Durante los veinte minutos que transcurrieron mientras esperaba el café y lo bebía, no levanté la vista de mi lectura, trataba de concentrarme sólo en eso, sin embargo no podía dejar de sentir sus ojos que me recorrían sin pudor.
En uno de esos apretados y concurridos barcitos del centro de Buenos Aires, esperaba a un cliente, eran las diez de la mañana y dado el lugar y la hora, no podía creer las fantasías y sensaciones que ese observador silencioso me estaba provocando.
Atiné apenas a espiarlo cuando llamé al mozo para que me trajera otro café, mi cita estaba demorada, al menos media hora más. Al verlo, una cálida sensación me invadió, era un hombre maduro, formalmente vestido y con una mirada fuerte y penetrante, sentado frente a mi en la mesa contigua, ambos al lado de la vidriera del local.
El juego de la seducción comenzó, pensé para mis adentros, así que me querés mirar? te voy a dar algo para que mires...
Me acomodé en la silla y me quité el saco, con un calculado movimiento por el que el escote de mi camisa de seda blanca se abrió un poco más, deslizándose hasta dejarme un hombro descubierto, con premeditada lentitud acomodé mi ropa sin dejar de sentir su mirada clavada en mi piel.
Continué con mi lectura, mientras mi mano derecha acariciaba mi cuello, mis hombros, el nacimiento de mis pechos con toda la maligna sensualidad que era capaz de desplegar.
Cuando el mozo me acercó el segundo café, le agradecí con una sonrisa y volví a levantar la mirada, sus ojos se posaban descaradamente en los míos y desafiante, sostuve su mirada.
El hombre se puso de pie, y sin esperar mi invitación se sentó a mi mesa, a mi lado.
Seguí con tu libro, me dijo, seguí con todo lo que estabas haciendo. Su voz tenía una fuerza hipnótica a la que obedecí sin pensar.
Retomé mis caricias y mi vista bajó otra vez al libro...las letras bailaban ante mi, sin significado alguno.
Puso una de sus manos sobre mis piernas cruzadas y con una leve presión, sin decir una palabra, me hizo descruzarlas...lo miré en inútil señal de protesta, me repitió, seguí con tu libro...jugá con tu piel.
Comenzó a acariciar mis piernas por sobre mi pollera, desde las rodillas a la ingle, su mano me trasmitía calor...me ruboricé como una adolescente y mi corazón galopaba mientras intentaba mantener la compostura.
Quería que se detuviera, quería que siguiera, ya había perdido todo rastro de autocontrol...separó mis piernas con natural autoridad, y las yemas de sus dedos rozaban mi piel, que ardía afiebrada...sus dedos se deslizaron por el borde de mi tanga encontrando mis labios cálidos y humedecidos, instintivamente separé un poco más las piernas.
Jugueteó a gusto con mi entrega, cerré los ojos y llevé mi cabeza hacia atrás, me ordenó abrirlos...con suavidad presionó mi clítoris que palpitaba, pedía... rogaba...
Mientras tanto mi mano derecha apretaba con fuerza mis erguidos pezones, sus caricias se hicieron más intensas, yo estaba al borde de mi capacidad de postergar mi descarga. El, al sentir mi respiración agitada llevó dos de sus dedos dentro de mi sexo hirviente y mi cuerpo tembló con un orgasmo intensificado por el silencio que el momento y el lugar me obligaban a mantener...quedé unos segundos sin aliento.
Al fin me permitió levantar la mirada, verlo a los ojos, me sonrió, beso mi mejilla, se puso de pie y se alejó, saliendo del local.
Seguí sus pasos a través de la vidriera, cruzó la calle y tomó del brazo a una mujer que estaba parada viéndonos desde la vereda de enfrente, se alejó con ella... me trajo a la realidad la voz de mi cliente que saludaba al llegar.
19 comentarios - Café en el centro
"...Quería que se detuviera, quería que siguiera, ya había perdido todo rastro de autocontrol...separó mis piernas con natural autoridad, y las yemas de sus dedos rozaban mi piel, que ardía afiebrada...sus dedos se deslizaron por el borde de mi tanga encontrando mis labios cálidos y humedecidos, instintivamente separé un poco más las piernas..."
Muy bueno, felicitaciones!!!
Van puntines y sale reco.
Felicitaciones ESCRITORA !
Gracias por compartir.
Angie te deja Besos y Lamiditas !!!
La mejor forma de agradecer la buena onda que se recibe es comentando, al menos al que te comenta. Yo comenté tu post, vos comentaste el mío?
Compartamos, comentemos, apoyemos, hagamos cada vez mejor esta maravillosa Comunidad !!!
Qué potentes son las palabras por favor....
Besos!
¿Vamos por un taller de lectura?
¿Por qué las mujeres escriben más que los hombres? ¿Lo sabe usted?
me encanto , felicitaciones
besos Misko
Como nos tenes acostumbrados!
Gracias por compartir
+10 y reco!
ademas provocaste ...esa sensacion de que algun dia...algun dia...
compartamos un cafe...
puntos y recomendado a todos...
gracias my queen!! jeje
Me puso super calentita..
Sos tremenda escritora...te felicito... 😉
Te dejo mis 10 puntitos y mil besitos...