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Labios...Pasión (Parte 2)

Nos quedamos de ver en un café, un lugar bastante acogedor cercano a una plaza pública, el restaurante había adquirido un callejón y lo había acondicionado para tener varias mesas, un techo de tela le daba un aire pueblerino, donde podríamos charlar placenteramente. Llegue antes, parte por la impaciencia, parte por la excitación. Cuando la vi llegar me sorprendió, su juego y provocación me enajenaba, se había teñido el pelo de un rojo intenso, sus ojos, maquillados finamente en negro, le daban una mirada felina que era provocativa y cautivarte, los labios de un color rojo brillante que hacia juego perfecto con su cabello.

Labios...Pasión (Parte 2)

Se sentó y comenzamos a hablar, una platica bastante casual, nada serio ni comprometedor, sus gustos musicales, pasatiempos, muchas cosas que normalmente la gente se cuenta para conocerse. Después de hablar lo suficiente, ella pidió un café y empezó a hacerme preguntas directas y disimuladamente provocativas. Recuerdo que su torso se inclinaba hacia a mi, dejando ver el pliego de sus senos, mientras me hacia una pregunta, para luego cuando me encontraba respondiendo jugaba con sus labios, lamiendo la cuchara o descaradamente poniendo la espuma del café sobre sus labios para luego quitarla con un movimiento de lengua muy sensual.

Salimos del café y caminamos; yo la seguía, mientras ella me provocaba entre risas y bromas, cada vez me hacia fantasear más con tenerla. El sol todavía no se ponía a pesar de que ya era tarde, caminábamos por una de las eternas construcciones que hay por la ciudad, obras que gracias al gobierno se inician pero casi nunca se terminan, algo raro en esa zona ya que nos encontrábamos en la parte linda de la ciudad. Cuando estuvimos frente a la construcción ella me jaló del brazo, y me llevo corriendo dentro de ésta. Subimos las casi inexistentes escaleras, mientras yo me preocupaba por no caer y por el peligro del lugar, ella parecía divertirle mi preocupación. Cuando por fin logramos subir ella me soltó y me dijo:

- ¿No te parece genial? Mientras se refería a ese esbozo de edificio en el que estábamos, el tabique le daba un tono mas rojizo al ambiente, dada la falta de techo y el sol casi a ocultarse.

Antes de que pudiera articular alguna palabra, me besó apasionadamente, mientras sus manos subían por debajo de mi playera, desde mi estomago hasta mi pecho y después bajo hasta mi pelvis, para luego hacer lo mismo con mi espalda, sus uñas dejaban una sensación de rasguño por mi cuerpo, algo que provocó en mi una erección instantánea y potente. Yo siendo un poco mas tardado, puse una mano sobre el hombro que dejaba al descubierto su blusa, de esas blusas de cuello amplio que tienen caída de un lado, mi otra mano se posó ágil sobre sus muslos, que los sentía casi con piel, ya que llevaba unos leggings negros bastante ajustados. Mientras nos seguíamos besando mi mano bajo de su hombro a su cintura para después subir por debajo de su blusa, la tenía fuertemente pegada contra mi cuerpo y ella apretaba sus uñas contra mi espalda, una de sus manos movió sutilmente la mano que estaba en sus muslos hacia su culo, la puso ahí firmemente y yo solo la acerque mas a mi, la tenia en mis brazos, una mano en ese culo delicioso, redondo y firme que empezaba a contonearse suavemente para que su concha que ya se sentía muy caliente rozara contra mi pierna.

Posé mis dos manos sobre su culo y la empuje contra mí, a pesar de la mezclilla podía sentir el calor de su vagina hasta mi pene que también estaba hirviendo de ganas. Empezó a provocarme, me lanzaba miradas calientes siempre acompañadas de un gesto sugestivo, lo hacia mientras movía su cadera como si bailara algún tipo de danza exótica y yo fuera su instrumento, sus manos se paseaban por mi cuerpo y el objetivo del vaivén de sus caderas era mi pene, que ya palpitaba por la excitación. Giraba y me restregaba su culo sus muslos, su cadera. de pronto bajo y como en alguna fantasía casi pornográfica, empezó a morder mi pantalón mientras me dirigía su mirada, su cara la pegaba mi pene todavía dentro del pantalón con deseo.

Me bajo la bragueta y con cierto trabajo saco mi verga, estaba ya enorme por la excitación, mi glande se veia de un color rojo oscuro, y palpitaba al mismo ritmo de mi corazón. ella la tomo entre sus manos, y con una voz seductora, dijo:

-Me encanta. La voy a ordeñar completa.

El instinto me ganó y la tomé por la cabeza queriendo empujarla para que se comiera mi verga, ella me miró sonriente y me dijo: espera, me gustaría dejarle un recuerdo, mientras tomaba de su bolsa su labial. Lo puso sobre sus labios y se los pintó de ese rojo brillante, durante un tiempo que a mí me pareció eterno, mientras hacia movimientos con el labial pretendiendo que éste fuera mi pene.

Cuando terminó con el labial, se acomodó el cabello, todo de un solo lado y metió mi pene a su boca, cuidando que sus labios no lo tocaran todavía, y cuando lancé el primer gemido de placer me miro y dijo con mi verga en la boca:

-Mi boca es tuya. Al tiempo que me tomaba las muñecas y las ponía sobre su cabeza.

Su boca envolvía me pene por completo, mis manos solo quedaban recargadas en su cabeza, puesto que su boca recorría mi pene por completo de base a punta, eso si nunca dejaba de mirarme en ese momento no sabía que me excitaba más, si su mirada cachonda o el hecho de que mi pene estaba pintado de rojo por su labial, que iba dejando huella a lo largo de mi pene.

Ella seguía disfrutando, balbuceaba cosas sucias con mi pene en su garganta, podía sentir su lengua dar un delicioso masaje en todo el tronco de mi pene y su cara de placer cuando lo lograba meter completo en su boca. en movimientos constantes tenía mi pene húmedo, de su boca salían ligeros hilos de saliva y su jadeo y sonrisa me excitaban mucho, lo que más me sorprendía era que desde el inicio había mantenido sus manos cruzadas por la espalda y no se inmutaba cuando embestía su boca con mi cadera para que mi pene entrara profundamente dentro de su garganta.

En un momento ella succionó fuertemente mi pene, recuerdo que sentí como si me jalaran todo el cuerpo desde mi pene y cuando lo sacó de su boca, volteo a verme con una mirada sexual, intensa y deseosa, todo el maquillaje de sus ojos se encontraba arruinado, tenía lagrimas de rimel en las mejillas por el esfuerzo al mamar. sonreí y ella, para mi sorpresa me rogó por semen, usando una voz cortada, y parecida a un gemido me dijo:

- Mi leche, me la he ganado, la quiero toda.

Empuje de nuevo su cabeza hacia mi pene con una mano,mientras con la otra me masturbaba, ella me dijo que dejara de hacerlo, que ella quería sacármela, ordeñar mi verga, la deje y esta vez tomo mi pene entre sus manos y empezó a dar arcadas con la boca apretando fuerte los labios y la lengua, podía sentir cada parte de su boca rozar firmemente contra mi pene, y ella gemía como si la estuviera penetrando. Gemí de una forma seca y fuerte, y en ese momento no pude más, ella no lo saco del todo de su boca, dejo el glande entre sus labios y su boca entre abierta, mi semen le lleno la boca y debido a sus movimientos, recorría su cara con mi pene, su cara acabó cubierta en mi leche. Su mirada de excitación era impresionante, pareciera que era una actriz prono profesional por esa manera de disfrutar el semen. paseo sus manos por su cara, embarrada por completo y después llevo todo el semen a su boca; jugueteando siempre con la lengua. Para cuando terminó de jugar, quedo limpia, inmaculada. Exprimió mi pene una vez mas y lamió la ultima gota que salió de él.

Después de eso se levantó con una sonrisa y nos fuimos, con la promesa de su parte de un encuentro mejor, mientras yo pensaba si se podía algo mejor....

1 comentarios - Labios...Pasión (Parte 2)

violexi
mmm Que sensualidad!