You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Conociendo a las primas

Hola a todos. Empiezo por presentarme ya que es mi primer relato, me llamo Daniel, soy de Panamá y tengo 19 años actualmente. Me describo, soy de rasgos rumanos cruzados con rasgos españoles, aunque nunca me he considerado el carita de la familia, soy de ojos y cabello marrón, alto y, si bien no como Stallone o Schwarzenegger, me mantengo en forma. Al momento de la historia del relato ya había tenido varias novias y llegado un tanto lejos en cuanto a intimidad se refiere, teniendo en cuenta la edad. Toda la historia es 100% real.

La historia que les contare empezó cuando tenía 18 años. Era una de esas reuniones familiares que se hacen cuando llegan tus parientes del extranjero; en el caso de mi familia, las mujeres se sentaban a tomar vino mientras los hombres hacia una parrilla en el gran patio de nuestra casa en la Ciudad de Panamá. Ese día había llegado una gran parte de mi familia desde Rumania, parte de esa familia ni siquiera la conocía en persona, únicamente por fotos en el Facebook. Entre ellos destacaban dos muchachas, mi prima Vanesa y mi prima Valentina. Las describo a continuación:

Vanesa es blanca, alta y de cabello marrón oscuro y ojos negros. Con unas piernas carnosas y torneadas, que terminaban en un culo bastante grande y firme, y un par de tetas operadas que me llamaron la atención desde el primer momento en que la vi. La verdad es que no les sabría decir la talla, ya que nunca he sido muy bueno en ese tipo de cosas.

Valentina también es alta, pero un poco más oscura que Vanesa, con ojos y cabello marrón claro. Igualmente tenía unas piernas bonitas, muslos gruesos, que comenzaban en la base de un culo grande, pero al contrario que su hermana, este era de esos culos aguados. Sus tetas también eran operadas, aunque no tan grandes como las de su hermana.

Tenían 20 y 24 años respectivamente.

Nuestra familia siempre ha sido de clase alta, desde los tiempos de la Rumania comunista, donde mis abuelos y mis padres eran altos miembros del partido, incluso llegaron a estar junto a Ceausescu más de una vez en distintos discursos, cenas y viajes oficiales. Desde siempre me gusto presumir de esto, aunque el resto de mi familia no era así. Siempre se me dijo que el dinero podía desaparecer de un día para otro, y estaba consciente de eso, pero hacia lo necesario para conseguir a las mejores muchachas de la escuela, y si esto incluía llevar la contraria a los que me decía mi familia, lo hacía.

Luego de habernos saludado con los tres besos tradicionales de Rumania, las mujeres mayores se fueron a tomar vino, mientras que los hombres se fueron a la parrilla. Los jóvenes, que éramos varios nos sentamos en el jardín para conocernos. Mis primas hablaban muy bien el español, aunque con ese acento que nos recuerda a los malos de las películas. Otros de los que habían venido no lo hablaban, por lo que casi toda nuestra conversación fue en rumano.

-Y cuéntame, ¿que estas estudiando?-Me pregunto Vanesa

-Ahora mismo estoy terminando el 10º grado, me falta uno más para graduarme e irme a la universidad. ¿Qué me dices tú? ¿Vas a la universidad?-Le pregunte yo a ella-

-Sí, ya pronto inicio el penúltimo semestre-Me respondió.

La conversación siguió durante unas horas, tocando esos temas triviales; que si la vida allá, que si la nieve, la inseguridad aquí, la comida… En eso, una pregunta que, si bien no me sorprendió, no me la esperaba tan pronto.

-Cuéntame, ¿tienes novia primo?-Me pregunto Valentina

-Sí, algo hay por ahí-Le dije soltándole una sonrisa-¿Qué tal tú? ¿Tienes a alguien?

En eso Vanesa se rio un poco.

-¿A alguien? Creo que deberías preguntar a cuantos-Siguió riendo.

-Ya, que yo se algunas cosas de ti-Le dijo Valentina.

En eso, uno de los muchachos que estaban ahí, que si bien no era miembro de la familia, siempre lo habíamos invitado a estas reuniones porque era como mi hermano me habla al oído…

-Al parecer no son ningunas santas, yo me quedo con la más oscurita-Me dijo riendo un poco.

-Ya Selvir, no hagas que te deje en ridículo frente a ellas-Le dije en serbio, el idioma de su niñez.

Selvir siempre había sido mi amigo, desde que tengo memoria hemos sido como hermanos. Su familia era también de la clase alta, y llegaron ahí de la misma manera que la mía. Su padre era parte del gabinete de Slobodan Milosevic en la antigua Yugoslavia. Desde niños nos habíamos enseñado el uno al otro nuestros idiomas, yo a el rumano, y el a mi serbio, y cuando no queríamos que nadie de mi familia entendiese lo que decíamos, utilizábamos el serbio.

He de decir que Selvir atraía a las muchachas sin necesidad de hablar de su patrimonio familiar. Él es un poco más bajo que yo, blanco y de ojos verdes, cabello marrón claro.

Recuerdo que teníamos nuestro modus operandi para conocer muchachas en los clubes; él era la punta de lanza siempre era el que hablaba primero, ya que las chicas iban a él. Y luego venia yo, que les hablaba sobre un montón de cosas y las terminaba de enamorar.

Esa noche la conversación siguió por otros cauces y nos olvidamos del tema de las parejas.

Como vivimos en una casa grande, la mayoría de mis familiares se quedaban ahí, otros se iban a dormir a un hotel. Entre los que dormían en mi casa se encontraban mis dos primas, y, esa noche, Selvir. Ya que la reunión había terminado tarde, y seguramente ya sus padres estaban dormidos, le dije que se quedara a pasar la noche. Por supuesto, cuando tuvimos un tiempo solos no pudimos evitar el tema de mis primas…

-Que buenas están-Me dijo él.

-¿Quiénes?-Le dije yo sin caer en cuenta de que se refería a mis primas.

-Tus primas, se me puso como un cincel cuando las vi-Me dijo, yo empecé a reír.

-Sí, si… A mí también…-Le dije aun entre risas-Creo que ahora mismo alguna de ellas debería estar bañándose…

-Tú crees que…-Lo interrumpí

-Sí, vamos al patio, ahí hay una ventana que da al baño-Le dije mientras ya me encaminaba hacia la puerta.

Salimos al patio y le dimos la vuelta a la casa hasta llegar a la ventana, el primero en asomarse fui yo, y efectivamente ahí estaba Vanesa, desnuda, enjabonándose los brazos, de cara hacia la ventana, pero no se percató de que estábamos ahí. Veía como se enjabonaba sus tetas, su vagina, su culo… Estaba hipnotizado viendo a semejante belleza, en eso Selvir me hizo a un lado para ver el por la ventana.

-Esta buena… Lástima que sea tu prima y no te la puedas coger, después de aparearnos te diré como estuvo-Me dijo, usando ese término ya que estábamos viendo clases sobre la reproducción en la escuela para ese momento.

-Si... Seguro que si…-Le dije ideando desde ese momento un plan para poder tener relaciones con alguna de ellas… O con las dos.

Seguimos viéndola hasta que salió del baño, esperamos durante un rato a Valentina, pero no apareció, por lo que volvimos adentro.

-Necesito una Jerk Off-Me dijo Selvir.

-Sí, pero después de mí-Le dije mientras lo hacía a un lado y me metía al baño donde Vanesa se había bañado diez minutos antes.

Lo primero que note al entrar fue una pequeña tanga negra, enrollada en el jean que llevaba puesto mi prima. Me lance a él y lo desenrolle, y ahí estaba ese olor a hembra que ya había olido antes, cuando le metía los dedos por debajo de la ropa interior a mis novias. Ese olor dulce e intenso, que te eleva todo, que te trae pensamientos a la mente… Aun cuando se trata de tu propia prima. Me masturbe con su tanga alrededor de mi pene, con un gran “final feliz”, como lo llamo. Luego de eso, volví a poner la tanga donde estaba, esta vez, con una gran mancha blanca en la parte del frente.

Salí del baño y Selvir no estaba, supuse que se había ido a pajear a su habitación y me fui a dormir.

Nos despertamos a la mañana siguiente como a las 10, ya mi madre y mis tías tenían el desayuno listo y fuimos a sentarnos de una vez. Selvir se sentó al lado mío luego de darles los buenos días a todos…

-Come rápido, tengo que hablar contigo y mostrarte algo-Me dijo sin verme la cara, pero con una sonrisa dibujada en su rostro.

-Que habrás hecho ahora…-Le dije yo con una sonrisa también.

-Ya verás…

Terminamos de comer casi al mismo tiempo, como era fin de semana, el personal de servicio no había ido, por lo que a cada quien le tocaba lavar sus platos y sus cubiertos. Una vez terminamos, nos bañamos y nos sentamos en el frente de la casa…

-Ve esto-Me dijo Selvir mientras sacaba si iPhone.

Y lo que vi no lo podía creer, en la noche se había escurrido en el cuarto de mi prima y había grabado por debajo de sus sabanas. Gracias a flash se veía su raja, totalmente depilada. Era de esas que son cerradas, con todo guardado dentro. El video siguió por 15 segundos más hasta que se ve que mi prima se movió y Selvir saco el celular violentamente de bajo las sabanas…

-¿Y qué paso luego?-Le pregunte

-Estuve metido bajo la cama durante 15 minutos, luego salí y me fui a dormir-Me respondió.

La mañana siguió sin ninguna novedad, mis primas estaban en la casa y Selvir y yo jugando al futbol. En la tarde, ya luego de haber almorzado, Selvir volvió a su casa, por lo que me quede sin nada interesante que hacer. Me puse a ver la televisión y un rato después llego Valentina…

-¿Que ves?-Me pregunto

-Nada, aquí no pasan nada interesante-Le dije, mientras pasaba de canal en canal.

-¿La piscina está limpia?-Me dijo

-Sí, claro. ¿Por qué?

-Quiero bañarme, y no me vendría mal un poco de compañía-Dijo mientras yo volteaba a verla.

Yo nunca he sido muy amigo del sol, y esa tarde el sol estaba fuerte. Pero tras pensarlo por unos segundos, y ver quien me invitaba y que tendría la oportunidad de verla con poca ropa, accedí…

-Ok, me voy a poner un short, bajo en 5 minutos-Le respondí mientras apagaba el televisor.

Mientras me cambiaba no pude evitar salir por mi ventana (No era nada del otro mundo para mí, suele ser mi “vía de escape” cuando quiero salir de noche y no quiero que me vean) e ir a echar un ojo por la de ella, cuando me asome ella ya iba en traje de baño hacia la puerta, por lo que pude ver ese culo con el bikini “guardado” dentro de él. Me fui a mi cuarto y me termine de arreglar.

Cuando llegue a la piscina, ella estaba ya dentro, me hipnotice por unos segundos viendo los reflejos en esas tetas hasta que ella me hablo…

-¿Te vas a meter o te vas a quedar mirando?-Me dijo antes de sumergirse completamente y salir al instante.

-Sí, claro que me voy a meter-Le dije mientras me sacaba mi calzado.

Luego de un rato de estar hablando de cualquier cosa, me dijo...

-Lo que dijo Vanesa ayer… Sobre que yo tenía “varios”, no es cierto-Me dijo

-¿A qué te refieres?-Le dije sin haber caído en cuenta de que se refería a la conversación de la noche anterior.

-A lo que hablábamos anoche, cuando Vanesa te pregunto sobre las novias.

-Ah, ya… No te preocupes, eso no es nada… Si supiéramos como nos jugamos Selvir y yo-Le dije con una sonrisa.

-Ya pues, sabes… Es que no nos conocíamos, y no sé qué opinión te pueda quedar de mí…

-Yaaaaaa, no te preocupes por eso prima-Le reitere

-Bueno-Me dijo con una sonrisa-Si no te sientes incomodo hablando de esto, ¿Qué tal te va con las mujeres?-Me dijo

-Pues diría que bien, he tenido novias, y hemos llegado “lejos”-Dije, sin ninguna intención de hacer referencia a los sexual.

-¿Cuán lejos?

-8 meses o algo si…-Le dije

-Ya, pero en lo íntimo, sabes te tocarse y todo eso-Esto me sorprendió un poco, no creí que me fuera a preguntar sobre eso.

-Pues…-Lo pensé, a pesar de que era mi prima y todo, hacía apenas un día que la conocía, por lo que no era una relación de confianza al 100%-¿De verdad quieres saber?

-No es que quiera saber, es que a tu edad yo no me sentía incomoda hablando de eso-Dijo mientras se venía a sentar junto a mí en las escaleras de la piscina-Y creí que no tendrías problema.

-Ya pues, si lo pones así, y si me prometes que no le vas a decir a nadie, y que luego me hablaras sobre eso tú también…-Le dije

-Claro, no te preocupes, de todas maneras, no me sentiría cómoda hablando sobre la vida sexual de mi primo ante mi tía o el resto de la familia…

-Buen punto-Le dije-Pues lo más lejos ha sido meterle un dedo en su… Ya sabes… Adelante-Dije tratando de evitar la palabra vagina o cuca.

-¿En su chocho?-Me dijo

-Que, ¿eres española ahora?-Le dije riendo, refiriéndome a que en Latinoamérica la palabra “chocho” no se utiliza para referirse a la vagina.

-Un poquito, sí.

-Pues sí, en su chocho-Le confesé-¿Qué hay de ti?

-Pues no mucho, en Rumania no gustan mucho de las mujeres “plásticas”, a pesar de que he tenido varios novios, todos han sido unos imbéciles, de esos que se creen machos alfa….

-Ya… Pues me entristece oír eso, si no fuese tu primo, te convertiría en mi princesa-Le dije viéndola a la cara

-Es un halago recibir tal cumplido de un galán como tú-Me dijo riendo

-Ven aquí-Le dije mientras le daba un abrazo.

Estuvimos un rato así, no sé ni por que la abrace, fue algo que me nació de la nada. Ella se sentía bien contra mi piel, sentía sus implantes al presionarse contra mi pecho, sus latidos y su calor. Al separarnos nos miramos las caras por unos segundos y ella me dio un beso rapidito, de esos llamados “piquitos”. Me sentí en el cielo, se me aceleró el corazón, me flaquearon las piernas… Era algo que nunca me había pasado, sin querer presumir, he de decir que siempre obtenía a la muchacha que quería, hacia lo imposible, y una vez que lo lograba, no me pasaba esto. Esto era mágico…

-No me lo esperaba-Le dije mientras me metía hasta el cuello en el agua.

-Dime, ¿Por qué me abrazaste?

-No lo sé, fue algo que me nació de repente…

-Pues digamos que me pasó igual, pero en lugar de abrazarte, te bese-Me dijo con una sonrisa en su cara-Espero que no te sientas incomodo ni nada de eso

-No te preocupes, me gusto-Le dije con una sonrisita en mi cara-¿Lo podemos repetir luego?

-Si quieres, ahora mismo-Me dijo acercándose de nuevo hacia mí.

Nuestras caras estaban a pocos centímetros, sentía su respiración, sentía su aliento, nos mirábamos a los ojos, casi que sin parpadear, sin hablar. Mi corazón se aceleraba de nuevo, mi boca producía más saliva, mis manos se extendieron y rodearon su cintura, atrayéndola hacia mí, pegando nuestros cuerpos y fundiéndonos en un beso… Con sensaciones que eran totalmente nuevas para mí, no era mi primer beso, pero me sentía raro, se sentía mejor que con alguna de mis novias anteriores, creo que era porque, a pesar de conocerla desde hacía poco, sentía algo por ella, y sumarle que ella era mi prima fue lo más excitante. Fue un beso largo…

-¿Cuál te gusto más? ¿El primero o este?-Me dijo luego de separarnos, mordiéndose el labio inferior.

-Pues mi favorito va a ser tu favorito-Le dije con una sonrisa.

-Ya, vamos a salirnos. Quiero pasar un rato contigo… Por cierto, besas bien-Me dijo ya fuera de la piscina.

-Sí que si- Dije en voz baja, para mí mismo.

Acordamos que, aprovechando que era sábado, podríamos salir en la noche. Mientras me bañaba no podía sacarme de la mente ese beso que nos habíamos dado, y trataba de imaginarme lo que seguiría. Una vez fuera de la ducha me fui a su cuarto, ella se estaba bañando aun, y yo la fui a esperar sentado en la orilla de su cama, Unos diez minutos después ella salió del baño…

-¿Qué haces aquí?-Me dijo sorprendida, escondida detrás de la puerta.

-Pues vine a esperarte-Le dije con una sonrisa.

-Me puedes dejar vestirme, ¿O es que vienes a verme desnuda?-Me dijo, poniéndome en una encrucijada.

Si respondía que la quería ver desnuda, podía cagarlo todo, y ya no habrían ni siquiera besos. Si me salía, me iba a perder de algo que en realidad quería ver y que, envalentonado por lo de la piscina, creía que tenía derecho a ver. Al final decidí no arriesgarme y le dije…

-Si no te sientes cómoda conmigo aquí, no tengo ningún problema en salirme, tu solo dime-Le dije

-Pues… No es que me moleste, es que de un beso a exhibirme ante ti…-La interrumpí

-Está bien, no digas más, salgo-Dije mientras salía de la habitación-Te espero en el frente-Le dije ya desde fuera del cuarto.

Unos 20 minutos después salió ella. Estaba hermosa, se había puesto un vestido gris que le cubría hasta poco más sobre las rodillas. Le quedaba ajustado, por lo que este remarcaba su culo y sus tetas. Su cara, pues ella es hermosa sin maquillaje, pero a pesar de eso se echó un poco de polvo en los cachetes. Salió y nuevamente nos perdimos uno en la mirada del otro. Se sentó junto a mí y nos besamos nuevamente…

-Oye, disculpas por lo de hace un rato, lo del cuarto, no quería hacerte sentir incomoda-Le dije

-No hay que disculparse, yo hubiese hecho lo mismo siendo tu-Me dijo dándome otro piquito-¿Vamos?

-Ya va, tenemos que esperar a que Selvir venga a buscarnos, yo no tengo licencia-Y era cierto, Selvir ya era mayor de edad, y ya tenía licencia de conducir. Yo aún tenía 17, me faltaban 4 meses para los 18.

Nos quedamos un rato sentados ahí, diciéndonos cosas bonitas hasta que llego Selvir en su camioneta, acompañado de su novia. Nos subimos y nos fuimos a un club, al ser el club de un amigo de Selvir, esto nos sirvió para impresionar a las muchachas…

-Jo… ¿Hay algo que no puedas hacer?-Me pregunto Valentina riendo

-Pues todo está en los contactos, todos, con la cantidad de dinero necesaria, se convierten en marionetas-Le dije, tratando de echármela

-Ya, que acuérdate que el contacto lo hice yo-Me dijo Selvir, en serbio.

-Pero déjame impresionarla-Le conteste igual en serbio

-Es tu prima…

-Carne de prima también se come-Le dije

-¿Que hablan? Pregunto la novia de Selvir

-Nada amor, es sobre quien va a pagar esta noche. Yo pago-Dijo el, por lo visto me quería hacer competencia en lo de impresionar a las muchachas.

La noche siguió, bailamos y tomamos; bueno tomaron, yo no tome casi nada. Eran ya las 4 de la mañana y Selvir me dijo que ya era hora de irse, estuve de acuerdo y me fui a buscar a las muchachas, que estaban en una terraza del club.

Ya en la camioneta le dije a Selvir…

-Llégate mañana a la casa, tengo que hablar de algo contigo-En serbio

-Que será, que será…-Dijo entre risas

-Ya veras, es algo bueno-Le dije cuando ya girábamos en la esquina de la calle de mi casa.

-Anda, te llamo mañana en cuanto me despierte-Me dijo el

-Ok, buenas noches… Y usa condón-Le dije, porque sabía que algo iba a hacer con su novia. Ambos se rieron y se fueron.

Entramos a la casa y ya todos estaban dormidos, incluida Vanesa, quien se había dormido en el sofá de la sala. Valentina y yo nos bañamos en los baños de nuestras habitaciones, antes de irme a dormir, fui a ver mi celular, que se estaba cargando, y ahí tenía un mensaje del teléfono de valentina:

“Ven a mi cuarto, te debo una”

Como un rayo llegue a su cuarto, ella estaba aún en la ducha, así que, sin decir nada, me senté a esperarla en el borde de su cama. Pocos minutos después oí que cerró el agua y me prepare…

-¿Estás ahí?-Me pregunto desde adentro

-Me pediste que viniera-Le dije

-Sí. Creo que te debo una por esta tarde-Dijo a la vez que salía del baño totalmente desnuda.

Ahí estaba ella, sin ninguna prenda de ropa, mostrándome sus tetas perfectamente redondas, separadas, sus piernas largas y gruesas, su cintura delgada, que de frente tenía un vientre plano, con un ombligo perfecto al medio. Estaba hipnotizado con semejante imagen…

-¿Te gusto?-Me pregunto, a la vez que se amasaba una de sus tetas.

-Por supuesto, ¿A quién no le gustarías?-Le dije mientras me ponía de pie para besarla-¿Vamos a…?-Le pregunte, pero queriendo siempre evitar la palabra coger, hacer el amor…

-Pues, me pones en una situación difícil…-La interrumpí

-Te comprendo, yo tampoco es que me sienta muy animado… Teniendo en cuenta la hora y lo cansado que estoy, además de que siempre he querido guardar mi primera vez para alguien especial. Y no digo que tú no lo seas, pero es que me siento raro. Cuando me besaste en la piscina, sentí algo que nunca había sentido, sentí una corriente que me recorría todo el cuerpo… No sé por qué, pero yo pienso que tú eres esa persona especial, y a pesar de que eres mi prima y que te conozco hace poco tiempo, creo que quiero compartir contigo ese momento especial.-La dije viéndola a los ojos.

No dijo nada, vino y se sentó a mi lado. Nos besamos igual que en la piscina, esta vez la sensación era muchísimo mayor, me acosté, y ella quedo sobre mí, tomo una de mis manos y la llevo hacia una de sus tetas la cual amase de la mejor manera que pude. En medio de eso ella se acostó totalmente sobre mí, y me hablo al oído…

-Tu solo dime cuando te sientas listo, aquí estaré para ti.

Levanto su cara y la puso al nivel de la mía, nos besamos nuevamente…

-¿Puedo dormir contigo hoy?-Le pregunte

-Cuando quieras, me visto y me meto a la cama contigo-Me dijo mientras se ponía de pie para vestirse.

Yo me quede tendido boca arriba en la cama, pensando en todo lo que había dicho, oído y visto hacía pocos momentos, y en lo que podría desembocar. Me transporte a otro mundo por unos instantes, un mundo donde estaba yo solo, pensando en mis cosas…

-Vamos, ven a dormir con tu primita-Me dijo tomándome de la mano.

Me fui como cual niño detrás de su madre a la cama. Nos acostamos y nos quedamos viendo el uno al otro, sin hablar, sin ningún tipo de comunicación. Solo se oía nuestra respiración, a la vez que mis manos se juntaban con las de ella bajo las sabanas. Así estuvimos hasta quedarnos dormidos.

Nos despertamos tarde, un poco después del mediodía. Primero me desperté yo, ella se había dormido sobre mi pecho. Le aparte el cabello de su caray ella se despertó, tan pronto como abrió los ojos me vio a mi…

-Buenos días princeso-Me dijo

-Buenos días princesa-Le dije con un piquito-¿Qué tal estuvo tu almohada?-Haciendo referencia a que durmió en mi pecho.

-Estuvo cómoda, considerando que latía…-Me dijo mientras se paraba para ir al baño.

Mientras ella orinada me recosté del marco de la puerta, quería verla…

-Mejor ve a arreglarte, a ver que le inventamos a nuestros papas para justificarles porque dormimos juntos…-Y ahí me puse nervioso, no se me ocurría ninguna justificación para eso…

-No te preocupes, yo hablo, ya vi que no se te ha activado la mente aun…

-Ok, gracias, princesa-Le dije nuevamente.

Me fui a mi cuarto, con mi ego en alto, con mi autoestima más alta que nunca, pero aun algo aturdido, por decirlo de alguna forma. Me asee, me arregle y cuando venía por el pasillo, me topé con ella…

-¿Qué les vas a decir?-Le pregunte

-Tranquilo, yo sé lo que les voy a decir

Llegamos a la cocina y estaba mi madre y mis tías preparando el almuerzo, yo la verdad es que estaba bastante nervioso sobre lo que les íbamos a decir, pero Valentina era la que iba a hablar, así que yo no tendría que improvisar nada…

-Buenos días mama, buenos días tía-Saludamos los dos, casi al unísono.

-Buenos días, ¿Cómo amanecen?-Nos preguntó mi mama

-Pues bien-Dijo Valentina.

-¿Se puede saber por qué ambos estaban durmiendo en la misma cama?-Pregunto mi tía. En ese momento me puse nervioso, me dolió el estómago y tuve un leve mareo.

-Nada, es que Dani y yo estuvimos hablando luego de llegar del club y se quedó dormido en mi cama. No lo quise despertar, así que lo arrope y me dormí con el-Dijo a la vez que jugaba con un mechón de su cabello.

-Ya… Está bien. ¿Van a comer o...?-Nos preguntó me madre

-Sí, claro

Yo no dije nada, solamente asentí con la cabeza.

La tarde paso rápido, Valentina y yo paseábamos por los jardines de la casa tomados de la mano. De seguro nuestros otros familiares lo habrían notado, pero en ese momento no nos importaba, en ese momento éramos ella y yo solos. Tras un buen rato caminando por ahí, decidimos sentarnos en un pequeño toldo que teníamos en el patio…

-Sabes, es muy bonito eso de que guardes tu virginidad para alguien que creas especial. Yo quería lo mismo, pero el imbécil que era mi novio en ese momento me insistió tanto que al final accedí, y no fue algo tan mágico como yo quería que fuese mi primera vez…-Me dijo viendo hacia el suelo

-Lamento oír eso… Puedo preguntar, ¿Cómo fue?-Le dije mientras la atraía hacia mi lado.

-Claro. Pues estábamos en una fiesta, de esas que organizan tus amigos en sus casas, en las que sobra alcohol y drogas. Yo tenía poco tiempo con él, y en realidad me gustaba, era muy lindo. Estábamos sentados y el empezó a meterme una mano por debajo del vestido, me apartaba mi tanga y trataba de meterme un dedo en mi chocho. Yo se la aparte y empezó a insistir en que quería hacerlo conmigo, yo le respondía que no, pero él seguía insistiendo, ya al final accedí. Nos fuimos de la fiesta hacia su casa, entramos e inmediatamente me puso de cara a la pared, me bajo la tanga y empezó a lamer mi chocho, luego de un rato, aun de pie, se bajó el pantalón y sin mediar palabra me clavo su pene hasta el fondo. Grite de dolor al sentir mi himen romperse, el siguió empujando hasta que acabo dentro de mí. Se salió y se fue al baño, yo me tire al piso a llorar. Sentía como su semen se escurría entre mis piernas, pero no podía hacer nada, había sido mi culpa ya que yo había accedido, y ahora me lamentaba. Él se fue al baño, cuando salió yo aún estaba en el piso, y únicamente se dignó a decirme si no me había gustado. Yo no le dije nada, me limite a ponerme de pie, acomodarme mi tanga e irme. Dos días después termine con el-Dijo finalizando su historia, voltee a verla y una lagrima bajaba por su mejilla.

La abrace y limpie dicha lágrima…

-Si me lo encontrase algún día, le parto la cara-Le dije mientras le daba un beso en la frente. Ella rio un poco.

-Lo grabas y lo montas en YouTube-Dijo con una sonrisa-¿Y como esperas que sea tu primera vez?

-Pues la verdad es que no sé cómo decirlo sin sonar afeminado… Quiero que sea algo especial, algo que pueda recordar y no sentir nada malo, algo que tanto yo como quien lo haga conmigo lo disfrutemos. Que en verdad nos volvamos uno, que no sea una de esas bastedades que se ven por el internet, que casi que el hombre le cae a patadas a la mujer… Y por supuesto, quiero que sea con alguien especial-Le dije mientras volteaba a verla.

-No te preocupes por hablar así, a las mujeres nos gusta. Ese miedo de los hombres a sonar afeminados es con otros hombres, nosotras las mujeres nos sentimos encantadas cuando encontramos un muchacho así-Me dijo mientras tomaba mi mano y metía sus dedos entre los míos y se acercaba a mí para besarme.

-Quiero pedirle algo-Le dije nervioso

-Dime

-Quisiera que tú fueses esa persona especial. Estos últimos días te has vuelto muy importante para mí, el estar contigo me hace sentir feliz, bien. No se cómo va a ser cuando vuelvas a Rumania, pero me gustaría pasar contigo la mayor cantidad de tiempo posible. Tú me haces sentir especial, nunca nadie me había hecho sentir así, eso de anoche, mas allá de lo bonito que es tu cuerpo, me gusto por que eras tú, esa que no me busca defectos, esa en quien confío, esa que en realidad parece quererme. No me importa que seamos primos, quiero pasar ese tiempo especial contigo, y si eso significa que si nos descubren me rechazaran en la familia, lo asumo y me hago responsable-Termine viéndola a los ojos.

No dijo nada, se acercó a besarme otra vez. Nuestras lenguas jugaban una con la otra, nuestras manos se encontraban, nuestra respiración se hacía más intensa, nuestros corazones latían más rápido…

-¿Y cuando quieres que sea ese momento especial?-Me pregunto a escasos centímetros de mi cara.

-Lo antes posible-Le respondí, mientras volvía a besarla.

-Vamos adentro-Me dijo.

Mientras íbamos camino a la casa, llame a Selvir para que no fuera, le dijera que iba a salir. Una vez adentro nos dimos cuenta de que no estábamos solos, Vanesa y mi madre estaban en la cocina…

-¿Quieres que sea mágico o solo experimentarlo?-Me pregunto ya en su habitación.

-Quiero que sea mágico-Le respondí, sentado al borde de su cama.

-Está bien, voy a preguntarles si planean salir pronto.

Ella salió del cuarto y nuevamente me puse a pensar, el cerebro me trabajaba a mil, me sentía emocionado, exaltado, temblaba de la emoción. Me preguntaba a mí mismo si esto sería verdad o solo un sueño, trataba de imaginarme lo que ocurriría más tarde ese día, que debía hacer, que no debía hacer, que sentiría… Miles de pensamientos invadían mi mente. Me recosté en la cama, seguía pensando, ¿debía usar condón?, ¿podría penetrarla por el culo?, ¿podía darle esas nalgadas que se dan en los videos porno?... En eso entro ella…

-Dicen que en unos 20 minutos van a salir al centro, que si queremos, vayamos.-Me dijo mordiéndose el labio inferior.

-Nosotros nos quedamos, ¿correcto?

-Por supuesto-Me respondió.

Nos acostamos en su cama, tal cual como la noche anterior, a vernos las caras, tomados de las manos, sin hablar. Así estuvimos poco más de 20 minutos, cuando sonó mi teléfono, era mi mama…

-Hijo-Me dijo

-Dime

-Vanesa y yo vamos a salir al centro. Quedan tú y Valentina solos en la casa. Estén pendientes de cualquier ruido raro…

-Ok, ok, si…-La apuraba

-Bueno, adiós. Me llamas si pasa algo.

-Ok, chao-Colgué, mientras volteaba hacia Valentina.

-Estamos solos-Le dije sonriendo.

Ella se puso de pie y me dijo que primero me bañaría con ella. Nos desvestimos, dejándome ver nuevamente su cuerpo desnudo, y yo dejándola ver a ella mi pene, de unos 20 cm de largo por 10 de grosor (Sin exagerar, desde los 12 años practicaba semanalmente esos ejercicios de ensanchamiento del pene) totalmente erecto. Nos metimos bajo el agua de la regadera, tomamos cada uno un jabón y nos enjabonamos el uno al otro. Ella estaba caliente, empecé enjabonándole la espalda, bajando hasta sus glúteos y enjabonando entre estos. Baje por sus piernas, quedando mi cara frente a su raja, la cual estaba totalmente depilada y estaba cerrada, únicamente sobresalía una línea de sus labios vaginales, que terminaban en su clítoris, sabía que era ahí donde debía atacar cuando fuese el momento. Seguí subiendo por sus caderas y cintura hasta llegar a sus tetas, me detuve un momento para verlas; esos pezones estirados, como se veían algunas venas por debajo de la piel. Una vez termine ahí, la vi a la cara y nos besamos. Cuando nos terminamos de bañar y nos secamos ella me dijo que fuésemos directo a la cama, y ahí empezamos.

Me senté en la cama y ella quedo de pie frente a mí, me dijo que ella era mía, y que podía tocar todo lo que quisiera. Empecé por sus tetas, las amase y las chupe como una cría de ganado, oía su respiración agitada, y algún que otro gemido. Cuando me despegue estaban casi todas cubiertas de saliva, entonces le pedí que se acostara boca abajo, tan pronto como lo hizo hundí mi cara entre sus nalgas. Yo me imaginaba que tendría un sabor entre salado y agrio, pero la verdad es que no sabía a nada, y olía rico, olía a jabón.

Lamia su culo como si mi vida dependiese de ello, con cada lamida su huequito parecía relajarse más y más, al punto que pude meter una parte de mi lengua dentro de ella. Luego de unos 5 minutos así, ella se dio la vuelta y se puso de pie y camino hacia mí. Se pegó a mi cuerpo, haciendo que mi pene quedase por debajo de su vagina, siendo impregnado por su calor y por los fluidos que esta soltaba. Me beso y me hablo al oído…

-¿Te está gustando?-Me pregunto

-Sí, claro que si-Le dije mientras me ponía cara a cara con ella para plantarle un beso.

-Y lo que viene es más intenso… Te va a gustar más-Me dijo separándose de mi-Acuéstate boca arriba.

Sin mediar palabra lo hice, una vez acostado ella empezó a hacerme una mamada de esas que solo te imaginas que existen en los videos porno. Engullía mi pene casi que hasta la base, daba algunas arcadas y luego lo sacaba, impregnado de saliva espesa. Hizo eso unas pocas veces más y se sentó sobre mí pene, pero sin penetrarla aun, mi pene quedo con dirección a mi cara, como caído sobre mi abdomen, y ella sentada sobre el…

-¿Estás listo?-Me pregunto.

-Tome la decisión hace un tiempo, y no voy a echarme atrás ahorita… Sí, estoy listo-Le dije con una sonrisa.

-Bien… Quiero agradecerte que me hayas elegido a mí para compartir este momento tan especial para ti-Me dijo mientras se inclinaba un poco para darme un beso, yo únicamente le devolví una sonrisa.-Bueno, aquí voy…

Se levantó un poco y yo bombee algo de sangre hacia mi pene para que se levantara, ella lo tomo con sus manos y lo guio hasta la entrada de su vagina. Poco a poco empezó a bajar, sin quitarnos la mirada el uno al otro, hasta que llego a la base. Ahí se inclinó al frente y empezó a mover sus caderas de arriba hacia abajo. Estábamos cara a cara, pero ninguno decía nada, ninguno gemía, únicamente se oían nuestras respiraciones agitadas y los sonidos del choque de nuestros cuerpos. Desde ahí podía ver por qué me gustaba, tenía esa cara hermosa frente a mí, un par de tetas que se frotaban contra mi pecho, y una vista que me permitía ver como entraba y salía mi pene de dentro de ella. Estuvimos unos minutos así, luego ella se puso boca abajo y me dijo que la penetrara en esa posición, y así lo hice. Como pude logre meter mi pene en su vagina y empecé a empujar. Sabía que no aguantaría mucho, le pregunte si podía acabar dentro y ella me respondió que podía acabar donde quisiera. Tras 5 minutos en esa posición, dispare 7 chorros de semen a lo más hondo de su vagina… Me desplome sobre ella sin sacar aun mi pene…

-Te amo-Me dijo ella

-Y yo a ti… Lo vamos a repetir, ¿no?-Le dije

-Por supuesto, las veces que sea necesario, dijo mientras volteaba su cara con una sonrisa.

Así estuvimos hasta que mi pene volvió a su tamaño normal. Ella se puso de pie, y me excito el ver mi semen corriendo por esas piernas perfectas, algunos hilos aun colgaban de sus labios vaginales, y al verlos me sentí como el ser más afortunado del mundo. Me quede acostado en la cama, viendo como ella se ponía una tanga negra, de esas que tienen la parte trasera tan delgada que se guarda entre las nalgas… Con los dedos se limpió los restos que corrían por sus piernas y ve vino a acostar nuevamente conmigo…

-Dime, ¿Te gusto?-Me pregunto ella

-Por supuesto-Le dije dándole un beso

-Pues ahora es que nos queda tiempo, ya para la próxima vez te enseñare algunas cosas nuevas-Dijo mientras tomaba mi mano-Y por cierto, quiero agradecerte de verdad porque me hayas elegido a mí para esto. No quiero que nadie tenga una primera vez tan mala como la mía. Pero más allá de eso, lo hice porque de verdad te quiero, le primera vez que te vi me enamoraste… Me gustaste desde siempre, y creo que es bonito que ambos hayamos querido esto. Me alegra saber que tú no eres de esos que piensan que irán al infierno por hacer el amor con un primo. Pienso que tú y yo podríamos hacer cosas bonitas de ahora en adelante…-Me dijo. Yo únicamente le solté una sonrisa y la bese.

Le puse el seguro a la puerta y pasamos el resto del día encerrados ahí, hablando de cualquier cosa, como si nada hubiese pasado. Ya al anochecer, como ninguno de nuestros familiares habían llegado, nos metimos juntos en el jacuzzi que tiene mi madre en su cuarto. Lo llenamos de agua tibia y estuvimos un buen rato ahí los dos, ella sentada en mis piernas, con mis brazos rodeándola desde atrás, mi pene erecto entre sus dos nalgas, hablando ahora de lo que habíamos hecho minutos atrás, y de lo que podríamos hacer luego.

Luego de un rato decidimos salirnos, me fui a mi cuarto a arreglarme. Ella y yo nos fuimos a ver televisión, media hora después llegaron mi mama y Vanesa…

-Hola muchachos, ¿Qué hicieron?-Nos dijo mi mama

-Nada en especial, solo ver algunas películas-Le dijo Valentina-¿Y ustedes?

-Pues compramos algunas cosas, ropa y zapatos-Respondió Vanesa.

Se fueron a la cocina, sin imaginarse lo que Valentina y yo habíamos hecho dos horas antes. Esa noche Valentina y yo volvimos a dormir juntos, pero desnudos esta vez; el roce de mi cuerpo con el suyo, sentir sus manos tocándome, sentir su aliento tan cerca de mí me excitaron nuevamente. Eran las 3 de la mañana y aun estábamos despiertos…

-Hiciste que se me parara-Le dije mientras empujaba mi pelvis hacia adelanta, haciendo que mi pene chocara con su vagina.

-¿Y cómo podemos solucionar eso?-Me dijo con una sonrisa.

Inmediatamente se metió bajo las sabanas, a repetir una mamada similar a la de esa misma tarde. Tras varios minutos así, me dijo que era mi turno, ella se acostó boca arribe y abrió las piernas, ofreciéndome su rajita como bocadillo de madrugada. Yo sabía más o menos lo que tenía que hacer, había visto cientos de videos porno, había leído cientos de relatos y libros, sabía que debía atacar a ese pequeño botón llamado clítoris. Me dedique a hacer círculos alrededor de él, y de vez en cuando, introducir mi lengua lo más profundo posible a través de su apertura vaginal. Más de una vez tuvo que hundir su cara en la almohada para suprimir sus gemidos. Tras varios minutos sentí que ella empezaba a temblar, sus piernas se cerraron violentamente, dejándome atrapado entre ellas, su vagina empezó a tener contracciones, a la vez que un manantial de líquidos bajaba desde su útero hacia mi boca, trague todo, el morbo no me dejo pensar en nada. Una vez ella se repuso y me dejo salir, me pidió que la penetrara, que no aguantaba más. La puse boca abajo y repetí la misma posición que le noche anterior, me recosté sobre ella y empecé a empujar.

Tras varios minutos, acabe dentro de ella, 5 chorros llegaron a lo más profundo de su ser, llenándola como a un Twinkie. Me salí de ella y me recosté en sus piernas, a observar como salía mi semen de su vagina, veía como corría mi semen mezclado con sus jugos vaginales a lo largo de su rajita. Tras un rato así, me incorpore al lado de ella y me di cuenta de que se había dormido, hice lo mismo, no sin antes darle un beso en la frente.

Me desperté a eso de las 11 de la mañana, lo primero que vi al abrir mis ojos fue su cara sonriente…

-Buenos días-Me dijo con un beso.

-Buenos días-Dije sonriendo-¿Hace cuánto estas despierta?

-Unos diez minutos… Pero te ves lindo cuando duermes

-Sí, lo sé. Aunque nunca me la habían dicho-Le dije mientras rodaba un poco en la cama, para quedar a su lado-Hoy no tenemos justificación para haber dormido juntos.

-No te preocupes por eso, yo ya me hice cargo-Me dijo antes de darme un beso e irse al baño.

Tal como la mañana anterior, la seguí para verla mientras orinaba…

-Lo de anoche… ¿Te gusto?-Me pregunto ella

-Sí, ¿por qué no?-Le dije algo extrañado

-Pensé que considerarías egoísta de mi parte el haberme dormido. Lo que pasa es que cuando tenemos un orgasmo tan fuerte, las mujeres terminamos muy cansadas-Me dijo mientras se ponía de pie y caminaba hacia la habitación, pasando por mi lado.

-Ya, no te preocupes por eso-Le dije mientras la tomaba por atrás, rodeándola con mis brazos-Sabes que eres importante para mí.

-Lo se… Lo sé-Dijo mientras se volteaba para besarme-Ahorita no podemos hacer nada, de seguro que se preguntaran porque aún no hemos salido.

Así que me senté en la cama a ver como se vestía. Me gustaba verla ponerse sus tangas y sostenes. Una vez estuvo arreglada, salí yo hacia mi cuarto. Me arregle igual y me encamine hacia la cocina, estaba todo en normalidad, parecía que nadie se había percatado de que había dormido con Valentina otra vez, es más, de que no había dormido en mi habitación…

-Buenos días a todos-Les dije

-Buenos días-Me dijeron.

Me fui a sentar en la mesa, toda la familia estaba ahí, mis tíos, mis otros primos, mis padres, mi hermano, todos. Desayunamos y me fui al frente de la casa con Valentina y Vanesa…

-Ahora me pregunto, ¿Por qué no dijeron nada?-Le pregunte a Valentina en voz baja, como para que Vanesa no escuchara.

-No te preocupes, yo sé lo que hacen ustedes dos-Dijo Vanesa sin voltear a vernos.

-¿Qué qué? Pero como…-Me interrumpió Valentina

-Yo le dije a ella mis intenciones desde un principio, aun sin saber de las tuyas. Cuando me di cuenta de que tu querías lo que yo también, pensé que no lo íbamos a poder mantener en secreto, necesitábamos a alguien que nos cubriera las espaldas, y ahí esta-Dijo al señalar a Vanesa.

-¿Y cómo nos cubrió las espaldas anoche?-Pregunte

-Pues fácil, cerré mi cuarto con llave y me fui a dormir al tuyo, me cubrí lo más posible y creyeron que yo era tu-Dijo Vanesa sonriendo

-¿Y por qué lo haces?-Le pregunte aún más extrañado

-Porque quiero algo a cambio… Valentina me dijo ayer que aprendías rápido.

-Ya… Coño, coño, coño… Necesito un rato a solas para pensar-Dije mientras me ponía de pie y me dirigía hacia mi cuarto.

Una vez allí, me senté en el borde de la cama y empecé a procesar todo lo que me había pasado en los últimos 4 días; la piscina, la noche en el club, lo que habíamos hablado, lo que había visto y hecho, cuando lo hacíamos. Nada encajaba, nunca había visto a Vanesa cerca durante mis manoseos con Valentina, nunca las oí hablar de eso, a pesar de que Valentina y yo pasábamos la mayor parte del día juntos. Tras 15 minutos de tratar de darle sentido a las cosas alguien toco mi puerta…

-Adelante-Dije sin voltear a ver quién era.

-Oye, quiero hablar contigo-Me dijo Vanesa. Yo le asentí con la cabeza y le señale la silla de mi computadora para que se sentara-Gracias. Te quiero pedir que por favor no te molestes conmigo porque se sobre lo tuyo con Valentina. Te juro que no se lo diré a nadie. También te quiero pedir que no te enojes con ella, con todo lo que hemos hablado ella y yo, me he dado de que tú eres muy importante para ella. Ella habla maravillas de ti, y no solo en lo sexual, sino también como persona. Quizás sea cierto que no he pasado tanto tiempo contigo como lo ha hecho ella, pero de verdad me gustaría. Si quieres cogerme o no, no es importante, porque ninguna de nosotras dos te vemos como un juguete sexual; te vemos como a un primo, un primo que puede hacer con sus primas los que otros no pueden. A mí, al igual que ella, no me importa eso que dicen de que por ser primos no puede haber nada entre nosotros. Lo que tienen tú y ella no es nada malo, no perjudica a nadie, eso es amor, ustedes hacen el amor. Valentina ha pasado por muy malos ratos con los hombres, de seguro te conto cuan traumática fue su primera vez, lamentablemente, todos los novios que ha tenido han sido la misma clase de cerdos que el que la desvirgo. Ahora que te encontró a ti, tú te has convertido en su rey, en su sol, y de verdad es bueno, porque por primera vez ella tiene a alguien bueno a su lado. Te quiero pedir, por favor, que no dejes de hacer lo que haces con ella solo porque yo lo sé, te juro que no le diré a nadie, yo solo quiero ver a mi hermana feliz.

-Me la pones difícil. Quiero estar con ella, pero ahora que somos tres quienes lo sabemos, no es lo mismo. Ahora me siento un poco más limitado, por decirlo de alguna manera-Le dije, ella se puso de pie y se sentó a mi lado.

-Comprendo lo que dices, y ciertamente ambos estamos en posiciones muy distintas. Te voy a pedir algo, y espero que no te lo tomes a mal, ¿OK?-Me dijo ella

-Pues depende de que sea ese algo.

-Ponernos los 3 al mismo nivel, en la misma posición. Para que nadie pueda delatar a nadie, y que pueda haber más confianza entre nosotros. ¿Te parece bien?-Me pregunto, yo ya sabía a lo que se refería, aunque aún me sentía algo inseguro.

-Sí, me parece bien…

Enseguida se puso de pie y saco una de sus tetas por encima del top que llevaba puesto. Estas eran algo más grandes que las de Valentina, aunque con pezones más pequeños. Yo me quede mirándolas por un momento…

-Vamos, ¿qué esperas? Son todas tuyas, me dijo mientras se sacaba la otra y me las ponía frente a mi cara.

Las empecé a lamer como a una chupeta o un helado, para luego empezar a chuparlas como un tetero, sus pezones, a pesar de pequeños, eran gruesos, por lo que los chupaba con fuerza y jugaba con ellos con mi lengua. Ella lanzaba pequeños grititos, tanto de placer como de dolor. Se llevó una de sus manos a su falda, veía que hacia movimientos bruscos allá abajo, y que se le iban las piernas por el placer. Me separe de sus tetas y me arrodille, le baje su tanga pude ver que su rajita estaba húmeda, me apresure a darle un lengüetazo cuando ella estaba aún de pie, se estremeció.

Me puse de pie y la tome por su cintura, la bese a la vez que la iba empujando hacia la cama. Se acostó boca arriba, y yo sobre ella, besándonos. Mi mano bajo por su vientre, hasta meterse bajo su falda, sentí calor y humedad, inmediatamente busque su clítoris con mi dedo índice y cuando lo encontré empecé a hacer círculos sobre él y a frotarlo, no dejaba de besarla para que sus gemidos no fuesen tan fuertes. Separamos nuestras bocas y dimos una vuelta, quedando ella sobre mí. Metió su mano bajo mi pantalón y tomo mi pene…

-Esta grandecito-Me dijo antes de morderme suavemente mi labio inferior.

-Creí que Valentina te lo habría dicho

-Sí, pero no le creí. Ahora que lo tengo en mis manos, le creo… Y también creo que tú y yo vamos a pasar un buen rato…

-Pues vamos…

En eso ella bajo de la cama y me desabrocho el pantalón, sacando mi pene de ahí…

-Sí que es grande…-Dijo mientras lo engullía en su boca.

Vanesa era más delicada que Valentina, Valentina solo lo engullía completamente hasta su garganta, lo cual era bastante placentero, pero Vanesa jugaba con el, jugaba con su lengua, aunque también hacia lo que Valentina. Lo más excitante de todo era que Vanesa siempre tuvo si mirada fija en mis ojos, eso me ponía a mil. Tras pocos minutos, sin querer, acabe en su boca, no pude aguantarlo. Ella lo trago todo, y me limpio con su lengua, a pesar de esto, quise devolverle el favor, por lo que volvimos a dar media vuelta y quede sobre ella. Baje entre sus tetas hasta su falda, no se la quise bajar, iba a comerle su rajita como si no hubiese mañana, y me pareció que sería más excitante si le dejaba la falda. Empecé a lamer y a clavar mi lengua en sus profundidades, se vino al cabo de pocos minutos, un mar de jugos bajaron desde su cérvix directamente a chocar con mi lengua, la cual sentía todas y cada una de las contracciones de su vagina.

Quedo exhausta en la cama, yo me acomode al pantalón y me acosté junto a ella, que aún tenía sus tetas desnudas, y de su vagina aun fluía un pequeño hilo de sus jugos, los cuales sentía ya que tenía mi mano acariciándosela aun. Ella se volteo hacia mí y me beso…

-¿Estamos al mismo nivel ahora?-Me dijo ella

-Creo que si… Aunque aún quisiera hacer otras coas contigo.

-Ya tendremos tiempo, por ahora debemos salir, no quiero que sospechen de ti y de mi ahora…-Dijo mientras se paraba y se acomodaba su top, cubriendo sus hermosas tetas, para luego agacharse a recoger su tanguita, la cual se puso de una manera muy sensual…


link: www.redtube.com/player/?id=439513[/url]

6 comentarios - Conociendo a las primas

skorp__93_
estuvo bueno tu relato , ya quisiera q mis primas hicieran lo mismo conmigo 🙎‍♂️
icnajrol
me pasa algo con mi prima pasa por mis post

http://www.poringa.net/posts/imagenes/2501340/El-anal-con-mi-prima-lo-prometido-es-deuda.html?notification#last