Les dejó la segunda parte de la nueva saga…
Perra mimosa
Su olor quedó impregnado en mi piel, quería más mucho más de él, pero aún no tenía noticias y comencé a desesperar, no tenía forma de contactarlo. Al tercer día del encuentro mientras trabaja mi celular comenzó a sonar, en la pantalla aparecía un número desconocido, comencé a sonreír y atendí…era él!!!
Fue una charla típica sobre trabajo, estudio, etc.
Arreglamos para vernos al día siguiente por la noche.
Como trabajaba hasta tarde, me bañé y cambié en el trabajo, me subí al auto con el corazón a mil, y fui a su encuentro. Estacioné el auto a un par de cuadras y caminé hacia el lugar, mientras me acercaba pude verlo…mmmm tan alto, con una espalda ancha, y unos brazos marcados ¡Que bien te sienta el basquet amor!
Cuando sólo estaba a unos metros me vio y se sonrío, inmediatamente mi cuerpo entró en combustión.
- Hola
- Hola ¿cómo estás? ¿Llegaste bien?
- Muy bien, si llegué perfecto, ¿Vos?
- Excelente ahora. ¿No me vas a dar un beso?
- Claro, pero vas a tener que agacharte un poco o yo estirarme, hoy no tengo tacos jajaja
- Te vas a acostumbrar, ya vas a ver.
Me tomó de la cintura y me atrajo hacía él comiéndome la boca, sus besos son suaves y su lengua exquisita. Se aparta dejándome jadiante y mojada y me toma de la mano.
- ¿Vamos a tomar un café?
¿Café? Yo no quiero ningún café, sólo quiero comerte a vos pensé, pero bueno, a veces hay que seguir ciertas formalidades.
- Esta bien – dije con mi mejor cara de ¨si no me queda otra¨
Fuimos a una confitería por la zona, pedimos dos cafés y nos pusimos a conversar un rato.
- Habías tomado mucho el otro día ¿no?
- Si, confieso que me pasé un poco de copas, pero hace bastante no salía
- Jajajaja me gustó verte borrachita
- Entonces dejemos el café y pidamos algo más fuerte
- Mañana trabajo temprano y en pedo y casi csin dormir no da.
- Mmmmm ¿qué confiado estás?
- ¿Tendría razones para no estarlo?
- Podría hacerme la difícil, pero en realidad no tengo ganas jajaja
- Vamos a otro lugar entonces ¿te parece?
- Estoy completamente de acuerdo ¡Vamos!
Pagó me volvió a tomar de la mano y nos fuimos, yo no tenía ni idea a dónde nos dirigíamos, cuando llegamos a la esquina, se pará y me parte la boca de un beso.
- Wowww no tenés que seguir convenciéndome, ya te dije no voy a hacerme la difícil, me tenés desde ¨el hola¨
- Jajaja esta bien, conozco un lugar a unas cuadras, pero si quéres vamos a buscar el auto y lo dejas en el estacionamiento del lugar.
- Dale, esta acá a unas cuadras.
Nos subimos al auto y me le tiré encima, quería tocarlo, sentirlo más cerca, y no podía esperar a llegar.
Mi lengua devoró la suya y mis manos lo recorrían desesperadamente.
- No sabés las ganas que te tengo
- Yo también, pero vamos mejor así estamos más cómodos
Prendí el auto y me dirigí lo más rápido que pude hacía donde él me indico.
Subimos a la habitación rápido, cerramos la puerta e inmediatamente nuestros cuerpos se fundieron. La ropa desaparecía mientras las manos exploraban y nuestras bocas se unían en un beso infinito.
Se sentó en la cama, rodeo mis tetas con sus manos y se llevó uno de mis pezones a la boca, mis gemidos se apoderaron del lugar, mi conchita empapada deseaba ser penetrada ya.
- Quiero que me cojas ya mismo – le dije mirándolo a los ojos mientras me mordisqueaba.
- Si me lo pedís mirándome así perrita, te cojo toda.
- Jajaja si, perrita – le dije mientras lo empujaba para que se recueste y me le subía encima salvajemente.
Mmmmmm como quería sentir esa pija de nuevo adentro mío!!!!
Me gusta empezar suave, pero era más fuerte que yo, necesitaba sentirlo bien fuerte y hasta el fondo. Así que lo cabalgue como loca, lo agarraba fuerte mientras su pija entraba y salía haciéndome gozar. Cuando ya no podía más de placer, me tomó de la cadera, me apretó contra él.
Ayyyy por favor!!!! Creo que lo sentí hasta la garganta…y exploté sorpresivamente con un grito ahogado, mientras me llenaba con su leche.
Caí rendida sobre su pecho, él me acariciaba el pelo y el cuello y yo ronroneaba.
- Ahhh sos una perra mimosa
- Mmmmm obvio
- Vamos a hacerte mimos entonces
Me recostó sobre la cama acomodando su cuerpo de costado junto al mío y comenzó a rozarme los hombros con las yemas de los dedos, a medida que bajaba, mi piel aún tibia se prendía fuego nuevamente, y empezaba a retorcerme por las exquisitas y excitantes cosquillas que me provocaba.
- Mmmmm si, que perra mimosa, pareces un gatito.
- Una gatita en celo
- Eso me encanta, pero desde ahora sos mi perrita
La palabra ¨perrita¨ siempre hace que me encienda, así que giré poniéndome de frente a él, y con mi mejor cara de puta le dije
- Tu perrita quiere probarte
- Soy todo tuyo
Me senté a un costado, mientras él se acomodaba boca arriba, me incliné apoyándole los pezones duros en el pecho, y con la punta de mi lengua recorrí sus labios, bajé por el cuello, el pecho, su vientre marcado (ufff me matan sus abdominales), podía escuchar sus gemidos mientras lo recorría con mi lengua.
- Ahhh hay otro mimoso en la habitación parece
No lo dejé responder porque tomé su pija bien dura entre mis labios, metiéndomela en la boca despacio, volviéndola a sacar, lamiéndola en círculos y volviéndola a chupar.
- Que bien lo haces perra
Mmmm seguía chupándosela mientras lo miraba. Sentí sus dedos acariciando mi clítoris, tratando de hacerse paso entre mis labios, buscando penetrar mi concha.
De mi boca llena de su pija se escaparon gemidos, empecé a mover las caderas para sentir sus dedos más profundamente. Ël temblaba y yo también, sin darme tiempo a reaccionar, dejó de tocarme, me acostó separando mis piernas y me embistió con fuerza.
- Ahhhh que rico
- ¿Te gusta así de fuerte?
- Me encanta
- Quiero jugar con vos perra
Bajó el ritmo despacio, podía sentir centímetro a centímetro como entraba y salía de mi. Con cada movimiento me mojaba aún más y más, empapándonos a los dos, Cuando ya no pude más, agarre su culo musculoso, lo apreté contra mi cuerpo, y empecé a moverme.
Él se quedo quieto sintiéndome, pero luego se unió a mi movimiento. Nuestros cuerpos se hicieron uno en una danza hipnótica y perfecta…el estallido llegó entre gemidos agónicos.
El turno llegó a su fin…sólo por esta vez 😉
Perra mimosa
Su olor quedó impregnado en mi piel, quería más mucho más de él, pero aún no tenía noticias y comencé a desesperar, no tenía forma de contactarlo. Al tercer día del encuentro mientras trabaja mi celular comenzó a sonar, en la pantalla aparecía un número desconocido, comencé a sonreír y atendí…era él!!!
Fue una charla típica sobre trabajo, estudio, etc.
Arreglamos para vernos al día siguiente por la noche.
Como trabajaba hasta tarde, me bañé y cambié en el trabajo, me subí al auto con el corazón a mil, y fui a su encuentro. Estacioné el auto a un par de cuadras y caminé hacia el lugar, mientras me acercaba pude verlo…mmmm tan alto, con una espalda ancha, y unos brazos marcados ¡Que bien te sienta el basquet amor!
Cuando sólo estaba a unos metros me vio y se sonrío, inmediatamente mi cuerpo entró en combustión.
- Hola
- Hola ¿cómo estás? ¿Llegaste bien?
- Muy bien, si llegué perfecto, ¿Vos?
- Excelente ahora. ¿No me vas a dar un beso?
- Claro, pero vas a tener que agacharte un poco o yo estirarme, hoy no tengo tacos jajaja
- Te vas a acostumbrar, ya vas a ver.
Me tomó de la cintura y me atrajo hacía él comiéndome la boca, sus besos son suaves y su lengua exquisita. Se aparta dejándome jadiante y mojada y me toma de la mano.
- ¿Vamos a tomar un café?
¿Café? Yo no quiero ningún café, sólo quiero comerte a vos pensé, pero bueno, a veces hay que seguir ciertas formalidades.
- Esta bien – dije con mi mejor cara de ¨si no me queda otra¨
Fuimos a una confitería por la zona, pedimos dos cafés y nos pusimos a conversar un rato.
- Habías tomado mucho el otro día ¿no?
- Si, confieso que me pasé un poco de copas, pero hace bastante no salía
- Jajajaja me gustó verte borrachita
- Entonces dejemos el café y pidamos algo más fuerte
- Mañana trabajo temprano y en pedo y casi csin dormir no da.
- Mmmmm ¿qué confiado estás?
- ¿Tendría razones para no estarlo?
- Podría hacerme la difícil, pero en realidad no tengo ganas jajaja
- Vamos a otro lugar entonces ¿te parece?
- Estoy completamente de acuerdo ¡Vamos!
Pagó me volvió a tomar de la mano y nos fuimos, yo no tenía ni idea a dónde nos dirigíamos, cuando llegamos a la esquina, se pará y me parte la boca de un beso.
- Wowww no tenés que seguir convenciéndome, ya te dije no voy a hacerme la difícil, me tenés desde ¨el hola¨
- Jajaja esta bien, conozco un lugar a unas cuadras, pero si quéres vamos a buscar el auto y lo dejas en el estacionamiento del lugar.
- Dale, esta acá a unas cuadras.
Nos subimos al auto y me le tiré encima, quería tocarlo, sentirlo más cerca, y no podía esperar a llegar.
Mi lengua devoró la suya y mis manos lo recorrían desesperadamente.
- No sabés las ganas que te tengo
- Yo también, pero vamos mejor así estamos más cómodos
Prendí el auto y me dirigí lo más rápido que pude hacía donde él me indico.
Subimos a la habitación rápido, cerramos la puerta e inmediatamente nuestros cuerpos se fundieron. La ropa desaparecía mientras las manos exploraban y nuestras bocas se unían en un beso infinito.
Se sentó en la cama, rodeo mis tetas con sus manos y se llevó uno de mis pezones a la boca, mis gemidos se apoderaron del lugar, mi conchita empapada deseaba ser penetrada ya.
- Quiero que me cojas ya mismo – le dije mirándolo a los ojos mientras me mordisqueaba.
- Si me lo pedís mirándome así perrita, te cojo toda.
- Jajaja si, perrita – le dije mientras lo empujaba para que se recueste y me le subía encima salvajemente.
Mmmmmm como quería sentir esa pija de nuevo adentro mío!!!!
Me gusta empezar suave, pero era más fuerte que yo, necesitaba sentirlo bien fuerte y hasta el fondo. Así que lo cabalgue como loca, lo agarraba fuerte mientras su pija entraba y salía haciéndome gozar. Cuando ya no podía más de placer, me tomó de la cadera, me apretó contra él.
Ayyyy por favor!!!! Creo que lo sentí hasta la garganta…y exploté sorpresivamente con un grito ahogado, mientras me llenaba con su leche.
Caí rendida sobre su pecho, él me acariciaba el pelo y el cuello y yo ronroneaba.
- Ahhh sos una perra mimosa
- Mmmmm obvio
- Vamos a hacerte mimos entonces
Me recostó sobre la cama acomodando su cuerpo de costado junto al mío y comenzó a rozarme los hombros con las yemas de los dedos, a medida que bajaba, mi piel aún tibia se prendía fuego nuevamente, y empezaba a retorcerme por las exquisitas y excitantes cosquillas que me provocaba.
- Mmmmm si, que perra mimosa, pareces un gatito.
- Una gatita en celo
- Eso me encanta, pero desde ahora sos mi perrita
La palabra ¨perrita¨ siempre hace que me encienda, así que giré poniéndome de frente a él, y con mi mejor cara de puta le dije
- Tu perrita quiere probarte
- Soy todo tuyo
Me senté a un costado, mientras él se acomodaba boca arriba, me incliné apoyándole los pezones duros en el pecho, y con la punta de mi lengua recorrí sus labios, bajé por el cuello, el pecho, su vientre marcado (ufff me matan sus abdominales), podía escuchar sus gemidos mientras lo recorría con mi lengua.
- Ahhh hay otro mimoso en la habitación parece
No lo dejé responder porque tomé su pija bien dura entre mis labios, metiéndomela en la boca despacio, volviéndola a sacar, lamiéndola en círculos y volviéndola a chupar.
- Que bien lo haces perra
Mmmm seguía chupándosela mientras lo miraba. Sentí sus dedos acariciando mi clítoris, tratando de hacerse paso entre mis labios, buscando penetrar mi concha.
De mi boca llena de su pija se escaparon gemidos, empecé a mover las caderas para sentir sus dedos más profundamente. Ël temblaba y yo también, sin darme tiempo a reaccionar, dejó de tocarme, me acostó separando mis piernas y me embistió con fuerza.
- Ahhhh que rico
- ¿Te gusta así de fuerte?
- Me encanta
- Quiero jugar con vos perra
Bajó el ritmo despacio, podía sentir centímetro a centímetro como entraba y salía de mi. Con cada movimiento me mojaba aún más y más, empapándonos a los dos, Cuando ya no pude más, agarre su culo musculoso, lo apreté contra mi cuerpo, y empecé a moverme.
Él se quedo quieto sintiéndome, pero luego se unió a mi movimiento. Nuestros cuerpos se hicieron uno en una danza hipnótica y perfecta…el estallido llegó entre gemidos agónicos.
El turno llegó a su fin…sólo por esta vez 😉
13 comentarios - Perra mimosa
-Ahhhh que rico "
Se me erizó la piel en ese tramo... felicitaciones una vez más!
Gracias por compartir.
Angie te deja Besos y Lamiditas !!!
La mejor forma de agradecer la buena onda que se recibe es comentando, al menos al que te comenta. Yo comenté tu post, vos comentaste el mío?
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