Habíamos acordado con mi mujer hacer un trío de vez en cuando, alternando el tercero o tercera (hombres, mujeres, travestis) en cuestión. Primero iban a ser servicios contratados para después extender invitaciones a nuestros amigos, si es que aceptaban
Esa noche ibamos a tener sexo con un hombre, así que yo estaba preparado. La primera parte era exclusivamente voyeurística. El tipo llegó, estuvimos conversando un rato, tomamos vino y luego salió con mi mujer hacia el dormitorio.
Dejé que pasaran unos minutos y me asomé a la puerta. Ahi estaba el chupándole la concha a mi mujer. Era muy bueno verlo. Comencé a masturbarme no solo por ver a mi mujer con otro, sino por la enorme pija que tenía el señor, que ahora se acomodaba para que mi esposa le chupara la verga. Yo todavía no iba a entrar en escena, pero ya estaba al palo. Tal es así que acabé...
A los pocos minutos me repuse viendo como ya la estaba cogiendo. Esa poronga gruesa y larga entraba y salía de la cajeta de mi mujer. Era terriblemente excitante escuchar los gritos de la hija de puta.
En un momento, el saca su pija mientras con su pulgar juguetea con el ano de ella. No podía ser, le estaba por penetrar.
Ahi entré. Ella, que jamás me había entregado el ojete, ni me vio. No se dio cuenta. Le hice una seña a nuestro compañero de alcoba y se corrió de lugar. Ahi yo ya había comenzado a penetrar su culito, hermoso. El tipo se quedó a mi lado. Le agarré la verga y lo empecé a masturbar. Por supuesto que no iba a quedarse con una paja, asi que fue hacia la boca de mi mujer, que se sorprendió porque me la estaba garchando finalmente por el orto, pero lejos de molestarse, siguió en su tarea. Puta.
Le acabé ahi adentro, y me tomé la leche que salia de ese agujero. Pero a todo esto, sentí que lo había dejado a nuestro macho sin sexo anal aquella noche, así que como agradecimiento por haber cedido su lugar, me puse delante suyo y le di mi ano. En pocos minutos, mi mujer se pajeaba ante esa poronga abriendome... El me besaba, me lamía, yo disfrutaba todo ese sexo dentro mío. Finalmente, el acabó mientras mi mujer le chupaba el orto. Nos despedimos mucho mas tarde, luego de un baño entre tres y otro anal, esta vez si, de él para ella. No podíamos quejarnos. Bastante bien para comenzar.
Esa noche ibamos a tener sexo con un hombre, así que yo estaba preparado. La primera parte era exclusivamente voyeurística. El tipo llegó, estuvimos conversando un rato, tomamos vino y luego salió con mi mujer hacia el dormitorio.
Dejé que pasaran unos minutos y me asomé a la puerta. Ahi estaba el chupándole la concha a mi mujer. Era muy bueno verlo. Comencé a masturbarme no solo por ver a mi mujer con otro, sino por la enorme pija que tenía el señor, que ahora se acomodaba para que mi esposa le chupara la verga. Yo todavía no iba a entrar en escena, pero ya estaba al palo. Tal es así que acabé...
A los pocos minutos me repuse viendo como ya la estaba cogiendo. Esa poronga gruesa y larga entraba y salía de la cajeta de mi mujer. Era terriblemente excitante escuchar los gritos de la hija de puta.
En un momento, el saca su pija mientras con su pulgar juguetea con el ano de ella. No podía ser, le estaba por penetrar.
Ahi entré. Ella, que jamás me había entregado el ojete, ni me vio. No se dio cuenta. Le hice una seña a nuestro compañero de alcoba y se corrió de lugar. Ahi yo ya había comenzado a penetrar su culito, hermoso. El tipo se quedó a mi lado. Le agarré la verga y lo empecé a masturbar. Por supuesto que no iba a quedarse con una paja, asi que fue hacia la boca de mi mujer, que se sorprendió porque me la estaba garchando finalmente por el orto, pero lejos de molestarse, siguió en su tarea. Puta.
Le acabé ahi adentro, y me tomé la leche que salia de ese agujero. Pero a todo esto, sentí que lo había dejado a nuestro macho sin sexo anal aquella noche, así que como agradecimiento por haber cedido su lugar, me puse delante suyo y le di mi ano. En pocos minutos, mi mujer se pajeaba ante esa poronga abriendome... El me besaba, me lamía, yo disfrutaba todo ese sexo dentro mío. Finalmente, el acabó mientras mi mujer le chupaba el orto. Nos despedimos mucho mas tarde, luego de un baño entre tres y otro anal, esta vez si, de él para ella. No podíamos quejarnos. Bastante bien para comenzar.
8 comentarios - Tu cola por la mía....
Espectacular relato, me recontramil calentó 🔥
La mejor forma de agradecer es comentando a quien te comenta.