Mi vecina intelectual - Relato erótico

Hola a todos, este es mi primer post, espero que les guste y recibo comentarios, sugerencias para próximos post!

Todo comienza en mi departamento, vivo en un complejo en un primer piso por escalera y el vecindario cuenta aproximadamente con 15 departamentos, de los cuales solo hay hasta segundo piso, por lo que es bastante familiar se puede decir.
La puerta de entrada de mi departamento da con la de mi vecino por lo que aveces cuando salgo suelo encontrame y charlar (típicas charlas o saludos de paso).
Ahora paso a describirme, soy rubio de 1.86, peso unos 86kg, no soy delgado pero tampoco tan gordo, y puedo considerarme que bastante fachero y carismático.
Como les conté, tengo mi vecino que vive en pareja con su novia y la cual paso a describirla a ella quien en éste caso es la que forma parte de mi historia. Ella es morocha, 1.70, delgada, pechugona, puede decirse que es como la típica secretaria sexy que todos alguna vez soñamos.
Un cierto día, si bien una o dos veces la vi de refilona cuando salia y me quedaba charlando con su novio, salía como de costumbre a trabajar y ella estaba saliendo, cuando sali no pude evitar mirarla con cara de asombro ya que salía de bañarse, su pelo negro mojado y una remera que dejaba marcar sus hermosos pechos, bajé la mirada y observé sus piernas como de jugadora de hokey y llevaba puesto unos jeans que marchaban su hermosa cola. Quise hacerme el distraído y saludarla sonriendo pero creo que notó que la desnudé con la mirada y sólo sonrió con ésa sonrisa como diciendo "te gusto no?".
Yo me fui a trabajar pero no pude evitar pensar todo el camino y hacerme la película con mi vecina.
Cuando volví de trabajar cerca de las 19hs, entré a mi departamento y la puerta de mis vecinos estaba entre abierta por lo que me asomé a chusmear y la vi a mi vecina que ¡justo se da vuelta y me vé que estoy mirando por la puerta!. Ella se acerca y saludandome me dice "hola vecino, querés tomar unos mates, estoy sola".
Yo no podía creer y sonriendo acepté la propuesta diciendole que dejaba mis cosas y volvía.
Cuando volví, estaba con los mates esperandome por lo que me senté y comenzamos a charlar. Al principio estaba un poco nervioso ya que tenía miedo que llegara su novio, aunque apenas comenzamos la charla me recalcó que su novio había viajado y volvía en dos días por lo que mis nervios comenzaron a irse.
Luego de reirnos, charlar, y tomar varios mates comenzó a preguntarme por mi estado civil y sin darme cuenta comencé a sentir que con sus pies me comenzó a tocar las pantorrillas; yo ni lerdo ni perezoso haciendome el canchero me reí diciendole que estaba sólo y sin apuro y le seguí el jueguito acercado mis pies al de ella y se comenzó a poner mas linda la cosa ya que sus pies comenzaron a subir y por supuesto mi pene se puso erecto de inmediato.
De pronto noto que su pie estaba tocando mi verga erecta por lo que me acerqué y comenzamos a besarnos de una manera muy apasionada, sentía como mi lengua recorría su lengua y toda su boca y lo mismo hacía ella.
Sin dudar nos pusimos de pié y recostándola sobre la mesa apoyé mi pene sobre su vagina y ella comenzó a moverse haciendo que sienta toda su vagina.
Entre besos comencé a tocar sus pechos y sentía como ella tocaba mi pene y comenzaba a desprenderme el pantalón por lo que comencé desprender su camisa y bajar a besar sus hermosos pechos.
Mi cabeza volaba sin creer lo que estaba viviendo! De pronto desprendió mi pantalón, me bajó el boxer y comenzó a chupar mi pene de la manera más sensual que jamás imaginé.
Así estuvo por un rato hasta que nos fuimos a la habitación, nos desnudamos y comenzamos a tener sexo apasionado como una pareja de adolescentes.
Luego de tener sexo por toda la noche me invitó a dormir con ella por lo que accedí y dormimos abrazados y calentitos.
Por la mañana me despertó pidiendome tener sexo nuevamente y así me despedí a trabajar.

La historia con mi vecina continuó hasta que volvió su novio, por lo que nos propusimos a hacer como si fuera que nunca nos vimos, aunque los dos sabíamos que un fuego pasó entre nosotros.