Haré lo que me pidas...

Nuestro reencuentro fue casual... Yo llegaba de un viaje de negocios y el apareció con un email en mi inbox

“Hola, quiero verte, sigo pensando en vos, quiero tenerte otra vez!”

Siempre sabe encontrar esas palabras donde se alimenta mi morbo. Que eriza mi piel, a tal punto que cada poro de mi quiere tenerlo, degustarlo y disfrutarlo.

A medida que los emails pasaban, nuestro encuentro iba tomando forma. Mis ganas iban incrementándose hasta que, sin pelos en la lengua, le propuse de verlo ese mismo día... en unas horas…adoro ser espontánea y tomarlo de sorpresa.

El timbre suena, bajo a abrirle, estaba esperando en la puerta del ascensor. Sin más, lo metí adentro dándole ese beso tan ansiado y postergado…Nuestras bocas, nuestras lenguas, volvieron a jugar ese juego enfermizo que los dos deseábamos desde hace un tiempo atrás.

Mientras esperábamos que se calentara el agua para un té , la conversación fluía, risas como la última vez…

Un beso más… hizo olvidar todo el cansancio del viaje, del día de trabajo, de las idas y venidas... y claramente el té…

No falto mucho para que lo lleve a mi cama... lo bese como sé que a él le gusta.

Puede conmigo cuando se deja volver loco, cuando se entrega, cuando me susurra que quería verme y estar así conmigo.

Tomo mi tiempo para desvestirlo... para excitarlo, para besarlo y tocarlo... quiero que su morbo explote en mil pedazos… que deje manejarlo.

Pero, es él quien va a manejar la situación. Me ordena que me entregue, que es EL quien va a cogerme hoy, no yo. Con una sonrisa acepto el juego. Tendré varias noches para tomar las riendas... los dos lo sabemos.

Me tumba en la cama... besa cada parte de mi cuerpo. Dándole un largo, pausado y eterno beso a mí lujuria. Dedicándole tiempo, acariciando y llevándome cada vez más cerca a la cima de mi placer. No dejo de mirarlo. Me gusta verlo cuando está dándose el gusto de comerme.

No quiere dejarme acabar así que va parando a cada peldaño que tomo. Me desespera. Me excita más aún. Vuelve a mi boca, no sin antes besar mis pezones, mordiéndolos delicadamente, rozandole los dientes como sabe que me enloquece. Ellos responden, como suelen hacerlo ante tan tierna caricia…

Es el momento en que nuestras bocas se vuelven a fundir en un nuevo beso. Nuestras lenguas vuelven a encontrarse. Mientras, me penetra y mi mundo se cae. No dejo de mirarlo. Su penetración es segura, mis piernas lo abarcan sin dejarlo ir. Aun así me ordena, que no me mueva.

Me desespera no hacerlo. Pero hago caso, intento hacerlo.

El no moverme genera más morbo en mí. Toda mi piel se eriza. Pongo mis rodillas en mi pecho y la penetración es más directa. Lo siento aún más. El entrar y salir vuelve loca cada parte de mí. Mis gemidos son más fuertes y aun así... sigo mirándolo. No puedo dejar de hacerlo.

Mis ojos se dan vuelta y me dice que adora ver esa mirada en mí.
Mis gemidos incrementan aun mas. Mi cerebro estalla al escucharlo...y él se desploma en mi

Bastará un ratito más para que todo vuelva a empezar…

🙎‍♂️


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