Hola a todos…como estan? Hace tiemnpo que leo los relatos de P! y siempre me digo que alguna vez tengo que contar mis historias. Bueno…llegó el día. Espero que las disfruten.
Hace unos años, por los avatares de la economía del pais, tuve la idea de poner un ciber. Ademas de trabajar, este negocio me permitió conocer mucha gente, mujeres mas que nada con las que pasé muchos buenos momentos. Mi vida sexual no habia sido aburrida hasta ahí, pero desde ese momento hizo erupción.
Una de las primeras chicas a las que conocí fue Cristina. Habíamos chateado varias veces, los temas habian ido de lo banal hasta lo personal y sexual, y como a los dos nos dieron muchas ganas de estar cerca, quedamos en que una tarde iba a ir a visitarla a su departamento.
Caí como a las 4 de la tarde con algunas masitas para el mate. Era alta, fornida, rubia, con espectaculares ojos celestes, tetas importantes y un trasero al que le faltaba un touch, pero no estaba mal.
Charlamos, nos reimos, nos contamos cosas y nos miramos mucho. Nuestras manos hacian ademanes en el aire mientras hablábamos, pero siempre buscando las manos del otro. Cuando terminamos la pava de mates preguntó ¿Cómo sigue esto?... Asi es que me levanté, le tomé el rostro y la besé, suave al inicio, casi como caricias entre labios. Luego un poco más profundo, metiendo mi lengua en su boca. Eso la hizo suspirar profundo y aferrarse a mi cuello.
La levanté y sin dejar de besarla la fui guiando hacia el pasillo que seguramente conducía a su dormitorio. Empujé la puerta y caímos sobre la cama.
La besé largo rato, disfrutando de su boca y de su cuello, mientras mis manos comenzaron a explorarla, buscándole la piel encontre sus tetas, más firmes de lo que supuse y dos pezones grandes y robustos, duros, denotando las sensaciones que la habían embargado.
Sus ropas cayeron una a una, sin resistencia, hasta que su tanga, su último bastión dio al piso y pude beberme todos los jugos que hacía rato caían de su entrepierna.
Primero me aferró la cabeza tratándola de hundir contra su sexo, pero a medida que me fui apoderando de sus pliegues interiores ella se fue aflojando y se entregó totalmente.
El primer orgasmo llegó lentamente, con breves gemidos y espasmos de su cuerpo, y finalizó en un largo suspiro-queja. Cuando terminó me quité la ropa que me quedaba, separé sus piernas y me introduje en ella de manera lenta pero sin pausas, hasta tocar fondo. Con ese ritmo comencé un mete-saca que la mantuvo en total éxtasis, luego se la empecé a meter con violencia, de un tirón, y a retirarla despacio, muy lentamente…y así fui variando todos los ritmos y formas. Su rostro mostraba el placer que la había dominado, quería hablar pero no podía, quería pedir cosas pero lo que tenía se lo impedía.
Comenzó a jadear con intensidad, primero con un murmullo que fue in crescendo, hasta convertirse en un grito, primero apagado, y luego pleno, derramandose en un orgasmo monstruoso.
La dejé terminar a placer. Cuando se detuvo me retiré, la monté sobre el torso y le metí la verga en la boca. La chupó golosamente hasta que le llené la boca de leche que saboreó y gozó y tragó hasta el final, dejandomela limpia y brillante.
Me acosté a su lado y cuando recuperamos el aliento me preguntó ¿Cómo sigue esto?
Creo que ninguno de los dos tenía idea de todo lo que se venía.
Pero eso lo contaré en otro momento…………..
Hace unos años, por los avatares de la economía del pais, tuve la idea de poner un ciber. Ademas de trabajar, este negocio me permitió conocer mucha gente, mujeres mas que nada con las que pasé muchos buenos momentos. Mi vida sexual no habia sido aburrida hasta ahí, pero desde ese momento hizo erupción.
Una de las primeras chicas a las que conocí fue Cristina. Habíamos chateado varias veces, los temas habian ido de lo banal hasta lo personal y sexual, y como a los dos nos dieron muchas ganas de estar cerca, quedamos en que una tarde iba a ir a visitarla a su departamento.
Caí como a las 4 de la tarde con algunas masitas para el mate. Era alta, fornida, rubia, con espectaculares ojos celestes, tetas importantes y un trasero al que le faltaba un touch, pero no estaba mal.
Charlamos, nos reimos, nos contamos cosas y nos miramos mucho. Nuestras manos hacian ademanes en el aire mientras hablábamos, pero siempre buscando las manos del otro. Cuando terminamos la pava de mates preguntó ¿Cómo sigue esto?... Asi es que me levanté, le tomé el rostro y la besé, suave al inicio, casi como caricias entre labios. Luego un poco más profundo, metiendo mi lengua en su boca. Eso la hizo suspirar profundo y aferrarse a mi cuello.
La levanté y sin dejar de besarla la fui guiando hacia el pasillo que seguramente conducía a su dormitorio. Empujé la puerta y caímos sobre la cama.
La besé largo rato, disfrutando de su boca y de su cuello, mientras mis manos comenzaron a explorarla, buscándole la piel encontre sus tetas, más firmes de lo que supuse y dos pezones grandes y robustos, duros, denotando las sensaciones que la habían embargado.
Sus ropas cayeron una a una, sin resistencia, hasta que su tanga, su último bastión dio al piso y pude beberme todos los jugos que hacía rato caían de su entrepierna.
Primero me aferró la cabeza tratándola de hundir contra su sexo, pero a medida que me fui apoderando de sus pliegues interiores ella se fue aflojando y se entregó totalmente.
El primer orgasmo llegó lentamente, con breves gemidos y espasmos de su cuerpo, y finalizó en un largo suspiro-queja. Cuando terminó me quité la ropa que me quedaba, separé sus piernas y me introduje en ella de manera lenta pero sin pausas, hasta tocar fondo. Con ese ritmo comencé un mete-saca que la mantuvo en total éxtasis, luego se la empecé a meter con violencia, de un tirón, y a retirarla despacio, muy lentamente…y así fui variando todos los ritmos y formas. Su rostro mostraba el placer que la había dominado, quería hablar pero no podía, quería pedir cosas pero lo que tenía se lo impedía.
Comenzó a jadear con intensidad, primero con un murmullo que fue in crescendo, hasta convertirse en un grito, primero apagado, y luego pleno, derramandose en un orgasmo monstruoso.
La dejé terminar a placer. Cuando se detuvo me retiré, la monté sobre el torso y le metí la verga en la boca. La chupó golosamente hasta que le llené la boca de leche que saboreó y gozó y tragó hasta el final, dejandomela limpia y brillante.
Me acosté a su lado y cuando recuperamos el aliento me preguntó ¿Cómo sigue esto?
Creo que ninguno de los dos tenía idea de todo lo que se venía.
Pero eso lo contaré en otro momento…………..
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