Perdonen por la tardanza pero eh aquí la segunda parte !!
-‘‘¿Sabes?, recuerdo cómo me mirabas con superioridad frente a tu Marido, ..cómo si todos los demás fuéramos basura, cómo si todos valiéramos menos, pues mira ahora cómo te miro yo, ¡Je, je!.. Con mi verga incrustada en el hocico, ..miles de noches soñé con esto, tenerte toda para mí, a la hora que se me ocurra encularte ¡Je, je!..’’
Pasaba su verga de una mejilla a la otra por dentro, estirandoselas al máximo, se lo sacaba y la cacheteaba nuevamente embarrando aún más el rostro de mi hermosa Mami. Así estuvo un buen rato.
-‘‘Ven, levántate... quítate las bragas, quiero verte la chocha...’’
Mi Madre con tal de descansar su boca sin ningún tipo de reclamo se puso de pie, con algo de llanto en los ojos volvió a ver la foto de mi Padre que yacía en la cama. Sabía que esa única prenda era la que la separaba de estar totalmente expuesta ante ese cerdo, todavía no entendía cómo su vida después de ser casi perfecta había dado un cambio drástico en su vida, tanto que ahora en estos momentos estaba a punto de despojarse de la última barrera de su pudor. Sin embargo, justo en ese momento algo dentro de su cabeza le dijo que si lo dejaba continuar y despojarla de aquella última línea de defensa con que cubría su intimidad estaría totalmente perdida ante sus avances y que él no se detendría ya de manera alguna hasta no haber conseguido poseerla sobre la misma cama en que noche a noche dormía con su Esposo. Por lo que en un último intento por salvar lo que aún quedara de su maltrecha dignidad lo volteó a ver en busca de clemencia, pero al no encontrar más que desesperación por su chantajista optó por hacerlo. Con una pequeña lagrima corriendo por su mejilla se tomó los costados de su pantaleta y la deslizó por su cadera hasta sus tobillos, esa fina prenda de lencería se hizo churrito al ir bajando por sus definidos muslos, hasta terminar hechos bola sobre sus delicados pies.
-‘‘Dámelas que las quiero oler...’’
Con cierto pudor ella misma las juntó del piso para dárselas al desgraciado. Este agarró las pantaletas de mi Mamá buscando la gasita delantera, las empezó a oler y a lamer cómo un auténtico pervertido. Yo estaba muy sorprendido, jamás había visto a un tipo hacer eso, con asco veía cómo el cerdo las lengüeteaba y las olfateaba cómo un perro hace con la vagina de su perra antes del apareamiento.
-‘‘¡Mmmhh!! huelen delicioso, traes el chocho perfumado, ya sabias que iba a venir ¿verdad? ¡Je, je, je!..’’ El tipo se burlaba con ese maldito sarcasmo que no le quedaba en absoluto.
Se canso de lamerlas, y si creía que le tipo no podía sorprenderme aún más estaba equivocado. Las agarró y se las colocó de sombrero encima de su calvicie sudorosa. El desgraciado yacía con las pantaletas de mi Madre sobre su cabeza, aumentando aún más la humillación hacia ella.
-‘‘¡Ven!, vamos a la cama ..es la hora de montarte ’’.
Mi Madre sabía lo que le venía, había llegado la hora a la tenía que entregársele a este vil y manipulador sujeto para evitar separarnos. El desgraciado de Fernando no complacido por traicionar la confianza que mi Padre antes de morir le depositó, todavía pensaba montarla en la cama principal de la casa, en el recinto matrimonial dónde mi Padre le hacía el amor tan apasionadamente.
Con su mano áspera y gorda agarró una de las nalgas de Mamá obligándola a caminar hacía la cama, la imagen era grotesca, se miraba cómo un corderito antes del sacrificio, ella caminaba con su rostro hacía el suelo, su dignidad estaba siendo pisoteada, se iba a sacrificar por su pequeño hijo. Ella totalmente ajena de si caminaba sintiendo cómo la mano de Fernando se aferraba a una de sus carnes, fue ahí cuando ella de pie pude observar por primera vez su cuerpo completamente desnudo, su chochito lo tenía con algo de vello, su mata era rojiza cómo su color natural de cabello, se encontraba algo descuidada ya que desde que murió mi Padre lo descuido un poco, sus caderas eran grandes hacían que su chochito se miraba pequeño, tenía las rodillas coloradas de tanto rato estar chupando, su cabello se encontraba alborotado de tantos jalones que le dio ese infeliz para meterle ese falo.
-‘‘¡Recuéstate y abre la piernas! ..quiero probar ese chochito primero que huele delicioso ’’.
El asqueroso sujeto se quitó la camisa mostrando su enorme barriga y su pelo en pecho que era abundante, el infeliz aborigen hasta en la espalda mostraba vello, era cómo un chango, cómo uno de esos seres que han aparecido sus huesos en innumerables cuevas, a lo que no paso desapercibido por Mamá que se le quedó viendo al torso.
-‘‘¡Qué, nunca habías visto a un verdadero macho con pelo en pecho!! ’’.
Y era cierto, ya que mi Padre no era velludo, tenía un torso limpio y bronceado libre de vello alguno, en su rostro era completamente lampiño, casi nunca se hacía la rasura. Sus pelos eran negros y risados, ocupando casi todo el espacio de su piel. Diciendo esto tomó un cepillo con el cuál mi Madre pasaba rato cepillando su abundante cabellera, y empezó a peinarse los pelos del pecho, bajó y se peino los de su verga con todo y huevos, mi Madre se quedó viendo cómo su cepillo era llenado de pelos púbicos de este desgraciado chango.
-‘‘Así se ven más bonitos ¿verdad? ¡Je, je, je!..’’
Después de hacer ese repugnante acto, le enseñó el cepillo a Mamá lleno de esos pelos que se había arrancado de sus huevos y de su pelvis…
-‘‘Ahí lo voy a dejar para cuando te peines te acuerdes de mi ¡Je, je, je!..’’
Se colocó de rodillas para jalar a Mamá de las piernas hasta la orilla de la cama, y levantó sus piernas colocándoselas sobre sus hombros. En esta posición la vagina de Mamá quedaba totalmente expuesta ante las intenciones de ese desgraciado, lo que el infeliz rápidamente observó chupándose los labios con la lengua.
-‘‘Haber Móniquita que tenemos aquí, tu tampoco estás lampiña de aquí abajo ¡Je, je, je!.. Tendrás que arreglar esta cosita Ehhh… ahora que yo voy a ser tu dueño la quiero limpiecita, quiero que te dejes la chocha cómo la de una niña, te daré dinero para que te quites todo el vello de tu cuerpo ’’.
El desgraciado panzón le hablaba a mi Mami cómo si ella ya fuera una de sus pertenencias, la pobre humillada y asustada cómo se encontraba sólo atinó a mover la cabeza, sabía que eso sólo era el inicio de su largo calvario. Sin más preámbulos se centró en el chochito de mi Madre, que con sus torpes y sucios dedos abrió sacando sus labios rosados de su conchita. Ella tomó aire, se recostó sobre la cama y cerró los ojos, era el momento de sacrificarse para no perder a su hijo.
Fernando cómo un cerdo por la comida se dirigió hacia esa delicada parte. Con un dedo trataba de estimular su clítoris, empezó a meter su lengua áspera entre esos labios rosados y perfumados, mi Mamá sentía cómo cada lamida se convertía en un latigazo sobre su zona intima, la cuál sólo mi Padre había explorado. Ella estaba ofuscada, jamás se hubiese imaginado ser capaz de semejante comportamiento, el tipo no sólo utilizaba un lenguaje cada vez más soez y vulgar, si no que estaba haciendo cosas que ella pocas veces le había permitido a mi Padre, jamás se hubiera imaginado estar así, con sus piernas abiertas y estar entregándose así al Contador de la Empresa de su difunto Esposo.
‘‘¡CHOMPSS!!, ¡CHOCKSSS!!, ¡CHOMPSS!!, ¡CHOCKSSS!!’’ Se podían escuchar por toda la habitación los lametones que le pegaba el cerdo de Fernando en el chochito a Mamá cómo si estuviese degustando un manjar, con tanto chupeteo el cuerpo de mi Madre empezó a reaccionar en contra de su voluntad, su rostro se puso colorado y sus ojos se volteaban poniéndose completamente en blanco, su rectitud y principios eran unos contra su ardiente cuerpo que era el otro. Ella sin poder evitarlo sus caderas se fueron moviendo al compás de cada lamida, sin que ella lo entendiera le estaba suplicando que la poseyera, que la instruyera en el amor oral.
Unos días antes si alguien le hubiese insinuado algo de aquello habría huido aterrorizada, en cambio ahora… Ahora se retorcía, gemía cómo una gata en celo buscando las caricias y los roces de Fernando. Sus caderas, su trasero se movían buscando con ansia encontrarse con alguna parte del cuerpo de su amante, no importaba cuál con tal que la ayudara a estimular su cada vez más encendido botoncito.
Fernando queriendo prolongar más su agonía se separó de ese manjar para decirle:
-‘‘¡Mmmhh! ... Que rica miel, ..¿te viniste verdad maldita Zorra? Sabía que debajo de esa imagen santurrona y altiva había una Puta insaciable ¡Je, je!..’’
El desgraciado cerdo sonreía cuando sus ojos se centraban sobre esa raja brillosa e hinchada, hambrienta de roses o caricias, él sabía muy bien que ya la había doblegado, pero la quería ver rogar, se detenía de vez en cuando para oírla suplicar por un nuevo contacto, un nuevo roce que la acercara un poco más al orgasmo. Pero aún era pronto muy pronto, quedaba mucha tarde…
El desgraciado la miraba complacido, el peludito chochito de mi Mami se movía levemente describiendo pequeños círculos invitándolo a comérselo. Los labios de ese malnacido brillaban por los abundantes jugos que exudaba en su vagina. El túnel del amor se preparaba para una penetración que no llegaría, no por ahora. Claro que la penetración es una más de las múltiples maneras cómo una mujer puede llegar al orgasmo…
Mamá ya empezaba a gemir levemente, su calentura aumentaba exponencial mente con cada demora de las atenciones de ese desgraciado. Deseaba llegar al orgasmo cada vez con más ansia. El fuego de su interior no atendía ya a ningún tipo de razón muy a su pesar comenzó a suplicar…
-‘‘¡Oh por favor!, ..no. Te lo suplico ’’.
-‘‘¿No qué, Mónica?, ..¿quieres que me detenga?. ¡Pero si tienes la chocha convertida en caldo!, ..anda, abre tus piernitas y no te muevas si no quieres que te deje así toda caliente ’’.
Mamá obedeció al instante separando sus piernas al máximo ayudándose con sus manos para conseguirlo. Así con sus manos asiendo sus tobillos expuso obscenamente su sexo. Los labios mayores ligeramente entreabiertos dejaron vislumbrar el fuego que latía en el interior de su caldera. Fernando, goloso, se apresuró a saborear los jugos que manaban a través de ellos arrancando nuevos gemidos desesperados de la garganta de su presa. Con delicadeza fue pasando su traviesa lengua por el interior de sus muslos acercándose cada vez más al centro del placer. Por fin llegó a las inmediaciones de la vulva, recorrió incansable toda la superficie de sus labios mayores procurando evitar su interior, y rozar de algún modo el exaltado clítoris. Mamá deseaba de aquella lengua en su interior se sentía tentada a tomar la cabeza de su chantajista para obligarlo a hacerlo, sin embargo sus principios cómo buena Esposa y viuda de mi Padre le decía que no debía hacerlo.
-‘‘¡Ooohhhh!!! ¡PARA POR DIOSSS!!! ..’’
Cuando por un instante sus ojos se encontraron con los de Fernando supo que no se equivocaba; debía aguantar sumisa las atenciones de su entrepierna por mucho que la torturaran.
Fernando seguía lamiendo con asombrosa parsimonia aquel chorreante chochete. Buscaba con la mirada los angustiados ojos de Mamá, que embriagados por el lento quehacer de su chantajista no paraban de moverse. El cochino panzón con fría determinación calculaba el siguiente lametón, una precisa caricia que la hiciera agonizar, que la obligara a demandar más placer pero evitando su clímax. Sus manos no se estaban quietas y seguían amasando, pellizcando los pechos y el vientre de mi Madre, distrayéndola momentáneamente de las atenciones que recibía en su pelvis. El desencajado rostro de Mamá evidenciaba la pericia de su captor, la dulce tortura parecía prolongarse eternamente y apenas se había acercado a sorber los abundantes jugos que ahora manaban de su cuevita cómo si de un cálido manantial se tratara… Un sólo lametón más y llegaría el ansiado orgasmo, una sola caricia, un tenue roce y su cuerpo estallaría envuelto en las continuas oleadas de placer eléctrico que la sacudirían sin remedio al estimular su clítoris…
Mi Madre estaba al filo del orgasmo, un rápido chupetón, un tímido beso… la agitada respiración, el pulso acelerado, los guturales sonidos animales, la intensa tensión de los forzados músculos todo indicaba que el clímax no tardaría en llegar. Por eso Fernando no se detuvo. Un simple soplido sobre su empapado chocho hizo que mi Mami estallara en un incontrolable orgasmo, su cuerpo se tensó por completo y una serie de pequeños temblores la invadieron por completo. El desgraciado lo había logrado, había hecho derramar a mi Madre con el simple rose de su lengua.
Fernando probó por primera vez ese néctar sagrado que sólo mi Madre producía, ella humillada aún más no entendía cómo su cuerpo había respondido tan rápido a esas caricias, este desgraciado le había sacado el primer orgasmo a mi Madre tan sólo con la lengua. Ella quedó bañada en sudor, respirando agitadamente, había disfrutado de un delicioso orgasmos que desde hace mucho no había sentido.
-‘‘¿Te gustó Móniquita?, ..apuesto que si ¡Je, je, je!.. Haber, ..vamos a ver cómo te dejó el chocho de usado el desgraciado de Rodolfo ’’.
Al escuchar las palabras de este estúpido ardí en rabia y coraje. El infeliz ofendía a mi Padre después de que él le había brindado su mano y toda la confianza, para que al final este miserable se provechara de su confianza y terminara violando a su sagrada Esposa.
Mamá no supo cómo reaccionar al sentir el gordo y áspero dedo atravezarla su vagina. El asqueroso panzón metió un dedo en el interior de Mamá para sentir la estreches de su vulva, ella se dio un levantón al sentir cómo ese dedo gordo y calludo se introducía hasta la coyuntura.
-‘‘…¡Aaaaaahh!!! ’’ Sólo atinó a decir eso, al sentir cómo ese dedo gordo atravesaba su vagina.
-‘‘¡Mmmhh!! Esta apretadito parece que no le daban buen uso ¡Je, je, je!.. Pero eso va a cambiar de ahora en adelante, ..cuando termine contigo podrá entrar un batallón de infantería ¡Je, je, je!..’’
El desgraciado panzón estuvo metiendo y sacándolo el dedo estimulando aún más la sensitiva vagina de mi Mami, sus gordos dedos se pintaron rápidamente de esa película de fluidos trasparentes y brillosos, deleitando al sujeto de su buen trabajo estimulatorio, luego sin darle aviso o tiempo para reaccionar lo sambutió todo hasta que llegó a la coyuntura, mi Madre abrió los ojos y aguantó el aliento mientras que el viejo iniciaba su trabajo de auscultación. El tipo se lo dejó unos segundos bien enterrado para después iniciar un movimiento rotatorio de 180 grados, para después con una sonrisa de victoria sacarlo y mostrárselo a Mamá. Los ásperos y calludos dedos mostraban el intimo residuo brilloso que la delicada cuevita de mi Mami secretaba, su chochita se encontraba encharcada entre sus fluidos y las babas de ese sujeto.
-‘‘¡Abre la boca cariño! ’’. Le ordenó el tipo sin que ella se imaginara sus perversas intenciones.
Mamá sin saber el porqué del mandato abrió ligeramente los labios, y este aprovechándose de la inocencia y la ingenuidad de la fina Dama se lo retacó en la boca, empapandole los carnosos labios de su propio néctar.
-‘‘¿Te gustó el sabor, Mónica?, ..es el de una hembra en brama ¡Je, je, je!..’’
Para seguir torturándola tan placenteramente nuevamente colocó su lengua en el chocho de mi Mami, desde lejos podía ver cómo el desgraciado hundía su cara entre las piernas de mi progenitora tratando de sambutir lo más que podía su lengua hasta el mismísimo fondo de su ser, haciendo que ella arqueara la espalda sintiendo nuevamente ese placer acercando su segundo orgasmo. Este desgraciado sabía cómo lamer una chocha, parecía un perro lamiendo un gran tazón de leche, levantaba las piernas abriéndolas al máximo y así aprovechaba para lamer también los muslos, luego para acomodarse mejor volvió a mover las piernas de Mamá ahora colocándoselas en sus propios oídos, en esta posición mi Madre quedaba con todo su culo expuesto y su chocha semiabierta, la posición era demás humillante, el cuerpo de mi Madre estaba flexionado al máximo, sus agujeros se mostraban al descubierto y apetecibles para ese cerdo, el cuál no le paso desapercibido ya que de inmediato notó ese rosado aro de mi Madre.
-‘‘¡Pero mira qué bonito culito tienes!!, ..bien rosadito y cerradito, se nota que nunca lo usaste ¿verdad? ’’.
Agarró con cada mano un glúteo y las abrió todo lo que pudo, el culo quedó extremadamente expuesto, fue ahí dónde aprovechó y metió su lengua colocándola sobre ese culito color rosado que parecía querer ser devorarlo por esa ansiosa lengua. El desgraciado no se quedó con las ganas de deleitarlo, enseguida empezó a lamerlo cómo un desesperado, lamia desde el culo hasta la chocha por todo el canal, no hubo lugar que no recubriera su lengua con saliva.
Mi Madre miraba desde abajo incomoda, cómo Fernando recorría cada centímetro de su intimidad con esa áspera lengua, sentía ese órgano ensalivado por todos los rincones de su privacidad, su rostro estaba colorado no sé si por la vergüenza, por la excitación o la posición incómoda en la que se encontraba. Estaba recibiendo una buena dosis de sexo oral cómo nunca antes había recibido, se encontraba con sus ojos cerrados permitiéndole a su cuerpo que explotara, esto le impidió ver lo que Fernando pretendía, este se chupo un dedo y se lo colocó en el ano a mi Madre, haciendo presión lo que ella inmediatamente abrió los ojos y exclamó:
-‘‘¡NO!, ESO SI QUE NO!! Por ahí nunca yo… ¡NO ME LO VAS A HACER HIJO DE PUTA!! ’’
-‘‘Tranquila mi Reina, ..terminara gustándote. Lo haré delicadamente, ..te haré ver las estrellas ¡Je, je, je!..’’
-‘‘¡NO!! no… Todo va a ser por enfrente, por ahí no, eso es asqueroso yo nunca…’’
-‘‘Si no te has dado cuenta Mónica, tú ya me perteneces, ..yo soy tu macho desde ahora y si yo digo que te voy a encular lo voy hacer. No estoy pidiendo tu opinión ’’.
Diciendo eso metió todo el dedo hasta la empuñadura, haciendo que mi Madre sintiera su primera penetración anal.
-‘‘…¡¡AARRGGHH!!! ¡DESSSGRAACIAAADOOOAAARRGGHH!! ’’ El grito de mi Madre fue desgarrador, que sólo atinó a decir esas palabras.
El desgraciado marrano sin la menor precaución por lastimarla le enterró su grueso dedo hasta el nudillo, mi Madre abrió los ojos conmocionada por el inesperado ataque, la inminente incisión de ese extraño invasor en el recto de mi Madre tensó todo su cuerpo apretandole el dedo hasta casi arrancarlo. Mamá sufría horrores el terrible dedo había profanado hasta ahora el virgen agujerito trasero de mi Mami.
-‘‘Y eso que te metí el dedo más angosto ¡Je, je, je!..’’
Fernando se reía viendo cómo mi Mamá trataba de zafarse, pero este la tenía bien sujeta y además por la posición en la que se encontraba eso era casi imposible. El desgraciado con su dedo en el culo esperó a que este se dilatara. ‘‘Uff.. Uff.. Uff.’’Mientras tanto mi Madre trataba de respirar relajando el cuerpo sintiéndose extrañamente penetrada, ella nunca en su vida de casada intentó por ese canal, su relación en la cama había sido pasmosa y monotoma, tal vez un par de posiciones pero por lo regular la del misionero era con la que más disfrutaba. Ella nunca había estado en esta situación tan humillante, sus relaciones sólo había sido por enfrente, nunca pensó en usar su otro orificio para dar placer.
-‘‘Ya.. ya.. ya ves que si entra, ..lo tienes súper apretadito, me costó un trabajal metértelo. Siento cómo tu culo me lo quiere expulsar, ..va a ser delicioso cuando te lo meta ¡Je, je, je!..’’
-‘‘¡Ufff!!!, ufff!!!, ufff!!! ¡Sácalo maldito!! me… lastimaaasss ’’
-‘‘Por lo pronto quiero tu chocha Mónica, ..el culito lo dejaremos para otro momento. Haré algo especial para ti ¡Je, je, je!..’’
Las palabras del cerdo me tranquilizaron por el momento, pero sabía que en cualquiera de estos días mi Madre le entregaría su mayor tesoro. El sujeto le sacó el dedo del culo, mi Madre volvió su rostro a la normalidad, ya que lo tenía deformado, al hacerlo el dedo mostraba restos de mierda…
-‘‘¡Sucia!!, ..tendré que decirte que vas a comer de ahora en adelante. Para que no vuelva a suceder esto ’’.
Dicho esto se agarró la macana, era la hora de firmar el contrato, se escupió en la punta y le dijo:
-‘‘¡Prepárate!!, ..¡porque te lo vas a tragar todo!! ’’ Le amenazó el cerdo mirándola a los ojos.
Su enorme falo se encontraba ya bien erguido al frente de su asqueroso cuerpo mientras su atemorizada victima veía cómo esta tremenda tranca se acercaba hacía su cuevita amenazando con lastimarla, tragó saliva y se preparó para recibirla con temor, ese pedazo de carne lleno de venas podía partirla en dos porque era tremendamente gorda. Ante mi mirada veía cómo aquella angelical Señora que se había decidido a entregársele con chantajes cómo solamente con mi Padre yo la consideraba capaz de hacer y dejarle tener su oportunidad de acomodarse entre sus piernas de viuda fiel para permitirle acoplar a ella su abominable cuerpo, miraba esa estaca aterrada, miraba cómo Mamá clavaba su mirada ante ese cíclope con terror. Pero en lo que si trató de suplicar fue que el tipo se la quería enterrar sin ningún tipo de precaución.
-‘‘¡Pe, pero ponte condón! ...’’
-‘‘¡Je, je!.. ¡Las Putas cómo tú se cogen a pelo!, ..que condón ni que la chingada. ¡Abre más las pinches piernas y no te muevas! ’’.
-‘‘¡Despacito por favor Fernando!, ..que me vas a lastimar ’’.
El Asqueroso panzón se acomodó bien entre sus piernas y embarró con baba el chochito de Mamá, para después colocar su punzante y colorada cabezona en la entrada…para amenazar.
-‘‘Quiero que me veas cuando te la vaya metiendo, ..quiero ver tus lindos ojitos cuando te la vaya enterrando ’’.
Agarró con una mano una de las tetas de mi Mami y con la otra su macana, disfrutaba viendo el rostro de temor de la mujer que unos meses antes representaba para él una diosa imposible. Le pasaba la tranca por arriba y por abajo preparándola para la brutal penetración, se deleitaba de cómo la Esposa de su difunto jefe estaba atemorizada por su tremendo órgano viril.
-‘‘¿Sabes?, recuerdo cómo me mirabas con superioridad frente a tu Marido, ..cómo si todos los demás fuéramos basura, cómo si todos valiéramos menos, pues mira ahora cómo te miro yo, ¡Je, je!.. Con mi verga incrustada en el hocico, ..miles de noches soñé con esto, tenerte toda para mí, a la hora que se me ocurra encularte ¡Je, je!..’’
Pasaba su verga de una mejilla a la otra por dentro, estirandoselas al máximo, se lo sacaba y la cacheteaba nuevamente embarrando aún más el rostro de mi hermosa Mami. Así estuvo un buen rato.
-‘‘Ven, levántate... quítate las bragas, quiero verte la chocha...’’
Mi Madre con tal de descansar su boca sin ningún tipo de reclamo se puso de pie, con algo de llanto en los ojos volvió a ver la foto de mi Padre que yacía en la cama. Sabía que esa única prenda era la que la separaba de estar totalmente expuesta ante ese cerdo, todavía no entendía cómo su vida después de ser casi perfecta había dado un cambio drástico en su vida, tanto que ahora en estos momentos estaba a punto de despojarse de la última barrera de su pudor. Sin embargo, justo en ese momento algo dentro de su cabeza le dijo que si lo dejaba continuar y despojarla de aquella última línea de defensa con que cubría su intimidad estaría totalmente perdida ante sus avances y que él no se detendría ya de manera alguna hasta no haber conseguido poseerla sobre la misma cama en que noche a noche dormía con su Esposo. Por lo que en un último intento por salvar lo que aún quedara de su maltrecha dignidad lo volteó a ver en busca de clemencia, pero al no encontrar más que desesperación por su chantajista optó por hacerlo. Con una pequeña lagrima corriendo por su mejilla se tomó los costados de su pantaleta y la deslizó por su cadera hasta sus tobillos, esa fina prenda de lencería se hizo churrito al ir bajando por sus definidos muslos, hasta terminar hechos bola sobre sus delicados pies.
-‘‘Dámelas que las quiero oler...’’
Con cierto pudor ella misma las juntó del piso para dárselas al desgraciado. Este agarró las pantaletas de mi Mamá buscando la gasita delantera, las empezó a oler y a lamer cómo un auténtico pervertido. Yo estaba muy sorprendido, jamás había visto a un tipo hacer eso, con asco veía cómo el cerdo las lengüeteaba y las olfateaba cómo un perro hace con la vagina de su perra antes del apareamiento.
-‘‘¡Mmmhh!! huelen delicioso, traes el chocho perfumado, ya sabias que iba a venir ¿verdad? ¡Je, je, je!..’’ El tipo se burlaba con ese maldito sarcasmo que no le quedaba en absoluto.
Se canso de lamerlas, y si creía que le tipo no podía sorprenderme aún más estaba equivocado. Las agarró y se las colocó de sombrero encima de su calvicie sudorosa. El desgraciado yacía con las pantaletas de mi Madre sobre su cabeza, aumentando aún más la humillación hacia ella.
-‘‘¡Ven!, vamos a la cama ..es la hora de montarte ’’.
Mi Madre sabía lo que le venía, había llegado la hora a la tenía que entregársele a este vil y manipulador sujeto para evitar separarnos. El desgraciado de Fernando no complacido por traicionar la confianza que mi Padre antes de morir le depositó, todavía pensaba montarla en la cama principal de la casa, en el recinto matrimonial dónde mi Padre le hacía el amor tan apasionadamente.
Con su mano áspera y gorda agarró una de las nalgas de Mamá obligándola a caminar hacía la cama, la imagen era grotesca, se miraba cómo un corderito antes del sacrificio, ella caminaba con su rostro hacía el suelo, su dignidad estaba siendo pisoteada, se iba a sacrificar por su pequeño hijo. Ella totalmente ajena de si caminaba sintiendo cómo la mano de Fernando se aferraba a una de sus carnes, fue ahí cuando ella de pie pude observar por primera vez su cuerpo completamente desnudo, su chochito lo tenía con algo de vello, su mata era rojiza cómo su color natural de cabello, se encontraba algo descuidada ya que desde que murió mi Padre lo descuido un poco, sus caderas eran grandes hacían que su chochito se miraba pequeño, tenía las rodillas coloradas de tanto rato estar chupando, su cabello se encontraba alborotado de tantos jalones que le dio ese infeliz para meterle ese falo.
-‘‘¡Recuéstate y abre la piernas! ..quiero probar ese chochito primero que huele delicioso ’’.
El asqueroso sujeto se quitó la camisa mostrando su enorme barriga y su pelo en pecho que era abundante, el infeliz aborigen hasta en la espalda mostraba vello, era cómo un chango, cómo uno de esos seres que han aparecido sus huesos en innumerables cuevas, a lo que no paso desapercibido por Mamá que se le quedó viendo al torso.
-‘‘¡Qué, nunca habías visto a un verdadero macho con pelo en pecho!! ’’.
Y era cierto, ya que mi Padre no era velludo, tenía un torso limpio y bronceado libre de vello alguno, en su rostro era completamente lampiño, casi nunca se hacía la rasura. Sus pelos eran negros y risados, ocupando casi todo el espacio de su piel. Diciendo esto tomó un cepillo con el cuál mi Madre pasaba rato cepillando su abundante cabellera, y empezó a peinarse los pelos del pecho, bajó y se peino los de su verga con todo y huevos, mi Madre se quedó viendo cómo su cepillo era llenado de pelos púbicos de este desgraciado chango.
-‘‘Así se ven más bonitos ¿verdad? ¡Je, je, je!..’’
Después de hacer ese repugnante acto, le enseñó el cepillo a Mamá lleno de esos pelos que se había arrancado de sus huevos y de su pelvis…
-‘‘Ahí lo voy a dejar para cuando te peines te acuerdes de mi ¡Je, je, je!..’’
Se colocó de rodillas para jalar a Mamá de las piernas hasta la orilla de la cama, y levantó sus piernas colocándoselas sobre sus hombros. En esta posición la vagina de Mamá quedaba totalmente expuesta ante las intenciones de ese desgraciado, lo que el infeliz rápidamente observó chupándose los labios con la lengua.
-‘‘Haber Móniquita que tenemos aquí, tu tampoco estás lampiña de aquí abajo ¡Je, je, je!.. Tendrás que arreglar esta cosita Ehhh… ahora que yo voy a ser tu dueño la quiero limpiecita, quiero que te dejes la chocha cómo la de una niña, te daré dinero para que te quites todo el vello de tu cuerpo ’’.
El desgraciado panzón le hablaba a mi Mami cómo si ella ya fuera una de sus pertenencias, la pobre humillada y asustada cómo se encontraba sólo atinó a mover la cabeza, sabía que eso sólo era el inicio de su largo calvario. Sin más preámbulos se centró en el chochito de mi Madre, que con sus torpes y sucios dedos abrió sacando sus labios rosados de su conchita. Ella tomó aire, se recostó sobre la cama y cerró los ojos, era el momento de sacrificarse para no perder a su hijo.
Fernando cómo un cerdo por la comida se dirigió hacia esa delicada parte. Con un dedo trataba de estimular su clítoris, empezó a meter su lengua áspera entre esos labios rosados y perfumados, mi Mamá sentía cómo cada lamida se convertía en un latigazo sobre su zona intima, la cuál sólo mi Padre había explorado. Ella estaba ofuscada, jamás se hubiese imaginado ser capaz de semejante comportamiento, el tipo no sólo utilizaba un lenguaje cada vez más soez y vulgar, si no que estaba haciendo cosas que ella pocas veces le había permitido a mi Padre, jamás se hubiera imaginado estar así, con sus piernas abiertas y estar entregándose así al Contador de la Empresa de su difunto Esposo.
‘‘¡CHOMPSS!!, ¡CHOCKSSS!!, ¡CHOMPSS!!, ¡CHOCKSSS!!’’ Se podían escuchar por toda la habitación los lametones que le pegaba el cerdo de Fernando en el chochito a Mamá cómo si estuviese degustando un manjar, con tanto chupeteo el cuerpo de mi Madre empezó a reaccionar en contra de su voluntad, su rostro se puso colorado y sus ojos se volteaban poniéndose completamente en blanco, su rectitud y principios eran unos contra su ardiente cuerpo que era el otro. Ella sin poder evitarlo sus caderas se fueron moviendo al compás de cada lamida, sin que ella lo entendiera le estaba suplicando que la poseyera, que la instruyera en el amor oral.
Unos días antes si alguien le hubiese insinuado algo de aquello habría huido aterrorizada, en cambio ahora… Ahora se retorcía, gemía cómo una gata en celo buscando las caricias y los roces de Fernando. Sus caderas, su trasero se movían buscando con ansia encontrarse con alguna parte del cuerpo de su amante, no importaba cuál con tal que la ayudara a estimular su cada vez más encendido botoncito.
Fernando queriendo prolongar más su agonía se separó de ese manjar para decirle:
-‘‘¡Mmmhh! ... Que rica miel, ..¿te viniste verdad maldita Zorra? Sabía que debajo de esa imagen santurrona y altiva había una Puta insaciable ¡Je, je!..’’
El desgraciado cerdo sonreía cuando sus ojos se centraban sobre esa raja brillosa e hinchada, hambrienta de roses o caricias, él sabía muy bien que ya la había doblegado, pero la quería ver rogar, se detenía de vez en cuando para oírla suplicar por un nuevo contacto, un nuevo roce que la acercara un poco más al orgasmo. Pero aún era pronto muy pronto, quedaba mucha tarde…
El desgraciado la miraba complacido, el peludito chochito de mi Mami se movía levemente describiendo pequeños círculos invitándolo a comérselo. Los labios de ese malnacido brillaban por los abundantes jugos que exudaba en su vagina. El túnel del amor se preparaba para una penetración que no llegaría, no por ahora. Claro que la penetración es una más de las múltiples maneras cómo una mujer puede llegar al orgasmo…
Mamá ya empezaba a gemir levemente, su calentura aumentaba exponencial mente con cada demora de las atenciones de ese desgraciado. Deseaba llegar al orgasmo cada vez con más ansia. El fuego de su interior no atendía ya a ningún tipo de razón muy a su pesar comenzó a suplicar…
-‘‘¡Oh por favor!, ..no. Te lo suplico ’’.
-‘‘¿No qué, Mónica?, ..¿quieres que me detenga?. ¡Pero si tienes la chocha convertida en caldo!, ..anda, abre tus piernitas y no te muevas si no quieres que te deje así toda caliente ’’.
Mamá obedeció al instante separando sus piernas al máximo ayudándose con sus manos para conseguirlo. Así con sus manos asiendo sus tobillos expuso obscenamente su sexo. Los labios mayores ligeramente entreabiertos dejaron vislumbrar el fuego que latía en el interior de su caldera. Fernando, goloso, se apresuró a saborear los jugos que manaban a través de ellos arrancando nuevos gemidos desesperados de la garganta de su presa. Con delicadeza fue pasando su traviesa lengua por el interior de sus muslos acercándose cada vez más al centro del placer. Por fin llegó a las inmediaciones de la vulva, recorrió incansable toda la superficie de sus labios mayores procurando evitar su interior, y rozar de algún modo el exaltado clítoris. Mamá deseaba de aquella lengua en su interior se sentía tentada a tomar la cabeza de su chantajista para obligarlo a hacerlo, sin embargo sus principios cómo buena Esposa y viuda de mi Padre le decía que no debía hacerlo.
-‘‘¡Ooohhhh!!! ¡PARA POR DIOSSS!!! ..’’
Cuando por un instante sus ojos se encontraron con los de Fernando supo que no se equivocaba; debía aguantar sumisa las atenciones de su entrepierna por mucho que la torturaran.
Fernando seguía lamiendo con asombrosa parsimonia aquel chorreante chochete. Buscaba con la mirada los angustiados ojos de Mamá, que embriagados por el lento quehacer de su chantajista no paraban de moverse. El cochino panzón con fría determinación calculaba el siguiente lametón, una precisa caricia que la hiciera agonizar, que la obligara a demandar más placer pero evitando su clímax. Sus manos no se estaban quietas y seguían amasando, pellizcando los pechos y el vientre de mi Madre, distrayéndola momentáneamente de las atenciones que recibía en su pelvis. El desencajado rostro de Mamá evidenciaba la pericia de su captor, la dulce tortura parecía prolongarse eternamente y apenas se había acercado a sorber los abundantes jugos que ahora manaban de su cuevita cómo si de un cálido manantial se tratara… Un sólo lametón más y llegaría el ansiado orgasmo, una sola caricia, un tenue roce y su cuerpo estallaría envuelto en las continuas oleadas de placer eléctrico que la sacudirían sin remedio al estimular su clítoris…
Mi Madre estaba al filo del orgasmo, un rápido chupetón, un tímido beso… la agitada respiración, el pulso acelerado, los guturales sonidos animales, la intensa tensión de los forzados músculos todo indicaba que el clímax no tardaría en llegar. Por eso Fernando no se detuvo. Un simple soplido sobre su empapado chocho hizo que mi Mami estallara en un incontrolable orgasmo, su cuerpo se tensó por completo y una serie de pequeños temblores la invadieron por completo. El desgraciado lo había logrado, había hecho derramar a mi Madre con el simple rose de su lengua.
Fernando probó por primera vez ese néctar sagrado que sólo mi Madre producía, ella humillada aún más no entendía cómo su cuerpo había respondido tan rápido a esas caricias, este desgraciado le había sacado el primer orgasmo a mi Madre tan sólo con la lengua. Ella quedó bañada en sudor, respirando agitadamente, había disfrutado de un delicioso orgasmos que desde hace mucho no había sentido.
-‘‘¿Te gustó Móniquita?, ..apuesto que si ¡Je, je, je!.. Haber, ..vamos a ver cómo te dejó el chocho de usado el desgraciado de Rodolfo ’’.
Al escuchar las palabras de este estúpido ardí en rabia y coraje. El infeliz ofendía a mi Padre después de que él le había brindado su mano y toda la confianza, para que al final este miserable se provechara de su confianza y terminara violando a su sagrada Esposa.
Mamá no supo cómo reaccionar al sentir el gordo y áspero dedo atravezarla su vagina. El asqueroso panzón metió un dedo en el interior de Mamá para sentir la estreches de su vulva, ella se dio un levantón al sentir cómo ese dedo gordo y calludo se introducía hasta la coyuntura.
-‘‘…¡Aaaaaahh!!! ’’ Sólo atinó a decir eso, al sentir cómo ese dedo gordo atravesaba su vagina.
-‘‘¡Mmmhh!! Esta apretadito parece que no le daban buen uso ¡Je, je, je!.. Pero eso va a cambiar de ahora en adelante, ..cuando termine contigo podrá entrar un batallón de infantería ¡Je, je, je!..’’
El desgraciado panzón estuvo metiendo y sacándolo el dedo estimulando aún más la sensitiva vagina de mi Mami, sus gordos dedos se pintaron rápidamente de esa película de fluidos trasparentes y brillosos, deleitando al sujeto de su buen trabajo estimulatorio, luego sin darle aviso o tiempo para reaccionar lo sambutió todo hasta que llegó a la coyuntura, mi Madre abrió los ojos y aguantó el aliento mientras que el viejo iniciaba su trabajo de auscultación. El tipo se lo dejó unos segundos bien enterrado para después iniciar un movimiento rotatorio de 180 grados, para después con una sonrisa de victoria sacarlo y mostrárselo a Mamá. Los ásperos y calludos dedos mostraban el intimo residuo brilloso que la delicada cuevita de mi Mami secretaba, su chochita se encontraba encharcada entre sus fluidos y las babas de ese sujeto.
-‘‘¡Abre la boca cariño! ’’. Le ordenó el tipo sin que ella se imaginara sus perversas intenciones.
Mamá sin saber el porqué del mandato abrió ligeramente los labios, y este aprovechándose de la inocencia y la ingenuidad de la fina Dama se lo retacó en la boca, empapandole los carnosos labios de su propio néctar.
-‘‘¿Te gustó el sabor, Mónica?, ..es el de una hembra en brama ¡Je, je, je!..’’
Para seguir torturándola tan placenteramente nuevamente colocó su lengua en el chocho de mi Mami, desde lejos podía ver cómo el desgraciado hundía su cara entre las piernas de mi progenitora tratando de sambutir lo más que podía su lengua hasta el mismísimo fondo de su ser, haciendo que ella arqueara la espalda sintiendo nuevamente ese placer acercando su segundo orgasmo. Este desgraciado sabía cómo lamer una chocha, parecía un perro lamiendo un gran tazón de leche, levantaba las piernas abriéndolas al máximo y así aprovechaba para lamer también los muslos, luego para acomodarse mejor volvió a mover las piernas de Mamá ahora colocándoselas en sus propios oídos, en esta posición mi Madre quedaba con todo su culo expuesto y su chocha semiabierta, la posición era demás humillante, el cuerpo de mi Madre estaba flexionado al máximo, sus agujeros se mostraban al descubierto y apetecibles para ese cerdo, el cuál no le paso desapercibido ya que de inmediato notó ese rosado aro de mi Madre.
-‘‘¡Pero mira qué bonito culito tienes!!, ..bien rosadito y cerradito, se nota que nunca lo usaste ¿verdad? ’’.
Agarró con cada mano un glúteo y las abrió todo lo que pudo, el culo quedó extremadamente expuesto, fue ahí dónde aprovechó y metió su lengua colocándola sobre ese culito color rosado que parecía querer ser devorarlo por esa ansiosa lengua. El desgraciado no se quedó con las ganas de deleitarlo, enseguida empezó a lamerlo cómo un desesperado, lamia desde el culo hasta la chocha por todo el canal, no hubo lugar que no recubriera su lengua con saliva.
Mi Madre miraba desde abajo incomoda, cómo Fernando recorría cada centímetro de su intimidad con esa áspera lengua, sentía ese órgano ensalivado por todos los rincones de su privacidad, su rostro estaba colorado no sé si por la vergüenza, por la excitación o la posición incómoda en la que se encontraba. Estaba recibiendo una buena dosis de sexo oral cómo nunca antes había recibido, se encontraba con sus ojos cerrados permitiéndole a su cuerpo que explotara, esto le impidió ver lo que Fernando pretendía, este se chupo un dedo y se lo colocó en el ano a mi Madre, haciendo presión lo que ella inmediatamente abrió los ojos y exclamó:
-‘‘¡NO!, ESO SI QUE NO!! Por ahí nunca yo… ¡NO ME LO VAS A HACER HIJO DE PUTA!! ’’
-‘‘Tranquila mi Reina, ..terminara gustándote. Lo haré delicadamente, ..te haré ver las estrellas ¡Je, je, je!..’’
-‘‘¡NO!! no… Todo va a ser por enfrente, por ahí no, eso es asqueroso yo nunca…’’
-‘‘Si no te has dado cuenta Mónica, tú ya me perteneces, ..yo soy tu macho desde ahora y si yo digo que te voy a encular lo voy hacer. No estoy pidiendo tu opinión ’’.
Diciendo eso metió todo el dedo hasta la empuñadura, haciendo que mi Madre sintiera su primera penetración anal.
-‘‘…¡¡AARRGGHH!!! ¡DESSSGRAACIAAADOOOAAARRGGHH!! ’’ El grito de mi Madre fue desgarrador, que sólo atinó a decir esas palabras.
El desgraciado marrano sin la menor precaución por lastimarla le enterró su grueso dedo hasta el nudillo, mi Madre abrió los ojos conmocionada por el inesperado ataque, la inminente incisión de ese extraño invasor en el recto de mi Madre tensó todo su cuerpo apretandole el dedo hasta casi arrancarlo. Mamá sufría horrores el terrible dedo había profanado hasta ahora el virgen agujerito trasero de mi Mami.
-‘‘Y eso que te metí el dedo más angosto ¡Je, je, je!..’’
Fernando se reía viendo cómo mi Mamá trataba de zafarse, pero este la tenía bien sujeta y además por la posición en la que se encontraba eso era casi imposible. El desgraciado con su dedo en el culo esperó a que este se dilatara. ‘‘Uff.. Uff.. Uff.’’Mientras tanto mi Madre trataba de respirar relajando el cuerpo sintiéndose extrañamente penetrada, ella nunca en su vida de casada intentó por ese canal, su relación en la cama había sido pasmosa y monotoma, tal vez un par de posiciones pero por lo regular la del misionero era con la que más disfrutaba. Ella nunca había estado en esta situación tan humillante, sus relaciones sólo había sido por enfrente, nunca pensó en usar su otro orificio para dar placer.
-‘‘Ya.. ya.. ya ves que si entra, ..lo tienes súper apretadito, me costó un trabajal metértelo. Siento cómo tu culo me lo quiere expulsar, ..va a ser delicioso cuando te lo meta ¡Je, je, je!..’’
-‘‘¡Ufff!!!, ufff!!!, ufff!!! ¡Sácalo maldito!! me… lastimaaasss ’’
-‘‘Por lo pronto quiero tu chocha Mónica, ..el culito lo dejaremos para otro momento. Haré algo especial para ti ¡Je, je, je!..’’
Las palabras del cerdo me tranquilizaron por el momento, pero sabía que en cualquiera de estos días mi Madre le entregaría su mayor tesoro. El sujeto le sacó el dedo del culo, mi Madre volvió su rostro a la normalidad, ya que lo tenía deformado, al hacerlo el dedo mostraba restos de mierda…
-‘‘¡Sucia!!, ..tendré que decirte que vas a comer de ahora en adelante. Para que no vuelva a suceder esto ’’.
Dicho esto se agarró la macana, era la hora de firmar el contrato, se escupió en la punta y le dijo:
-‘‘¡Prepárate!!, ..¡porque te lo vas a tragar todo!! ’’ Le amenazó el cerdo mirándola a los ojos.
Su enorme falo se encontraba ya bien erguido al frente de su asqueroso cuerpo mientras su atemorizada victima veía cómo esta tremenda tranca se acercaba hacía su cuevita amenazando con lastimarla, tragó saliva y se preparó para recibirla con temor, ese pedazo de carne lleno de venas podía partirla en dos porque era tremendamente gorda. Ante mi mirada veía cómo aquella angelical Señora que se había decidido a entregársele con chantajes cómo solamente con mi Padre yo la consideraba capaz de hacer y dejarle tener su oportunidad de acomodarse entre sus piernas de viuda fiel para permitirle acoplar a ella su abominable cuerpo, miraba esa estaca aterrada, miraba cómo Mamá clavaba su mirada ante ese cíclope con terror. Pero en lo que si trató de suplicar fue que el tipo se la quería enterrar sin ningún tipo de precaución.
-‘‘¡Pe, pero ponte condón! ...’’
-‘‘¡Je, je!.. ¡Las Putas cómo tú se cogen a pelo!, ..que condón ni que la chingada. ¡Abre más las pinches piernas y no te muevas! ’’.
-‘‘¡Despacito por favor Fernando!, ..que me vas a lastimar ’’.
El Asqueroso panzón se acomodó bien entre sus piernas y embarró con baba el chochito de Mamá, para después colocar su punzante y colorada cabezona en la entrada…para amenazar.
-‘‘Quiero que me veas cuando te la vaya metiendo, ..quiero ver tus lindos ojitos cuando te la vaya enterrando ’’.
Agarró con una mano una de las tetas de mi Mami y con la otra su macana, disfrutaba viendo el rostro de temor de la mujer que unos meses antes representaba para él una diosa imposible. Le pasaba la tranca por arriba y por abajo preparándola para la brutal penetración, se deleitaba de cómo la Esposa de su difunto jefe estaba atemorizada por su tremendo órgano viril.
5 comentarios - mi mama se vuelve una puta PARTE 2