Eran vacaciones y al salir de la universidad había viajado a casa. Mi padre junto con un amigo planearon un salida al mar para integrar a las dos familias.En nuestra familia sólo éramos mi madre, mi padre y yo (de 21 años, hijo único), en la otra familia estaban el amigo de mi padre, su esposa, sus dos hijas (de 19 y 21 años) y de colado el novio de una de ellas.
El caso es que nos fuimos para el mar, en nuestro carro íbamos los 4 muchachos, Andrea (la de 19), Camila (la de 21), Pablo (el novio de Andrea de 20 años) y yo (Daniel) que iba conduciendo. En el otro carro iban nuestros padres y el equipaje.
Durante el viaje hablamos de nuestros estudios, del trabajo a medio tiempo de Camila, del nuevo curso que estaba tomando Pablo y de la carrera de Andrea. Pablo y Andrea se comenzaron a dar cariño en la parte de atrás y Camila que iba en el puesto del acompañante me comenzó a hablar. Así fue durante casi 3 horas de viaje.
Al llegar, nuestros padres reservaron las cabañas y nos dieron una a nosotros cuatro y otra a ellos. En cada cabaña habían dos cuartos. En la de ellos camas doble en cada uno y en la de nosotros 4 camas por separado, pero sabíamos que una no se iba a utilizar. Pablo y yo bajamos las maletas y las llevamos a los cuartos mientras las chicas iban al baño y compraban algún refresco. Finalmente nos instalamos, Camila y yo en un cuarto y Pablo con Andrea en el otro. Nos reunimos los 4 en el lobby de la cabaña.
-Va a haber buen polvo esta noche- Dijo Camila en tono de burla
-Si tú dices, eso es asunto tuyo y de Daniel- Dijo Andrea mirándonos raro
-A mí ni me miren, yo no sé de que hablan, jaja- Les dije
-Me refería a ustedes dos- Les dijo Camila algo incómoda y apenada conmigo
-Ya se delataron, no saques excusas Cami- Dijo Andrea
-Bueno, esta noche veremos quiénes son los que cogen- Dije
-Eso lo veremos-Dijo Andrea
La madre de las chicas llegó a nuestra cabaña y nos dijo que salieramos a almorzar. Al rato terminamos y Pablo y yo nos quedamos en la mesa del restaurante mientras las chicas se iban a poner traje de baño para asolearse un poco.
-Qué tal vas con Cami?- Me preguntó Pablo seriamente
-Qué tal de qué? nada malo, apenas nos conocimos- Le respondí algo extrañado por su expresión
-Seguro que no quieres nada con ella?-
-Seguro, está muy linda, ambas los están, con todo el respeto, pero por qué la pregunta?-
-No por nada, simple curiosidad, es que veo que se entienden Camila y tú-
Dejamos la mesa y nos fuimos a una carpa en la playa para esperar a las chicas. Al rato salieron. No pude quitarles el ojo de encima, a ninguna, estaban riquísimas, Andrea tenía un par de tetas lindísimas y grandes, más grandes que las de Camila, y ni hablar de esos culos, eran igual de grandes y redondos. Pero mis ojos estaban era en Andrea, sus tetas enormes que brincaban cuando caminaba y su culo que se movía con un ritmo tremendo que me hacía imaginar tenerla a cuatro patas y partiéndoselo.
Toda la tarde me la pasé hablando con Camila y conociéndonos más, ella no estaba mal, estaba muy bien, la única diferencia con su hermana era que Andrea debía tener un par de tallas más en sus tetas. Andrea se había ido a la habitación con Pablo y Camila y yo seguíamos hablando. De repente me entraron ganas de ir al baño y fui directo a la cabaña. Cuando entré pasé por la puerta del cuarto de los novios y sólo estaba Andrea. Esa mujer tirada en la cama, sola, con poca ropa, se me vinieron ideas a la mente y me fui de inmediato al baño. Allá mientras orinaba se me vino nuevamente la imagen de Andrea, entonces me senté y me hice una paja, mientras lo hacía, Andrea entró al baño y me vio jalándomela, pero su reacción fue la menos esperada pero la más deseada.
-Por dios! qué verga!- Dijo ella abriendo los ojos
-Andrea!, qué pena, yo...-
-Shh!- Me interrumpió -No grites, o quieres que los demás también te vean, mas bien sigue trabajándotela y yo te miro-
-Pero qué dices!-
-Sólo hazlo, y dime en quién piensas, en Cami?-
-No, cómo se te ocurre, es tu hermana-
-Y qué hay con eso?, es mujer, o sino en quién más, en mí?-
-No, no es eso, es que...-
-A ver papito, tengo que ir y hacer el trabajo yo?-
-De qué hablas, tú estás con Pablo, por favor, olvidemos esto, sí?-
-Nada de eso mi amor, ya empezaste ahora terminas- Dijo esto entró al baño cerró la puerta
-Peor qué haces, dónde está Pablo?- Le pregunté
-Salió a comprar unas polas pero creo que se demora porque de las que él busca no las venden por aquí cerca-
-Pero no podemos hacerlo, nos pueden ver-
-O sea que sí quieres-
Se acercó a mí y se arrodilló en frente mío, me quitó las manos del bulto y lo tomó en sus manos y me lo pajeó. Así hasta que se me paró y entonces se puso de pie, se bajó la tanga, se abrió de piernas y se sentó sobre mí, al principio soltó un quejido, pero después pegó sus jugosos labios contra los míos y nos besamos apasionadamente, mientras ella brincaba, luego separamos nuestros labios, le quité el sostén y comencé a lamerle los pezones y a morderlos, porque por lo visto le gustaba, así entre gemidos y placer nos olvidamos por un momento de la situación, o por lo menos yo, tanto así que gritábamos y nos ahogábamos los gritos a besos. Al rato de estarle rompiendo el coño, ella se levantó y se puso de espaldas contra la pared, yo me levanté y me pegué a ella de modo que mi pija cruzara por en medio de sus piernas y le besé el cuello, a lo que ella respondió con un gemido. Entonces se jorobó y dejó indefenso su culito, entonces dijo.
-Métemela por el culo, quiero saber qué se siente-
Dicho esto, tomé mi verga y puse la cabeza en la entrada de su apretado culito, dejé caer saliva encima para lubricar y luego se la metí poco a poco hasta tenerla toda dentro. El placer era indescriptible, mi verga dentro de ese agujerito caliente y apretado, que palpitaba por dentro, era un placer de los dioses. Se la saqué y nuevamente se la metí, así seguí, embistiéndola contra la pared, con fuerza, ella gritaba de color y de placer, cuando sentí que me venía, bajé un poco el ritmo porque no quería acabar tan rápido. Al rato de estar dándole, ella se sacó y se arrodilló para mamármela, mamaba como una puta, una puta hambrienta, me pajeaba y me la comía hasta que reventé en su boca, ella jugueteaba con mi semen en su boca y después se lo tragó.
-Vaya!, qué fortuna la de Pablo- Le dije
-No creas, él no me ha garchado, sólo me manosea, es todo-
-Enserio? cuál es su problema, si fuera él, te engancharía a todas horas-
-El problema no es eso, sino que yo no he querido-
-Por qué con él no pero conmigo sí?-
-Es que él me toca pero no sabe cómo, entonce me tengo que dar placer yo sola y pues, hoy estaba aburrida y te vi y por eso cogimos-
-Y me encantó cogerte-
-No bajes la guardia entonces, porque tal vez me aburra con más frecuencia-
Salió del cuarto de baño con sus prendas en la mano y entró enseguida a su cuarto. Yo salí del baño sudado y con una emoción grandísima. Salí de la cabaña y fui a donde estaba Camila. No podía borrar la sonrisa de mi cara.
CONTINUARÁ!
El caso es que nos fuimos para el mar, en nuestro carro íbamos los 4 muchachos, Andrea (la de 19), Camila (la de 21), Pablo (el novio de Andrea de 20 años) y yo (Daniel) que iba conduciendo. En el otro carro iban nuestros padres y el equipaje.
Durante el viaje hablamos de nuestros estudios, del trabajo a medio tiempo de Camila, del nuevo curso que estaba tomando Pablo y de la carrera de Andrea. Pablo y Andrea se comenzaron a dar cariño en la parte de atrás y Camila que iba en el puesto del acompañante me comenzó a hablar. Así fue durante casi 3 horas de viaje.
Al llegar, nuestros padres reservaron las cabañas y nos dieron una a nosotros cuatro y otra a ellos. En cada cabaña habían dos cuartos. En la de ellos camas doble en cada uno y en la de nosotros 4 camas por separado, pero sabíamos que una no se iba a utilizar. Pablo y yo bajamos las maletas y las llevamos a los cuartos mientras las chicas iban al baño y compraban algún refresco. Finalmente nos instalamos, Camila y yo en un cuarto y Pablo con Andrea en el otro. Nos reunimos los 4 en el lobby de la cabaña.
-Va a haber buen polvo esta noche- Dijo Camila en tono de burla
-Si tú dices, eso es asunto tuyo y de Daniel- Dijo Andrea mirándonos raro
-A mí ni me miren, yo no sé de que hablan, jaja- Les dije
-Me refería a ustedes dos- Les dijo Camila algo incómoda y apenada conmigo
-Ya se delataron, no saques excusas Cami- Dijo Andrea
-Bueno, esta noche veremos quiénes son los que cogen- Dije
-Eso lo veremos-Dijo Andrea
La madre de las chicas llegó a nuestra cabaña y nos dijo que salieramos a almorzar. Al rato terminamos y Pablo y yo nos quedamos en la mesa del restaurante mientras las chicas se iban a poner traje de baño para asolearse un poco.
-Qué tal vas con Cami?- Me preguntó Pablo seriamente
-Qué tal de qué? nada malo, apenas nos conocimos- Le respondí algo extrañado por su expresión
-Seguro que no quieres nada con ella?-
-Seguro, está muy linda, ambas los están, con todo el respeto, pero por qué la pregunta?-
-No por nada, simple curiosidad, es que veo que se entienden Camila y tú-
Dejamos la mesa y nos fuimos a una carpa en la playa para esperar a las chicas. Al rato salieron. No pude quitarles el ojo de encima, a ninguna, estaban riquísimas, Andrea tenía un par de tetas lindísimas y grandes, más grandes que las de Camila, y ni hablar de esos culos, eran igual de grandes y redondos. Pero mis ojos estaban era en Andrea, sus tetas enormes que brincaban cuando caminaba y su culo que se movía con un ritmo tremendo que me hacía imaginar tenerla a cuatro patas y partiéndoselo.
Toda la tarde me la pasé hablando con Camila y conociéndonos más, ella no estaba mal, estaba muy bien, la única diferencia con su hermana era que Andrea debía tener un par de tallas más en sus tetas. Andrea se había ido a la habitación con Pablo y Camila y yo seguíamos hablando. De repente me entraron ganas de ir al baño y fui directo a la cabaña. Cuando entré pasé por la puerta del cuarto de los novios y sólo estaba Andrea. Esa mujer tirada en la cama, sola, con poca ropa, se me vinieron ideas a la mente y me fui de inmediato al baño. Allá mientras orinaba se me vino nuevamente la imagen de Andrea, entonces me senté y me hice una paja, mientras lo hacía, Andrea entró al baño y me vio jalándomela, pero su reacción fue la menos esperada pero la más deseada.
-Por dios! qué verga!- Dijo ella abriendo los ojos
-Andrea!, qué pena, yo...-
-Shh!- Me interrumpió -No grites, o quieres que los demás también te vean, mas bien sigue trabajándotela y yo te miro-
-Pero qué dices!-
-Sólo hazlo, y dime en quién piensas, en Cami?-
-No, cómo se te ocurre, es tu hermana-
-Y qué hay con eso?, es mujer, o sino en quién más, en mí?-
-No, no es eso, es que...-
-A ver papito, tengo que ir y hacer el trabajo yo?-
-De qué hablas, tú estás con Pablo, por favor, olvidemos esto, sí?-
-Nada de eso mi amor, ya empezaste ahora terminas- Dijo esto entró al baño cerró la puerta
-Peor qué haces, dónde está Pablo?- Le pregunté
-Salió a comprar unas polas pero creo que se demora porque de las que él busca no las venden por aquí cerca-
-Pero no podemos hacerlo, nos pueden ver-
-O sea que sí quieres-
Se acercó a mí y se arrodilló en frente mío, me quitó las manos del bulto y lo tomó en sus manos y me lo pajeó. Así hasta que se me paró y entonces se puso de pie, se bajó la tanga, se abrió de piernas y se sentó sobre mí, al principio soltó un quejido, pero después pegó sus jugosos labios contra los míos y nos besamos apasionadamente, mientras ella brincaba, luego separamos nuestros labios, le quité el sostén y comencé a lamerle los pezones y a morderlos, porque por lo visto le gustaba, así entre gemidos y placer nos olvidamos por un momento de la situación, o por lo menos yo, tanto así que gritábamos y nos ahogábamos los gritos a besos. Al rato de estarle rompiendo el coño, ella se levantó y se puso de espaldas contra la pared, yo me levanté y me pegué a ella de modo que mi pija cruzara por en medio de sus piernas y le besé el cuello, a lo que ella respondió con un gemido. Entonces se jorobó y dejó indefenso su culito, entonces dijo.
-Métemela por el culo, quiero saber qué se siente-
Dicho esto, tomé mi verga y puse la cabeza en la entrada de su apretado culito, dejé caer saliva encima para lubricar y luego se la metí poco a poco hasta tenerla toda dentro. El placer era indescriptible, mi verga dentro de ese agujerito caliente y apretado, que palpitaba por dentro, era un placer de los dioses. Se la saqué y nuevamente se la metí, así seguí, embistiéndola contra la pared, con fuerza, ella gritaba de color y de placer, cuando sentí que me venía, bajé un poco el ritmo porque no quería acabar tan rápido. Al rato de estar dándole, ella se sacó y se arrodilló para mamármela, mamaba como una puta, una puta hambrienta, me pajeaba y me la comía hasta que reventé en su boca, ella jugueteaba con mi semen en su boca y después se lo tragó.
-Vaya!, qué fortuna la de Pablo- Le dije
-No creas, él no me ha garchado, sólo me manosea, es todo-
-Enserio? cuál es su problema, si fuera él, te engancharía a todas horas-
-El problema no es eso, sino que yo no he querido-
-Por qué con él no pero conmigo sí?-
-Es que él me toca pero no sabe cómo, entonce me tengo que dar placer yo sola y pues, hoy estaba aburrida y te vi y por eso cogimos-
-Y me encantó cogerte-
-No bajes la guardia entonces, porque tal vez me aburra con más frecuencia-
Salió del cuarto de baño con sus prendas en la mano y entró enseguida a su cuarto. Yo salí del baño sudado y con una emoción grandísima. Salí de la cabaña y fui a donde estaba Camila. No podía borrar la sonrisa de mi cara.
CONTINUARÁ!
2 comentarios - La hija de un amigo de mi padre (REAL)