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Continuando nuestros encuentros clandestinos con MA

Continuando con mi historia iniciada con MA, le voy a contar como siguieron nuestros encuentros, cada vez más sexuales y seguidos. Como siempre les recuerdo mis relatos son historias propias vividas y que he encontrado en este sitio la posibilidad de transmitirlas, de contarlas y de compartirlas.
Luego de varios encuentros sexuales en Buenos Aires, llego el momento de jugar de local. Aprovechando una reunión de trabajo que ambos teníamos en la ciudad capital de la Pcía de Buenos Aires, lugar del cual soy originario, MA decidió venir un día antes de nuestro compromiso laboral y pasar la noche en mi dpto.
Fue un día esos del mes pasado que asediaron las grandes tormentas con inundaciones incluidas, en toda capital y parte de mi ciudad. Temí que nuestro encuentro se frustraría, ya que ella vendría con su auto cruzando capital y la autopista que nos une a Buenos Aires. Pero nuestra calentura es de tal magnitud que alrededor de las 18:30Hs. recibo un llamado de ella anunciando que se encontraba en camino hacia La Plata. Mi voz no podía disimular mi alegría por su atrevimiento a manejar aún con la tormenta y obvio mi amigo y su erección comenzó a insinuarse muy felizmente. Así alrededor de las 20:30 Hs, recibo un nuevo llamado diciendo que ya estaba en la puerta del edificio, que baje a abrirle la puesta. Al recibirla mi sonrisa fue más que grande, así como mi sorpresa al verla. Llevaba puesto un vestido tipo hindú, en tonos pasteles azules, largo hasta sus tobillos. Se preguntaran que tiene de especial al verla. Su vestido era transparente y con un gran escote que dejaba descubrir que se había olvidado de colocarse ropa interior jajajaja. Nos saludamos con un suave y sentido pico. Tomándola de su fina cintura llegamos hasta el ascensor, que nos llevaría a mi departamento. El tiempo que transcurrió hasta llegar al 4to piso fue más que suficiente para besarnos, jugar con nuestras lenguas e intercambiar nuestros primeros jugos, en este caso nuestras salivas, claro que aproveche para confirmar mi primera impresión y sobándole el orto comprobé mi percepción, la guacha estaba en bolas debajo de su vestido hindú.
Nos acomodamos en el dpto, ella dejó sus cosas y comenzamos a charlar sobre su viaje y la tormenta atravesada. Debo reconocer que a ambos nos gusta mucho conversar, pero creo que la excitación fue de tal magnitud que al poquísimo tiempo de conversación ya nuestros cuerpos estaban tirados en un sillón, ella sin su vestido hindú y yo sin mi camisa.
Comenzó así una faena de sexo duro. Mis manos recorrían cada milímetro de su geografía y mi lengua no dejaba lugar de su cuerpo sin visitar. Ella tomó la iniciativa y entre sus primeros gemidos de goce, abre mi bragueta, toma mi pija ya a full, se inclina hacia ella y comienza a besarla y pasar su lengua por mi glande. Recorrió con su lengua cada parte de mi poronga desde los huevos hasta la cabeza y desde la cabeza hasta los huevos, acariciándolos suavemente con su mano derecha. En esa posición de placer mis dedos fueron deslizándose por sus muslos hasta llegar a su entrepierna, al solo roce con sus labios superiores un sonido gutural entre boca llega de pija y gemido de placer salieron de su interior. Mis dedos sintieron la humedad de su concha, perfectamente depilada, esta lubricación generó que en forma rápida y en un solo movimiento pudiera introducirle un dedo en su vagina y sentir la rigidez de su clítoris ante mi roce.
Con mi pija en su boca, la cual tragaba con desesperación y adoraba con su lengua con profunda devoción, mis dedos introducidos en su ya inundada vagina tiene su primer orgasmo, profundo, eléctrico que la hizo estremece y sentir la necesidad de sacar mi verga de su boca para expresar a viva voz su placer.
Gateando con mi pija introducida en su boca, la conduzco hasta el dormitorio. Creí oportuno ya tirados en la cama devolverle su gentileza oral y comenzar yo con mi faena de lengua, pasándola e introduciendo en su vagina, como así también por su orificio anal, el que corona un ojete para película. Mi excitación es cada vez más profunda cuando beso su cola, por lo hermosa que es como les contaba como así también por ser VIRGEN. Mi trabajo lengual dio sus frutos y en el preciso instante que noto su nuevo orgasmos retiro unos milímetros mi cara de su vagina para observar a contraluz como un pequeño chorro de sus líquidos salían su caverna para terminar en mi cara y boca. Así pude disfrutar el exquisito sabor de sus entrañas.
Aún obviamente falta que tengamos sexo de esos que nos gusta disfrutar a ambos. Combinando distintas posiciones, el clásico misionero, el perrito, cucharita, hasta intercambiar nuestros fluidos en un orgasmo conjunto, que nos dejo tendidos y transpirados a ambos.
Luego de nuestra primera sesión de sexo de nuestro encuentro plantense nos bañamos y decidimos salir a comer algo por ahí. Al regresar continuamos cogiendo pero eso es para otro relato. Gracias

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