Lo que encontré por comprar un traje.

Hace unos meses me fui a comprar un traje. No soy de andar vestido de traje, pero debo asistir a un evento y había que ir bien vestido. Tenía un par de trajes pero de no usarlos se habían puesto un poco feos y ademas estaban muy pasados de moda y encima se ve que tengo un poco más de pancita (je!) y me quedaban un poco justos, o sea que no me quedaba otra que ir a comprar uno.
Fui a un lindo local de ropa que me recomendaron y fui atendido por una linda morocha, ojos verdes, pelo lacio, hermosa sonrisa, bastante alta y delgada......y para los que me estarán diciendo "hermano, esa no es la descripción que estamos esperando!!" tenía un hermoso par de tetas bien parado y un lindo y muy apetecible culo enfundado en un pantalón apretadito. Un bombón!!
Me mostró muy amablemente varios modelos de traje y yo elegí uno bastante clásico. Vimos también camisas y corbatas como para completar el combo.
Del traje que yo elegí no había talle para mi así que me dijo que me tomaría las medidas para pedir mi talle y a mas tardar pasado mañana me lo tendría.
No había apuro porque el evento sería en diez días a si que accedí.
Me hizo pasar a una trastienda y me empezó a tomar las medidas, noté cierto toqueteo de más en su faena, más de una vez me tomaron medidas para ropa y nunca me pasó eso.
No se, quizás uno está siempre alerta cuando una mina se le acerca, pero cierto franeleito, cierto pasar la mano muy despacio por la espalda, algún que otro roce de su cuerpo con el mio me excitó y mucho. Y en especial su perfume, dulzón y embriagador, su voz ronroneante, para hablarme encendieron mis alarmas y mi pija se puso dura como no podía ser de otra manera, en estos casos suelo no disimularlo, dejarlo como una cosa normal y es lo que hice.
Noté que cuando tomó las medidas de mi pantalón, miro mi indisimulable erección y le noté un gesto de satisfacción, como diciendo, viste que fácil que te puse al palo papito?
Le tiré onda pero se hizo la boluda y me dio no se que seguir insistiendo. Cuando me despidió me dijo:
- Vení el jueves que ya lo voy a tener acá y hacemos la prueba final. - y pasándome la mano como una caricia por la espalda me dijo - el jueves te resuelvo todos los problemas.
Como les cuento que me fui echando humo por las orejas, esta mina era una calientapijas de primera y con migo lo había logrado, solo me faltaba saber si el jueves seguiría con su jueguito o le daba pija como se merecía.
Llegó el jueves y allí me dirigí, estaba ella en el local y me recibió con un beso, su perfume activó mi testosterona , estaba muy linda con una camisa negra con algunos botones desabrochados que dejaban admirar sus hermosos pechos y un pantalón negro, bastante ajustado, que levantaba su redonda cola. No era una mujer joven, pero estaba muy bien, se ve que se cuidaba mucho y seguro tendría muchos pretendientes a su alrededor, solo me faltaba saber porque hacía ese jueguito con migo.
Me hizo pasar a la trastienda y me alcanzó el traje. La verdad era muy lindo, se notaba que era una tela de muy buena calidad. Me dijo: - ponetelo que así lo marcamos para los dobladillos y si hay que tomarlo de algún lado.
Dicho esto se me quedó mirando, yo me tenía que sacar los pantalones delante de ella, dudé un microinstante y como no se movía comencé a desabrocharme el cinturón pensando," si la queres la vas a tener" . Enseguida se dio cuenta y se dio vuelta, como buscando algo, disimulando mientras yo me cambiaba.
Después se dio vuelta y dijo: - ah bien! te queda pintado, no hay que hacer muchas reformas. Se puso por detrás mio y pasó las manos por mis hombros y la bajó por los brazos, con la misma calidez que la vez anterior. Luego desde la espalda pasó sus manos hacia adelante y diciéndome que lo iba a abrochar, apoyó todo su cuerpo contra el mio, sentí sus duras tetas en mi espalda y sus calientes muslos apoyados contra mis piernas , su pubis copiaban la forma de mi culo y mi cerebro pobrecito comenzó a trabajar con dificultad, como sucede con las maquinas cuando recalientan.
Tardó una eternidad en abrochar esos dos botones, mi pija pujaba por liberarse de las ataduras de mi slip,
y tuve que contener un suspiro.
Una vez que terminó de abrocharlo, y casi sin separarse de mi, volvió sus manos a mis hombros y me dijo: - ummm, que musculoso y fuerte ( cosa muy alejada de la realidad) vas al gimnasio. ( no paso ni por la puerta, de pensarlo me fatigo, el único ejercicio que me gusta es el viejo uno-dos!!)
Le dije. -y uno hace lo que puede....
casi sin soltarme los hombros, se dio vuelta e hizo como que arreglaba el frente del saco, mientras que pasaba sus manos por mi pecho.
Fue a las mangas y marcó el dobladillo, luego me hizo subir a un banquito para marcar el dobladillo de los pantalones.
Puso su cara delante de mi pija que estaba muy dura ya, y no la podía disimular.
Sonrió y paso suavemente sus manos a ambos lados de mis piernas mientras que su cara pasaba a muy pocos centímetros de mi pija. Fue a los dobladillos del pantalón y los marcó, luego dando un paso atrás me dijo: -Acá hay algo que no me gusta! Hace un defecto el pantalón. Y dicho esto deslizó una mano por encima de mi poronga frotándola y sacando un suspiro de mis labios.
-Bueno,- le dije yo- tenes buena mano, fijate como lo podes arreglar.
Ella desabrochó mi pantalón y metiendo la mano por debajo del slip saco mi pija y empezó a pajearme muy despacito. De mi boca solo salìan suspiros, ella agarró el tronco de mi pija con las dos manos y comenzó a besar mi cabeza con besitos muy chiquitos y luego abrió la boca y la cubrió con sus labios, mientras que con su lengua dibujaba círculos alrededor de la puntita y yo casi me caigo del banco. Me senté en una silla que había allí y ella siguió chupándomela cada vez mas golosamente tragandosela casi por completo.
Le advertí que estaba por acabar y ella se la engulló con mas pasión hasta que la llené de leche, en su boca y en su cara.
Después de limpiarse me dijo:-Te relajaste amor? Porque yo no!
Me ayudo a terminar de sacarme el traje y ella se sacó el pantalón y la tanga, se sentó encima mio y con su concha refregaba mi pija con el vaivén de sus caderas. Yo desabroché su camisa y desprendiendo el corpiño me hice cargo debidamente de sus tetas lamiendo sus dulces pezones y lengüeteandolas haciendola suspirar.
El vaivén de su concha en mi pija me la puso dura nuevamente y cuando ella la sintió, la agarró y se la enterró de una adentro de su concha dando un profundo suspiro. comenzó a cabalgarme ritmicamente mientras yo besaba su cuello y lamia el lóbulo de su oreja. estuvimos cabalgando un largo rato gracias a que yo ya había acabado una vez y tenia que reponerme. Con mis manos agarraba sus nalgas y acompañaba su amacado.
Ella gemía cada vez más hasta que acabó entre espasmos. Había unos almohadones, los acomodé y la hice arrodillar encima de ellos, con ese hermoso culo delante mio se la metí en la concha por atrás y prendido de ese hermoso culo la cabalgue cada vez mas fuerte hasta que ella volvió a acabar, esta vez mucho mas fuerte, tenía miedo que nos oyeran de afuera pero no pasó nada.
sus espasmos me excitaron más y comencé a cabalgarla mas y mas fuerte hasta que al cabo de un rato le llené su caliente concha de mi leche y al sentir el chorro caliente dentro suyo, volvió a acabar.
Cuando nos repusimos le pregunté que la había llevado a esto y me respondió que la excitan mucho los hombres probándose ropa, y que también le gusta calentarlos y ver que pasa. -Y no creas que me los cojo a todos eh?

A los tres días volví a buscar el traje y me atendió un señor bajito y pelado que era el dueño de la tienda. Me probó el traje , que me quedaba a la perfección y me lo entregó, le pregunté por su empleada y me dijo que ese día no trabajó porque tenía que hacer un tramite.
Le dije que era una buena empleada, que daba gusto como atendía y que le de un buen sueldo porque le convenía tenerla con él.
Me respondió: -Si ya lo se, muchos me dicen lo mismo, se van muy contentos con su atención y si le pago un muy buen sueldo por eso.

No se porque me fui pensando que el pelado estaba al tanto de lo que hacía su empleada, que a él le convenía y que estaban arreglados para cortarla una vez vendido el traje. Que ella sí estaba en el negocio espiándome y que no aparecía para que todo quedara ahí.