La historia de mis muy apreciados cuernos es real aunque los nombres, por razones obvias, están un tanto cambiados. Somos una pareja de Alicante que lleva 20 años casados, mi mujer se casó con 20 y yo con 30, aunque ella aparenta unos 25. Es delgada, morena-castaña, con un tipo de infarto, pese a tener dos hijos, y con una vida sexual intensa. Ella es muy minifaldera, con
unas tetas duras y medianas y un culito que quita el hipo y en la vida la he visto llevar otra cosa que no sea tacones altos, tanga y medias con liguero. Hemos follado en aseos de discotecas, pubs y bares de alterne, pero nunca hemos hecho intercambio. Nos llamamos Maria y Antonio.
Cierta vez hará un año estábamos supercachondos en una discoteca cuando mi esposa vio al noviete que había tenido antes de salir conmigo. Este la reconoció, se acercó, le plantó dos besos y tras un intercambio de qué haces y cómo te va, se despidió, diciéndole que solía ir todos los viernes a esa discoteca.
Seguimos a lo nuestro y cuando estábamos a punto de reventar nos fuimos al aseo de caballeros, le levanté su minifalda y la follé inmisericorde mientras la preguntaba que qué tal era su ex follando. Ella empezó a correrse como una posesa mientras me decía que Juan, así se llamaba su antiguo novio, la desvirgó con 18 años y tenía un pollón de 25 cm. medidos, y que era la ostia jodiendola, pero que eso se acabó hacía mucho tiempo.
Yo noté que mientras me hablaba se estaba poniendo más cachonda y su leche empezaba a gotear por su tanga y sus muslos mientras yo excitadísimo, tenía una corrida animal dentro de su depilado coñito pensando en ver a Juan follándosela a lo bestia.
Terminamos y nos fuimos a casa. Esa noche mientras la montaba encima de mi polla y le ordeñaba sus preciosas tetas, le insinué volver a la disco el próximo viernes y si estaba Juan, tomar unas copas y luego irnos a casa y que se lo tirara, que me ponía a cien sólo de pensarlo. Se enfadó muchísimo y no volví a sacar el tema, aunque me excitó un montón pensar que su ex la follaba y me ponía unos cuernos bien hermosos.
El siguiente viernes nos fuimos de copas y un poco bebidos nos llegamos a la disco. María iba con una superminifalda negra, que a poco que se moviera enseñaba su culete, una camisa negra muy ajustada medio abotonada que dejaba ver sus preciosas tetas sin sujetador, medias negras, unas botas de tacón y un tanguita rojo diminuto con un pequeño triangulito que realzaba
su hermoso trasero. Pedimos unas copas, nos sentamos y empecé a meterle mano entre sus muslos notando como se ponía muy excitada y su coño empezaba a expulsar líquido a raudales, y en ese momento llegó Juan. "¡Qué, metiéndoos mano eh!", nos dijo. "Joder, sigues igual de buena tía, que polvo tienes y que suerte tienes cabrón de follártela, yo ya lo hice antes de
que saliera contigo, jeje".
Lo dijo de tal forma que no resultó ofensivo y sin pensarlo dos veces me presenté y le dije que se sentara con nosotros si quería, a lo cual asintió, se fué a la barra, se trajo su copa y se sentó al otro lado de mi mujer. Seguimos bebiendo y la conversación poco a poco derivó en temas sexuales, que si él se había divorciado, que si su ex mujer no follaba casi nunca y le daba asco su polla porque era muy grande, etc... Mientras él hablaba yo seguía metiéndole mano a mi mujer por debajo de su minifalda con su tanga y muslos empapados, hasta notar que su clítoris estaba a punto de reventar y empezaba a jadear. Sus pezones, que se le salían de su camisa desabotonada casi al máximo, estaban duros como piedras.
En ese momento Juan le espetó: "¿Te acuerdas cómo hace 22 años te follé a lo salvaje en mi casa, te rompí el coño a lo bestia delante de mis 4 amigos y luego te follamos todos hasta que caíste exhausta a las dos horas llena de leche por todos los lados menos por el culo?, por cierto ¿aún eres virgen por ahí o tu marido ya te lo ha perforado?". Me cogió de sorpresa. Esa bacanal de mi mujer con 5 tíos cuando tenía 18 años nunca me la había contado y sí, sí era virgen por el culo aún. Era lo único que María no me había dejado hacer.
Mi pensamiento duró una fracción de segundo hasta que noté que mi mujer tuvo un orgasmo animal manchando no sólo su minifalda sino el sillón donde estábamos mientras yo tenía tres dedos dentro de su coño y ella miraba el enorme bulto que sobresalía de los vaqueros de su antiguo novio sin pestañear jadeando sin parar y de repente fuera de sí le dijo: "Qué polla tienes, cabrón, folla, fóllame como siempre hacías. Llevo casi 20 años pensando en tu polla ufff", y dirigiendose a mí, bastante bebida, me espetó: "¿No querías que follara con mi ex?, pues lo vas a ver. Te voy a poner unos cuernos que ni el diablo, aunque de pensamiento te los he puesto todos estos años".
Y diciendo esto agarró a Juan, se levantó con todos sus muslos chorreando, empapadas sus medias y tanga y enseñando su bien formado culo se encaminó a los aseos de chicos, me guiñó un ojo y me dijo: "Ven mi cornudo y verás lo que es una buena polla follándose a tu mujer. Nunca has tenido cojones de follarme ni por asomo con tu pollita de mierda de 15 cm como este mi semental, capullo".
Yo me quedé alucinado del vocabulario de mi mujer y de su forma de actuar y con mi polla a punto de explotar les acompañé a los aseos de caballeros. Una vez allí Juan la empujó a uno de los pocos urinarios empotrados en la pared que estaban vacíos, le levantó su minifalda, la agarró de su larga melena, se sacó su enorme polla y se la metió sin pestañear mientras mi mujer
chillaba de placer diciendole: "Ahí cabrón, haz cornudo a este imbécil, fóllame ostiad, ostiaaasss qué polla, me voy me voyyyyy...", y tuvo una corrida animal mientras Juan vaciaba sus testículos dentro del coño de mi esposa, yo me pajeaba contra la pared y los chicos que estaban meando asistían atónitos a esta puesta de cuernos salvaje.
Mientras, su ex seguía bombeandola aún pese a su corrida y dos chavales se nos acercaron con las pollas bien tiesas y yo, atónito, vaciaba mi leche en el pelo y camisa de mi mujer y su ex se volvía a correr en sus entrañas diciéndole: "Toma puta, toma zorraaa, ahí te va otra vez putón, vas a acabar conmigo, tomaaaaaa". María chillaba como una perra en celo y cuando Juan
le sacó su verga, se volvió a los dos chavales y les dijo: "Venga niños follarme delante de mi ex novio y de mi marido, si tenéis huevos... uff que pollas".
Y dicho y hecho, los dos chavales, de unos 20 años se la follaron por turnos jadeando como posesos y tambien se corrieron como fieras dentro del coño de mi mujer, que sin dudarlo pedía más mientras me decía: "Cornudo, cornudo, ¿no era esto lo que queríasssss?. ¡¡Me corrooooo ostias, qué buenos estais, me corroooo, ufffff!!". Los chavales terminaron y María chorreando
esperma a raudales tomó del brazo a Juan y le djo: "Vámonos a mi casa y rómpeme el culo delante de este cornudo, cielo". Y sin pensarlo dos veces pillamos un taxi -íbamos bastante bebidos- y nos fuimos a nuestra casa mientras Juan le magreaba las tetas a punto de reventar en el asiento de atrás, se sacó su enorme cipote y ella le montó como una fiera.
El taxista no quitaba ojo y no pudiendo más, aparcó el coche en un solar, se bajó, abrió la portezuela de atrás, se sacó su verga de sesentón, más o menos como la mía pero mucho más gorda y, metiendosela en la boca de María mientras Juan seguía follándola, le escupió el esperma de sus bien duros cojones en 4 embestidas, llenándole toda la cara y el pelo de una leche
espesa para, a renglón seguido, morrearla entre los dos absorbiendo hasta la última gota de semen y yo, mientras, tenía mi polla otra vez a punto de explotar.
Me la saqué y me corrí en el asiento mirando a esa putorra comiendo ambas bocas y tragando la leche del taxista, complétamente fuera de si, cabalgando encima del pollón de Juan, que ordeñándole las tetas se vació dentro del coño de mi mujer mientras le decía: "¿te ha gustado el biberón del viejo eh? caliente zorra, tomaaaaa". Y María se corría como una bestia encima de la verga de su ex jadeando de placer, con sus tetas reventadas y teniendo un orgasmo animal volvió a derramar su néctar como una auténtica ninfómana, manchando todas sus medias y la tapicería del coche.
Una vez en nuestra casa su ex, sin mediar palabra, se desnudó, la puso a 4 patas sobre el sofá, le levantó su minifalda, toda pegajosa ya de leche de macho, le corrió el tanga, que olía a perra en celo y le volvió a meter su vergaza por el coño de un sólo golpe. "Aaaaahhh!" exclamó mi mujer sigue, "sigue, sigueee, así, así asíiii, me estás destrozando mis entrañas con tu
pollón, cerdo, ufff, mis ovarios, llénalos otra vez de tu esperma amor, toma corrida cielo tomaaa, aaaahhhh qué polla tenía el cabrón del taxista aaahhhh, me la ha metido en la boca un sesentónnnn, ummmmm que leche más ricaaaaaa me he bebidooooo, joderrrr ufffff...", y tuvo un espasmo brutal mientras su ex taladraba salvájemente una y otra vez su coño sin cesar y sus
huevos golpeaban dúramente el culo de mi esposa. Yo no aguantaba más, estaba aturdido, no podía creer lo que estaba sucediendo esa noche y lo bueno es que me gustaba.
En la vida había visto una jodienda así, ni en las películas. Parecían dos alimañas salvajes tirandose de los pelos, pellizcándose las tetas sin piedad, mordiendose las lenguas y el paladar, morreandose y comiendose la boca de una forma brutal, insultándose, gimiendo y chillando de lujuria sin piedad. Me saqué mi polla, que estaba como una roca de dura, y al verla María me dijo : "Fóllate a mi novio cabrón, él es sólo para mi así que si la quieres meter que sea en su culo y si no te gusta te jodes y te pajeas, cornudo de mierda". Mientras, Juan seguía follándola sin parar morreandola como podía,
agarrandole las tetas y tirándola del pelo mugiendo como un toro salvaje.
Yo, cornudo sumiso y fuera de sí en mi excitación, la obedecí y mientras él seguía taladrándole ferozmente su coño le metí mi verga a Juan que dando un respingo exclamó: "Uuuuhhh que bien me follas maricón, este va ser de hoy en adelante el único agujero que podrás taladrar siempre y cuando yo te deje y esta zorra lo pida, cerdo, ¿verdad que sí, putón?". María, fuera de sí, gritó: "Sí, síiiii cariño mío, vamos a hacer de mi marido un cornudo maricón", y se volvía desencajada para ver como yo bombeaba el culo de Juan hecho una furia. Por cierto, me dijo éste: "¿a que no te ha dicho que el día de tu boda me la follé en los aseos y se tiró a los 2 camareros que estaban orinando?".
No dando crédito a lo dicho pero con mi polla complétamente tiesa tuve una corrida descomunal en el culo de su ex novio mientras ella le decía: "Cuenta, cuentale cómo me follaste en mi banquete de bodas y este idiota sin enterarse, cariño oooohhh me voy me voyyyyyyyy....", y tuvo un orgasmo animal mientras Juan a grito limpio la follaba sin cesar diciendole: "Puta, más que zorra, me cooorroooooooooooooo...", y le inundó su coño con un chorrón de esperma caliente mientras mi esposa le decía: "Diooos, eres el mejor cerdo, ese pollón me está destrozando mis ovarios cariño, desvirgame el culo delante de este maricón cornudo. ¡Rómpeme mi culo cabrón, pártemelo, jode, jódeme animal, macho mío!".
Yo no me creía lo que estaba pasando, pero me encantaba. Mientras María le volvía a poner en orden su enorme polla con una mamada brutal, Juan me explicaba que a mitad de convite, al cual no se le invitó, salvo por ella a follar, se la tiró en los aseos junto con 2 camareros que estaban meando, mientras María empapaba hasta su tanga, sus medias y liguero blancos de las
corridas que se pegaron los tres con ella, y yo, inocente, repartía los puros a los invitados esperando a que ella viniera del aseo, porque estaba un poco indispuesta según dijo. Y no me mosqueé cuando ví el vestido de novia con ciertas manchas bien visibles al decirme ella que se le había caído un poco de agua al enjuagarse, la tía puta.
Pero la fiesta seguía. Una vez el pollón de Juan estuvo en orden, la puso de espaldas contra la pared, le desplazó el tanguita rojo, que ya era blanco debido a las folladas que había tenido, y le introdujo su vergaza de un sólo golpe dentro del culo de mi mujer. Esta a su vez comenzó a resoplar y aguantándose el dolor le dijo: "Por fin, ya era hora, cerdo cabrón, ya me has desvirgado por todos mis agujeros, Dioooos que gustoooo, me voyyyyy me corrooooooo, mira cómo me chupo mis tetas cabrón, te deseoooooo. Joderrrr cómo follas cariño mío, ¡cómo follaaaas, aaaaaahhhh!. Soy tuya y sólo tuyaaaaa, cabróooooon, sigue sigueee me estás rompiendo el culoooo, joderrrrr!", mientras se metía 3 dedos de su mano derecha en el coño pegándose una paja descomunal.
"¡Zorra, puta, putón, toma polla!", seguía diciéndole su ex, "¡marrana de mierda, siempre has sido mía, perra!, ¿te gusta mi pollón eh cabrona? ¡so puta, puta que buena estás, perra!".
Los huevos de Juan golpeaban el culo de mi mujer una y otra vez mientras ésta, fuera de sí, gritaba y chillaba con sus pezones a punto de estallar y de su coño salían chorros y chorros de su néctar mezclados con el semen de las folladas de la disco, del taxi y de mi casa y me decía: "Cerdo, métesela otra vez a mi novio, fóllatelo, marica cornudo, follatelooo". Y jadeaba sin cesar, mientras Juan se la tiraba a lo bruto. Yo, obediente, me follé a su novio otra vez y este, ya sin aliento derramó su esperma caliente dentro del culo de María gritandole: "¡Te deseo so puta, te deseooo, soy el mejor, mejor que este cornudooo!".
Y mi esposa cayó derengada al sofá mientras yo me volvía a correr dentro del culo de su ex novio como una auténtica fiera, y María chillaba fuera de sí: "¡Eres el mejor, el mejor, cariño mío, siempre has sido el mejor, el único que me ha hecho mujer, aaaaahhhh estoy que me salgo por ti, amor mío aaaaahhhh!. ¡Vuelve a ser mi novio, te deseo a mil, cielo te deseo!", y le volvió a mamar su enorme polla complétamente ebria de sexo diciéndole: "¡No esperes otros 20 años para llenarme mis ovarios con tu semen, amor, ven a mi casa cuando quieras y hazme tuya, rómpeme el culo, muérdeme las tetas, ufffff, te deseoooo".
Y Juan, empalmado de nuevo gracias al trabajo de mi puta esposa, volvió a correrse en la boca de María -no sé de donde sacaría tanta leche- y yo me pajeaba brutalmente en el culo de su ex hasta inundarlo de esperma diciéndole: "Sí cariño, que venga cuando quiera, aquí tiene su casa y... su novia, y yo unos cuernos maravillosos. ¡Seré tu marica cornudo mientras te follas cuando quieras a Juan!".
unas tetas duras y medianas y un culito que quita el hipo y en la vida la he visto llevar otra cosa que no sea tacones altos, tanga y medias con liguero. Hemos follado en aseos de discotecas, pubs y bares de alterne, pero nunca hemos hecho intercambio. Nos llamamos Maria y Antonio.
Cierta vez hará un año estábamos supercachondos en una discoteca cuando mi esposa vio al noviete que había tenido antes de salir conmigo. Este la reconoció, se acercó, le plantó dos besos y tras un intercambio de qué haces y cómo te va, se despidió, diciéndole que solía ir todos los viernes a esa discoteca.
Seguimos a lo nuestro y cuando estábamos a punto de reventar nos fuimos al aseo de caballeros, le levanté su minifalda y la follé inmisericorde mientras la preguntaba que qué tal era su ex follando. Ella empezó a correrse como una posesa mientras me decía que Juan, así se llamaba su antiguo novio, la desvirgó con 18 años y tenía un pollón de 25 cm. medidos, y que era la ostia jodiendola, pero que eso se acabó hacía mucho tiempo.
Yo noté que mientras me hablaba se estaba poniendo más cachonda y su leche empezaba a gotear por su tanga y sus muslos mientras yo excitadísimo, tenía una corrida animal dentro de su depilado coñito pensando en ver a Juan follándosela a lo bestia.
Terminamos y nos fuimos a casa. Esa noche mientras la montaba encima de mi polla y le ordeñaba sus preciosas tetas, le insinué volver a la disco el próximo viernes y si estaba Juan, tomar unas copas y luego irnos a casa y que se lo tirara, que me ponía a cien sólo de pensarlo. Se enfadó muchísimo y no volví a sacar el tema, aunque me excitó un montón pensar que su ex la follaba y me ponía unos cuernos bien hermosos.
El siguiente viernes nos fuimos de copas y un poco bebidos nos llegamos a la disco. María iba con una superminifalda negra, que a poco que se moviera enseñaba su culete, una camisa negra muy ajustada medio abotonada que dejaba ver sus preciosas tetas sin sujetador, medias negras, unas botas de tacón y un tanguita rojo diminuto con un pequeño triangulito que realzaba
su hermoso trasero. Pedimos unas copas, nos sentamos y empecé a meterle mano entre sus muslos notando como se ponía muy excitada y su coño empezaba a expulsar líquido a raudales, y en ese momento llegó Juan. "¡Qué, metiéndoos mano eh!", nos dijo. "Joder, sigues igual de buena tía, que polvo tienes y que suerte tienes cabrón de follártela, yo ya lo hice antes de
que saliera contigo, jeje".
Lo dijo de tal forma que no resultó ofensivo y sin pensarlo dos veces me presenté y le dije que se sentara con nosotros si quería, a lo cual asintió, se fué a la barra, se trajo su copa y se sentó al otro lado de mi mujer. Seguimos bebiendo y la conversación poco a poco derivó en temas sexuales, que si él se había divorciado, que si su ex mujer no follaba casi nunca y le daba asco su polla porque era muy grande, etc... Mientras él hablaba yo seguía metiéndole mano a mi mujer por debajo de su minifalda con su tanga y muslos empapados, hasta notar que su clítoris estaba a punto de reventar y empezaba a jadear. Sus pezones, que se le salían de su camisa desabotonada casi al máximo, estaban duros como piedras.
En ese momento Juan le espetó: "¿Te acuerdas cómo hace 22 años te follé a lo salvaje en mi casa, te rompí el coño a lo bestia delante de mis 4 amigos y luego te follamos todos hasta que caíste exhausta a las dos horas llena de leche por todos los lados menos por el culo?, por cierto ¿aún eres virgen por ahí o tu marido ya te lo ha perforado?". Me cogió de sorpresa. Esa bacanal de mi mujer con 5 tíos cuando tenía 18 años nunca me la había contado y sí, sí era virgen por el culo aún. Era lo único que María no me había dejado hacer.
Mi pensamiento duró una fracción de segundo hasta que noté que mi mujer tuvo un orgasmo animal manchando no sólo su minifalda sino el sillón donde estábamos mientras yo tenía tres dedos dentro de su coño y ella miraba el enorme bulto que sobresalía de los vaqueros de su antiguo novio sin pestañear jadeando sin parar y de repente fuera de sí le dijo: "Qué polla tienes, cabrón, folla, fóllame como siempre hacías. Llevo casi 20 años pensando en tu polla ufff", y dirigiendose a mí, bastante bebida, me espetó: "¿No querías que follara con mi ex?, pues lo vas a ver. Te voy a poner unos cuernos que ni el diablo, aunque de pensamiento te los he puesto todos estos años".
Y diciendo esto agarró a Juan, se levantó con todos sus muslos chorreando, empapadas sus medias y tanga y enseñando su bien formado culo se encaminó a los aseos de chicos, me guiñó un ojo y me dijo: "Ven mi cornudo y verás lo que es una buena polla follándose a tu mujer. Nunca has tenido cojones de follarme ni por asomo con tu pollita de mierda de 15 cm como este mi semental, capullo".
Yo me quedé alucinado del vocabulario de mi mujer y de su forma de actuar y con mi polla a punto de explotar les acompañé a los aseos de caballeros. Una vez allí Juan la empujó a uno de los pocos urinarios empotrados en la pared que estaban vacíos, le levantó su minifalda, la agarró de su larga melena, se sacó su enorme polla y se la metió sin pestañear mientras mi mujer
chillaba de placer diciendole: "Ahí cabrón, haz cornudo a este imbécil, fóllame ostiad, ostiaaasss qué polla, me voy me voyyyyy...", y tuvo una corrida animal mientras Juan vaciaba sus testículos dentro del coño de mi esposa, yo me pajeaba contra la pared y los chicos que estaban meando asistían atónitos a esta puesta de cuernos salvaje.
Mientras, su ex seguía bombeandola aún pese a su corrida y dos chavales se nos acercaron con las pollas bien tiesas y yo, atónito, vaciaba mi leche en el pelo y camisa de mi mujer y su ex se volvía a correr en sus entrañas diciéndole: "Toma puta, toma zorraaa, ahí te va otra vez putón, vas a acabar conmigo, tomaaaaaa". María chillaba como una perra en celo y cuando Juan
le sacó su verga, se volvió a los dos chavales y les dijo: "Venga niños follarme delante de mi ex novio y de mi marido, si tenéis huevos... uff que pollas".
Y dicho y hecho, los dos chavales, de unos 20 años se la follaron por turnos jadeando como posesos y tambien se corrieron como fieras dentro del coño de mi mujer, que sin dudarlo pedía más mientras me decía: "Cornudo, cornudo, ¿no era esto lo que queríasssss?. ¡¡Me corrooooo ostias, qué buenos estais, me corroooo, ufffff!!". Los chavales terminaron y María chorreando
esperma a raudales tomó del brazo a Juan y le djo: "Vámonos a mi casa y rómpeme el culo delante de este cornudo, cielo". Y sin pensarlo dos veces pillamos un taxi -íbamos bastante bebidos- y nos fuimos a nuestra casa mientras Juan le magreaba las tetas a punto de reventar en el asiento de atrás, se sacó su enorme cipote y ella le montó como una fiera.
El taxista no quitaba ojo y no pudiendo más, aparcó el coche en un solar, se bajó, abrió la portezuela de atrás, se sacó su verga de sesentón, más o menos como la mía pero mucho más gorda y, metiendosela en la boca de María mientras Juan seguía follándola, le escupió el esperma de sus bien duros cojones en 4 embestidas, llenándole toda la cara y el pelo de una leche
espesa para, a renglón seguido, morrearla entre los dos absorbiendo hasta la última gota de semen y yo, mientras, tenía mi polla otra vez a punto de explotar.
Me la saqué y me corrí en el asiento mirando a esa putorra comiendo ambas bocas y tragando la leche del taxista, complétamente fuera de si, cabalgando encima del pollón de Juan, que ordeñándole las tetas se vació dentro del coño de mi mujer mientras le decía: "¿te ha gustado el biberón del viejo eh? caliente zorra, tomaaaaa". Y María se corría como una bestia encima de la verga de su ex jadeando de placer, con sus tetas reventadas y teniendo un orgasmo animal volvió a derramar su néctar como una auténtica ninfómana, manchando todas sus medias y la tapicería del coche.
Una vez en nuestra casa su ex, sin mediar palabra, se desnudó, la puso a 4 patas sobre el sofá, le levantó su minifalda, toda pegajosa ya de leche de macho, le corrió el tanga, que olía a perra en celo y le volvió a meter su vergaza por el coño de un sólo golpe. "Aaaaahhh!" exclamó mi mujer sigue, "sigue, sigueee, así, así asíiii, me estás destrozando mis entrañas con tu
pollón, cerdo, ufff, mis ovarios, llénalos otra vez de tu esperma amor, toma corrida cielo tomaaa, aaaahhhh qué polla tenía el cabrón del taxista aaahhhh, me la ha metido en la boca un sesentónnnn, ummmmm que leche más ricaaaaaa me he bebidooooo, joderrrr ufffff...", y tuvo un espasmo brutal mientras su ex taladraba salvájemente una y otra vez su coño sin cesar y sus
huevos golpeaban dúramente el culo de mi esposa. Yo no aguantaba más, estaba aturdido, no podía creer lo que estaba sucediendo esa noche y lo bueno es que me gustaba.
En la vida había visto una jodienda así, ni en las películas. Parecían dos alimañas salvajes tirandose de los pelos, pellizcándose las tetas sin piedad, mordiendose las lenguas y el paladar, morreandose y comiendose la boca de una forma brutal, insultándose, gimiendo y chillando de lujuria sin piedad. Me saqué mi polla, que estaba como una roca de dura, y al verla María me dijo : "Fóllate a mi novio cabrón, él es sólo para mi así que si la quieres meter que sea en su culo y si no te gusta te jodes y te pajeas, cornudo de mierda". Mientras, Juan seguía follándola sin parar morreandola como podía,
agarrandole las tetas y tirándola del pelo mugiendo como un toro salvaje.
Yo, cornudo sumiso y fuera de sí en mi excitación, la obedecí y mientras él seguía taladrándole ferozmente su coño le metí mi verga a Juan que dando un respingo exclamó: "Uuuuhhh que bien me follas maricón, este va ser de hoy en adelante el único agujero que podrás taladrar siempre y cuando yo te deje y esta zorra lo pida, cerdo, ¿verdad que sí, putón?". María, fuera de sí, gritó: "Sí, síiiii cariño mío, vamos a hacer de mi marido un cornudo maricón", y se volvía desencajada para ver como yo bombeaba el culo de Juan hecho una furia. Por cierto, me dijo éste: "¿a que no te ha dicho que el día de tu boda me la follé en los aseos y se tiró a los 2 camareros que estaban orinando?".
No dando crédito a lo dicho pero con mi polla complétamente tiesa tuve una corrida descomunal en el culo de su ex novio mientras ella le decía: "Cuenta, cuentale cómo me follaste en mi banquete de bodas y este idiota sin enterarse, cariño oooohhh me voy me voyyyyyyyy....", y tuvo un orgasmo animal mientras Juan a grito limpio la follaba sin cesar diciendole: "Puta, más que zorra, me cooorroooooooooooooo...", y le inundó su coño con un chorrón de esperma caliente mientras mi esposa le decía: "Diooos, eres el mejor cerdo, ese pollón me está destrozando mis ovarios cariño, desvirgame el culo delante de este maricón cornudo. ¡Rómpeme mi culo cabrón, pártemelo, jode, jódeme animal, macho mío!".
Yo no me creía lo que estaba pasando, pero me encantaba. Mientras María le volvía a poner en orden su enorme polla con una mamada brutal, Juan me explicaba que a mitad de convite, al cual no se le invitó, salvo por ella a follar, se la tiró en los aseos junto con 2 camareros que estaban meando, mientras María empapaba hasta su tanga, sus medias y liguero blancos de las
corridas que se pegaron los tres con ella, y yo, inocente, repartía los puros a los invitados esperando a que ella viniera del aseo, porque estaba un poco indispuesta según dijo. Y no me mosqueé cuando ví el vestido de novia con ciertas manchas bien visibles al decirme ella que se le había caído un poco de agua al enjuagarse, la tía puta.
Pero la fiesta seguía. Una vez el pollón de Juan estuvo en orden, la puso de espaldas contra la pared, le desplazó el tanguita rojo, que ya era blanco debido a las folladas que había tenido, y le introdujo su vergaza de un sólo golpe dentro del culo de mi mujer. Esta a su vez comenzó a resoplar y aguantándose el dolor le dijo: "Por fin, ya era hora, cerdo cabrón, ya me has desvirgado por todos mis agujeros, Dioooos que gustoooo, me voyyyyy me corrooooooo, mira cómo me chupo mis tetas cabrón, te deseoooooo. Joderrrr cómo follas cariño mío, ¡cómo follaaaas, aaaaaahhhh!. Soy tuya y sólo tuyaaaaa, cabróooooon, sigue sigueee me estás rompiendo el culoooo, joderrrrr!", mientras se metía 3 dedos de su mano derecha en el coño pegándose una paja descomunal.
"¡Zorra, puta, putón, toma polla!", seguía diciéndole su ex, "¡marrana de mierda, siempre has sido mía, perra!, ¿te gusta mi pollón eh cabrona? ¡so puta, puta que buena estás, perra!".
Los huevos de Juan golpeaban el culo de mi mujer una y otra vez mientras ésta, fuera de sí, gritaba y chillaba con sus pezones a punto de estallar y de su coño salían chorros y chorros de su néctar mezclados con el semen de las folladas de la disco, del taxi y de mi casa y me decía: "Cerdo, métesela otra vez a mi novio, fóllatelo, marica cornudo, follatelooo". Y jadeaba sin cesar, mientras Juan se la tiraba a lo bruto. Yo, obediente, me follé a su novio otra vez y este, ya sin aliento derramó su esperma caliente dentro del culo de María gritandole: "¡Te deseo so puta, te deseooo, soy el mejor, mejor que este cornudooo!".
Y mi esposa cayó derengada al sofá mientras yo me volvía a correr dentro del culo de su ex novio como una auténtica fiera, y María chillaba fuera de sí: "¡Eres el mejor, el mejor, cariño mío, siempre has sido el mejor, el único que me ha hecho mujer, aaaaahhhh estoy que me salgo por ti, amor mío aaaaahhhh!. ¡Vuelve a ser mi novio, te deseo a mil, cielo te deseo!", y le volvió a mamar su enorme polla complétamente ebria de sexo diciéndole: "¡No esperes otros 20 años para llenarme mis ovarios con tu semen, amor, ven a mi casa cuando quieras y hazme tuya, rómpeme el culo, muérdeme las tetas, ufffff, te deseoooo".
Y Juan, empalmado de nuevo gracias al trabajo de mi puta esposa, volvió a correrse en la boca de María -no sé de donde sacaría tanta leche- y yo me pajeaba brutalmente en el culo de su ex hasta inundarlo de esperma diciéndole: "Sí cariño, que venga cuando quiera, aquí tiene su casa y... su novia, y yo unos cuernos maravillosos. ¡Seré tu marica cornudo mientras te follas cuando quieras a Juan!".
5 comentarios - Apreciados cuernos
te deje puntos para alentarte ,saludos Misko