Hubo una amiga médica que con cariño y paciencia conquistó su corazón; lo más importante fue que ella resultaría invalorable fuente de información en el reino de las informaciones informales.
Es así que cuenta la leyenda que la ambulancia fue llamada de urgencia; minutos después el vehículo arribaba al hospital con una pareja mortalmente enganchada.
Al decir de los testigos, resultó que esta pareja, cansada de la monotonía, decidió experimentar con una famosa pomadita que garantizaba enormes y duraderas erecciones; cumplido el sueño surge la pregunta ¿por qué no por atrás? Y es así que llegaron a la guardia hospitalaria entre quejidos y gritos.
Al decir de la amiga médica y experta, los esfínteres llegan a un punto que chupan y retienen el pene en sexo anal; y es así que el amigo quedó atrapado por un ano secuestrador. Lo interesante fue que el pene travieso no era del cónyuge; todo lo contrario, era un extraño el invasor.
Tan grave fue el asunto que el director de el hospital consideró necesario aleccionar a su personal de guardar reserva; esto significó que quince minutos después lo supiera todo el pueblo y, de casualidad, el marido cornudo. Se necesitó el auxilio de varios profesionales para evitar el homicidio del cornudo sobre la infiel o el adúltero. Desde entonces, la famosa pomadita es mirada con recelo por el paisanaje local.
Es así que cuenta la leyenda que la ambulancia fue
Al decir de los testigos, resultó que esta pareja, cansada de la monotonía, decidió experimentar con una famosa pomadita que garantizaba enormes y duraderas erecciones; cumplido el sueño surge la pregunta ¿por qué no por atrás? Y es así que llegaron a la guardia hospitalaria entre quejidos y gritos.
Al decir de la amiga médica y experta, los esfínteres llegan a un punto que chupan y retienen el pene en sexo anal; y es así que el amigo quedó atrapado por un ano secuestrador. Lo interesante fue que el pene travieso no era del cónyuge; todo lo contrario, era un extraño el invasor.
Tan grave fue el asunto que el director de el hospital consideró necesario aleccionar a su personal de guardar reserva; esto significó que quince minutos después lo supiera todo el pueblo y, de casualidad, el marido cornudo. Se necesitó el auxilio de varios profesionales para evitar el homicidio del cornudo sobre la infiel o el adúltero. Desde entonces, la famosa pomadita es mirada con recelo por el paisanaje local.
4 comentarios - Pueblo chico…infierno caliente 7 (Cuentos de hospital)
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