Agitado durante el sueño
removiéndome entre las sabanas
preso de una gran inquietud
algo me faltaba
desperté muy excitado
y sin tenerte a mi lado
sintiendo los latidos con fuerza
te buscaba
mi sexo era una estaca
necesitada de tí
erguido y desafiante
te necesitaba
miré el reloj de reojo
ya te habías marchado
y oliendo tu aroma en la cama
recordé lo que había pasado
me estiré y destapé
dejándome llevar descuidado
empecé a acariciarme
lo necesitaba tanto
sentía placer, sentía deseo
estaba casi flotando
cuando encendiste la luz
y te plantaste a mi lado
como haces esto sin mi?
por que no me has llamado?
no me lo podía creer
veía tu rostro, sentía tus manos
y colocándote sobre mi
empalándote con descaro
sentí como me apretabas
me estabas cabalgando
moviéndote con lujuria
acariciando tus areolas
despertabas más deseos
y me ibas empapando
tu boca se unió a la mía
en el momento adecuado
las lenguas entrelazadas
los sexos emparejados
nos movíamos, jadeábamos
solos con el original pecado
derramamos nuestros flujos
entre resuellos ahogados
las ultimas convulsiones
fueron más y más sentidas
como la piel contra piel
que se rozaban en la agonía
más gozosa, más deseada
del orgasmo compartido
y esa última sonrisa
mientras de ti me salía
no se si enfadarme contigo
por empezar sin mi compañía
y con un gracioso mohín
me besabas mientras te ibas
removiéndome entre las sabanas
preso de una gran inquietud
algo me faltaba
desperté muy excitado
y sin tenerte a mi lado
sintiendo los latidos con fuerza
te buscaba
mi sexo era una estaca
necesitada de tí
erguido y desafiante
te necesitaba
miré el reloj de reojo
ya te habías marchado
y oliendo tu aroma en la cama
recordé lo que había pasado
me estiré y destapé
dejándome llevar descuidado
empecé a acariciarme
lo necesitaba tanto
sentía placer, sentía deseo
estaba casi flotando
cuando encendiste la luz
y te plantaste a mi lado
como haces esto sin mi?
por que no me has llamado?
no me lo podía creer
veía tu rostro, sentía tus manos
y colocándote sobre mi
empalándote con descaro
sentí como me apretabas
me estabas cabalgando
moviéndote con lujuria
acariciando tus areolas
despertabas más deseos
y me ibas empapando
tu boca se unió a la mía
en el momento adecuado
las lenguas entrelazadas
los sexos emparejados
nos movíamos, jadeábamos
solos con el original pecado
derramamos nuestros flujos
entre resuellos ahogados
las ultimas convulsiones
fueron más y más sentidas
como la piel contra piel
que se rozaban en la agonía
más gozosa, más deseada
del orgasmo compartido
y esa última sonrisa
mientras de ti me salía
no se si enfadarme contigo
por empezar sin mi compañía
y con un gracioso mohín
me besabas mientras te ibas
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