Buenos días...

Nada mejor que un "rapidín" en la mañana! Cuando las ganas van más allá de saber si se puede tener una faena completa o no se debe porque tus hijos están en casa, un buen polvo, con muchas ganas, debajo de las cobijas y a la carrera es de lo más excitante!

Y todo comenzó con mi marido acariciando mis nalgas por encima de la pijama, me encanta cuando lo hace así, como sin querer... pasando muy suave su mano de abajo hacia arriba hasta llegar a la cintura y por allí se mete debajo del pantalón y empieza a bajar sus dedos (yo siempre uso tangas, así que mis nalgas quedan al descubierto) y me las va acariando suavemente primero, consintiéndolas de una en una... y entonces toma la tira de los panties y sin quitármelos la hace a un lado y con la otra mano empieza a acariarme... lo dejo que toque donde quiera y como quiera pues me encanta que lo haga... así baja sus dedos hasta mi vagina que ya está húmeda y caliente y mete un dedo bien profundo y lo mueve hacia afuera y dentro mientras con la otra mano acaricia mi ano... (el cielo!)

En este punto estaba encendida y con mi mano acaricié su miembro, grande, caliente, a punto de estallar, rápidamente se quitó su pijama y yo la mía, dejando los panties puestos y así, de lado y él detrás de mí levanté una pierna para que pudiera penetrarme, tan solo corriendo a un lado los interiores... bajé mi pierna al sentirlo dentro y desde allí empezó el delicioso mete-saca, con sus manos en mis nalgas y de vez en cuando dando un buen tirón a los panties (he descubierto un nuevo fetiche de mi marido...) se sentía delicioso, así, los dos metidos bajo las cobijas en un encuentro fugaz...De repente arremetió, con fuerza, con más ganas y me sentí excitadísima, mandé mis manos a mis nalgas y un dedo acarició mi ano mientras cerraba más las piernas para sentir más placer... y allí él no aguantó más y con un quejido delicioso terminó... una maravilla de "Buenos días"! Luego un besote y un gran abrazo que nos hizo dormir pegaditos un buen rato más!

De repente al escribirlo me doy cuenta que pienso mucho en sexo, a lo largo del día y por las cosas más insospechadas como que mi marido me toca un brazo o pasa a mi lado y me da una palmadita en el rabo me pone a pensar en mil cosas que quiero hacer y que me hagan... será bueno eso?