Salía de la oficina, cuando vi que Majo (mi cuñadita), venía hacia mí .
Estaba muy linda, vestía de forma casual, pero sabia resaltar sus virtudes... ( sus dos redondas, grandes y turgentes virtudes)
De mas esta decir que ese par de tetas me enloquecía. Sus inquietantes ojos negros y sus magnificas piernas, también conformaban el "combo", que se resumía en esta preciosa pendeja.
Me sorprendió , ya que no esperaba encontrarme con ella.
- que haces, Majo? - pregunte desconcertado.-
- nada... es que necesito que me lleves a la casa de Nico, porfi...!!!
- Dale, vamos... - contesté
Nico es la ultima adquisición de mi cuñada; y realmente no se nada de su vida, ya que Majo no ha dicho cosa alguna al respecto.
En el trayecto, trate de saber o que me contase algo de su nuevo chico, como para ir conociéndolo.
- y para que querés saber..., ¿que estas celoso? - pregunto incisivamente
- pero que te crees pendeja - respondí escuetamente.
- te estaba jodiendo..., no te enojes - dijo
- entonces no me jodas - respondí
Me contó como lo había conocido y donde trabajaba, que si bien hacia un tiempito que se tenían ganas, hacia poco que salían oficialmente.
Toda esta charla, fue alimentando mucho mas mi morbo, y ya tenia ganas de parar el auto y tirarme encima de Majo para, prácticamente, "violarla". Pero por alguna causa que desconozco, reprimí este ultimo deseo y ni siquiera le di indicios de lo "cachondo" que me había puesto.
Llegamos al departamento de Nico. Majo pidió que la acompañara. Entramos con su llave, no había nadie mas.
Era un lugar decorado con bastante buen gusto; pero en un barrio alejado del centro de la ciudad. Majo dijo que recogería algunas de sus cosas que allí había dejado y que saldríamos rápidamente.
- ¿Tiene algo fresco para tomar, este pibe? - pregunté
La voz de mi cuñada desde el baño me indico que seguro en la heladera habría algo.
Con un vaso de jugo, me senté a esperar que mi cuñada terminara de juntar sus pertenencias.
Salio del baño y se dirigió a donde yo estaba, y sin mediar palabra, me beso muy sensualmente.
Pronto tuve la inmensa sorpresa de sentir su mano recorriendo mi entrepierna, que había comenzado a despertarse.
Majo me abrió la bragueta, tomó mi pene entre sus manos y empezó a lamerlo.
Tomándose su tiempo, paso la lengua por los lados; luego se llevó la punta a sus labios, moviendo su cabeza lentamente, termino engullendolo íntegramente, mientras su mano me acariciaba los testiculos.
Nuevamente, después de un tiempo no muy largo, volví a disfrutar la delicia de sus labios y su lengua acariciando mi glande, algo que siempre me ha excitado con desesperación. Volvió a comerse mi verga hasta el punto de sentir la pared de su garganta.
Teniéndome así, fue moviendo su cabeza cada vez más rápidamente hasta que no pude más y solté toda mi carga.
Pensé que Majo rechazaría mi semen, pero sin embargo, lo recibió con gusto, tragando casi todo. Continuo lamiendo el tronco de mi pija, mientras yo continuaba con las contracciones eyaculatorias.
Y así estuvo hasta que la tome de los hombros y la atraje para besarla.
Ella se retiró y comenzó a desvestirse haciéndome un show de la mejor calidad.
Lentamente se fue desabotonando la camisa, mientras se pasaba la mano por debajo del corpiño.
De a ratos se detenía en sus pezones que paulatinamente iban creciendo.
Mientras bailaba , al compás de una música imaginaria, insinuándome su excitación, se despojó de la camisa y el soutien, dejando ver sus bellísimos pechos.
Intenté levantarme de la silla para besar esas delicias, pero con su pie me mantuvo mi lugar.
Claramente ella estaba a cargo de la situación y su control sólo me excitaba aun más.
Continuó bailando, moviéndose lascivamente, gatunamente...(si se me permite el termino), se quitó su short, descubriendo que debajo de este no llevaba puesto nada mas.
La pequeña vestimenta entre sus manos, servía de escudo, dejando entrever esa deliciosa concha, muy bien afeitada y acicalada.
Cuando finalmente se deshizo de esa prenda, admiré su entrepierna que se presentaba hinchada, quizás por el deseo.
Completamente desnuda y después de haberme dejado contemplar su bello y moreno cuerpo, insinuó para que chupara sus calientes, rosados y húmedos labios prohibidos. Comencé besando su vulva y rápidamente puse su erecto clítoris entre mis labios.
Majo gemía, mientras yo, succionaba con cariño y delicadeza, al tiempo que metía primero, uno, y después dos dedos en su ya, ardiente vagina.
No demoró mucho en acabar, dando pequeños y tenues alaridos de placer, mientras yo recibía con mi lengua sus deliciosos jugos.
Yo, nuevamente con una firme erección, empecé a recorrer su piel con mis manos hasta llegar a su pequeño culo firme, redondo y paradito .
Le pedí que se recostara boca abajo sobre el amplio brazo del sillón. Agarré sus nalgas, las separe de manera muy suave y mi lengua recorrió ese deseado tajo.
Majo, al principio, se quejó e intentó darse vuelta, pero el placer pudo mas y desistió del intento.
Sabia que mi lengua causaba estragos en ese culo, ya lo había comprobado... Y eso me daba mucha ventaja...
- Sabes - dijo entre jadeos - Nico me lo pidió muchas veces...
- asi..? - respondí con mi cara hundida en su culo -... y se lo diste, putita?
- noooo... es todo tuyo, hijo de puta...!!! - replicó - ... Como me gusta que me comas el culo...la puta que te parió!!!
- si??... mucho te gusta? - pregunte, sabiendo la respuesta.
- si... me encanta... cojeme, que acabo... quiero tu pija... dámela ya, guacho...- concluyo, casi imperativamente...
Era una orden.
Procaz y brutal, fue la penetración...
Escupí su preciado agujero y de un envión le enterré la verga hasta el fondo.
Un alarido de dolor y placer se apropio del departamento. A pesar de sus quejidos, no se la saque, seguí empujando hasta que mis huevos rozaron su mojada concha.
Me suplicó que me moviera y que le diera con fuerza.
Lentamente fui incrementando la frecuencia de los embates hasta golpear con fuerza sus nalgas con mi entrepierna.
Sus quejas y gemidos amorosos se convirtieron en gritos de placer. Oí su voz jadeante diciéndome que iba a acabar, por lo que trate de aumentar aun mas la intensidad de mis movimientos hasta que, casi desgarrándose, Majo lograba tener un largo e incontenible orgasmo.
Todo su cuerpo se contrajo en interminables y sublimes espasmos de gozo. Se termino de entregar por completo...
Yo estaba con la pija a full, y con ganas de seguir...
Continué moviéndome, pero mas suavemente; ya que había comenzado a tener indicios que se venia una nueva eyaculación, y realmente no quería acabar todavía...
Me rehusaba a ello.
Saque mi verga de su magullado culito y fui hasta el baño a limpiarme.
Majo ni hablo, solo se tendió sobre el sillón a reponerse de lo sucedido.
Cuando volví, la tome por sorpresa, abrí sus piernas y la penetre.
- ay... hijo de puta... como estas hoy - me dijo, asombrada.
- no acabe todavía... - respondí - ... quería cojer esta conchita..., llenártela de leche...¡ Putita !
Me rodeo con sus brazos y me beso de manera frenética. Entre desesperados e intensos movimientos llego el clímax. Borbotones de esperma inundaron su vulva.
Acabé con una fuerza inusitada mientras sentía las paredes de su cavidad contraerse alrededor de mi pene. Majo también había tenido otro repentino orgasmo.
Abrazados y exhaustos, nos fundimos en un tierno y dulce beso.
Cuando salimos del departamento, una leve sonrisa se dibujo en nuestros rostros. Como si esa mueca fuera el corolario de un nuevo secreto.
Y si..., cada polvo con Majo es un nuevo secreto entre ambos... Esta vez, poniendole los cuernos a Nico, y en su casa.
Estaba muy linda, vestía de forma casual, pero sabia resaltar sus virtudes... ( sus dos redondas, grandes y turgentes virtudes)
De mas esta decir que ese par de tetas me enloquecía. Sus inquietantes ojos negros y sus magnificas piernas, también conformaban el "combo", que se resumía en esta preciosa pendeja.
Me sorprendió , ya que no esperaba encontrarme con ella.
- que haces, Majo? - pregunte desconcertado.-
- nada... es que necesito que me lleves a la casa de Nico, porfi...!!!
- Dale, vamos... - contesté
Nico es la ultima adquisición de mi cuñada; y realmente no se nada de su vida, ya que Majo no ha dicho cosa alguna al respecto.
En el trayecto, trate de saber o que me contase algo de su nuevo chico, como para ir conociéndolo.
- y para que querés saber..., ¿que estas celoso? - pregunto incisivamente
- pero que te crees pendeja - respondí escuetamente.
- te estaba jodiendo..., no te enojes - dijo
- entonces no me jodas - respondí
Me contó como lo había conocido y donde trabajaba, que si bien hacia un tiempito que se tenían ganas, hacia poco que salían oficialmente.
Toda esta charla, fue alimentando mucho mas mi morbo, y ya tenia ganas de parar el auto y tirarme encima de Majo para, prácticamente, "violarla". Pero por alguna causa que desconozco, reprimí este ultimo deseo y ni siquiera le di indicios de lo "cachondo" que me había puesto.
Llegamos al departamento de Nico. Majo pidió que la acompañara. Entramos con su llave, no había nadie mas.
Era un lugar decorado con bastante buen gusto; pero en un barrio alejado del centro de la ciudad. Majo dijo que recogería algunas de sus cosas que allí había dejado y que saldríamos rápidamente.
- ¿Tiene algo fresco para tomar, este pibe? - pregunté
La voz de mi cuñada desde el baño me indico que seguro en la heladera habría algo.
Con un vaso de jugo, me senté a esperar que mi cuñada terminara de juntar sus pertenencias.
Salio del baño y se dirigió a donde yo estaba, y sin mediar palabra, me beso muy sensualmente.
Pronto tuve la inmensa sorpresa de sentir su mano recorriendo mi entrepierna, que había comenzado a despertarse.
Majo me abrió la bragueta, tomó mi pene entre sus manos y empezó a lamerlo.
Tomándose su tiempo, paso la lengua por los lados; luego se llevó la punta a sus labios, moviendo su cabeza lentamente, termino engullendolo íntegramente, mientras su mano me acariciaba los testiculos.
Nuevamente, después de un tiempo no muy largo, volví a disfrutar la delicia de sus labios y su lengua acariciando mi glande, algo que siempre me ha excitado con desesperación. Volvió a comerse mi verga hasta el punto de sentir la pared de su garganta.
Teniéndome así, fue moviendo su cabeza cada vez más rápidamente hasta que no pude más y solté toda mi carga.
Pensé que Majo rechazaría mi semen, pero sin embargo, lo recibió con gusto, tragando casi todo. Continuo lamiendo el tronco de mi pija, mientras yo continuaba con las contracciones eyaculatorias.
Y así estuvo hasta que la tome de los hombros y la atraje para besarla.
Ella se retiró y comenzó a desvestirse haciéndome un show de la mejor calidad.
Lentamente se fue desabotonando la camisa, mientras se pasaba la mano por debajo del corpiño.
De a ratos se detenía en sus pezones que paulatinamente iban creciendo.
Mientras bailaba , al compás de una música imaginaria, insinuándome su excitación, se despojó de la camisa y el soutien, dejando ver sus bellísimos pechos.
Intenté levantarme de la silla para besar esas delicias, pero con su pie me mantuvo mi lugar.
Claramente ella estaba a cargo de la situación y su control sólo me excitaba aun más.
Continuó bailando, moviéndose lascivamente, gatunamente...(si se me permite el termino), se quitó su short, descubriendo que debajo de este no llevaba puesto nada mas.
La pequeña vestimenta entre sus manos, servía de escudo, dejando entrever esa deliciosa concha, muy bien afeitada y acicalada.
Cuando finalmente se deshizo de esa prenda, admiré su entrepierna que se presentaba hinchada, quizás por el deseo.
Completamente desnuda y después de haberme dejado contemplar su bello y moreno cuerpo, insinuó para que chupara sus calientes, rosados y húmedos labios prohibidos. Comencé besando su vulva y rápidamente puse su erecto clítoris entre mis labios.
Majo gemía, mientras yo, succionaba con cariño y delicadeza, al tiempo que metía primero, uno, y después dos dedos en su ya, ardiente vagina.
No demoró mucho en acabar, dando pequeños y tenues alaridos de placer, mientras yo recibía con mi lengua sus deliciosos jugos.
Yo, nuevamente con una firme erección, empecé a recorrer su piel con mis manos hasta llegar a su pequeño culo firme, redondo y paradito .
Le pedí que se recostara boca abajo sobre el amplio brazo del sillón. Agarré sus nalgas, las separe de manera muy suave y mi lengua recorrió ese deseado tajo.
Majo, al principio, se quejó e intentó darse vuelta, pero el placer pudo mas y desistió del intento.
Sabia que mi lengua causaba estragos en ese culo, ya lo había comprobado... Y eso me daba mucha ventaja...
- Sabes - dijo entre jadeos - Nico me lo pidió muchas veces...
- asi..? - respondí con mi cara hundida en su culo -... y se lo diste, putita?
- noooo... es todo tuyo, hijo de puta...!!! - replicó - ... Como me gusta que me comas el culo...la puta que te parió!!!
- si??... mucho te gusta? - pregunte, sabiendo la respuesta.
- si... me encanta... cojeme, que acabo... quiero tu pija... dámela ya, guacho...- concluyo, casi imperativamente...
Era una orden.
Procaz y brutal, fue la penetración...
Escupí su preciado agujero y de un envión le enterré la verga hasta el fondo.
Un alarido de dolor y placer se apropio del departamento. A pesar de sus quejidos, no se la saque, seguí empujando hasta que mis huevos rozaron su mojada concha.
Me suplicó que me moviera y que le diera con fuerza.
Lentamente fui incrementando la frecuencia de los embates hasta golpear con fuerza sus nalgas con mi entrepierna.
Sus quejas y gemidos amorosos se convirtieron en gritos de placer. Oí su voz jadeante diciéndome que iba a acabar, por lo que trate de aumentar aun mas la intensidad de mis movimientos hasta que, casi desgarrándose, Majo lograba tener un largo e incontenible orgasmo.
Todo su cuerpo se contrajo en interminables y sublimes espasmos de gozo. Se termino de entregar por completo...
Yo estaba con la pija a full, y con ganas de seguir...
Continué moviéndome, pero mas suavemente; ya que había comenzado a tener indicios que se venia una nueva eyaculación, y realmente no quería acabar todavía...
Me rehusaba a ello.
Saque mi verga de su magullado culito y fui hasta el baño a limpiarme.
Majo ni hablo, solo se tendió sobre el sillón a reponerse de lo sucedido.
Cuando volví, la tome por sorpresa, abrí sus piernas y la penetre.
- ay... hijo de puta... como estas hoy - me dijo, asombrada.
- no acabe todavía... - respondí - ... quería cojer esta conchita..., llenártela de leche...¡ Putita !
Me rodeo con sus brazos y me beso de manera frenética. Entre desesperados e intensos movimientos llego el clímax. Borbotones de esperma inundaron su vulva.
Acabé con una fuerza inusitada mientras sentía las paredes de su cavidad contraerse alrededor de mi pene. Majo también había tenido otro repentino orgasmo.
Abrazados y exhaustos, nos fundimos en un tierno y dulce beso.
Cuando salimos del departamento, una leve sonrisa se dibujo en nuestros rostros. Como si esa mueca fuera el corolario de un nuevo secreto.
Y si..., cada polvo con Majo es un nuevo secreto entre ambos... Esta vez, poniendole los cuernos a Nico, y en su casa.
3 comentarios - Con mi cuñada en la casa de su novio