Cumpliendo con mi palabra, les dejo caricias…
Caricias orgásmicas
Era un día feriado por la tarde, después de un par de malentendidos, nos buscamos y comenzamos a hablar otra vez.
Todavía podía sentir su cuerpo generándome orgasmos una y otra vez…estaba decidido, quería volver a verlo, así que no dude en utilizar mis recursos de puta cibernética para lograrlo…y lo hice.
Llegó a la hora de costumbre, yo sabía que teníamos que conversar, pero no quería, a veces es preferible no pensar. Apenas cruzó la puerta, apreté mi cuerpo contra el suyo y me adueñe de su boca, mientras con mis manos trataba de desvestirnos. Empecé a tocarlo suavemente y con mi legua recorrí el camino hacía su pene, saboreándolo lentamente, ya estaba duro todo para mí, envolví la punta y la succioné, la introduje en mi boca degustándola, mis dedos jugaban en su abdomen. Levante la mirada y pude observar cómo se entregaba a mis caricias.
- Me estás matando, pará – me dijo mientras me obligaba a levantarme y me arrinconaba contra la pared.
Sentía su respiración en mi oído, y su sensual lengua recorriendo mi cuello. Sus dedos tomaron mi vagina ya húmeda y su boca mis pezones…quería que me cogiera ya contra la pared, con una de mis piernas lo atraje aún más y lo ayudé a penetrarme…me encanta la primera envestida, sentir como mi vulva y mi vagina hinchadas y lubricadas de placer se abren para recibirlo bien adentro. En la compulsión del movimiento nuestros cuerpos se separan, compenso la sensación de pérdida dándome vuelta, apoyando mis tetas contra la pared y ofreciéndole mi cola para complacerlo. Siento su erección abriéndose paso entre mis glúteos sin penetrarme y su boca buscando la mía, me toma de la cintura y despacio sin separa su cuerpo del mío me lleva hasta la cama y me recuesta boca abajo.
- Quedate así como estas, ni se te ocurra moverte.
Mi respiración se acelera aún más ante su orden y puedo sentir cómo mi húmedad comienza a deslizarse por mis piernas. Se sienta a un costado y me corre el pelo, apoya la yema de sus dedos en la base de mi nuca y comienza a deslizarlos hacía bajo muy despacio. Se siente rico, muy rico y de apoco mi cuerpo se relaja. Recorre mis hombros, la línea entre los omóplatos, mi cintura, se detiene en mi cadera recorriendo mi tatuaje
- Me gusta – susurra
Cuando llega a la unión entre mis glúteos siento una descarga eléctrica e involuntariamente me arqueo.
- Te digo enserio, n-o-t-e-m-u-e-v-a-s
- Voy a intentarlo
Se desliza arrodillándose por encima de mis piernas y recorre mis glúteos con sus dedos y su lengua, yo trató de no moverme, pero una corriente de placer se adueña de mis movimientos, comienzo a gemir. Sus dedos ya están entreabriendo mis labios y su lengua húmeda y caliente saboreando mis jugos. Mis gemidos empiezan a ser cada vez más fuertes. Se incorpora y se para a los pies de la cama, acaricia la unión entre mis glúteos y mis piernas: Se me eriza la piel, y mi cuerpo vibra sutilmente, me invaden sensaciones conocidas, sensaciones orgásmicas. Besa mis piernas y mis pies, regalándome cosquillas de placer. Saciado de recorrerme con sus manos se recuesta sobre mí y me besa el cuello.
- Te gusto?
- Me encantó
- Que se siente?
- Abandoné mi cuerpo
- Mmmm que interesante
Trato de tocarlo, pero aprieta aún más su cuerpo contra el mío, y no me deja
- No hagas trampa
- Dejame tocarte
- No
Entre risas y forcejeos él termina boca abajo y yo encima, sigue sin dejar que lo toque, pero empieza a moverse frotándose contra mi clítoris. Los espasmos comienzan a invadirme, me entrego a sus movimientos y acabo exquisitamente con sólo el roce y el movimiento de sus caderas.
Me recuesto sobre su espalda.
- Hasta de espaldas me haces acabar
- Jajaja si
- Me vas a dejar tocarte ahora?
- Puede ser
Me corro hacía un costado mientras se pone boca arriba. Lo acaricio suave cómo a él le gusta y la respuesta es casi inmediata…ahora esta lista para mi boca. Mis lamidas son suaves y muy húmedas, su cuerpo vibre complaciente y placenteramente.
- Cógeme – me pide
Con una sonrisa lasciva en mis labios me muevo encima de él ubicando su pene en la entrada de mi vagina todavía mojada. Comienzo a mover mis caderas mientras siento como se introduce en mi de a poco, hasta sentirla toda adentro mío, empujo y la siento hasta el fondo, inesperadamente mi cuerpo vuelve a vibrar, el orgasmo esta próximo.
- Cógeme, mojame
Sus palabras terminaron de desencadenar el torrente convulsivo, mi boca gemía, mi espalda se arqueaba, y yo…yo acababa de nuevo… pero esta vez junto a él 😉
Caricias orgásmicas
Era un día feriado por la tarde, después de un par de malentendidos, nos buscamos y comenzamos a hablar otra vez.
Todavía podía sentir su cuerpo generándome orgasmos una y otra vez…estaba decidido, quería volver a verlo, así que no dude en utilizar mis recursos de puta cibernética para lograrlo…y lo hice.
Llegó a la hora de costumbre, yo sabía que teníamos que conversar, pero no quería, a veces es preferible no pensar. Apenas cruzó la puerta, apreté mi cuerpo contra el suyo y me adueñe de su boca, mientras con mis manos trataba de desvestirnos. Empecé a tocarlo suavemente y con mi legua recorrí el camino hacía su pene, saboreándolo lentamente, ya estaba duro todo para mí, envolví la punta y la succioné, la introduje en mi boca degustándola, mis dedos jugaban en su abdomen. Levante la mirada y pude observar cómo se entregaba a mis caricias.
- Me estás matando, pará – me dijo mientras me obligaba a levantarme y me arrinconaba contra la pared.
Sentía su respiración en mi oído, y su sensual lengua recorriendo mi cuello. Sus dedos tomaron mi vagina ya húmeda y su boca mis pezones…quería que me cogiera ya contra la pared, con una de mis piernas lo atraje aún más y lo ayudé a penetrarme…me encanta la primera envestida, sentir como mi vulva y mi vagina hinchadas y lubricadas de placer se abren para recibirlo bien adentro. En la compulsión del movimiento nuestros cuerpos se separan, compenso la sensación de pérdida dándome vuelta, apoyando mis tetas contra la pared y ofreciéndole mi cola para complacerlo. Siento su erección abriéndose paso entre mis glúteos sin penetrarme y su boca buscando la mía, me toma de la cintura y despacio sin separa su cuerpo del mío me lleva hasta la cama y me recuesta boca abajo.
- Quedate así como estas, ni se te ocurra moverte.
Mi respiración se acelera aún más ante su orden y puedo sentir cómo mi húmedad comienza a deslizarse por mis piernas. Se sienta a un costado y me corre el pelo, apoya la yema de sus dedos en la base de mi nuca y comienza a deslizarlos hacía bajo muy despacio. Se siente rico, muy rico y de apoco mi cuerpo se relaja. Recorre mis hombros, la línea entre los omóplatos, mi cintura, se detiene en mi cadera recorriendo mi tatuaje
- Me gusta – susurra
Cuando llega a la unión entre mis glúteos siento una descarga eléctrica e involuntariamente me arqueo.
- Te digo enserio, n-o-t-e-m-u-e-v-a-s
- Voy a intentarlo
Se desliza arrodillándose por encima de mis piernas y recorre mis glúteos con sus dedos y su lengua, yo trató de no moverme, pero una corriente de placer se adueña de mis movimientos, comienzo a gemir. Sus dedos ya están entreabriendo mis labios y su lengua húmeda y caliente saboreando mis jugos. Mis gemidos empiezan a ser cada vez más fuertes. Se incorpora y se para a los pies de la cama, acaricia la unión entre mis glúteos y mis piernas: Se me eriza la piel, y mi cuerpo vibra sutilmente, me invaden sensaciones conocidas, sensaciones orgásmicas. Besa mis piernas y mis pies, regalándome cosquillas de placer. Saciado de recorrerme con sus manos se recuesta sobre mí y me besa el cuello.
- Te gusto?
- Me encantó
- Que se siente?
- Abandoné mi cuerpo
- Mmmm que interesante
Trato de tocarlo, pero aprieta aún más su cuerpo contra el mío, y no me deja
- No hagas trampa
- Dejame tocarte
- No
Entre risas y forcejeos él termina boca abajo y yo encima, sigue sin dejar que lo toque, pero empieza a moverse frotándose contra mi clítoris. Los espasmos comienzan a invadirme, me entrego a sus movimientos y acabo exquisitamente con sólo el roce y el movimiento de sus caderas.
Me recuesto sobre su espalda.
- Hasta de espaldas me haces acabar
- Jajaja si
- Me vas a dejar tocarte ahora?
- Puede ser
Me corro hacía un costado mientras se pone boca arriba. Lo acaricio suave cómo a él le gusta y la respuesta es casi inmediata…ahora esta lista para mi boca. Mis lamidas son suaves y muy húmedas, su cuerpo vibre complaciente y placenteramente.
- Cógeme – me pide
Con una sonrisa lasciva en mis labios me muevo encima de él ubicando su pene en la entrada de mi vagina todavía mojada. Comienzo a mover mis caderas mientras siento como se introduce en mi de a poco, hasta sentirla toda adentro mío, empujo y la siento hasta el fondo, inesperadamente mi cuerpo vuelve a vibrar, el orgasmo esta próximo.
- Cógeme, mojame
Sus palabras terminaron de desencadenar el torrente convulsivo, mi boca gemía, mi espalda se arqueaba, y yo…yo acababa de nuevo… pero esta vez junto a él 😉
8 comentarios - Caricias orgásmicas
Putines y reco... Ahora continua con la otra saga....
"Mi respiración se acelera aún más ante su orden y puedo sentir cómo mi húmedad comienza a deslizarse por mis piernas."
"así que no dude en utilizar mis recursos de puta cibernética para lograrlo…y lo hice. " Me gusto muchisimo....