Asi, me sentí cuando llegué a casa esa noche. Luego de un largo turno en el trabajo, lo único que quería era descansar, dormir y tomar algo que me quitara el dolor de ovarios.
Al llegar a la puerta de casa veo estacionado el auto del Gitano, dije no! Por favor que hace acá este tipo otra vez, luego de nuestro último encuentro sabía que había venido por mas.
Entré silenciosamente, suponiendo que el cornudo de mi marido y el G estarían en el quincho, pero para mi sorpresa estaban sentados en el living, había botellas de cerveza desparramadas, puchos apagados en el piso, olor a mugre.
Miré con odio a mi marido, apenas saludé y me dirigí al cuarto. Mi marido entro detrás mio y me dijo, por favor, ayudame, está el G acá y acabo de perder mucha guita a las cartas.
No, le dije, no otra vez, vos hijo de puta te quedaste dormido y yo me lo tuve que bancar a este cerdo. Por favor, ayudame, dijo él, este tipo es pesado nos va a quemar la casa, le debo mucha guita de juego y merca, atendelo un rato.
Mirá hijo de puta, le digo, estoy cansada, estoy indispuesta, me encontré con toda esa mugre en casa y encima hay que atender a tu amigo? Solucionalo vos, le digo, entregale vos el orto
En eso escucho al G a los gritos que dice, dale traeme a la perra esa que la quiero ortear bien, la voz me trajo enseguida una sensación de calentura y morbo que me quemó desde adentro, le dije a mi marido, ok, por esta vez, pero te quedás despierto y ves bien lo que me hace este tipo, para que no se te vuelva a ocurrir mezclarte con el. Ponete algo medio de perra, no vayas a aparecer con ese uniforme de mierda, me dijo el cornudo.
Me puse unas calzas y una remera larga, que me tapara el culo, pensando que con eso y un poco mas de alcohol los dormía a los dos y zafaba, pero no.
Cuando entré al living el G me dice, vení aca perra que tu marido te entregó, me acerco diciéndole mirá hoy no puedo hacer mucho, me siento mal, tengo la regla.
Jajaja tronó el G, así que la perrita está en celo? Ya vas a ver putita, traeme otra cerveza. Le alcanzo la cerveza y al acercarme me toma de la muñeca y me dice arrodíllate aca y mama pija un rato perra, después veremos que hacer con vos.
Obedezco, me arrodillo frente a el y me arranca la remera, quedo tan solo en corpiño y calzas, comente bien la verga, me dice, bajándose la bragueta y dejando salir esa chota que ya conocía. Empiezo a mamarla con avidez, a lo mejor lo hago acabar rápido y me puedo escapar, pero el me para a los tres minutos y le dice a mi mardio, filmá cornudo, vas a ver como se pagan tus vicios.
El hijo de puta filmaba mientras ell G me dice: ponete en cuatro sobre la mesa ratona, ahora, pero pará le digo dejame terminar acá, no putita, perra sucia ahora vas a ver lo que mes bueno y vos cornudo no pares de filmar.
Vuelvo a obedecer, me pongo en cuatro sobre la mesa y el G me dice, ahora te voy a hacer un agujero nuevo nena, toma la fina tela de micalza y la desgarra, hace lo mismo con mi tanga, dejándome descubierta. Le digo pará despacio que me duele todo, no seas bestia.
Si si, despacio jajajaja contesta, entonces el desgraciado me sacá el tampón y le digo no boludo, eso no, haceme el orto de una vez y listo. Vení, le dice a mi marido filmá la conchita sangrante y vas a ver lo que le hago a esta perra. Entonces el G me mete la pija a fondo, sin piedad, y el dolor que antes sentía se multiplica por mil, bombea mi concha diez o quince veces mientras me mete uno, dos tre dedos en el culo, que cedió fácil a su presión,
Ahora cornudo mirá como la ensarto por el orto con la pija rojo sangre, esta perra en celo me calienta cada vez más, sin mayor aviso me la entierra en el culo así toda sucia y mi dolor sólo iba en aumento. Me bombea como si fuera la última vez mientras siento como de mi conchita chorrean jugos y fluidos, este hijo de puta logra calentarme en las peores situaciones, pienso.
Está así 10 o 15 minutos me agarra del pelo, me tironea, me aprieta las tetas y el cornudo desgraciado de mi mardio sigue filmando y se acomoda la verga para pajearse viendo como se ortean a su mujer.
De repente el G hace un ruido asqueroso, mezcla de eructo y arcada y siento como me acaba volcando su leche en mi culo roto. Saca la pija y me la pone frente a la cara, toda sucia de semen y sangre y me dice limpiala bien perrita. Pensando que esto ya terminaba, con lágrimas que rodaban por mis mejillas me pongo a lamerle la chota y entonces el muy desgraciado hijo de puta lanza una carcajada y un asqueroso chorro de meo me pega en la boca, la cara, el pelo, alcanzo a escupir lo que puedo, los miro con odio y veo que el sorete de mi marido se limpia su propia leche con mi remera.
Nunca me sentí tan perra, sucia y humillada, pero nunca me habías hecho el orto así.
Al llegar a la puerta de casa veo estacionado el auto del Gitano, dije no! Por favor que hace acá este tipo otra vez, luego de nuestro último encuentro sabía que había venido por mas.
Entré silenciosamente, suponiendo que el cornudo de mi marido y el G estarían en el quincho, pero para mi sorpresa estaban sentados en el living, había botellas de cerveza desparramadas, puchos apagados en el piso, olor a mugre.
Miré con odio a mi marido, apenas saludé y me dirigí al cuarto. Mi marido entro detrás mio y me dijo, por favor, ayudame, está el G acá y acabo de perder mucha guita a las cartas.
No, le dije, no otra vez, vos hijo de puta te quedaste dormido y yo me lo tuve que bancar a este cerdo. Por favor, ayudame, dijo él, este tipo es pesado nos va a quemar la casa, le debo mucha guita de juego y merca, atendelo un rato.
Mirá hijo de puta, le digo, estoy cansada, estoy indispuesta, me encontré con toda esa mugre en casa y encima hay que atender a tu amigo? Solucionalo vos, le digo, entregale vos el orto
En eso escucho al G a los gritos que dice, dale traeme a la perra esa que la quiero ortear bien, la voz me trajo enseguida una sensación de calentura y morbo que me quemó desde adentro, le dije a mi marido, ok, por esta vez, pero te quedás despierto y ves bien lo que me hace este tipo, para que no se te vuelva a ocurrir mezclarte con el. Ponete algo medio de perra, no vayas a aparecer con ese uniforme de mierda, me dijo el cornudo.
Me puse unas calzas y una remera larga, que me tapara el culo, pensando que con eso y un poco mas de alcohol los dormía a los dos y zafaba, pero no.
Cuando entré al living el G me dice, vení aca perra que tu marido te entregó, me acerco diciéndole mirá hoy no puedo hacer mucho, me siento mal, tengo la regla.
Jajaja tronó el G, así que la perrita está en celo? Ya vas a ver putita, traeme otra cerveza. Le alcanzo la cerveza y al acercarme me toma de la muñeca y me dice arrodíllate aca y mama pija un rato perra, después veremos que hacer con vos.
Obedezco, me arrodillo frente a el y me arranca la remera, quedo tan solo en corpiño y calzas, comente bien la verga, me dice, bajándose la bragueta y dejando salir esa chota que ya conocía. Empiezo a mamarla con avidez, a lo mejor lo hago acabar rápido y me puedo escapar, pero el me para a los tres minutos y le dice a mi mardio, filmá cornudo, vas a ver como se pagan tus vicios.
El hijo de puta filmaba mientras ell G me dice: ponete en cuatro sobre la mesa ratona, ahora, pero pará le digo dejame terminar acá, no putita, perra sucia ahora vas a ver lo que mes bueno y vos cornudo no pares de filmar.
Vuelvo a obedecer, me pongo en cuatro sobre la mesa y el G me dice, ahora te voy a hacer un agujero nuevo nena, toma la fina tela de micalza y la desgarra, hace lo mismo con mi tanga, dejándome descubierta. Le digo pará despacio que me duele todo, no seas bestia.
Si si, despacio jajajaja contesta, entonces el desgraciado me sacá el tampón y le digo no boludo, eso no, haceme el orto de una vez y listo. Vení, le dice a mi marido filmá la conchita sangrante y vas a ver lo que le hago a esta perra. Entonces el G me mete la pija a fondo, sin piedad, y el dolor que antes sentía se multiplica por mil, bombea mi concha diez o quince veces mientras me mete uno, dos tre dedos en el culo, que cedió fácil a su presión,
Ahora cornudo mirá como la ensarto por el orto con la pija rojo sangre, esta perra en celo me calienta cada vez más, sin mayor aviso me la entierra en el culo así toda sucia y mi dolor sólo iba en aumento. Me bombea como si fuera la última vez mientras siento como de mi conchita chorrean jugos y fluidos, este hijo de puta logra calentarme en las peores situaciones, pienso.
Está así 10 o 15 minutos me agarra del pelo, me tironea, me aprieta las tetas y el cornudo desgraciado de mi mardio sigue filmando y se acomoda la verga para pajearse viendo como se ortean a su mujer.
De repente el G hace un ruido asqueroso, mezcla de eructo y arcada y siento como me acaba volcando su leche en mi culo roto. Saca la pija y me la pone frente a la cara, toda sucia de semen y sangre y me dice limpiala bien perrita. Pensando que esto ya terminaba, con lágrimas que rodaban por mis mejillas me pongo a lamerle la chota y entonces el muy desgraciado hijo de puta lanza una carcajada y un asqueroso chorro de meo me pega en la boca, la cara, el pelo, alcanzo a escupir lo que puedo, los miro con odio y veo que el sorete de mi marido se limpia su propia leche con mi remera.
Nunca me sentí tan perra, sucia y humillada, pero nunca me habías hecho el orto así.
11 comentarios - Perra sucia y humillada
Gracias por compartir
te dejo puntos
'Ta bueno!