Bueno, uds saben que con mi amiga del secundario Liliana, nos encontramos luego de varios años en Capital, en un lindo hotel para recuperar el tiempo perdido, es decir para cojer y cojer y cojer.
Asi nos encontró el medio día, luego de un par de buenos polvos y con ganas de reponer energías. Claro que no teníamos ganas de movernos de nuestra camita, así que pedimos nos enviaran el almuerzo a la habitación.
Luego de reponernos, y tambien de compartir una ducha refrescante (en la que no me privé de comerle las tetas, la boca y arrodilándome, hacerle una linda mamada de concha mientras caía el agua), volvimos a la cama.
Juegos, besos, toqueteos y de pronto le comencé a sobar la entrada del orto. Es bueno tambien recordar que el ojete es el atributo mas portentoso de mi amiguita: tremenda y contundente perita mantenida bien firme a fuera de gym. Durito como estába, le aparté los cachetes y jugué con un dedito mientras no dejaba de besarla..., pero mi cabeza estaba quemada por pensar solo en entrar en ese agujerito.
Ella emitía pequeños y guturales sonidos de aprobación..., yo seguí, ahora metiendo mi dedo en el orto y jugando dentro de el..., ella se calentó tanto que noté que la concha chorreaba, así que la puse en cuatro y le tomé una mano para llevársela a la concha..., con ella la obligue a que comenzara a pajearse... eso me dejó con las manos libres para continuar mi labor de relajamiento del ojete... alternaba mis dedos (ya eran dos y luego tres) con mi lengua que tambien la fue penetrando.
Le decía sos una yegua puta! y ella me contestaba que siii, que era mi putita..., como me gustaría romperte el ojete..., hay dale ahora mi amorrrr
Ni lerdo ni perezoso.. lubrique mi poronga que estaba como un caballo desbocado: brioso, desesperado y duro como nunca y comencé a puertearla..., se quejaba pero iba entrando lentamente. De a poquito. En un momento me dijo que le dolía mucho pero yo no estaba para escuchar lamentaciones... la tomé del cabello, la tiré hacia atras y entré hasta que mis bolas chocaron con sus cachetes...El alarido debe haberse escuchado en todo el hotel, pero no me importaba.
Esperé un ratito, ella se quedó muy quietita..., luego lentamente comenzó a moverse... su pelvis se retiraba y chocaba nuevamente con mis bolas... yo tambien empecé a meter y sacar cada vez mas rápido y violentamente.
el chapoteo generado por este vaivén, la paja que se daba a la vez hizo que en luego de un rato estuviéramos a punto para un nuevo orgasmo...
Descargué la provisión del leche que tenía dentro de su ojete mientras ella tambien acababa nuevamente casi con un sollozo de felicidad...
Nos quedamos quietos hasta que mi verga fue cayendo en su tamaño y salío de ese, su nuevo y caliente hogar...
Le levanté las piernas y vimos como caía mi leche de su agujerito, ahora bien agrandado...
Nos abrazamos y nos quedamos dormidos...
Continuará 😃
Asi nos encontró el medio día, luego de un par de buenos polvos y con ganas de reponer energías. Claro que no teníamos ganas de movernos de nuestra camita, así que pedimos nos enviaran el almuerzo a la habitación.
Luego de reponernos, y tambien de compartir una ducha refrescante (en la que no me privé de comerle las tetas, la boca y arrodilándome, hacerle una linda mamada de concha mientras caía el agua), volvimos a la cama.
Juegos, besos, toqueteos y de pronto le comencé a sobar la entrada del orto. Es bueno tambien recordar que el ojete es el atributo mas portentoso de mi amiguita: tremenda y contundente perita mantenida bien firme a fuera de gym. Durito como estába, le aparté los cachetes y jugué con un dedito mientras no dejaba de besarla..., pero mi cabeza estaba quemada por pensar solo en entrar en ese agujerito.
Ella emitía pequeños y guturales sonidos de aprobación..., yo seguí, ahora metiendo mi dedo en el orto y jugando dentro de el..., ella se calentó tanto que noté que la concha chorreaba, así que la puse en cuatro y le tomé una mano para llevársela a la concha..., con ella la obligue a que comenzara a pajearse... eso me dejó con las manos libres para continuar mi labor de relajamiento del ojete... alternaba mis dedos (ya eran dos y luego tres) con mi lengua que tambien la fue penetrando.
Le decía sos una yegua puta! y ella me contestaba que siii, que era mi putita..., como me gustaría romperte el ojete..., hay dale ahora mi amorrrr
Ni lerdo ni perezoso.. lubrique mi poronga que estaba como un caballo desbocado: brioso, desesperado y duro como nunca y comencé a puertearla..., se quejaba pero iba entrando lentamente. De a poquito. En un momento me dijo que le dolía mucho pero yo no estaba para escuchar lamentaciones... la tomé del cabello, la tiré hacia atras y entré hasta que mis bolas chocaron con sus cachetes...El alarido debe haberse escuchado en todo el hotel, pero no me importaba.
Esperé un ratito, ella se quedó muy quietita..., luego lentamente comenzó a moverse... su pelvis se retiraba y chocaba nuevamente con mis bolas... yo tambien empecé a meter y sacar cada vez mas rápido y violentamente.
el chapoteo generado por este vaivén, la paja que se daba a la vez hizo que en luego de un rato estuviéramos a punto para un nuevo orgasmo...
Descargué la provisión del leche que tenía dentro de su ojete mientras ella tambien acababa nuevamente casi con un sollozo de felicidad...
Nos quedamos quietos hasta que mi verga fue cayendo en su tamaño y salío de ese, su nuevo y caliente hogar...
Le levanté las piernas y vimos como caía mi leche de su agujerito, ahora bien agrandado...
Nos abrazamos y nos quedamos dormidos...
Continuará 😃
0 comentarios - y todo continuó con la colita