Luego del juego de voley, Felina mi hija, la hermana de Leo, mi hijo, regresó al hogar.
Desconocía por supuesto, todo lo acontecido en su ausencia.
Entró sin saludar y se dirigió directo al cuarto de baño.
Con desagrado encontró a su hermano duchándose.
¡Qué hacés! Dijo Leo ¡No ves qué está ocupado! Vociferó él
¡No, no sabía!
¡Aparte, estás todo el día al pedo y justo cuando llego para bañarme estás vos! Exclamó ella
¿Qué estuviste haciendo hasta ahora? Preguntó la niña
Leo pensó ¡Mejor no contesto! Ja, sonrió
¡Seguro que durmiendo!
¡Dale nene, que estoy toda chivada! Afirmó Felina
¿Y por qué no te bañaste en el club? Preguntó irónicamente su hermano
¡Qué te importa, además sabés que no me gusta, mis compañeras se ponen a joder o sino siempre hay un pelotudo como vos o tus amigos, que se meten y quieren sacar fotos! ¡Aparte no voy a ir con una valija con ropas, perfumes, champúes, etc! Aclaró Felina
Leo iba a seguir cargándola, pero el comentario de los compañeros y amigos en las duchas le molestó.
Se apuró, bah, ya había estado demasiado tiempo duchándose, cerró el agua y salió envuelto en toallas.
¡No, no sabía, que hay boludos molestándote a vos y a tus compañeras!
¿Quiénes son? ¡Los tengo que conocer! Se preocupó
Leo, de pronto entendió, que así como él había reparado en ella, el resto de los de su edad y otros seguramente también lo habían hecho, hasta recordó haber visto una fotografía de compañeras en las duchas.
¿Y qué vas a hacer? ¡Rambo! Se mofó ella
¡No, decime! Exigió él
¡Dale, salí de una vez! Dijo ella minimizando la situación, lo hizo a un lado e ingresó al cuarto de baño
Yo, la madre de ambos, estaba en la cocina, preparando el almuerzo para recibir a mi cuñado, mi hermana y mi sobrino. Ya le había avisado a Bruno, mi marido, que regresara derecho a la casa, por las visitas.
Era sábado y él trabajaba medio día.
Leo cada vez se ponía más paranoico, los compañeros de su hermana, se la querían cojer, sus amigos también, ya había tenido unos cruces con algunos de ellos cuando asistió a la despedida de los egresados del año anterior, y pasados de alcohol se desubicaron con una compañeita de curso.
En unos momentos llegaban las visitas, que traían a el primo Hector, un año mayor que él, que a pesar de ser un "cheto" a su hermanita siempre la divertía, porque era chistoso. Sumado a él, su tío, un viejo verde, libidinoso, que siempre le tiraba los "galgos" a su madre, ante la pasividad de su marido, es decir, su padre. Y también con Felina, a pesar de la edad de su hermana, desde que era chiquita, la manoseaba "cariñosamente". Leo recordaba, que la subía a "upa" a horcajadas, en una de sus piernas y a la voz de "ico, ico, caballito" el viejo se calentaba, restregando la pierna entre las de su hermana, y como para cubrirla, atajarla para que no se caiga, le franeleaba las tetitas, otras veces ni siquiera fingía o pretendía hacerlo, sino que lo hacía abiertamente.
Recordaba habérselo mencionado a su madre, y esta lo desestimó por completo, aunque ella sabía que era un pirata, y que, si, le tiraba indirectas a ella.
Luego de un rato sonó el timbre de la casa, la madre se asomó y dijo ¡Chicos llegaron! Ella salió a recibirlos, se había vestido para la ocasión. A Leo, le pareció de manera exagerada.
Alta sorpresa recibió Angélica, como ama de casa, no sólo los Prados había venido, sino que, junto con ellos llegaron otras dos familias, el hermano de ella con su esposa e hijo (otro primo mayor que Leo, este le lleva dos años) los "Luna" ese es el apellido de la familia de la madre, y los Ramos, otro cuñado de Angélica (este es una persona normal) la hermana menor de Angélica, la tía Lidia y sus dos hijos (los sobrinos, Omar y Jorge, ambos uno y dos años menores que Leo) Angélica se desesperó, no había tanta comida para todos.
¡No te hagas problema cuñada! Dijo el desagradable del tío Prados ¡Claro, total el problema era de la anfitriona!
Entraron todos a la casa y Angélica, llamó a su marido, pidiéndole que pasara por la rotisería y trajera un par de pollos al spiedo.
Luego del almuerzo, Leo y sus tres primos (salvo el "malquerido" por él) se cortaron a jugar, con la playstation. Pero después de unos partidos, y un tiempo considerable, Leo recapacitó y se preguntó por su hermana Felina y su primo Hector.
Salió de la habitación como loco a buscarlos, entró directo al cuarto, el dormitorio que compartía con ella y llegó justo cuando el primo Hector la estaba por "pasar por la piedra", si demoraba un juego de pc más, hubiera sido tarde. Sin embargo, entró justo.
Versión de Felina... Mi primo Hector, no era que me gustaba, pero estaba con las hormonas exaltadas. Además, sabía que a mi hermano lo disgustaba, y de alguna manera, como castigo de la discusión en al baño (entre otras cosas) quise transármelo.
Las cosas, se me fueron rápidamente de las manos, y estaba por perder la virginidad esas tarde. Sin embargo:
Mi hermano, se apareció por detrás y golpeó duramente a nuestro primo, no en el rostro (para no dejarle marcas). Cuando lo redujo ¡No puedo creer lo que hizo! frente a mi, actuó como un macho chovinista, bajó el cierre de su bragueta y lo meó, simplemente lo orinó, como marcando su territorio, hasta le hizo beber su pis. Por último le dijo, ahora chupámela y dejala limpia.
Yo, salí corriendo como estaba, llorando hacia el baño y muerta de vergüenza.
Felina permaneció en su cuarto (el de ambos) hasta que todos se fueron, salió a saludar, el primo Hector (todo meado) permaneció con los adultos y frecuentemente les pedía a sus padres irse.
Leo permaneció atento, con el resto de los primos, hasta que se fueron, su rostro era, de "pocos amigos".
Versión de Leo.... El primo Hector estaba manoseando a mi hermana, le dije que se detuviera, era incorecto lo que hacía, son primos hermanos, el no sólo no me escuchó, sino que se burló y continuó. Yo reaccioné y lo golpee, después el resto, es invento de Felina para cambiar el eje de la situación, el caso es que se estaba tocando con el primo Hector.
Por supuesto, yo estuve del lado de mi primogénito, castigué a mi hija Felina y le avisé a mi marido que la llevaría a examinar en una consulta médica, ginecológica.
Porque según Leo, ella estaba sin bragas y el primo con el pene al aire libre.
Versión del primo Hector.... Ella, Felina, me estuvo calentando toda la jornada, se insinuaba, me acosaba sexualmente, yo la evitaba, cuando me llevó a la habitación con la excusa de que la ayudara con las tareas, se desnudó y se abalanzó sobre mi, después llegó Leo y a traición, sin mediar palabras me golpeó furioso.
Desconocía por supuesto, todo lo acontecido en su ausencia.
Entró sin saludar y se dirigió directo al cuarto de baño.
Con desagrado encontró a su hermano duchándose.
¡Qué hacés! Dijo Leo ¡No ves qué está ocupado! Vociferó él
¡No, no sabía!
¡Aparte, estás todo el día al pedo y justo cuando llego para bañarme estás vos! Exclamó ella
¿Qué estuviste haciendo hasta ahora? Preguntó la niña
Leo pensó ¡Mejor no contesto! Ja, sonrió
¡Seguro que durmiendo!
¡Dale nene, que estoy toda chivada! Afirmó Felina
¿Y por qué no te bañaste en el club? Preguntó irónicamente su hermano
¡Qué te importa, además sabés que no me gusta, mis compañeras se ponen a joder o sino siempre hay un pelotudo como vos o tus amigos, que se meten y quieren sacar fotos! ¡Aparte no voy a ir con una valija con ropas, perfumes, champúes, etc! Aclaró Felina
Leo iba a seguir cargándola, pero el comentario de los compañeros y amigos en las duchas le molestó.
Se apuró, bah, ya había estado demasiado tiempo duchándose, cerró el agua y salió envuelto en toallas.
¡No, no sabía, que hay boludos molestándote a vos y a tus compañeras!
¿Quiénes son? ¡Los tengo que conocer! Se preocupó
Leo, de pronto entendió, que así como él había reparado en ella, el resto de los de su edad y otros seguramente también lo habían hecho, hasta recordó haber visto una fotografía de compañeras en las duchas.
¿Y qué vas a hacer? ¡Rambo! Se mofó ella
¡No, decime! Exigió él
¡Dale, salí de una vez! Dijo ella minimizando la situación, lo hizo a un lado e ingresó al cuarto de baño
Yo, la madre de ambos, estaba en la cocina, preparando el almuerzo para recibir a mi cuñado, mi hermana y mi sobrino. Ya le había avisado a Bruno, mi marido, que regresara derecho a la casa, por las visitas.
Era sábado y él trabajaba medio día.
Leo cada vez se ponía más paranoico, los compañeros de su hermana, se la querían cojer, sus amigos también, ya había tenido unos cruces con algunos de ellos cuando asistió a la despedida de los egresados del año anterior, y pasados de alcohol se desubicaron con una compañeita de curso.
En unos momentos llegaban las visitas, que traían a el primo Hector, un año mayor que él, que a pesar de ser un "cheto" a su hermanita siempre la divertía, porque era chistoso. Sumado a él, su tío, un viejo verde, libidinoso, que siempre le tiraba los "galgos" a su madre, ante la pasividad de su marido, es decir, su padre. Y también con Felina, a pesar de la edad de su hermana, desde que era chiquita, la manoseaba "cariñosamente". Leo recordaba, que la subía a "upa" a horcajadas, en una de sus piernas y a la voz de "ico, ico, caballito" el viejo se calentaba, restregando la pierna entre las de su hermana, y como para cubrirla, atajarla para que no se caiga, le franeleaba las tetitas, otras veces ni siquiera fingía o pretendía hacerlo, sino que lo hacía abiertamente.
Recordaba habérselo mencionado a su madre, y esta lo desestimó por completo, aunque ella sabía que era un pirata, y que, si, le tiraba indirectas a ella.
Luego de un rato sonó el timbre de la casa, la madre se asomó y dijo ¡Chicos llegaron! Ella salió a recibirlos, se había vestido para la ocasión. A Leo, le pareció de manera exagerada.
Alta sorpresa recibió Angélica, como ama de casa, no sólo los Prados había venido, sino que, junto con ellos llegaron otras dos familias, el hermano de ella con su esposa e hijo (otro primo mayor que Leo, este le lleva dos años) los "Luna" ese es el apellido de la familia de la madre, y los Ramos, otro cuñado de Angélica (este es una persona normal) la hermana menor de Angélica, la tía Lidia y sus dos hijos (los sobrinos, Omar y Jorge, ambos uno y dos años menores que Leo) Angélica se desesperó, no había tanta comida para todos.
¡No te hagas problema cuñada! Dijo el desagradable del tío Prados ¡Claro, total el problema era de la anfitriona!
Entraron todos a la casa y Angélica, llamó a su marido, pidiéndole que pasara por la rotisería y trajera un par de pollos al spiedo.
Luego del almuerzo, Leo y sus tres primos (salvo el "malquerido" por él) se cortaron a jugar, con la playstation. Pero después de unos partidos, y un tiempo considerable, Leo recapacitó y se preguntó por su hermana Felina y su primo Hector.
Salió de la habitación como loco a buscarlos, entró directo al cuarto, el dormitorio que compartía con ella y llegó justo cuando el primo Hector la estaba por "pasar por la piedra", si demoraba un juego de pc más, hubiera sido tarde. Sin embargo, entró justo.
Versión de Felina... Mi primo Hector, no era que me gustaba, pero estaba con las hormonas exaltadas. Además, sabía que a mi hermano lo disgustaba, y de alguna manera, como castigo de la discusión en al baño (entre otras cosas) quise transármelo.
Las cosas, se me fueron rápidamente de las manos, y estaba por perder la virginidad esas tarde. Sin embargo:
Mi hermano, se apareció por detrás y golpeó duramente a nuestro primo, no en el rostro (para no dejarle marcas). Cuando lo redujo ¡No puedo creer lo que hizo! frente a mi, actuó como un macho chovinista, bajó el cierre de su bragueta y lo meó, simplemente lo orinó, como marcando su territorio, hasta le hizo beber su pis. Por último le dijo, ahora chupámela y dejala limpia.
Yo, salí corriendo como estaba, llorando hacia el baño y muerta de vergüenza.
Felina permaneció en su cuarto (el de ambos) hasta que todos se fueron, salió a saludar, el primo Hector (todo meado) permaneció con los adultos y frecuentemente les pedía a sus padres irse.
Leo permaneció atento, con el resto de los primos, hasta que se fueron, su rostro era, de "pocos amigos".
Versión de Leo.... El primo Hector estaba manoseando a mi hermana, le dije que se detuviera, era incorecto lo que hacía, son primos hermanos, el no sólo no me escuchó, sino que se burló y continuó. Yo reaccioné y lo golpee, después el resto, es invento de Felina para cambiar el eje de la situación, el caso es que se estaba tocando con el primo Hector.
Por supuesto, yo estuve del lado de mi primogénito, castigué a mi hija Felina y le avisé a mi marido que la llevaría a examinar en una consulta médica, ginecológica.
Porque según Leo, ella estaba sin bragas y el primo con el pene al aire libre.
Versión del primo Hector.... Ella, Felina, me estuvo calentando toda la jornada, se insinuaba, me acosaba sexualmente, yo la evitaba, cuando me llevó a la habitación con la excusa de que la ayudara con las tareas, se desnudó y se abalanzó sobre mi, después llegó Leo y a traición, sin mediar palabras me golpeó furioso.
21 comentarios - El Tío y el Primo vienen por la Cuñada y la Prima 7ª