Algo muy loco II

Hola a todos, "Algo muy loco !" no tenía continuación, pero como habían quedado picando un par de temas interesantes muchos me pidieron que cuente que pasó. Y PASÓ!!!!! fue este sábado y ahora se los cuento porque es muy sabroso y caliente!
La experiencia se dilató hasta este sábado 24, después del mediodía porque por suerte habíamos tenido bastante trabajo y no estuvimos libres, pero como acá en Argentina fue feriado largo, mucha gente se fue de mini vacaciones y estuvimos bastante tranquilos, hicimos como la otra vez, pedimos para hacernos masajes mutuamente y nos encerramos en un box. Suerte que estaba un recepcionista nuevo que si no iban a sospechar que nos encerráramos en el box tan seguido, para él era la primera vez.
Le dije a mi compañera que se acueste en la camilla boca abajo, pero esta vez desnuda. Realicé mi masaje tal cual en el anterior relato pero esta vez, sin tanto cuidado cuando llegaba a las zonas erógenas, ya no quería practicar mi método para calentar una mina acariciando su piel, ahora la quería bien calentita para darla vuelta de una, sin sutilezas, mi compañera es flaca pero tiene un hermoso culo redondito, me deleité masajeando sus nalgas y, pasando la mano de canto por su tajo, frotaba su agujero y esto la enloquecía, se ve que le encanta que le entren por el camino de tierra pero este no era el objetivo de la práctica. Le había prometido "masaje vaginal" y eso era lo que haría.
Terminé de masajear su espalda tal cual les conté en el anterior relato y la hice poner de frente.
Esta vez jugué un poco con sus tetitas, las aceité bien y las masajee en círculos hasta llegar a sus pezones y allí me detuve a jugar un rato, cuando vi que la tenía bien caliente, baje hasta su panza y muy suavemente jugué con mis dedos, trabajé la zona en círculos cada vez mas grandes hasta llegar casi a su conchita. la tenía depilada menos un triangulito por encima pero que mantenía con el bello bien cortito. Mis dedos rozaban esa zona y sacaban un suspiro cada vez que pasaba por ahí.
-No seas ansiosa y dejate llevar por mi, aflojate y gozá.
De a poco me fui quedando mas tiempo en su triangulito pero sin tocar la conchita. Me sequé las manos del aceite que venía usando en el cuerpo y cambié a un lubricante de base acuosa, porque el otro puede irritar la conchita y no es lo que buscaba, deslicé mis dedos indice y anular uno a cada lado de su rajita, por afuera, casi sin hacer contacto, lentamente deslicé los dedos hacia arriba y hacia abajo y les digo que los jugos que largaba su conchita hirviendo hacían innecesario la lubricación extra.
Después de un ratito así, deslice mis dedos ya dentro de los labios externos y de la misma manera masajee los labios internos, muy lentamente, de arriba a abajo con mucho cuidado de no rozar aun su clítoris. Sus músculos se tensaron lo cual me anunciaban su primer orgasmo y me dije mentalmente: a la una....a las dos....y a las tres! y mis dedos se detuvieron en su clítoris y allí explotó en un prolongado orgasmo.
Con mis dedos en círculos alrededor de su clítoris jugué un ratito mas pero mi objetivo estaba en su mojada cuevita.
Tomé con un dedo de cada lado un labio interior y lo masajee de arriba a abajo y al ratito hice lo mismo con el otro.
Por último, fui metiendo un dedo bien por el borde de su concha y acaricié todo el contorno de su orificio, ahora quería sacarle un orgasmo bien de adentro de su concha pero para eso debía excitarla por completo.
Mi dedo masajeaba bien el borde entrando y saliendo por todo el contorno, pero cada vez entrando un poquito más. Nada de sus paredes vaginales quedaron sin masajear. El punto G y todos los demás puntos fueron excitados y ella explotó en otro orgasmo, esta vez más profundo. Ya para esta altura le metí dos dedos y con la otra mano le di al clítoris hasta que estalló en un tercer orgasmo con lo que dí por terminado mi exitoso experimento.
Tuve que esperar un largo rato para que se reponga, pero como no había nadie, le avise al de recepción que me demoraba un rato más porque estaba muy contracturada.
Cuando se repuso me dijo que fue una experiencia maravillosa y que me había ganado su máximo esmero en lo que venía. Yo ya estaba al palo de solo pensarlo.
La consigna fue la misma, en bolas completamente y de espaldas, ella me masajeó de manera similar, pero esta vez, con los masajes en los aductores, acarició mis huevitos deliberadamente, volviéndome loco, sus manos parecían de fuego, encendían todo lo que tocaba, con sus dedos bien aceitados se dedicó a lubricar mi ano por afuera, fue una sensación de locura, nadie había jugado con mi culito de esa manera, tan tierna, me corrían escalofríos por todo el cuerpo.
Luego me hizo dar vuelta y me quedé con mi pija cual mástil de plaza.
Casi no me masajeó de frente, se dedicó de lleno a su faena. Se limpió las manos pero no para no irritarme, el motivo lo conocería en unos minutos. Con sus manos si aceite me empezó a masturbar, instintivamente flexioné mis piernas cuando ella me acarició los huevitos y de repente se comenzó a devorar mi pija muy glotonamente. Y ahí entendí lo del aceite, si me aceitaba la pija juego tendría que comerse todo el aceite.
Ya en esa posición me dijo que me relajara y ahora sí aceitando el dedo medio comenzó en círculos a jugar con mi culito agrandándolo y haciéndole perder su virginidad de la manera mas linda.
Cuando quise darme cuenta ya tenía una falange adentro e iba por más. Giró su dedo hasta dejar su yema para arriba y llegó hasta la próstata, comenzó a masajearla metiendo y sacando el dedo, como acariciándola. Me es difícil explicar las oleadas de placer que me venían y recuerden que seguía chupándome la pija, placer doble! De repente acariciaba mi próstata, de repente hacia pequeños circulitos y yo empecé a sentir que me venía de una manera intensa, difícil de explicar con palabras.
Le acabé adentro de la boca de una manera explosiva. Creo que nunca acabe tanta leche que mi compañera se tomó toda, como premio por la labor conseguida.
Fue muy fuerte y ahora quiero siempre acabar así. Le quiero entregar la cola a la que coja conmigo. Se que difícilmente consiga repetir la experiencia de esa manera, pero fue tan intensa que quiero volver a repetirlo.