Era un miércoles a la noche. Estaba en casa sola, mirando videos porno, de los que me gustan a mí, los de gang bang con acabadas adentro... nada de acabar en la cara, o espalda.. ADENTRO! de la concha o de la cola.. de esos que la protagonista queda luego chorreando leche. Mucha leche.
Mi calentura iba en aumento, tenía ganas de sentir varias pijas adentro mío.
Por delante, por detrás, en la boca.
Quería muchas pijas.
Estaba sola, con mi consolador que ya casi lo había derretido, y lejos de saciarme, cada vez me encendía más.
Me latía todo adentro y el piso ya estaba chorreado con mis fluídos.
Eran pasadas las doce y tenía ganas de experimentar algo... algo bien morboso. No sabía ´qué, pero quería hacer algo que me satisfaga la mente, ya que veía que mi cuerpo estaba insaciable.
Decidí actuar.
Me puse una minifalda y una musculosa; botas de taco y me pedí un taxi para ir dónde sea a buscar lo que sea.
No me puse tanga, para sentirme más perra y permitir que mis piernas se mojen con mi propia leche.
Llega el taxi, me subo, y le digo que conduzca por una calle, sin saber todavía muy bien a dónde quería ir.
El taxista era un gordo bastante desagradable, de unos 50 años y medio pelado que seguía mis directivas.
Estaba tan caliente que le digo:
Te molesta si me toco?
Se gira para mirarme y me dice: Eh?
No creo que no haya escuchado, ni comprendido, sólo que no podía creer lo que le estaba preguntando.
Le repito: Que si te molesta que me toque.. Es que estoy muy caliente, le digo.
A lo que responde: No, no me molesta.
Comienzo a tocarme, con las piernas abiertas. La derecha sobre el respaldo del asiento de adelante del acompañante.
El tipo no sabía qué hacer. Seguía manejando.
En un momento dado le digo: Querés que te haga una pajita?
Ja! claro, era tan espantoso que no me animaba a chupársela.
Obviamente accedió.
Mis ratones iban a full, más que nada de pensar en lo bajo que había caído.
Comienzo a sobarle la pija, que comenzó a erectarse como un torpedo.
Sin darme cuenta estaba sentada ya a su lado.
Los gemidos míos empezaron a empañar los vidrios del auto que ya estaba estacionado en esa calle oscura y desierta. .
Tenés lechita para mí, le pregunté.
Si, me dice.
Quiero que me llenes de leche la concha. Que me inundes de semen. Quiero tu pija adentro mío , le digo; y sin más, me le siento encima, de espalda.
Agarro su pija, y me la incrusto en mi concha mojada que estaba en llamas.
Comienzo a moverme pidiéndole a gritos que me llene de leche.
Sólo unas veces subí y bajé en movimientos rítmicos, hasta sentir que una crema tibia y espesa me llenaba el cuerpo.
Mi concha devoró esa leche que tanto necesitaba.
El gordo estaba extasiado del placer y sin poder creer lo que le había ocurrido.
Aprovechando su atontamiento, me bajé del taxi y me tomé otro que me volvió a llevar a mi casa.
Miré al nuevo taxista con cariño... pero ya era tarde, y al otro día tenía que trabajar.
No obstante, me gustó la experiencia. Ya voy a salir con tiempo a recorrer Buenos Aires.
Las callecitas de Buenos Aires tienen ese no sé qué... viste?
:auto:
Mi calentura iba en aumento, tenía ganas de sentir varias pijas adentro mío.
Por delante, por detrás, en la boca.
Quería muchas pijas.
Estaba sola, con mi consolador que ya casi lo había derretido, y lejos de saciarme, cada vez me encendía más.
Me latía todo adentro y el piso ya estaba chorreado con mis fluídos.
Eran pasadas las doce y tenía ganas de experimentar algo... algo bien morboso. No sabía ´qué, pero quería hacer algo que me satisfaga la mente, ya que veía que mi cuerpo estaba insaciable.
Decidí actuar.
Me puse una minifalda y una musculosa; botas de taco y me pedí un taxi para ir dónde sea a buscar lo que sea.
No me puse tanga, para sentirme más perra y permitir que mis piernas se mojen con mi propia leche.
Llega el taxi, me subo, y le digo que conduzca por una calle, sin saber todavía muy bien a dónde quería ir.
El taxista era un gordo bastante desagradable, de unos 50 años y medio pelado que seguía mis directivas.
Estaba tan caliente que le digo:
Te molesta si me toco?
Se gira para mirarme y me dice: Eh?
No creo que no haya escuchado, ni comprendido, sólo que no podía creer lo que le estaba preguntando.
Le repito: Que si te molesta que me toque.. Es que estoy muy caliente, le digo.
A lo que responde: No, no me molesta.
Comienzo a tocarme, con las piernas abiertas. La derecha sobre el respaldo del asiento de adelante del acompañante.
El tipo no sabía qué hacer. Seguía manejando.
En un momento dado le digo: Querés que te haga una pajita?
Ja! claro, era tan espantoso que no me animaba a chupársela.
Obviamente accedió.
Mis ratones iban a full, más que nada de pensar en lo bajo que había caído.
Comienzo a sobarle la pija, que comenzó a erectarse como un torpedo.
Sin darme cuenta estaba sentada ya a su lado.
Los gemidos míos empezaron a empañar los vidrios del auto que ya estaba estacionado en esa calle oscura y desierta. .
Tenés lechita para mí, le pregunté.
Si, me dice.
Quiero que me llenes de leche la concha. Que me inundes de semen. Quiero tu pija adentro mío , le digo; y sin más, me le siento encima, de espalda.
Agarro su pija, y me la incrusto en mi concha mojada que estaba en llamas.
Comienzo a moverme pidiéndole a gritos que me llene de leche.
Sólo unas veces subí y bajé en movimientos rítmicos, hasta sentir que una crema tibia y espesa me llenaba el cuerpo.
Mi concha devoró esa leche que tanto necesitaba.
El gordo estaba extasiado del placer y sin poder creer lo que le había ocurrido.
Aprovechando su atontamiento, me bajé del taxi y me tomé otro que me volvió a llevar a mi casa.
Miré al nuevo taxista con cariño... pero ya era tarde, y al otro día tenía que trabajar.
No obstante, me gustó la experiencia. Ya voy a salir con tiempo a recorrer Buenos Aires.
Las callecitas de Buenos Aires tienen ese no sé qué... viste?
:auto:
20 comentarios - Morbosa y caliente.
buenisima historia, me encantó esta parte
los ratones y la adrenalina a mil cuando caes bien bajo detrás de una pija, sin importar el cuerpo que la rodea !!!
gracias por compartir, besos ❤️
pasame tu e-mail? si? charlamos
Animate con más, pero no cambies, seguí por el camino de lo sencillo y verosímil. Y si te gustan los relatos y tenés tiempo, te invito a ver los mios
amor.
yo pasé y comenté tu post, vos pasaste y comentaste el mío?
Besito donde mas te guste.