Empezó con una sola frase: “Tengo ganas de tenerte entre mis piernas ahora…”
Solo una frase, para que la lujuria se desatara…
Luego de un día agitado, sólo quiero llegar a casa para verlo.
Llego y está en su computadora, levanta los ojos, me mira y su sonrisa me desarma
Sonaba música de fondo… el tema que todo lo desató:
Me descalce, me arrastre gateando hasta donde estaba. Me encanta apoyarme en sus piernas mientras él me acaricia el pelo y le cuento como fue mi día…
La tarde transcurrió, comenzó a cocinar mi plato favorito mientras yo me tire en mi sillón. Me hablaba de su trabajo y lo único que podía pensar es en la forma de provocarlo.
Me encanta hacerlo.
Le encanta que lo haga.
Durante el día, esos mensajes habían encendido nuestro fuego interno y cada email que recibía era un peldaño más, a la excitación de nuestra mente... Nos encantaba eso. Vivíamos gracias a eso... Para llegar a casa y desatar todas esas palabras dichas en acciones.
Es entonces cuando en el sillón, mientras él está dándome la espalda decido sacarme la ropa.
Mi cabeza en el apoya brazos, él, mientras cocina no se da cuenta de lo que estoy haciendo.
Cuando se da vuelta yo ya estoy desnuda, mirándolo con una sonrisa picarona, esa que al tanto le gusta.
Aleja las cosas del fuego y se acerca.
Se sienta a lo indio, sus piernas cruzadas.
Me reincorporo y paso sus piernas por al lado de sus caderas.
Comienza a darme esos masajes que tanto me gustan. Desde la pantorrilla hasta los muslos. Cierro los ojos y me relajo.
Me encanta sentir sus manos en mi cuerpo, cada centímetro recorrido es sentir una sensación nueva. Este hombre me tiene loca. No solo física, sino mentalmente. Es mi combo perfecto.
Acaricia mis manos, tienen mucha tensión. Pasa fugazmente por mi vientre, lo conozco, me está provocando, me roza fugazmente y me arqueo. Pero él, se foca en los masajes. Me relajo una vez más. Mi guardia cae. Me roza pechos y vientre. Yo estoy entregada a sus masajes y a sus caricias.
Para ponerle más picante a la situación y ya excitada por sus caricias comienzo a abrir mis piernas.
Adoro que se enfoque en ciertos puntos de mi cuerpo. Agarra mis tetas, las acaricia. Sé que lo vuelve loco que me entregue a sus manos. Sé que soy su perdición. Y él sabe cuál es la mía.
Se me acerca. Me susurra al oído que me de vuelta.
Sin apuro pero sin pausa hago lo que me pide.
Ahora estoy de espaldas a él. La piel de mis muslos se eriza. Sus manos me recorren. Mi cuerpo pide que juegue y baile con el vaivén entre caricias y los roces que él estimula.
Mi espalda es suya. Las piernas reciben esos masajes mientras rozo ya intencionalmente mi cola.
El perfume de la excitación de mi cuerpo se hace notar. El calor se confunde con sus caricias.
Su boca me besa la espalda. Sabe que eso me enloquece. Ya no necesito decírselo. Me recorre tocando su nariz. Me arqueo nuevamente.
Mi calentura va a llegando a lugares insospechados. Enloquece mi cabeza la manera de tocarme.
Se acerca a mi oído y vuelve a repetirme esa frase: “ aún me querés entre tus piernas?”.
Mis ojos cerrados mi estado de excitación, mi cuerpo, cada uno de mis rincones le grita que sí.
Me penetra, lento, seguro, intenso…
El movimiento es a ritmo. Mis manos se ensañan en el sillón. Mis gemidos aumentan en volumen. Mi agitación se acelera.
Sus manos en mi nuca me informa cuando tengo que hacer presión. El lenguaje lo conozco a la perfección.
El ritmo aumenta y mis gritos también. Me vuelvo arquear. Ya no controlo nada de mi cuerpo. Me lleva. Es mi cogida soñada. Es todo lo que dijo que sentiría horas atrás en los emails. Los recuerdo. Las imágenes. Las sensaciones se hacen presentes. No puedo más. Estoy por estallar. Su pija me penetra innumerables veces y mi cabeza explota
Cae sobre mí. Respira fuerte en mi oído. Agitado, extasiado. Nos damos un beso tierno, pausado.
Me abraza unos momentos hasta que abandona el sillón para terminar la comida, mientras yo dormito en el sofá
😀
Solo una frase, para que la lujuria se desatara…
Luego de un día agitado, sólo quiero llegar a casa para verlo.
Llego y está en su computadora, levanta los ojos, me mira y su sonrisa me desarma
Sonaba música de fondo… el tema que todo lo desató:
Me descalce, me arrastre gateando hasta donde estaba. Me encanta apoyarme en sus piernas mientras él me acaricia el pelo y le cuento como fue mi día…
La tarde transcurrió, comenzó a cocinar mi plato favorito mientras yo me tire en mi sillón. Me hablaba de su trabajo y lo único que podía pensar es en la forma de provocarlo.
Me encanta hacerlo.
Le encanta que lo haga.
Durante el día, esos mensajes habían encendido nuestro fuego interno y cada email que recibía era un peldaño más, a la excitación de nuestra mente... Nos encantaba eso. Vivíamos gracias a eso... Para llegar a casa y desatar todas esas palabras dichas en acciones.
Es entonces cuando en el sillón, mientras él está dándome la espalda decido sacarme la ropa.
Mi cabeza en el apoya brazos, él, mientras cocina no se da cuenta de lo que estoy haciendo.
Cuando se da vuelta yo ya estoy desnuda, mirándolo con una sonrisa picarona, esa que al tanto le gusta.
Aleja las cosas del fuego y se acerca.
Se sienta a lo indio, sus piernas cruzadas.
Me reincorporo y paso sus piernas por al lado de sus caderas.
Comienza a darme esos masajes que tanto me gustan. Desde la pantorrilla hasta los muslos. Cierro los ojos y me relajo.
Me encanta sentir sus manos en mi cuerpo, cada centímetro recorrido es sentir una sensación nueva. Este hombre me tiene loca. No solo física, sino mentalmente. Es mi combo perfecto.
Acaricia mis manos, tienen mucha tensión. Pasa fugazmente por mi vientre, lo conozco, me está provocando, me roza fugazmente y me arqueo. Pero él, se foca en los masajes. Me relajo una vez más. Mi guardia cae. Me roza pechos y vientre. Yo estoy entregada a sus masajes y a sus caricias.
Para ponerle más picante a la situación y ya excitada por sus caricias comienzo a abrir mis piernas.
Adoro que se enfoque en ciertos puntos de mi cuerpo. Agarra mis tetas, las acaricia. Sé que lo vuelve loco que me entregue a sus manos. Sé que soy su perdición. Y él sabe cuál es la mía.
Se me acerca. Me susurra al oído que me de vuelta.
Sin apuro pero sin pausa hago lo que me pide.
Ahora estoy de espaldas a él. La piel de mis muslos se eriza. Sus manos me recorren. Mi cuerpo pide que juegue y baile con el vaivén entre caricias y los roces que él estimula.
Mi espalda es suya. Las piernas reciben esos masajes mientras rozo ya intencionalmente mi cola.
El perfume de la excitación de mi cuerpo se hace notar. El calor se confunde con sus caricias.
Su boca me besa la espalda. Sabe que eso me enloquece. Ya no necesito decírselo. Me recorre tocando su nariz. Me arqueo nuevamente.
Mi calentura va a llegando a lugares insospechados. Enloquece mi cabeza la manera de tocarme.
Se acerca a mi oído y vuelve a repetirme esa frase: “ aún me querés entre tus piernas?”.
Mis ojos cerrados mi estado de excitación, mi cuerpo, cada uno de mis rincones le grita que sí.
Me penetra, lento, seguro, intenso…
El movimiento es a ritmo. Mis manos se ensañan en el sillón. Mis gemidos aumentan en volumen. Mi agitación se acelera.
Sus manos en mi nuca me informa cuando tengo que hacer presión. El lenguaje lo conozco a la perfección.
El ritmo aumenta y mis gritos también. Me vuelvo arquear. Ya no controlo nada de mi cuerpo. Me lleva. Es mi cogida soñada. Es todo lo que dijo que sentiría horas atrás en los emails. Los recuerdo. Las imágenes. Las sensaciones se hacen presentes. No puedo más. Estoy por estallar. Su pija me penetra innumerables veces y mi cabeza explota
Cae sobre mí. Respira fuerte en mi oído. Agitado, extasiado. Nos damos un beso tierno, pausado.
Me abraza unos momentos hasta que abandona el sillón para terminar la comida, mientras yo dormito en el sofá
😀
22 comentarios - Atardecer de un día agitado...
Va #reshout
Es increible como logras que uno sea participe de la situacion. Logras que se generen similares sensaciones a las que experimentan los protagonistas (relatados).
Muy buen relato
Muy bueno el relato !!!!
Gracias por compartir.
Angie te deja Besos y Lamiditas !!!
La mejor forma de agradecer la buena onda que se recibe es comentando, al menos al que te comenta. Yo comenté tu post, vos comentaste el mío?
Compartamos, comentemos, apoyemos, hagamos cada vez mejor esta maravillosa Comunidad !!!
Cuando se da vuelta yo ya estoy desnuda, mirándolo con una sonrisa picarona, esa que al tanto le gusta.
felicitaciones Misko
A todos nos gusta terminar el día asi!!!! mmmm!!!
Buenisimo felicitaciones!!!!
besito
Gracias por compartir
"Me penetra, lento, seguro, intenso… "
Felicitaciones!!!
Van puntos y sale ultra reco.
Puntos y reco obviamente!
☺️ 😳 😳 😋 😋 👏 👏