Primero les ofrezco una disculpa pues por motivos de salud no habia podido escribir. Espero les guste esta vivencia que comparto con ustedes.
Era Jueves Santo y por ser semana de vacaciones el trabajo era poco y por lo tanto estábamos solo en espera de que concluyera el día para salir a unos días de asueto.
Mi compañero y yo en la sala de cómputo haciendo el trabajo pero con tiempo de sobra debido al poco movimiento y el tema obligado fue: ¿Que harás en estos días? Los planes de mi parte era ir a misa y de ahí a cenar.
De repente me paré para descansar de la computadora y mi amigo se me queda viendo mi parte trasera y me dice: "¡que bonita se te ve la espalda y la curva de abajo!"
Ah le dije: “No empieces que es Jueves Santo y es día de guardar, ya conozco esa mirada tuya, ya cálmate"
Se paró y tocó mi espalda y bajó la mano lentamente por encima de mi ropa, me quedé sorprendida pero no lo rechacé, deje que metiera su mano debajo de mi uniforme acariciando suavemente mi espalda.
Después se acercó y se paró detrás de mi, me tomó de mi cintura y me apretó contra el en forma muy sutil y suave bajando a mis caderas. Sentí su miembro erecto mientras se movía como si estuviera bailando una melodía.
No pude resistirme, me dejé llevar en ese vaivén, cerrando los ojos empecé a moverme a su ritmo.
Luego subió lentamente sus manos tomando mis pechos, acariciando mis pezones, tan rico que me estremecí y sentí que me mojaba al tiempo que sentía su pene más duro.
Empecé a moverme ya muy excitada, entonces bajó a mi sexo por debajo de mi falda, movió mi panty hacia un lado y metió sus dedos a mi vagina la cual estaba ya a punto de ebullición.
Empezó a jugar con mis labios y mi clítoris haciendo que le pidiera más. Metió sus dedos hasta el fondo y me hizo venir. Apreté mis labios aguantando los gemidos.
Sacó su mano y se llevó los dedos a su boca chupándolos, estábamos ya en eso cuando entran a avisarnos que podíamos irnos ya.
Al salir de la oficina dio una caricia en mis nalgas y me dijo al oído: "María pórtate bien que es Jueves Santo."
Era Jueves Santo y por ser semana de vacaciones el trabajo era poco y por lo tanto estábamos solo en espera de que concluyera el día para salir a unos días de asueto.
Mi compañero y yo en la sala de cómputo haciendo el trabajo pero con tiempo de sobra debido al poco movimiento y el tema obligado fue: ¿Que harás en estos días? Los planes de mi parte era ir a misa y de ahí a cenar.
De repente me paré para descansar de la computadora y mi amigo se me queda viendo mi parte trasera y me dice: "¡que bonita se te ve la espalda y la curva de abajo!"
Ah le dije: “No empieces que es Jueves Santo y es día de guardar, ya conozco esa mirada tuya, ya cálmate"
Se paró y tocó mi espalda y bajó la mano lentamente por encima de mi ropa, me quedé sorprendida pero no lo rechacé, deje que metiera su mano debajo de mi uniforme acariciando suavemente mi espalda.
Después se acercó y se paró detrás de mi, me tomó de mi cintura y me apretó contra el en forma muy sutil y suave bajando a mis caderas. Sentí su miembro erecto mientras se movía como si estuviera bailando una melodía.
No pude resistirme, me dejé llevar en ese vaivén, cerrando los ojos empecé a moverme a su ritmo.
Luego subió lentamente sus manos tomando mis pechos, acariciando mis pezones, tan rico que me estremecí y sentí que me mojaba al tiempo que sentía su pene más duro.
Empecé a moverme ya muy excitada, entonces bajó a mi sexo por debajo de mi falda, movió mi panty hacia un lado y metió sus dedos a mi vagina la cual estaba ya a punto de ebullición.
Empezó a jugar con mis labios y mi clítoris haciendo que le pidiera más. Metió sus dedos hasta el fondo y me hizo venir. Apreté mis labios aguantando los gemidos.
Sacó su mano y se llevó los dedos a su boca chupándolos, estábamos ya en eso cuando entran a avisarnos que podíamos irnos ya.
Al salir de la oficina dio una caricia en mis nalgas y me dijo al oído: "María pórtate bien que es Jueves Santo."
10 comentarios - Un Jueves Especial
y como dijo Blue demon "es jueves, Santo"