Cada quien tiene su forma de cojer. No sé si habrá algún estudio psicológico que hable del tema -supongo que arrojaría interpretaciones muy interesantes- pero me imagino que de una u otra forma, cada persona sigue un argumento a la hora del sexo, en especial, si se lo dejan desarrollar a plenitud. Porque no existe nada peor que intentar algo, y como baldazo de agua fría en la espalda, le digan que NO o se hagan las "no es conmigo".
Quizás, a través de este espacio, podamos explorar qué les gusta a ellas y a nosotros.
¿Cómo me gusta arrancar, continuar y terminar? (al menos, la primera vuelta... y si el muñeco resucita, se viene la segunda!!!!)
- Besos: En la boca y en el cuello. Masaje complementario de tetas y espalda baja.
- A medida que los besos se vuelven más abiertos y jugosos, masajeo de concha sobre el pantalón o la falda. Sin dedear, mano cerrada acompañando esa curvatura hermosa llamada concha.
- Posteriormente, echados en la cama, siguen los besos -las bocas jamás se despegan- y viene la búsqueda del paraíso: Encontrar piel. Mano por adentro de la ropa, por donde sea, pero tocando piel y acariciando. De un momento a otro, abrir el pantalón, o sea, soltar el botón del jean para que "el monstruo" comience a respirar. De forma muy cauta, tomar la mano de ella y apoyarla para que palpe cómo andamos...
- Es muy importante que en el franeleo de espalda, se desarrolle la técnica de aflojar el corpiño con una sola mano. Es un arte. De pronto, click!!!!! y ahora sí empieza el masajeo de teta en vivo y en directo. Los besos comienzan a bajar al terreno del teterío, lengüetazos suaves y chupada de pezón. A esta altura, la mano debe estar tocando levemente el clítoris, sondeando el coeficiente de mojadura de la dama. Dato importantísimo para continuar.
- Sin dejar de besar, comenzar a sacarse la ropa como si la misma se estuviera quemando. Este momento siempre habla de la calentura de ambos... sacarse todo rapidito, como a uno lo fuesen a echar del motel en el próximo minuto.
- Una vez desnudos los cuerpos, me encanta bajar a chupar concha. Reitero, me encanta y sé que les encanta. Al chupar, acariciar el bajo vientre, muy suave, o agarrar la caderas de la dama y acompañar el ritmo de las chupadas (que al cabo de unos minutos, comienzan a ser algo más salvajes).
- Luego de chupar su conchita un buen rato: a) Quizás ella nos quiera devolver la gentileza. No negarse jamás. b) Tenemos que comenzar a escalar y en un momento más, el monstruo y su gruta se encuentran frente a frente. Ahí viene la agarrada de "japi", un leve cabeceo mojando el casco nazi, y pa´dentro nomás. Más y más besos en la boca, obviamente. Matizado con frases algo chanchitas en su oído...
- De la posición "misionera", me gusta y trato, de pasar al perrito. Aprovecho para ver en panorámica el culito que está a mi disposición y con un dedo, lubricado con saliva, la comienzo a dedear. Suavemente, como para provocar, no penetrar.
- Luego, me echo de espaldas y dejo que me cabalgue como más le guste. En esta posición, al menos en base a mi experiencia, es cuando obtienen más orgasmos. Uno debe agarrar las caderas y acompañar sus movimientos. A veces me gusta agarrar las tetas, o si la posición lo permite, tratar de meter un dedito atrás, como diciendo, ¿te gustaría otra japi al mismo tiempo?
Bueno, hasta aquí llegué describiendo la primera etapa. Y vos, ¿cómo lo hacés? 😛
Quizás, a través de este espacio, podamos explorar qué les gusta a ellas y a nosotros.
¿Cómo me gusta arrancar, continuar y terminar? (al menos, la primera vuelta... y si el muñeco resucita, se viene la segunda!!!!)
- Besos: En la boca y en el cuello. Masaje complementario de tetas y espalda baja.
- A medida que los besos se vuelven más abiertos y jugosos, masajeo de concha sobre el pantalón o la falda. Sin dedear, mano cerrada acompañando esa curvatura hermosa llamada concha.
- Posteriormente, echados en la cama, siguen los besos -las bocas jamás se despegan- y viene la búsqueda del paraíso: Encontrar piel. Mano por adentro de la ropa, por donde sea, pero tocando piel y acariciando. De un momento a otro, abrir el pantalón, o sea, soltar el botón del jean para que "el monstruo" comience a respirar. De forma muy cauta, tomar la mano de ella y apoyarla para que palpe cómo andamos...
- Es muy importante que en el franeleo de espalda, se desarrolle la técnica de aflojar el corpiño con una sola mano. Es un arte. De pronto, click!!!!! y ahora sí empieza el masajeo de teta en vivo y en directo. Los besos comienzan a bajar al terreno del teterío, lengüetazos suaves y chupada de pezón. A esta altura, la mano debe estar tocando levemente el clítoris, sondeando el coeficiente de mojadura de la dama. Dato importantísimo para continuar.
- Sin dejar de besar, comenzar a sacarse la ropa como si la misma se estuviera quemando. Este momento siempre habla de la calentura de ambos... sacarse todo rapidito, como a uno lo fuesen a echar del motel en el próximo minuto.
- Una vez desnudos los cuerpos, me encanta bajar a chupar concha. Reitero, me encanta y sé que les encanta. Al chupar, acariciar el bajo vientre, muy suave, o agarrar la caderas de la dama y acompañar el ritmo de las chupadas (que al cabo de unos minutos, comienzan a ser algo más salvajes).
- Luego de chupar su conchita un buen rato: a) Quizás ella nos quiera devolver la gentileza. No negarse jamás. b) Tenemos que comenzar a escalar y en un momento más, el monstruo y su gruta se encuentran frente a frente. Ahí viene la agarrada de "japi", un leve cabeceo mojando el casco nazi, y pa´dentro nomás. Más y más besos en la boca, obviamente. Matizado con frases algo chanchitas en su oído...
- De la posición "misionera", me gusta y trato, de pasar al perrito. Aprovecho para ver en panorámica el culito que está a mi disposición y con un dedo, lubricado con saliva, la comienzo a dedear. Suavemente, como para provocar, no penetrar.
- Luego, me echo de espaldas y dejo que me cabalgue como más le guste. En esta posición, al menos en base a mi experiencia, es cuando obtienen más orgasmos. Uno debe agarrar las caderas y acompañar sus movimientos. A veces me gusta agarrar las tetas, o si la posición lo permite, tratar de meter un dedito atrás, como diciendo, ¿te gustaría otra japi al mismo tiempo?
Bueno, hasta aquí llegué describiendo la primera etapa. Y vos, ¿cómo lo hacés? 😛
1 comentarios - Mi forma preferida de cojer