Fantasia III

Bueno este relato fue armado por mi y por mi amigo @maotandil, en realidad la gran mayoría es invención de el, yo solo le di mi toque personal y agregue algunas cositas 😉, espero que les guste, lo disfruten, comenten y dejen puntitos... es algo extenso, pero vale la pena! disfruten


No puedo comprender lo que me paso…
Soy una profesional en mi trabajo, una persona dedicada y seria que nunca mezclo lo personal con lo laboral muchos pueden pensar que soy una persona fría o insensible o lo que muchos de mis compañeros dirían “una perra fría”. En mi trabajo manejo un grupo de operarios, y a veces, debo reconocerlo, dejo de lado la dama que soy para tratarlos con fuerza, convirtiéndome en la persona mas cruel del mundo, ya que a veces para una mujer es la única manera de hacerse respetar en un trabajo donde son todos hombres.
El día transcurría rutinariamente, hasta que lo vi : flaco, alto, nariz puntiaguda, poco pelo algo sucio por las tareas diarias, era la hora del almuerzo y en sus manos solo tenía un pequeño sándwich pero nada que beber. Me levante y cuando me miro le hice un gesto para que se acercara, vino lentamente, como con miedo, tal vez pensó que lo iba a retar por algo, en cambio le ofrecí algo caliente de tomar, le serví un café, realmente me dio pena ver q no tenia nada más que ese pobre sándwich.
- Gracias señora (me dijo) me viene bien este café con el frio que hace
Solo me limite a sonreir y decirle que el dia estaba para comer algo más potente con más calorías, sin darnos cuenta terminamos hablando de cocina, de los sabores, las texturas, los olores, pasamos horas hablando sobre eso durante varios días, siempre a la hora del almuerzo compartíamos un café y la obligada charla culinaria, siempre observaba que la comida que traía era muy precaria así que sin pensarlo mucho lo invite esa misma noche a casa para preparar una buena cena casera, que a simple vista le hacía falta. Me respondió que iría encantado que para él la cocina era un misterio y que le gustaría hacer algo diferente ya que vivía solo y no se daba mucha maña en ese ámbito.
Ese noche fue a mi departamento llego puntual a las 21, bañado, perfumado, pelo húmedo con camisa blanca jean y zapatos, me sorprendió verlo tan arreglado, no parecía el chico que trabajaba todos los días conmigo.
Yo todavía vestía el trajecito que había llevado al trabajo, no había tenido tiempo ya que me había llevado trabajo a casa.
Decidimos preparar un buen guiso algo contundente, sabroso, especial para esa noche fría. Pusimos manos a la obra, al tiempo que destapaba una botella de vino para compartir con el
Picando cebolla, pelando papas, zapallos, cortando carne, fuimos armando el manjar.
Le dije que si no le molestaba que fuera a ducharme viendo que la cena ya estaba encaminada y solo quedaba esperar a que estuviera listo, lo deje en la cocina mirando la tele y me fui a darme una rápida ducha, cuando termine me había olvidado que estaba con compañía y salí del baño como si estuviera sola con la toalla anudada a mi cuerpo, pero al instante reaccione y ahí me di cuenta que estaba el!!! Se quedó mirándome, apoyado en la mesada, sin decir nada, solo bajo la mirada por la vergüenza. Esa situación generó en mi mucha excitación, el sentirme observada, deseada, sentir sus ojos clavados en mi aunque haya sido un segundo me calentó completamente.
Mientras me ponía la ropa interior, note que ya estaba húmeda, lo que había pasado me había tomado de sorpresa pero me había encantado y mi cuerpo me lo demostraba, me toque suavemente, pase mis deditos sintiendo mi humedad y empapándome con mis jugos, mis pezones estaban totalmente duros, no se si por frio o por la excitación. Me puse una calza, una remera y salí descalza con el pelo todavía goteando, pero perfumada como siempre.
Me acerque y le pregunte, cómo va la cocina? el cocinero tiene todo en orden?
Si va todo despacio y creo que bien respondió
Tome un pancito, lo pase por la olla y se lo ofrecí, fue un momento sumamente erótico, aunque sin darme cuenta use la misma mano con la que me acaricié para darle a probar la comida, trate de disimularlo de la mejor manera posible, aunque no puedo negar que me encanto saber que el sentía ese olorcito tan particular que demostraba las ganas que tenia de que me haga suya. El solo me miro fijo, con su mirada me penetro, me di cuenta que el sabia donde había estado esa mano antes.
Nos pusimos a terminar la cena, estábamos los dos nerviosos pero ninguno decía nada, el empezó a agregarle la salsa de tomate, sus manos temblaban, era muy sensual para mi ver que le generaba esas cosas, de repente la salsa se le resbala de las manos manchándole toda la camisa, le dije que lo mejor era que se la sacara así yo podía lavarla para que estuviera lista para cuando se quisiera ir. Se la saco despacio botón a botón mostrándome sus tetillas, su pecho con poco bello, sus abdominales, su espalda, verlo semidesnudo me calentó mas, estaba ciega de calentura pero trataba de disimularlo ya que el conmigo era muy respetuoso.
La distancia que nos separaba ya no era tan grande, las barreras iban cayendo, mi calentura aumentaba, el empezó a tomar cada vez más, creo que para poder desinhibirse un poco poder se daba cuenta lo que provocaba en mi. Mi cuerpo ya no podía disimular las ganas que le tenía…
Llego el momento de servir la cena, pusimos la mesa, un poco de música y seguimos bebiendo, charlando de cualquier cosa, al terminar, me levante agarre su plato y sin querer roce su mano con mi pecho, creo que eso era lo que le hacía falta para reaccionar, se dio vuelta y me miro, me tomo de la cintura y me apretó hacia el, empezó a besarme los pechos con pasión, como un desesperado, mis pezones se ponían duros en su boca, me había convertido sin pensarlo en su postre el mejor que el podía imaginar, yo me entregue a el sin pensarlo, nos dejamos llevar, mi calza estaba empapada, parada frente a el me arqueaba de placer
Me empezó a tocar la concha y reconoció ese olor y empezó a acelerar sus caricias, mi clítoris largaba chorros de placer, empapando sus dedos. Estaba a su merced, totalmente entregada a el, me puso de espaldas en la mesa, levanto mis piernas a sus hombros, me arranco la calza, pelo su verga dura, cabezona y me la refregó, sin nada de delicadeza por toda mi vagina, y en sin titubear me penetro bien hasta el fondo, pegue un grito de placer, lo agarre fuerte y después lo aleje un poco de mi. Despacio corazón, le dije, me partís…
Me bombeo con tanta fuerza y sin parar que no tarde mucho en acabar, estaba realmente caliente…
Lo bañe en mis jugos, su vientre estaba empapado
Y el no resistió. Me acabo tanto que me inundo toda la concha con su leche tan caliente y espesa, me incorporo se sentó en y me sentó sobre el, nos abrazamos y besamos y nos reimos. Lo tome de la mano y nos fuimos a la cama, nos dormimos abrazados, acurrucados. Cuando despertamos me dio de desayuno el mejor mañanero de mi vida.
Fuimos a trabajar juntos y unas cuadras antes nos separamos, para que nadie sospechara, porque …Ante todo la formalidad 😉