El Perro te da clases de cómo chupar concha!

El Perro te enseña el arte de comerte una cajeta como corresponde!

link: http://www.youtube.com/watch?v=9DXW-SFSWxs



Yo creo que comerse una concha es un arte. En cambio "Te voy a comer la cajeta mi amor!" no; eso es feo, eso es procaz y no tiene que ver con lo que hoy cuento.

Chuparse una concha con arte, desde el momento en el que la abordamos. Antes de bajarle la chabomba: un saque, una olida de cajeta... snifff!, para que la mujer vaya sintiendo de la manera en la que uno la aborda. Nada de "Te voy a puntear la concha!" y hundir hasta los dientes. Porque después pasan años de relación y "vos sos una frígida que no acabas nunca!"; y ella le contesta "vos me destrozas la concha con la nariz!!". Y tiene razon! La cajeta es como una torta de hojaldre: tiene varias capas... besito aca, besito alla... Despacito y nunca la punta de la lengua de una; eso es para después. Tiene que ir con la mitad de la lengua, como si fuera un golpe de tenis, con slide. Y de repente un dry cortito, pero hasta ahí nomás. Si de repente sentís alguna bolita medio venenosa, con carpa, descartás al toque. Como el albañil cuando hace la obra; no tira el cemento con la espátula así nomás; va en orden y siguiendo un ritmo.

Y una vez que chupamos bien la cajeta, estiramos la pala y vamos al ojete un rato. Por eso la canción es "culo-concha". Si no sería un solo de concha. O sea: chuparle la concha a una mujer y no comerle el ojete, es feo y prácticamente discriminativo. Aparte, ella se da cuenta y, por más puta que sea, no te va a decir "chupame el culo!". No lo va a hacer porque a la hora de la verdad, la mujer siempre es fina y mantiene su dignidad. Pero seguro que algún movimiento con el orto te hace para embocarte el asterisco en la trompa. Y si ahí vos le esquivas, ella se da cuenta por más que no te vea. Entonces, comele el ojete; tirale una buena seguidilla de lenguetazos a la puerta de servicio, pero ojo con meterla demasiado por si se cierra el cortachurro y te queda adentro. Por las dudas, andá tranquilo. Primero un beso de gol: le abrís bien los cantos y mua! para que el culo vaya abriendo lentamente como una flor. Después podremos hacer lo que queramos, pero primero hay que educarlo.

Despues de una buena expedición a la zona marrón, cabe bien ir intercalando con unos leguetazos a la salada y volver al upite. Eso si, después un besito en la boca para que se entere si tiene olor a ojete. Si bien esto es un arte que requiere dedicación y empeño, tampoco vamos a andar comiéndonos un oso gratis, ni tampoco vamos a andar parando porque "ay! tenés olor a culo!". Eso es de mal tipo. Por ahí ella se bañó, se perfumó, se maquilló, eligió la lencería, pero se olvidó de rascarse bien el ojete con el jabón y se te cruza algún bolón. Entonces ahí paras, pero con sutileza; acordate que vos quisiste bajar, ella no te lo pidió, ponele el pecho, le transás bien la boca opuesta y te bancás que te llene la boca de garrapiñadas. De última, después le das un besito en la boca como diciendo "vamos a compartirlo mi amor!". Pero ojo: nada de decírselo. A lo sumo una levantadita de ceja como para que entienda. Total, después nos pegamos un duchazo los dos y somos más novios.

Igual ella te lo avisó. En esas cosas, el hombre es bastante terco. Por ejemplo: estás saliendo hace poco. "Vamos al cine?" - "Si, dale!". Y claro, vos le caíste una hora antes porque sabías que te la ibas a culear, y la ves hermosa, le comiste las tetas, la manoseaste toda, ella te lustró la chota entera hasta sacarle brillo y de pronto hace un gemidito que si prestás atención, parece que dice "no me lavé el culo papi!". Pero vos no escuchás porque tenes el amigo pegándote cabezazos a la altura del hígado. Comete el oso entonces y no te quejés. A parte, está claro que para ir al cine no hace falta lavarse el culo.

De todas formas, más allá de lo que se diga, la mujer, en escencia, es la perfección de la vida.

El Perro