El teléfono sonó en la madrugada como un relincho desgarrado atravezando la casa y mi cuerpo entero. Salté de la cama y como pude atendí.
-Diga...
- Soy...., soy Anabella - titubeando estremecida
- Hola Bella! qué pasa?- indagué con temor
Anabella era la mujer de mi mejor amigo. Vivian en Italia hacía tiempo y habíamos compartido años de amistad.
- Mar.... Marcos... falleció...!- derrumbándose con la última sílaba
El silencio se apoderó de nosotros y sólo resonaba el llanto ahogado de la mujer a miles de kilómetros de distancia...
- Tranquilla Bella, tranquila... Cómo fue?
- Nada... un infarto Poro... ni se dio cuenta.
-Dios mío, que vida esta- exclame con resignación.
- Yo te llamaba porque tengo que viajar para allá, Marcos quería descansar en suelo argentino. Así que estaré unos días y bueno, la verdad es que no tengo dónde parar en Buenos Aires.
-Pero por favor Bella, no tenes que decirmelo...por supuesto, esta siempre fue vuestra casa.
Al colgar ya no pude pegar un ojo, encendí un cigarrillo y así como estaba, desnudo, me sumergí en recuerdos.
Con Marcos eramos grandes amigos desde la facultad, y habíamos compartido gran parte de nuestra vida, a Anabella la conocía desde hacía 8 años. Marcos la había conocido en Roma, si bien era argentina tambien.
Marcos siempre fue muy pintón y nunca le habían faltado mujeres, es más se desvivían por él. El caso de Bella era diferente, su belleza era superior, impactante, tan bella como de mal carácter. Me sorprendió una erección descomunal como resultado de mis cavilaciones.
Por supuesto una que otra vez había fantaseado con Bella, pero esto me superaba, había perdido a mi mejor amigo y nos encontraríamos viviendo ella y yo solos, un mes en casa.
Tendría que manejar mis impulsos, no quiero mancillar la memoria de mi querido amigo. Y espero que ella también pudiera mantenerse en el respeto de su difunto marido...
(Continuará)
-Diga...
- Soy...., soy Anabella - titubeando estremecida
- Hola Bella! qué pasa?- indagué con temor
Anabella era la mujer de mi mejor amigo. Vivian en Italia hacía tiempo y habíamos compartido años de amistad.
- Mar.... Marcos... falleció...!- derrumbándose con la última sílaba
El silencio se apoderó de nosotros y sólo resonaba el llanto ahogado de la mujer a miles de kilómetros de distancia...
- Tranquilla Bella, tranquila... Cómo fue?
- Nada... un infarto Poro... ni se dio cuenta.
-Dios mío, que vida esta- exclame con resignación.
- Yo te llamaba porque tengo que viajar para allá, Marcos quería descansar en suelo argentino. Así que estaré unos días y bueno, la verdad es que no tengo dónde parar en Buenos Aires.
-Pero por favor Bella, no tenes que decirmelo...por supuesto, esta siempre fue vuestra casa.
Al colgar ya no pude pegar un ojo, encendí un cigarrillo y así como estaba, desnudo, me sumergí en recuerdos.
Con Marcos eramos grandes amigos desde la facultad, y habíamos compartido gran parte de nuestra vida, a Anabella la conocía desde hacía 8 años. Marcos la había conocido en Roma, si bien era argentina tambien.
Marcos siempre fue muy pintón y nunca le habían faltado mujeres, es más se desvivían por él. El caso de Bella era diferente, su belleza era superior, impactante, tan bella como de mal carácter. Me sorprendió una erección descomunal como resultado de mis cavilaciones.
Por supuesto una que otra vez había fantaseado con Bella, pero esto me superaba, había perdido a mi mejor amigo y nos encontraríamos viviendo ella y yo solos, un mes en casa.
Tendría que manejar mis impulsos, no quiero mancillar la memoria de mi querido amigo. Y espero que ella también pudiera mantenerse en el respeto de su difunto marido...
(Continuará)
3 comentarios - La viuda de mi mejor amigo (Qepd) EP.1
van puntos y te sigo.