana y los dos chabones se alejaban de la pista hacia uno de los salones mas tranquilos. Iba un morocho a cada lado con sus respectivas manos tocándole el paradito culo. Ella no se quedaba atrás y les manoteaba las pijas.
Para que no sea tan evidente, espere unos minutos y le dije a mi compañera de ir a un lugar mas tranquilo. Mi primer objetivo era ver a mi hermana con los dos cabezas y depaso me comía este gatito. Nos fuimos al salon al que habia en trado mi hermana. Era bastante oscuro y bastante mas chico que la pista pricipal. Habia varios sillones formando grupos. No me costo mucho encontrar a mi hermana, era facil de distingir su melena dorada (la unica en el lugar) subiendo y bajando ritmicamente. Estaba en una esquina arrodillada frente a los dos pibes dandoles la mamada de sus vidas mientras estos dos conversaban y tomaban cerveza en el sillón. Mi pija estaba por estallar.
Me ubique con Karen en un sillon cercano para poder ver bien todo el espectáculo. Se ve que esa era la onda del lugar ya que al sentarnos, Karen tomo la misma posición que mi hermana y comenzó a hacerme un similar tratamiento. Debo admitir que sentir esos labios carnoso recorrer toda mi pija desde el glande hasta los huevos era de lo mejor. Chupaba como una profesional, claramente experimentada. Cada tanto me miraba sonriente, siempre con la pija en la boca.
Podia ver como mi hermana engullía las pijas de esos pibes con una ansiedad tremenda. Alternaba entre los dos. Ya le habían ayudado a deshacerse de su top blanco dejándole sus perfectas tetas al aire. Mientras le chupaba la pija a uno, el otro jugaba con sus pechos y sus rosaditos pesones. Cada tanto la agarraban del pelo y le pegaban un bife. Otras veces, se la metían hasta el fondo haciendo que se atragante y cuando le daban arcadas, festejaban entre ellos brindando con las botellas.
Luego de un rato así, mientras Agus estaba en cuatro chupandole la pija a uno de los muchachos, el otro le subio la minifalda hasta la cintura y de un tiron le arranco la tanga, dejandola con ese perfecto culito en pompa listo para recibir. El morocho le comenzó a chupar la conchita, que estaba toda depilada, me imagino que debia ser una exquisitez ya que mi hermana nunca escatimo en cuidados femeninos. Después de prepararla un rato y sin mucha premeditación, coloco su pija en posición y de la penetro de un saque. Pude escuchar un fuerte gemido de mi hermana silenciado por la pija que tenia en su boquita.
Mientras tanto, Karen me seguía chupando la chota como una campeona. Yo ya quería un poco de accion, por lo que le dije que se siente arriba mio. No tuvo problema en levantarse la pollera y muy lentamente ir sentandose en mi miembro que se enterraba en su conchita de a poco. Me montaba perfectamente, lento, disfrutando cada momento mientras yo miraba el otro espectaculo. Jugaba con sus tetas como un chico con su juguete nuevo. Me estaba empezando a gustar la carne de bailantera. Estaba chupandole las tetas cuando veo que un flaco se nos acerca con la pija afuera. La verdad en ese momento no me cabia estar compartiendo concha, estaba tranquilo y quería seguir así.
-Flaco, esta es mi chica. Porque no vas para alla que esta la joda de verdad.- y le señale el trio de mi hermana.
El pibe cuando vio el minon que se estaban comiendo, ni lo dudo. Se fue con la chota en la mano para unirse al grupo. Mi hermana estaba montando a uno de los flacos mientras le chupaba la pija a otro que estaba parado al lado. La unica opcion que tenia el nuevo miembro del grupo era el virginal culito de Agus. Y no lo dudo. Sin preparación previa empezó a tratar de entrar a ese culito. Obviamente no estaba lubricado y se empezaron a escuchar los grititos de dolor de mi hermana. La estaba culeando como a un perro. Cada grito era seguido de unas carcajadas por parte del grupo. En un momento, para hacer mas facil la tarea, el pibe agarro la cerveza y comenzó a tirarle en el culo a modo de lubricante. Se ve que la idea funciono ya que los gritos fueron reemplazados por gemidos. Yo tenia que controlarme para no acabar en ese momento, me calentaba mucho ver a mi inocente hermanita maltratada y con todos los agujeros llenos de pija de cumbieros.
Tanto ver que le hacian el orto a Agustina, me tento. Y le dije a Karen:
-Veni negrita, ponete en cuatro. Te quiero romper ese culo tan lindo.-
-Rompemelo papi, por favor.- me pidió gimiendo
La puse en cuatro en el sillón y luego de lubricar un poco con saliva, comence a a enterrarle mi pija. Para ser una trola con muchas pijas encima, a Karen le estaba costando bastante aceptar mis 20 centímetros. Se mordía los labios con cada embestida que le daba. Finalmente se la enterré hasta los huevos. De esa manera entre en un ritmo constante de mete y saca en el tremendo culo de mi amiga morochita, que lo estaba disfrutando tanto como yo.
Luego de un rato, todavía haciéndole el culo, me pongo a mirar al grupito que se estaba enfiestando a Agus. Se ve que los agarre en el final de su faena ya que estaban los tres parados en enfrentándola con sus pijas duras y palpitantes. Agus hacia lo mas que podía para chuparlas y pajearlas a todas. Las chotas de los pibes entraban y salían de esa dulce boquita una tras otra. Prácticamente le estaban cogiendo la cara y se la iban pasando entre si. Finalmente, uno de los flacos que estaba por acabar la sujeta de la nuca y le ordena abrir la boca. Agus, muy obediente, se pone en posición de pajarito pidiendo comida y comienza a recibir los espesos chorros blancos en su carita. Uno en el cachete, otro directo en su boca y uno final cruzando su frente hasta la nariz. Los otros dos tipos no se quedaron atrás y comenzaron a entregarle su lo suyo también. Cuando su boquita no podia recibir mas, la cerro y sin dudarlo se trago todo lo que habia juntado. Era totalmente excitante ver la elegante y fina cara de mi hermana chorreando semen de tres tipos diferentes de una bailanta. Los hilos de leche caían por su barbilla hasta sus perfectas tetas. Era un imagen espectacular. Tanto me calento verla asi, que yo también empecé a acabar en el culo de Karen. Creo que nunca acabe tanto en mi vida. Karen lo recibió todo con gusto para después pasar a limpiarme la pija con su boca.
Me vestí y fui a buscar a mi hermana que había quedado semi desmayada en el sillon. Ya otro par de pibes se habian acercado para empezar a cogérsela. Tuve que echarlos y me lleve a Agus como pude, con la ropa que pude recuperar. La subi al auto y partimos hacia casa. Su aspecto era un desastre, semen por todo su pelo y ropa, haciendo que esta ultima se transparente dejando ver sus pesones.
-Y hermanita? Contenta?- le dije para ver en que estado estaba. Pero con tono amigable. Quien era yo para recriminarle algo.
No me dijo nada. Simplemente se le dibujo una sonrisa de oreja a oreja. Lentamente se inclino en mi regazo y comenzo a hacerme una dulce mamada durante todo el viaje de vuelta.
FIN
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