La Mesa de Junto (de mi autoria)

Estaba sentado en la barra, ya que no había un lugar en ninguna de las mesas, mire el reloj arriba de la barra, eran la una de la tarde, faltaba para las dos y media, tenia que ir a ver otra entrevista de laburo, el bar pronto se vaciaría ya que, termina el horario para almorzar de las oficinas. Mientras seguía marcando en el diario otras opciones.
Pasaron unos minutos y como siempre el bar del gallego estaba casi vació, le pedí un cortado y un pebete de jamón y queso, la plata no me alcanzaba para mucho mas, tenia que conseguir algo pronto.
Me diriji a la mesa que se encuentra cerca de la ventana, por lo manos mientra esperaba para la entrevista, miraba la hora, la mesa estaba estrategiamente puesta en frente del reloj, y de paso las minas que pasaban por afuera, que estaban bastante abrigadas por el frió.
En la mesa de junto se sentó una flaquita, mediría como un metro cincuenta y siete, colorada de rulos, muy bonita, vestida de femme fatal, los ojos se me salian de las órbitas que no paraba de mandar mensajes por su celular,una pesada.
Mire el reloj, una y media, no se me pasaba mas la hora. Suena el celular de la chica esta, atiende, en el bar no había nadie. Escucho , y no es que me gusta escuchar las conversaciones de las personas, pero como estaba tan vació, se escuchaba aunque no quisiera.
La flaca le dice: hola amor ¿como estas?, no sabes lo que pensé hoy.
No que me da vergüenza, de verdad tonto.
Bueno te cuento, nos imagine a los dos en lo de la Negra y vos apenas llegado y que cuando entrábamos en el Dpto. nos empezábamos a besar muy apasionados... y te empezaba a desvestir y vos a mi y estábamos cerca de la cama, me imaginaba las cosas que me hacías y las que yo te hacia... que te cuente, me muero...
yo atento me corría de mi lugar y movía mi cabeza para una mejor recepción . Ella continuaba:
Después que nos desvestíamos me agarrabas y me apoyabas las manos en la cama y me penetrabas, como estaba tan excitada te pedía que me hicieras la cola y sin salir de adentro mio nos poníamos en la cama y me penetrabas la cola... entraba como si fuera de ahí... empezabas a penetrarme, pero vos te quedabas quieto y me agarrabas de la cadera y me movías a mi para penetrarme, como sabes que a mi me gusta... después de que terminabas un par de veces me dabas vuelta y me hacías el amor tan dulce...Cuando lo estábamos haciendo nos mirábamos a los ojos, nos besábamos..hasta que terminábamos juntos.
“Un par de veces”, hijo de puta, yo que hace una bocha que estoy solo como un perro, y este no para. La mina dice, media sonrojándose:
Ahí no termina esto.. mi imaginación volaba, como yo, vos te tirabas en la cama y yo empezaba a acariciarte y a besarte, empezaba desde tu frente, pasaba por tus ojos, tu nariz, tus mejillas, tus labios, tu pera, bajaba besando tu cuello hasta tu pecho, seguía por tu panza hasta llegar a tu pene, te miraba a los ojos y mientras lo hacia pasaba mi lengua desde la base hasta la punta y cuando llegaba ahí lo metía en mi boca, empezaba a hacerte sexo oral, como nunca antes te lo había hecho. Vos estabas como loco hasta que en un momento me miraste y me dijiste amor, me voy no aguanto mas me voy y terminaste en mi boca, gemias y gritabas como nunca antes lo habías hecho cuando terminaste te mire y me trague todo el semen que estaba en mi boca, pase mi lengua por mi labios como saboreandolo.
Casi me muero y no me caí de culo, porque estaba sentado, hija de puta, lo peor es que yo estaba pensando en mi en esa situación, me sentía incomodo, no sabia como acomodarme, para que no se notara mi erección. Miraba el reloj, las dos menos cuarto, no pasaba mas la hora y tampoco quería que pase, la mina seguía:
Después nos hicimos unos mimos y cuando estabas recuperado, te senté en la cama y me puse delante tuyo dándote la espalda, me penetrabas y mientras lo hacíamos me tocaba para que podamos terminar juntos, primero me movía despacito para que tu pene se ponga bien durito como a mi me gusta y después empezaba a moverme mas rápido hasta que los dos no podíamos más y terminábamos juntos gemiendo y estremeciendonos con tanto placer...
En cualquier momento me muero, la mina ya sabe que la estoy escuchando, es una guacha, me mira y dice:
Después nos imagine a los dos en tu casa, -mirándome-
Estábamos en tu cuarto durmiendo..yo me despertaba y empezaba a acariciarte la espalda y a darte besos por el cuello, te ponía boca arriba y te besaba pero seguías dormido, empezaba a acariciarte y a tocarte. Cuando empezabas a despertarte yo ya estaba haciéndote sexo oral. Me mirabas y me decías “para para” y me parabas, me levantabas en tus brazos y me ponías contra la pared levantándome, mi espalda en la pared fría, rodeaba con mis piernas tu cintura y me penetrabas. - ¿viste el lugar que hay entre el mueble y tu mesita de luz?...bueno ahí. Vos estabas con las piernas abiertas para poder sostenerme y me penetrabas muy dulce. Seguías haciéndolo despacito, y cada ves mas fuerte hasta que terminábamos y te rasguñaba toda la espalda...
ya no podía evitarlo, disimuladamente, metí la mano en el pantalón y comencé a acomodar mi sexo inquieto y erguido.
Sin bajarme de tus brazos me ponías en la cama y empezabas a besarme en la boca...me mirabas y me decías: “te amo bebe”...y seguías besándome. Empezabas a bajar por mi cuello, besabas mis pechos, los tocabas, los mordías, seguías por mi panza hasta llegar a mi vagina, abrías mis piernas y me decías “te voy a hacer sexo oral como nunca antes te lo habían hecho”. Con tu lengua calentita rosabas los labios de mi vagina, muy despacito empezabas a hacerlo, buscabas mi clítoris con tu lengua,lo hacías muy despacito hasta que veías que yo estaba como loca y empezabas mas rápido y mas fuerte hasta que te miraba y te decía “príncipe..me voy..voy a terminar” y sin decir nada seguías cada ves más rápido y más fuerte..hasta que terminaba...me mirabas y sin decir palabra pasabas tu lengua otra ves por mi vagina mirándome, subías hasta mi boca y me dabas el beso mas tierno que podías darme,yo te miraba te decía: “te amo y fue muy hermoso”. ¿Te gusto negrito?.
Si, pero acá no hay nadie, no te preocupes, de verdad.
Me sentí como un cero a la izquierda, en fin, un boludo.
No seguro que no conoce ni a tu mujer ni a mi marido, bebe, nos vemos en un rato en la oficina. Esperame como siempre....
Corto, se arreglo el pelo, pago la cuenta y se fue.
Si hubiera querido seguirla no hubiera podido, porque el dolor que tenia era impresionante, y estaba tan parado que no lo podía disimular. Mire el reloj, tres menos cuarto, la puta perdí la entrevista de laburo,.
Bueno me quedan otra hora para la próxima entrevista, ahora si que no escucho a nadie. Pero a ella no me la podía sacar de la cabeza, pensaba ese forro suertudo de mierda, mira lo que quiere la mina con él, hay gente a la que los dioses aman.


Pronto vendran mas...