Hola, mi nombre es Lourdes, tengo 19 años y esta es la primera vez que escribo aquí. Lo que me llevo a hacerlo es una experiencia que solo saben algunas de mis amigas y quería compartirlo con mas gente. Esta historia es totalmente real.
Hace 2 años que estoy de novia. Estoy muy enamorada de el, pero nunca me atreví a hacer cosas perversas en la cama, soy muy conservadora. El sexo con mi novio es muy tradicional, solo le permito hacérmelo por la vagina, a pesar de que el me pide la cola, que se lo chupe y me deje acabar en la boca para luego tragar el semen, o acabarme en las tetas y en la cara. Pero no, siempre le he dicho que no a esas cosas.
Para que me conozcan un poco físicamente, soy petisa, 1,61, muy flaquita, mi cintura es bastante chiquita. Tengo una cola bien formada, redonda, para nada mal y unas lindas piernas. Pero lo que más me gusta de mi cuerpo son mis pechos. Son de el tamaño perfecto, ni chicos ni muy grandes. De esos redondos y paraditos que son simplemente perfectos. Soy morocha, de pelo largo y enrulado, y tengo ojos negros.
Un día me quede a dormir en la casa de mi novio, a la noche fue todo normal, vimos una película, luego hicimos el amor y nos dormimos. A la mañana siguiente, me desperté antes que el. Estaba aburrida porque estaba sola en su casa, su mama había salido, pero no quise molestarlo y lo deje dormir. Por lo general no soy celosa ni me gusta andar revisando las cosas de mi novio, pero esta vez lo que me llamo la atención es el celular nuevo de Diego. Quería ver como era, ya que me gusta mucho la tecnología y todo lo que tenga que ver con los teléfonos. Me puse a ver las aplicaciones, los juegos, y como no podía ser de otra manera, caí en la tentación de los mensajes. Los primeros no eran nada importante, solo charlas con sus amigos sobre fútbol, autos y esas cosas, más algunos de su mamá. Seguí bajando un poco y encontré otros de una tal Marina, al abrirlos lo que encontré fue terrible, la mayoría de los mensajes hablaban de sexo y decían cosas como: ‘‘Me encanta hacerte todo lo que tu novia no te hace, tu leche es muy rica, me excita mucho que me la des en la boca’’, ‘‘Me encanta como me cojes, déjala a la virgen de tu novia y venite conmigo’’. Al leer esto el corazón se me partió en un millón de pedazos y me largué a llorar. Puse para ver los mensajes enviados y lo que el ponía era igual de perverso a los que mandaba ella: ‘‘Sos muy puta preferida, me encanta hacerla acá a mi novia con vos’’, ‘‘Anda buscando la amiguita que te dije para que hagamos un trío, tengo leche para las dos’’. Después de ver estos mensajes mi llanto aumento y desato mi ira. Fui corriendo hasta la cama, me le tire encima y empecé a pegarle mientras lo insultaba y lloraba a los alaridos.
- Hijo de mil putas, me haces re mil aca y yo como una pelotuda enamorada de vos mientras me mentis en la cara. ¡Te odio!
- Mi amor, ¿Qué te pasa? No se de que me hablas.
- Vi los mensajes de tu celular, mentiroso de mierda. Me haces re aca.
- No mi amor, ¡déjame que te explique!
- Andate a la mierda. No te quiero ver nunca más.
Antes de que me pueda contestar, salí de su pieza corriendo y fui hasta la puerta, el me siguió pero no pudo alcanzarme, y como estaba semidesnudo, no pudo seguirme cuando salí a la calle. Tome el primer taxi que encontré y me fui a mi casa.
A penas llegue llame a mi mejor amiga, Laura, y le conté todo lo que había pasado. Luego de eso apague el celular para no recibir mensajes ni llamadas de el y le dije a mi mama que si llamaba le dijera que no estaba. Inmediatamente Laura vino a verme y me consoló por un largo rato hasta que de tanto llorar me quede dormida. Cuando me desperté Laura no estaba, pero luego la escuche hablar con mi mama en la cocina. No tenia ganas de levantarme y me quede pensando sobre lo sucedido en la cama, la siesta me había enfriado la cabeza. Pensé, no puedo ser tan tonta, el gozando con otra y yo aquí llorando como una imbecil, pero eso se termino aca, yo también voy a salir a divertirme. Me levante de la cama y fui hasta la cocina, mi amiga me abrazo como para seguirme consolando, pero la mire y le dije:
- Lau, no voy a llorar más por esa mierda. Si el puede divertise yo también. Esta noche salimos de joda.
- Ay amiga, como me gusta escucharte hablar asi. Esta noche la vamos a pasar bomba entre amigas, no vale la pena llorar por esos hijos de puta.
Me abrazo muy fuerte y no se habló mas del tema. Desde alli solo planeamos la salida de la noche, llamamos a otras amigas. En total éramos 5 las que íbamos a salir, Laura y yo, más Alejandra, Antonella y Micaela. Nos juntamos en mi casa para hacer una pequeña previa, donde les conté a las chicas de lo sucedido. Ninguna lo podía creer y los insultos para Diego no se hicieron esperar. El comentario al que mas le preste atención fue al de Micaela: ‘‘Es un hijo de puta, no te puede haber hecho eso con lo que sos vos con el. Esta noche hacerlo re mil aca por hijo de puta’’, pero no conteste nada. Después tomamos un poco, pero yo no soy muy resistente al alcohol por lo que quede algo mareada. De allí fuimos directamente al boliche, yo estaba vestida con un vestido algo corto para mi gusto, apenas era unos centímetros debajo de la cola y además estaba muy escotado arriba. Mis lolas se marcaban mucho ya que como dije anteriormente tengo bastante. La verdad es que se que son mi fuente de atracción hacia los hombres. Aparte del vestido, las chicas me habían ‘‘Obligado’’ a ponerme una tanga bastante chiquita, como las que usan ellas. La verdad, aunque sean mis amigas, es que son muy putas, se visten de forma demás provocativa para calentar a los chicos y cada vez que salen se dejan tocar todas mientras bailan, se comen a por lo menos 3 distintos en el boliche y a la salida terminan en un telo con el primero que se les cruza. Por esta razón es que no me gusta salir con ellas, yo no soy asi, o no lo era hasta esa noche por lo menos.
Una vez que entramos al boliche nos acercamos a la barra y las chicas empezaron a hacer su ‘‘Trabajo’’. Micaela fue la primera en hacerle llamar la atención a un chico que estaba en la barra, se le puso a bailar bastante cerca de una forma por demás zarpada mientras lo miraba y le hacia algún que otro gesto. Nosotras, un poco alejada solo la mirábamos disimuladamente. En eso Alejandra se me acercó al oído:
- Aprende que en un rato te toca a vos.
- Vos estas loca
Micaela seguía con lo suyo, solo que ahora el chico se le había acercado y la tomaba por la cintura. Ella le dijo algo al oído y volvieron hasta la barra, donde el pidió unos tragos para ambos. Mica, en agradecimiento, le comió la boca. El la tomo de la cintura y cada vez fue bajando más hasta que le empezó a tocar la cola. Primero solo apoyaba la mano, pero depuse empezó a apretársela, ella no decia absolutamente nada. En una de esas, el pibe saco una de las manos de la cola, miro para los costados y al ver que nadie les daba bola, metió la mano en la entrepierna de Mica por arriba del vestido y se la pasó por toda la concha. Mica se rió y le dijo algo al oído. Inmediatamente, los dos salieron disparados para otro lado del boliche.
Cuando volví a mirar a mí alrededor, solo quedaba Laura conmigo, Antonella estaba un poco alejada tranzando con un pibe y a Alejandra estaba bailando entre dos chicos que le apoyaban todo, uno desde atrás y el otro desde adelante. Un rato chapaba con uno y después con el otro. No podía creer lo que veía, sabia que mis amigas eran unas zorras, pero nunca me imagine que pudieran llegar a ese nivel. Eran unas regaladas, literalmente. En eso, Laura me dice:
- Veni pichona, ya es hora de que aprendas como funciona esto.
Me tiro del brazo, fue y encaró a dos chicos que estaban solos.
- Hola hermosos (Y les dio un beso en el cachete a los dos, por inercia, yo hize lo mismo)
- Hola chicas, ¿Toman algo?
- Bueno, nos acerquemos a la barra
Acto seguido nos llevaron a la barra y nos compraron unos tragos. ¿Cómo te llamas? Me dijo el chico que estaba conmigo.
- Lourdes
- Yo soy Damián. Sos muy linda
- Gracias (No sabia que más decir)
El me siguió hablando y yo solamente le contestaba puntualmente lo que me preguntaba. No sabía que más hacer, tenía mucha vergüenza. Para colmo, la hija de mil putas de Laura, que hacia un rato ya estaba a los besos con el otro chico, se levanto y se fue de la barra mientras le tocaban el orto. No lo podía creer, estas putas me habían dejado sola con un chico. A todo esto el seguía hablando pero yo pendiente de mi amiga ni había escuchado lo que dijo. En eso lo miro como diciendo: perdón, pero no te escuche nada de lo que me dijiste. El se cayó por unos segundos y nos miramos a los ojos. En eso acerco su cara y me beso, yo me quede sorprendida pero no lo aleje. Me empezó a meter la lengua y en ese momento no se que me paso, bah, si lo se, me re mil calenté y también empecé a meter lengua en el beso. En eso sentí que me empezó a tocar, primero por la cintura y luego me toco el culo y comenzó a apretar, esto me puso de mas calentita. Me estaba desconociendo. Nos besamos un largo rato y después el me dijo al oído: ¿Vamos a un lugar más privado? No podía, ya me había zarpado besándolo, no podía tener sexo con un extraño al que acababa de conocer.
- No, disculpa pero no puedo.
- Esta todo bien. Pero al menos dame tu número
- Bueno…
Luego me di cuenta de que tendría que haberle dado cualquier numero, pero soy muy inocente para estas cosas. Le di mi número real. El se levanto, me agarro de atrás del cuello y fuertemente me chapo, metiéndome la lengua hasta el fondo de la garganta. Luego se fue y lo perdí de vista. Me había quedado sola en medio del boliche, las trolas de mis amigas a esta hora ya debían estar ensartadas por ahí y yo la estaba pasando bastante mal. Decidi irme, encare para la puerta. En eso, siento que alguien me agarra del brazo, me doy vuelta y lo veo.
-¿Lourdes?
-Si, ¿Quién sos? (Mirándolo raro)
-Nicolás, el amigo de Diego. (En ese momento me acorde, era un amigo de mi novio, lo habia visto un par de veces y habiamos charlado. Era buena onda).
- Ahhhh, si, ahora me acuerdo ¿Cómo estas? (Y le di un beso en la mejilla)
- Todo bien, ¿Qué haces vos sola por aca? ¿Y Diego?
- Hoy me entere que tu amigo me hace aca. (El se quedo sorprendido y no supo que decir). Ay, perdón, no tendría que haber dicho eso.
- No, esta bien, es que me sorprendió, que boludo que es, como va a hacer aca a un bombón como vos.
Ese, sin dudas, fue el punto de inflexión. La simple palabra ‘‘Bombom’’, me hizo imaginar todo, TODO. Como dije antes, esta noche estaba desconocida, no sabía que me pasaba. Estaba muy caliente, tenía unas ganas de hacer tantas cosas, y solamente me quería ir del boliche porque soy una reprimida. Si era por mi, me hubiese sacado toda la ropa y me hubiera puesto a bailar arriba de un parlante para que todos se acerquen y me toquen, después me bajen y me empicen a cojer.
- Ay gracias… (La calentura me habia ganado. No lo podria haber dicho con un tono y una sonrisa tan de puta. Y si dudas el lo noto).
- ¿Y que hacías yendo para la puerta? No me digas que te ibas…
- Si la verdad es que me estaba por ir porque estoy muy aburrida (Haciendo truchita)
- Veni quedate conmigo que no te vas a aburrir. Te lo aseguro.
Nos pusimos a bailar muy pegados, pero nada de toqueteos. La calentura iba aumentando segundo a segundo y la mano de el cada vez bajaba más de la cintura. Fue allí cuando empezó a sonar un reggaeton y me di vuelta para bailarlo. Me agache y tire la cola para atrás y se la apoye toda en la pija. ¡Era enorme! Apreté más y más, y con el ritmo de la música empecé a moverme hacia arriba y hacia abajo, como si estuviéramos teniendo sexo de parados. Me di la vuelta, lo agarre de la cintura y seguí bailando, el me empezó a tocar el culo. Lo mire a los ojos y me anime a hacer lo que tenia ganas. Le comí la boca y empecé a meterle la lengua. Me toqueteo entera y yo lo dejaba, estábamos muy calientes. Se me acerco al oido y me dijo: Mi amor, vamos al auto que te quiero comer. (Lo pensé por dos segundos y llegue a la conclusión de que ya estaba jugada, me había chapado 2 tipos en lo que iba de la noche. Era una puta igual que mis amigas y encima la concha hacia rato me estaba picando. No lo pensé más.)
Si bebe, vamos ya que no puedo más.
Salimos del boliche. A pesar de lo cachonda que estaba, tenía la capacidad para pensar aunque sea un poquito:
- Bebe, espera, no nos pueden ver juntos. Vos sos amigo de Diego, voy a quedar como una trola y vos como un hijo de puta. Decime donde esta tu auto y vamos separados. Me dijo donde estaba el coche, y se fue, espere 2 o 3 minutos y lo seguí. Tenia un auto espectacular, nose mucho de eso pero con solo verlo se notaba que valía una fortuna. Esto me hizo sentir más puta aun, porque siempre había hablado mal de las pibitas que se dejaban coger porque el chavon andaba en un auto lindo y tenia plata. Pero en el fondo me gustaba, me gustaba mucho, demasiado, ser una putita tan barata, tan regalada. Es una fantasía que todas (Si chicos, TODAS, no se confíen porque en este mundo no hay una santita) las mujeres tenemos.
Me subi al auto y lo empece a besar, lengua va, lengua viene, me empezó a tocar las tetas.
- Petisa haceme un petardo.
- ¿Uno? Te voy a hacer 20 puto.
- Ay si mami. Que turrita habias sabido ser.
- Si bien turra soy (Con cara de puta)
Le desabroche el pantalón y saque la pija. ¡Por dios! Que linda y grande era. Fui inevitable pasarme la lengua por los labios cuando la vi. Toda la putez reprimida de años, estaba saliendo en una sola noche. Se la empeze a mamar, le pase la puntita de la lengua por la punta, mmm… ¡Que rica es la pija! Era la primera vez que hacia un pete, pero sabia como hacerlos, me tocaba mucho viendo porno. Si, así reprimía mi putez, viendo porno. Todo lo que había aprendido de esos videos, lo aplique en ese pete. Lo empeze a pajear mientras se lo chupaba, el se estaba volviendo completamente loco. Era un pete completo, tenia todo, manos, mucha saliva, lengua. Me agarraba de la cabeza y apretaba y con la otra mano me sacaba una teta del vestido para amasármela. Estuvimos asi un rato hasta que me dijo: Bueno perra, pela la argolla (Era mal hablado, pero en ese momento me encantaba que me diga tantas cochinadas).
- Si mi amor a vos te pelo todo
Entonces me levanto el vestido y me lo saco, yo también le saque la remera y lo ayude con el pantalón. El estaba completamente desnudo, yo aun tenía la tanga y el corpiño pero una de mis tetas ya estaba afuera.
- ¡Ay chiquita! No podes tener esa bombachita, sos muy putita.
- No te equivoques. Soy la más puta.
- Ya veo. Que lindo que te estas vengando de tu novio ¿No?
- Que se cague por puto. Dale cállate la boca y sácame la tanga.
Me agarro del cuello y me lo apretó.
- A mi vos no me haces callar ni me das ordenes. ¿OK puta barata?
Fue muy raro, porque no me asuste ni un poco, todo lo contrario, me puso la concha a mil. Lo agarre del cuello igual que el lo hizo, y le clave las uñas. Es mas creo que lo lastime.
- Yo si te voy a hacer callar pelotudo. Dale sacame la tanga o me voy a la mierda y no me cojes (Se lo dije de peleadora nada mas. Ni en pedo me iba sin que me coma).
No me dijo nada, se quedo mudo. Que lindo es ver cuando dejas a un hombre asi de mansito. Yo tenía todo el control. Se acerco y empezamos a tranzar. Puse patitas arriba y me saco la tanguita.
- ¡Mi amor! ¡La tenias clavada en el hoyo!
- ¿Viste? Dale ensártame.
Me puso la punta de la pija en la concha y empezó a bombear bien fuerte. Estaba muy mojada y aparte mi vagina estaba acostumbrada a ser penetrada, con Diego lo hacíamos casi día por medio, por lo que no me dolía nada, era todo placer.
- Ayyyyyy, como me gusta ayyyyy
- Mmm como te cabe la pija.
- Si mi amor, me cabe mucho, ayyyyyy
- Hija de puta, desde el primer día que te vi que te quiero garchar. Ay dios que lindo es cojerse a la novia de tu amigo.
- Jajaja ¿Te gusta eso no?
- Me encanta hacerlo carnero, me encanta.
- Jajajaja que hijo de puta que sos. Dale, dale, dame mas fuerte no seas putito.
- Que aguante que tenes zorrita.
Paro de darme y me la saco. Date la vuelta, ponete en 4, te voy a rebentar el orto.
- Pero soy virgen de atrás. Lo tengo muy chiquito
- Quédate tranquila, yo te lo voy a abrir despacito, te voy a cuidar.
Y me beso. Al principio lo dude mucho, pero después que me dio el beso, me sentí muy segura con el, sentí que en serio me iba a cuidar y que era la persona a la que tenia que entregarle mi cola para que la desvirgue. Me sentí segura, como nunca me había sentido con Diego.
- Bueno mi amor, pero cuídame mucho porfa. ¡Mira que no es cualquier cosa lo que te estoy regalando eh!
- Tranquila chiquita.
Ese fue el momento tierno de la noche. Soy tan tonta que en ese momento sentí que lo quería.
Saco un gel de la guantera, me lo puso en la cola y en su pija y empezo a empujar. Se notaba que tenia mucha experiencia haciendo ortos, no me estaba doliendo casi nada, cada vez entraba más y era muy rico. Metió media pija y me pregunto si quería que siguiera. Le dije que un poco mas. Metio tres cuartos y me empezo a doler un poco. Le dije que hasta ahí nada mas. Entonces empezo a bombear bien despacito. Era muy lindo. Me hizo el orto un rato y luego me dijo: ‘‘Mi amor no doy mas, tengo los huevos llenos de leche, voy a explotar, lo hagamos por adelante para que acabemos’’.
- Vos haceme acabar a mi primero que yo te tengo una sorpresita. ¡No acabes eh!
- Ay dios ¿Qué me vas a hacer ahora?
- Shhhh, dale culiame.
Se sento, y yo me le subi encima arrodillada. Acomode la pija en mi conchita y empeze a cabalgarlo. El choque de mi concha con su pelvis sonaba muy fuerte, lo estaba cabalgando con todas mis fuerzas. Era sexo muy duro. El me agarrabas de las tetas y tambien me las chupaba.
- Bebe que lindas tetas tenes.
- Son todas para vos mi amor, todas.
Empece a sentir ese cosquilleo ahí abajo. Si, estaba por acabar.
-Dale mi amor que acabo dale, dale, dale, dale, si, si, si, si, ayyyyyyyyyyyyyyy.
- Acaba puta dale acaba.
- ¡Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!
- Mmm petisa, ¡como gritas!
- Mmmmmmmmmmmmmmm (Con esa carita de felicidad mezclada con cansancio)
Me salí de encima y respire hondo. Tenia que terminar mi trabajo.
- Bueno bebe, llego la hora del regalito
Me puse en 4 y empeze a gatear como una gata coqueta, moviendo el culo de aquí para alla. Baje la cara, saque la lengua y le pase la punta alrededor de la pija, sin tocarsela, como para volverlo totalmente loco, lo hacia esperar.
- Dale reina chupa por favor que no puedo más.
- Jajaja no, te voy a volver loco antes.
Le seguí pasando la lengua por todos lados sin tocarle la pija hasta que me dio lastima y puse manos a la obra. Le agarre la pija y lo empeze a pajear mientras le hacia un pete fenomenal, me la comía toda muy fuerte, bajaba y subía a gran velocidad, lo iba a hacer acabar muy rápido. El me agarro de los pelos y empezo a subirme y a bajarme. Me sorprendí, tenia mucho aguante, todavía no acababa y ya había pasado un rato.
- Mi amor, voy a acabar
- Acabe (Y volvi a petear)
La pija se empezo a hinchar, estaba por explotar. Y así fue, me exploto en la boca, salieron como 3 chorros de leche caliente que me dieron directo en el paladar. Mi objetivo era tragar todo, pero era mucho, no pude, aparte no tenia experiencia, era la primera vez que lo hacia, trage la mitad y la otra mitad se me cayo de la boca, me chorreo por la mandibula, el cuello y llego a la tetas. Lo mire, le agarre fuerte la cara y lo bese, como obligándolo a que me quiera y que comparta conmigo el sabor de su leche. Pensé en chaparlo y meterle la lengua, pero no, era muy zarpado. Solo le di un pico y le solté violentamente la cara. Nos quedamos sentados sin decir nada, estábamos fulminados, pasaron unos minutos y le dije: Ay gordo, estoy toda sucia ¿No tenes nada para que me limpie?
- Si mi amor, ya te doy (Y saco un trapo de la guantera)
Me limpie todo lo que pude pero quede muy pegajosa. Y tenia un enorme sabor a leche en la boca, no la podía ni abrir porque se sentía. Nos cambiamos y vimos la hora. Solo eran las 3.20, teníamos que volver al boliche a buscar a nuestros amigos. Hicimos lo mismo que en la ida, fue cada uno por su lado. Volví a entrar al boliche y en eso vi a laura, que estaba con otro pibe, no el que se había llevado cuando se fue. Me le acerque y le hable al oído, no quería que el pibe sienta el aliento a leche que tenia.
- No sabes la cojida que acabo de pegar con un amigo de Diego.
Laura me miro con cara de asombro
- ¡¿Qué?! Mentira, ay me muero. Sos una idola pendeja.
Ahí nomás lo dejo tirado al pibe y se vino conmigo.
- ¡Boluda! Me estas jodiendo.
- Senti pelotuda.
Abrí la boca y le tire todo el aliento en la cara
-¡No, Boluda! Que olor a leche que tenes. ¿Pero si al otro pelotudo no le haces ni un pete y a este lo dejaste acabarte en la boca?
- Ay boluda, nose que me pasa. Me deje hacer el orto
- Mentira, eso si ya no te creo
- ¿Queres meter el dedo pelotuda? Te estoy diciendo en serio
- Ay amiga, te amo, te amo, sos mi idola.
- Ay soy muy trola, me da vergüenza.
- Que vergüenza, veni que te presento al amigo del pibe con el que estaba, esta muy partible
- No boluda para, ya me comí a 2 hoy y encima tengo un olor a leche de la mierda en la boca.
- Veni para acá pelotuda que a estos les encantan las putitas como vos.
Me llevo y me presento al pibe, la verdad estaba muy partible. Conversamos un rato y apenas me dijo que era bonita no espere mas, le comí la boca. La cara del pibe fue muy evidente, se re dio cuenta del gusto a semen. Pero al parecer le gusto, por que siguió y empezó a meter lengua. Laura también ya se estaba comiendo al amigo, empezamos a tomar y a hablar los 4 entre medio de besos, caricias y toqueteos. Estábamos charlando boludeces, sobre todo de sexo, y el pibe que estaba con Laura le dijo:
-Che rubia, que linda que es tu amiga, no me la prestas un ratito y yo te lo presto a mi amigo.
Laura me miro y yo le hice una sonrisa cómplice.
- Toda tuya.
Nos levantamos y cambiamos los lugares con Lau, apenas me senté empecé a chapar con el otro pibe y mi amiga hizo lo mismo con el ‘‘mió’’. Este pibe era muy zarpado, en medio del beso me metió mano en una de mis tetas. Yo lo saque, y le dije: ¡Aca no! Esa noche estaba regalada pero tampoco así.
- Bueno vamos a un telo los 4 entonces.
- Bueno dale vamos (Dijo Laura)
Nos levantamos y nos fuimos del boliche, subimos a la camioneta, Laura subió adelante con uno de los pibes y yo atrás con el otro. En el camino tranzamos como locos y me toqueteo entera, me saco la parte de arriba del vestido dejando al aire mis tetas. Y le hice un pete pero cortito, como adelanto. Llegamos al telo y nos pusieron en bolas, se pararon al frente de nosotros y con Laura nos arrodillamos para petearlos. Era un rato a cada uno, nos turnábamos. Cuando se cansaron de hacernos chupar la pija nos tiraron a las 2 en la misma cama y nos empezaron a coger. Estábamos en 4 enfrentadas con Laura. Nunca pensé que ella iba a hacer lo que hizo, pero ella tiene más experiencia en estas cosas. Me empezó a besar y yo me re prendí. Al fin y al cabo era como mi hermana y cuando éramos chicas jodiendo nos habíamos besado alguna que otra vez. Los pibes nos cojieron en varias posiciones durante un par de horas y nos hicieron acabar varias veces. Con Laura no podíamos mas, solo estábamos tiradas en la cama regaladas a que nos hagan de todo pero ni nos movíamos. Los pibes querían acabar, nos pidieron enlecharnos las gomas. Nos pusimos juntas y nos agarramos las gomas para levantarlas. Se empezaron a pajear y nos llenaron las tetas de leche, pero también salpicaron a la panza y al cuello. Cuando terminaron nos quedamos acostados los 4 por unos minutos sin decir nada.
- Bueno che, vamos (dijo uno de los pibes)
Ellos se cambiaron y nosotros no podíamos ni movernos, tan cansadas estábamos que ni siquiera nos limpiamos, nos pusimos los vestidos arriba de la leche. Y lo que estaba arriba quedo ahí, ya se va a secar solo, me dijo Laura. Los pibes nos llevaron hasta mi casa, Laura se quedaba a dormir conmigo. En el camino Lau intercambio nuestros numeros con los chicos. ‘‘Casi nunca doy mi verdadero numero, pero parece que estos pibes tienen guita, tenes que saber cuando dar y cuando no’’, me dijo. Nos bajamos del auto y entramos a la casa. Subimos a mi cuarto, habitualmente cuando ella se queda en mi casa tiramos un colchón, pero esta vez no había chances de ir a buscarlo. Nos sacamos el vestido, quedamos en ropa interior, nos metimos en la misma cama y nos dormimos. Igual no sean mal pensados, no paso absolutamente nada, a los dos nos gusta la pija y solo nos besamos para calentar a los pibes. Fue una noche inolvidable.
Como a la semana Diego vino a mi casa y nos arreglamos, me chamuyo bastante y a pesar de que no le creía nada, lo perdone. Al fin y al cabo, yo también había tenido mi fiestita, pero el nunca lo sabrá. Esa misma tarde hicimos el amor, igual que siempre, solo por adelante, nada raro. Y asi seguirá siendo, no pienso darle absolutamente nada más. Para esas cosas ya lo tengo a su amigo.
PD: Hay un dicho famoso que dice: La mujer debe ser una puta en la casa y una dama afuera. Bueno chicos, les aviso que las mujeres, cuando ustedes se portan mal, hacemos todo lo contrario 😉
Hace 2 años que estoy de novia. Estoy muy enamorada de el, pero nunca me atreví a hacer cosas perversas en la cama, soy muy conservadora. El sexo con mi novio es muy tradicional, solo le permito hacérmelo por la vagina, a pesar de que el me pide la cola, que se lo chupe y me deje acabar en la boca para luego tragar el semen, o acabarme en las tetas y en la cara. Pero no, siempre le he dicho que no a esas cosas.
Para que me conozcan un poco físicamente, soy petisa, 1,61, muy flaquita, mi cintura es bastante chiquita. Tengo una cola bien formada, redonda, para nada mal y unas lindas piernas. Pero lo que más me gusta de mi cuerpo son mis pechos. Son de el tamaño perfecto, ni chicos ni muy grandes. De esos redondos y paraditos que son simplemente perfectos. Soy morocha, de pelo largo y enrulado, y tengo ojos negros.
Un día me quede a dormir en la casa de mi novio, a la noche fue todo normal, vimos una película, luego hicimos el amor y nos dormimos. A la mañana siguiente, me desperté antes que el. Estaba aburrida porque estaba sola en su casa, su mama había salido, pero no quise molestarlo y lo deje dormir. Por lo general no soy celosa ni me gusta andar revisando las cosas de mi novio, pero esta vez lo que me llamo la atención es el celular nuevo de Diego. Quería ver como era, ya que me gusta mucho la tecnología y todo lo que tenga que ver con los teléfonos. Me puse a ver las aplicaciones, los juegos, y como no podía ser de otra manera, caí en la tentación de los mensajes. Los primeros no eran nada importante, solo charlas con sus amigos sobre fútbol, autos y esas cosas, más algunos de su mamá. Seguí bajando un poco y encontré otros de una tal Marina, al abrirlos lo que encontré fue terrible, la mayoría de los mensajes hablaban de sexo y decían cosas como: ‘‘Me encanta hacerte todo lo que tu novia no te hace, tu leche es muy rica, me excita mucho que me la des en la boca’’, ‘‘Me encanta como me cojes, déjala a la virgen de tu novia y venite conmigo’’. Al leer esto el corazón se me partió en un millón de pedazos y me largué a llorar. Puse para ver los mensajes enviados y lo que el ponía era igual de perverso a los que mandaba ella: ‘‘Sos muy puta preferida, me encanta hacerla acá a mi novia con vos’’, ‘‘Anda buscando la amiguita que te dije para que hagamos un trío, tengo leche para las dos’’. Después de ver estos mensajes mi llanto aumento y desato mi ira. Fui corriendo hasta la cama, me le tire encima y empecé a pegarle mientras lo insultaba y lloraba a los alaridos.
- Hijo de mil putas, me haces re mil aca y yo como una pelotuda enamorada de vos mientras me mentis en la cara. ¡Te odio!
- Mi amor, ¿Qué te pasa? No se de que me hablas.
- Vi los mensajes de tu celular, mentiroso de mierda. Me haces re aca.
- No mi amor, ¡déjame que te explique!
- Andate a la mierda. No te quiero ver nunca más.
Antes de que me pueda contestar, salí de su pieza corriendo y fui hasta la puerta, el me siguió pero no pudo alcanzarme, y como estaba semidesnudo, no pudo seguirme cuando salí a la calle. Tome el primer taxi que encontré y me fui a mi casa.
A penas llegue llame a mi mejor amiga, Laura, y le conté todo lo que había pasado. Luego de eso apague el celular para no recibir mensajes ni llamadas de el y le dije a mi mama que si llamaba le dijera que no estaba. Inmediatamente Laura vino a verme y me consoló por un largo rato hasta que de tanto llorar me quede dormida. Cuando me desperté Laura no estaba, pero luego la escuche hablar con mi mama en la cocina. No tenia ganas de levantarme y me quede pensando sobre lo sucedido en la cama, la siesta me había enfriado la cabeza. Pensé, no puedo ser tan tonta, el gozando con otra y yo aquí llorando como una imbecil, pero eso se termino aca, yo también voy a salir a divertirme. Me levante de la cama y fui hasta la cocina, mi amiga me abrazo como para seguirme consolando, pero la mire y le dije:
- Lau, no voy a llorar más por esa mierda. Si el puede divertise yo también. Esta noche salimos de joda.
- Ay amiga, como me gusta escucharte hablar asi. Esta noche la vamos a pasar bomba entre amigas, no vale la pena llorar por esos hijos de puta.
Me abrazo muy fuerte y no se habló mas del tema. Desde alli solo planeamos la salida de la noche, llamamos a otras amigas. En total éramos 5 las que íbamos a salir, Laura y yo, más Alejandra, Antonella y Micaela. Nos juntamos en mi casa para hacer una pequeña previa, donde les conté a las chicas de lo sucedido. Ninguna lo podía creer y los insultos para Diego no se hicieron esperar. El comentario al que mas le preste atención fue al de Micaela: ‘‘Es un hijo de puta, no te puede haber hecho eso con lo que sos vos con el. Esta noche hacerlo re mil aca por hijo de puta’’, pero no conteste nada. Después tomamos un poco, pero yo no soy muy resistente al alcohol por lo que quede algo mareada. De allí fuimos directamente al boliche, yo estaba vestida con un vestido algo corto para mi gusto, apenas era unos centímetros debajo de la cola y además estaba muy escotado arriba. Mis lolas se marcaban mucho ya que como dije anteriormente tengo bastante. La verdad es que se que son mi fuente de atracción hacia los hombres. Aparte del vestido, las chicas me habían ‘‘Obligado’’ a ponerme una tanga bastante chiquita, como las que usan ellas. La verdad, aunque sean mis amigas, es que son muy putas, se visten de forma demás provocativa para calentar a los chicos y cada vez que salen se dejan tocar todas mientras bailan, se comen a por lo menos 3 distintos en el boliche y a la salida terminan en un telo con el primero que se les cruza. Por esta razón es que no me gusta salir con ellas, yo no soy asi, o no lo era hasta esa noche por lo menos.
Una vez que entramos al boliche nos acercamos a la barra y las chicas empezaron a hacer su ‘‘Trabajo’’. Micaela fue la primera en hacerle llamar la atención a un chico que estaba en la barra, se le puso a bailar bastante cerca de una forma por demás zarpada mientras lo miraba y le hacia algún que otro gesto. Nosotras, un poco alejada solo la mirábamos disimuladamente. En eso Alejandra se me acercó al oído:
- Aprende que en un rato te toca a vos.
- Vos estas loca
Micaela seguía con lo suyo, solo que ahora el chico se le había acercado y la tomaba por la cintura. Ella le dijo algo al oído y volvieron hasta la barra, donde el pidió unos tragos para ambos. Mica, en agradecimiento, le comió la boca. El la tomo de la cintura y cada vez fue bajando más hasta que le empezó a tocar la cola. Primero solo apoyaba la mano, pero depuse empezó a apretársela, ella no decia absolutamente nada. En una de esas, el pibe saco una de las manos de la cola, miro para los costados y al ver que nadie les daba bola, metió la mano en la entrepierna de Mica por arriba del vestido y se la pasó por toda la concha. Mica se rió y le dijo algo al oído. Inmediatamente, los dos salieron disparados para otro lado del boliche.
Cuando volví a mirar a mí alrededor, solo quedaba Laura conmigo, Antonella estaba un poco alejada tranzando con un pibe y a Alejandra estaba bailando entre dos chicos que le apoyaban todo, uno desde atrás y el otro desde adelante. Un rato chapaba con uno y después con el otro. No podía creer lo que veía, sabia que mis amigas eran unas zorras, pero nunca me imagine que pudieran llegar a ese nivel. Eran unas regaladas, literalmente. En eso, Laura me dice:
- Veni pichona, ya es hora de que aprendas como funciona esto.
Me tiro del brazo, fue y encaró a dos chicos que estaban solos.
- Hola hermosos (Y les dio un beso en el cachete a los dos, por inercia, yo hize lo mismo)
- Hola chicas, ¿Toman algo?
- Bueno, nos acerquemos a la barra
Acto seguido nos llevaron a la barra y nos compraron unos tragos. ¿Cómo te llamas? Me dijo el chico que estaba conmigo.
- Lourdes
- Yo soy Damián. Sos muy linda
- Gracias (No sabia que más decir)
El me siguió hablando y yo solamente le contestaba puntualmente lo que me preguntaba. No sabía que más hacer, tenía mucha vergüenza. Para colmo, la hija de mil putas de Laura, que hacia un rato ya estaba a los besos con el otro chico, se levanto y se fue de la barra mientras le tocaban el orto. No lo podía creer, estas putas me habían dejado sola con un chico. A todo esto el seguía hablando pero yo pendiente de mi amiga ni había escuchado lo que dijo. En eso lo miro como diciendo: perdón, pero no te escuche nada de lo que me dijiste. El se cayó por unos segundos y nos miramos a los ojos. En eso acerco su cara y me beso, yo me quede sorprendida pero no lo aleje. Me empezó a meter la lengua y en ese momento no se que me paso, bah, si lo se, me re mil calenté y también empecé a meter lengua en el beso. En eso sentí que me empezó a tocar, primero por la cintura y luego me toco el culo y comenzó a apretar, esto me puso de mas calentita. Me estaba desconociendo. Nos besamos un largo rato y después el me dijo al oído: ¿Vamos a un lugar más privado? No podía, ya me había zarpado besándolo, no podía tener sexo con un extraño al que acababa de conocer.
- No, disculpa pero no puedo.
- Esta todo bien. Pero al menos dame tu número
- Bueno…
Luego me di cuenta de que tendría que haberle dado cualquier numero, pero soy muy inocente para estas cosas. Le di mi número real. El se levanto, me agarro de atrás del cuello y fuertemente me chapo, metiéndome la lengua hasta el fondo de la garganta. Luego se fue y lo perdí de vista. Me había quedado sola en medio del boliche, las trolas de mis amigas a esta hora ya debían estar ensartadas por ahí y yo la estaba pasando bastante mal. Decidi irme, encare para la puerta. En eso, siento que alguien me agarra del brazo, me doy vuelta y lo veo.
-¿Lourdes?
-Si, ¿Quién sos? (Mirándolo raro)
-Nicolás, el amigo de Diego. (En ese momento me acorde, era un amigo de mi novio, lo habia visto un par de veces y habiamos charlado. Era buena onda).
- Ahhhh, si, ahora me acuerdo ¿Cómo estas? (Y le di un beso en la mejilla)
- Todo bien, ¿Qué haces vos sola por aca? ¿Y Diego?
- Hoy me entere que tu amigo me hace aca. (El se quedo sorprendido y no supo que decir). Ay, perdón, no tendría que haber dicho eso.
- No, esta bien, es que me sorprendió, que boludo que es, como va a hacer aca a un bombón como vos.
Ese, sin dudas, fue el punto de inflexión. La simple palabra ‘‘Bombom’’, me hizo imaginar todo, TODO. Como dije antes, esta noche estaba desconocida, no sabía que me pasaba. Estaba muy caliente, tenía unas ganas de hacer tantas cosas, y solamente me quería ir del boliche porque soy una reprimida. Si era por mi, me hubiese sacado toda la ropa y me hubiera puesto a bailar arriba de un parlante para que todos se acerquen y me toquen, después me bajen y me empicen a cojer.
- Ay gracias… (La calentura me habia ganado. No lo podria haber dicho con un tono y una sonrisa tan de puta. Y si dudas el lo noto).
- ¿Y que hacías yendo para la puerta? No me digas que te ibas…
- Si la verdad es que me estaba por ir porque estoy muy aburrida (Haciendo truchita)
- Veni quedate conmigo que no te vas a aburrir. Te lo aseguro.
Nos pusimos a bailar muy pegados, pero nada de toqueteos. La calentura iba aumentando segundo a segundo y la mano de el cada vez bajaba más de la cintura. Fue allí cuando empezó a sonar un reggaeton y me di vuelta para bailarlo. Me agache y tire la cola para atrás y se la apoye toda en la pija. ¡Era enorme! Apreté más y más, y con el ritmo de la música empecé a moverme hacia arriba y hacia abajo, como si estuviéramos teniendo sexo de parados. Me di la vuelta, lo agarre de la cintura y seguí bailando, el me empezó a tocar el culo. Lo mire a los ojos y me anime a hacer lo que tenia ganas. Le comí la boca y empecé a meterle la lengua. Me toqueteo entera y yo lo dejaba, estábamos muy calientes. Se me acerco al oido y me dijo: Mi amor, vamos al auto que te quiero comer. (Lo pensé por dos segundos y llegue a la conclusión de que ya estaba jugada, me había chapado 2 tipos en lo que iba de la noche. Era una puta igual que mis amigas y encima la concha hacia rato me estaba picando. No lo pensé más.)
Si bebe, vamos ya que no puedo más.
Salimos del boliche. A pesar de lo cachonda que estaba, tenía la capacidad para pensar aunque sea un poquito:
- Bebe, espera, no nos pueden ver juntos. Vos sos amigo de Diego, voy a quedar como una trola y vos como un hijo de puta. Decime donde esta tu auto y vamos separados. Me dijo donde estaba el coche, y se fue, espere 2 o 3 minutos y lo seguí. Tenia un auto espectacular, nose mucho de eso pero con solo verlo se notaba que valía una fortuna. Esto me hizo sentir más puta aun, porque siempre había hablado mal de las pibitas que se dejaban coger porque el chavon andaba en un auto lindo y tenia plata. Pero en el fondo me gustaba, me gustaba mucho, demasiado, ser una putita tan barata, tan regalada. Es una fantasía que todas (Si chicos, TODAS, no se confíen porque en este mundo no hay una santita) las mujeres tenemos.
Me subi al auto y lo empece a besar, lengua va, lengua viene, me empezó a tocar las tetas.
- Petisa haceme un petardo.
- ¿Uno? Te voy a hacer 20 puto.
- Ay si mami. Que turrita habias sabido ser.
- Si bien turra soy (Con cara de puta)
Le desabroche el pantalón y saque la pija. ¡Por dios! Que linda y grande era. Fui inevitable pasarme la lengua por los labios cuando la vi. Toda la putez reprimida de años, estaba saliendo en una sola noche. Se la empeze a mamar, le pase la puntita de la lengua por la punta, mmm… ¡Que rica es la pija! Era la primera vez que hacia un pete, pero sabia como hacerlos, me tocaba mucho viendo porno. Si, así reprimía mi putez, viendo porno. Todo lo que había aprendido de esos videos, lo aplique en ese pete. Lo empeze a pajear mientras se lo chupaba, el se estaba volviendo completamente loco. Era un pete completo, tenia todo, manos, mucha saliva, lengua. Me agarraba de la cabeza y apretaba y con la otra mano me sacaba una teta del vestido para amasármela. Estuvimos asi un rato hasta que me dijo: Bueno perra, pela la argolla (Era mal hablado, pero en ese momento me encantaba que me diga tantas cochinadas).
- Si mi amor a vos te pelo todo
Entonces me levanto el vestido y me lo saco, yo también le saque la remera y lo ayude con el pantalón. El estaba completamente desnudo, yo aun tenía la tanga y el corpiño pero una de mis tetas ya estaba afuera.
- ¡Ay chiquita! No podes tener esa bombachita, sos muy putita.
- No te equivoques. Soy la más puta.
- Ya veo. Que lindo que te estas vengando de tu novio ¿No?
- Que se cague por puto. Dale cállate la boca y sácame la tanga.
Me agarro del cuello y me lo apretó.
- A mi vos no me haces callar ni me das ordenes. ¿OK puta barata?
Fue muy raro, porque no me asuste ni un poco, todo lo contrario, me puso la concha a mil. Lo agarre del cuello igual que el lo hizo, y le clave las uñas. Es mas creo que lo lastime.
- Yo si te voy a hacer callar pelotudo. Dale sacame la tanga o me voy a la mierda y no me cojes (Se lo dije de peleadora nada mas. Ni en pedo me iba sin que me coma).
No me dijo nada, se quedo mudo. Que lindo es ver cuando dejas a un hombre asi de mansito. Yo tenía todo el control. Se acerco y empezamos a tranzar. Puse patitas arriba y me saco la tanguita.
- ¡Mi amor! ¡La tenias clavada en el hoyo!
- ¿Viste? Dale ensártame.
Me puso la punta de la pija en la concha y empezó a bombear bien fuerte. Estaba muy mojada y aparte mi vagina estaba acostumbrada a ser penetrada, con Diego lo hacíamos casi día por medio, por lo que no me dolía nada, era todo placer.
- Ayyyyyy, como me gusta ayyyyy
- Mmm como te cabe la pija.
- Si mi amor, me cabe mucho, ayyyyyy
- Hija de puta, desde el primer día que te vi que te quiero garchar. Ay dios que lindo es cojerse a la novia de tu amigo.
- Jajaja ¿Te gusta eso no?
- Me encanta hacerlo carnero, me encanta.
- Jajajaja que hijo de puta que sos. Dale, dale, dame mas fuerte no seas putito.
- Que aguante que tenes zorrita.
Paro de darme y me la saco. Date la vuelta, ponete en 4, te voy a rebentar el orto.
- Pero soy virgen de atrás. Lo tengo muy chiquito
- Quédate tranquila, yo te lo voy a abrir despacito, te voy a cuidar.
Y me beso. Al principio lo dude mucho, pero después que me dio el beso, me sentí muy segura con el, sentí que en serio me iba a cuidar y que era la persona a la que tenia que entregarle mi cola para que la desvirgue. Me sentí segura, como nunca me había sentido con Diego.
- Bueno mi amor, pero cuídame mucho porfa. ¡Mira que no es cualquier cosa lo que te estoy regalando eh!
- Tranquila chiquita.
Ese fue el momento tierno de la noche. Soy tan tonta que en ese momento sentí que lo quería.
Saco un gel de la guantera, me lo puso en la cola y en su pija y empezo a empujar. Se notaba que tenia mucha experiencia haciendo ortos, no me estaba doliendo casi nada, cada vez entraba más y era muy rico. Metió media pija y me pregunto si quería que siguiera. Le dije que un poco mas. Metio tres cuartos y me empezo a doler un poco. Le dije que hasta ahí nada mas. Entonces empezo a bombear bien despacito. Era muy lindo. Me hizo el orto un rato y luego me dijo: ‘‘Mi amor no doy mas, tengo los huevos llenos de leche, voy a explotar, lo hagamos por adelante para que acabemos’’.
- Vos haceme acabar a mi primero que yo te tengo una sorpresita. ¡No acabes eh!
- Ay dios ¿Qué me vas a hacer ahora?
- Shhhh, dale culiame.
Se sento, y yo me le subi encima arrodillada. Acomode la pija en mi conchita y empeze a cabalgarlo. El choque de mi concha con su pelvis sonaba muy fuerte, lo estaba cabalgando con todas mis fuerzas. Era sexo muy duro. El me agarrabas de las tetas y tambien me las chupaba.
- Bebe que lindas tetas tenes.
- Son todas para vos mi amor, todas.
Empece a sentir ese cosquilleo ahí abajo. Si, estaba por acabar.
-Dale mi amor que acabo dale, dale, dale, dale, si, si, si, si, ayyyyyyyyyyyyyyy.
- Acaba puta dale acaba.
- ¡Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!
- Mmm petisa, ¡como gritas!
- Mmmmmmmmmmmmmmm (Con esa carita de felicidad mezclada con cansancio)
Me salí de encima y respire hondo. Tenia que terminar mi trabajo.
- Bueno bebe, llego la hora del regalito
Me puse en 4 y empeze a gatear como una gata coqueta, moviendo el culo de aquí para alla. Baje la cara, saque la lengua y le pase la punta alrededor de la pija, sin tocarsela, como para volverlo totalmente loco, lo hacia esperar.
- Dale reina chupa por favor que no puedo más.
- Jajaja no, te voy a volver loco antes.
Le seguí pasando la lengua por todos lados sin tocarle la pija hasta que me dio lastima y puse manos a la obra. Le agarre la pija y lo empeze a pajear mientras le hacia un pete fenomenal, me la comía toda muy fuerte, bajaba y subía a gran velocidad, lo iba a hacer acabar muy rápido. El me agarro de los pelos y empezo a subirme y a bajarme. Me sorprendí, tenia mucho aguante, todavía no acababa y ya había pasado un rato.
- Mi amor, voy a acabar
- Acabe (Y volvi a petear)
La pija se empezo a hinchar, estaba por explotar. Y así fue, me exploto en la boca, salieron como 3 chorros de leche caliente que me dieron directo en el paladar. Mi objetivo era tragar todo, pero era mucho, no pude, aparte no tenia experiencia, era la primera vez que lo hacia, trage la mitad y la otra mitad se me cayo de la boca, me chorreo por la mandibula, el cuello y llego a la tetas. Lo mire, le agarre fuerte la cara y lo bese, como obligándolo a que me quiera y que comparta conmigo el sabor de su leche. Pensé en chaparlo y meterle la lengua, pero no, era muy zarpado. Solo le di un pico y le solté violentamente la cara. Nos quedamos sentados sin decir nada, estábamos fulminados, pasaron unos minutos y le dije: Ay gordo, estoy toda sucia ¿No tenes nada para que me limpie?
- Si mi amor, ya te doy (Y saco un trapo de la guantera)
Me limpie todo lo que pude pero quede muy pegajosa. Y tenia un enorme sabor a leche en la boca, no la podía ni abrir porque se sentía. Nos cambiamos y vimos la hora. Solo eran las 3.20, teníamos que volver al boliche a buscar a nuestros amigos. Hicimos lo mismo que en la ida, fue cada uno por su lado. Volví a entrar al boliche y en eso vi a laura, que estaba con otro pibe, no el que se había llevado cuando se fue. Me le acerque y le hable al oído, no quería que el pibe sienta el aliento a leche que tenia.
- No sabes la cojida que acabo de pegar con un amigo de Diego.
Laura me miro con cara de asombro
- ¡¿Qué?! Mentira, ay me muero. Sos una idola pendeja.
Ahí nomás lo dejo tirado al pibe y se vino conmigo.
- ¡Boluda! Me estas jodiendo.
- Senti pelotuda.
Abrí la boca y le tire todo el aliento en la cara
-¡No, Boluda! Que olor a leche que tenes. ¿Pero si al otro pelotudo no le haces ni un pete y a este lo dejaste acabarte en la boca?
- Ay boluda, nose que me pasa. Me deje hacer el orto
- Mentira, eso si ya no te creo
- ¿Queres meter el dedo pelotuda? Te estoy diciendo en serio
- Ay amiga, te amo, te amo, sos mi idola.
- Ay soy muy trola, me da vergüenza.
- Que vergüenza, veni que te presento al amigo del pibe con el que estaba, esta muy partible
- No boluda para, ya me comí a 2 hoy y encima tengo un olor a leche de la mierda en la boca.
- Veni para acá pelotuda que a estos les encantan las putitas como vos.
Me llevo y me presento al pibe, la verdad estaba muy partible. Conversamos un rato y apenas me dijo que era bonita no espere mas, le comí la boca. La cara del pibe fue muy evidente, se re dio cuenta del gusto a semen. Pero al parecer le gusto, por que siguió y empezó a meter lengua. Laura también ya se estaba comiendo al amigo, empezamos a tomar y a hablar los 4 entre medio de besos, caricias y toqueteos. Estábamos charlando boludeces, sobre todo de sexo, y el pibe que estaba con Laura le dijo:
-Che rubia, que linda que es tu amiga, no me la prestas un ratito y yo te lo presto a mi amigo.
Laura me miro y yo le hice una sonrisa cómplice.
- Toda tuya.
Nos levantamos y cambiamos los lugares con Lau, apenas me senté empecé a chapar con el otro pibe y mi amiga hizo lo mismo con el ‘‘mió’’. Este pibe era muy zarpado, en medio del beso me metió mano en una de mis tetas. Yo lo saque, y le dije: ¡Aca no! Esa noche estaba regalada pero tampoco así.
- Bueno vamos a un telo los 4 entonces.
- Bueno dale vamos (Dijo Laura)
Nos levantamos y nos fuimos del boliche, subimos a la camioneta, Laura subió adelante con uno de los pibes y yo atrás con el otro. En el camino tranzamos como locos y me toqueteo entera, me saco la parte de arriba del vestido dejando al aire mis tetas. Y le hice un pete pero cortito, como adelanto. Llegamos al telo y nos pusieron en bolas, se pararon al frente de nosotros y con Laura nos arrodillamos para petearlos. Era un rato a cada uno, nos turnábamos. Cuando se cansaron de hacernos chupar la pija nos tiraron a las 2 en la misma cama y nos empezaron a coger. Estábamos en 4 enfrentadas con Laura. Nunca pensé que ella iba a hacer lo que hizo, pero ella tiene más experiencia en estas cosas. Me empezó a besar y yo me re prendí. Al fin y al cabo era como mi hermana y cuando éramos chicas jodiendo nos habíamos besado alguna que otra vez. Los pibes nos cojieron en varias posiciones durante un par de horas y nos hicieron acabar varias veces. Con Laura no podíamos mas, solo estábamos tiradas en la cama regaladas a que nos hagan de todo pero ni nos movíamos. Los pibes querían acabar, nos pidieron enlecharnos las gomas. Nos pusimos juntas y nos agarramos las gomas para levantarlas. Se empezaron a pajear y nos llenaron las tetas de leche, pero también salpicaron a la panza y al cuello. Cuando terminaron nos quedamos acostados los 4 por unos minutos sin decir nada.
- Bueno che, vamos (dijo uno de los pibes)
Ellos se cambiaron y nosotros no podíamos ni movernos, tan cansadas estábamos que ni siquiera nos limpiamos, nos pusimos los vestidos arriba de la leche. Y lo que estaba arriba quedo ahí, ya se va a secar solo, me dijo Laura. Los pibes nos llevaron hasta mi casa, Laura se quedaba a dormir conmigo. En el camino Lau intercambio nuestros numeros con los chicos. ‘‘Casi nunca doy mi verdadero numero, pero parece que estos pibes tienen guita, tenes que saber cuando dar y cuando no’’, me dijo. Nos bajamos del auto y entramos a la casa. Subimos a mi cuarto, habitualmente cuando ella se queda en mi casa tiramos un colchón, pero esta vez no había chances de ir a buscarlo. Nos sacamos el vestido, quedamos en ropa interior, nos metimos en la misma cama y nos dormimos. Igual no sean mal pensados, no paso absolutamente nada, a los dos nos gusta la pija y solo nos besamos para calentar a los pibes. Fue una noche inolvidable.
Como a la semana Diego vino a mi casa y nos arreglamos, me chamuyo bastante y a pesar de que no le creía nada, lo perdone. Al fin y al cabo, yo también había tenido mi fiestita, pero el nunca lo sabrá. Esa misma tarde hicimos el amor, igual que siempre, solo por adelante, nada raro. Y asi seguirá siendo, no pienso darle absolutamente nada más. Para esas cosas ya lo tengo a su amigo.
PD: Hay un dicho famoso que dice: La mujer debe ser una puta en la casa y una dama afuera. Bueno chicos, les aviso que las mujeres, cuando ustedes se portan mal, hacemos todo lo contrario 😉
19 comentarios - Dama en la casa, puta afuera
ESPERO UNAS FOTICOS TUYAS ME MUERO POR VERTE 😉 🤤
PD: Hay un dicho famoso que dice: La mujer debe ser una puta en la casa y una dama afuera. Bueno chicos, les aviso que las mujeres, cuando ustedes se portan mal, hacemos todo lo contrario 😉
Me dejaste la pija muy parada...
Quiero ver fotos tuyas.
Van puntos y a favoritos
Pasa por mi post bebe
buenisimo!!