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Soy tu puta...

Ya paso bastante tiempo desde mi último relato, muchas cosas pasaron en estos días, lo más relevante es que conseguí trabajo. Y no fue por medio de un aviso, sino por intermedio de Raúl, y lo otro es que volví a distanciarme de mi novio, pero mejor vayamos por partes. Ustedes ya saben que lo que me une a Raúl no es simplemente calentura, sino que se trata de amor en su estado más puro y elemental, lo amo de verdad y es por eso mismo, porque lo amo, que jamás quise interferir en la relación con su familia. Por experiencia propia ya se como son estas cosas, aunque digamos que se trata solo de sexo, cuándo involucramos también al amor, llega un momento en que no podemos diferenciar uno del otro, por eso decidí alejarme.
Renuncié a mi trabajo, en el cuál él era mi jefe y trate de olvidarlo… obviamente que no pude. Él cada cierto tiempo me llamaba, dejándome mensajes en los que me preguntaba como estaba, mensajes que yo no contestaba, para no volver a caer en lo de antes. Hasta que un día me encontré de casualidad con una ex compañera del estudio, tomamos algo y le conté que estaba sin laburo… Bueno, parece ser que esa información llego a oídos de Raúl y a los pocos días me escribió para decirme que le enviara mi CV, que podía conseguirme algo sin compromiso alguno. Eso de “sin compromiso alguno” ya sabemos como es, pero en este caso, tratándose de Raúl, no sabía que tan cierto podía llegar a ser. Además, si seguía sin conseguir algo, no quería tener que volver a recurrir al Tano, así que, por esta vez, contesté el mensaje de Raúl.
Hablamos un rato largo, temas que no vienen al caso, hasta que arreglamos encontrarnos para que pudiera darle mi CV personalmente. Ya tenía varios preparados, así que agarre una copia y me fui a la esquina de Caseros y Boedo, donde habíamos quedado encontrarnos. Cuándo llegué ya estaba con su camioneta estacionada en la esquina. Al acercarme estaba hablando por celular, pero mediante un gesto me indicó que subiera. No lo pensé dos veces, abrí la puerta del lado del acompañante y subí. Ni bien estuve a su lado, sintiendo la fragancia de su perfume, el viril aroma de su cuerpo, volví a estremecerme como antes. Se me empapó la tanguita como tantas otras veces. En ese sentido no soy de las que reniegan de lo que sienten, por el contrario, soy de expresarlo libremente. Y Raúl debió darse cuenta de ello. Ni bien terminó con su llamada me saludó con un beso en la mejilla. Admito que me moría por comerle la boca y apretarle bien fuerte el paquete de la entrepierna pero me contuve.
-¿Qué tal? ¿Cómo estás?- me preguntó, mirándome con esos ojos que en realidad miraban más allá.
-Bien, acá te traje mi currículum, como habíamos quedado- le dije, sacando la carpeta de mi bolso y dándosela.
La agarró, la hojeó rápidamente y la dejo en el asiento trasero, junto a su maletín.
-Antes de que termine la semana te prometo que vas a tener novedades- me aseguró.
-No hace falta que lo prometas, con que lo intentes esta bien, la verdad es que… no hubiera recurrido a vos si no se me estuviera complicando lo de volver a trabajar- le confesé.
-¿Y eso porque? ¿Acaso no somos amigos?- inquirió.
-Creo que fuimos más que amigos- lo corregí.
-No te entiendo Gise, me decís eso pero te fuiste del estudio de un día para el otro sin decirme nada, ni siquiera me contestas los llamados- me reclamó.
-¿Y para que me llamabas?- le pregunté.
-Para saber como estabas…-
-¿Solo eso?-
Se sonrió.
-Bueno, también para volver a estar juntos, ¿Qué tiene eso de malo?-
-Nada, solo que estás casado y yo no quiero entrometerme en…-
-No te vas a entrometer en nada Gise- me interrumpió –mi matrimonio esta bien, no vas a romper nada si eso te preocupa, pero si los dos la pasamos bien estando juntos, ¿Por qué separarnos?-
-¿Qué? ¿Para quedarme como tu amante?-
-¿Tendrías algún problema con eso?-
La verdad es que no sabía que contestarle. Me gusta mucho estar con él, coger con él, chuparle la pija, y hacer todo eso que tanto le gusta, pero últimamente la situación me estaba superando. Creo que era yo la equivocada, la que estaba confundida. ¿Acaso era amor lo que sentía o solo una excelsa calentura?
Mientras todos estos divagues daban vueltas en mi cabeza, Raúl aprovechó ese momento de desconcierto para apoyar una mano sobre una de mis piernas. No se si a propósito o no, pero justo ese día y para ese encuentro me había ido con falda.
-¿Y? ¿Tenés algún problema con ser mi amante?-
Seguía sin responderle, estaba como embelesada con su mirada, con su aroma, con su tacto, el que seguía subiendo hasta alcanzar los bordes de mi tanguita. Un dedo se filtró por debajo del elástico y llegó a acariciar mis labios, ya húmedos e inflamados.
-Me parece que esto significa que no- repuso refiriéndose a mi pasividad, la cuál aprovechó para acercarse y darme uno de esos besos que tanto me derretían y me siguen derritiendo. En ese mismo momento, mientras sentís sus labios y sus dedos, comprendí que jamás podría alejarme de él. Con los otros es fácil, me cogen y listo, ya no me dan ganas de volver a verlos, pero con él siempre fue diferente. Cada vez me daban mas ganas de estar a su lado. Sabiendo que ya estaba a su merced, se separó de mí, volvió a colocarse frente al volante y se puso en marcha. No hacía falta que le preguntara adonde íbamos, en el estado en que ambos estábamos era por demás evidente.
Aunque durante algún tiempo me había resistido a volver a caer en su embrujo, de nuevo volvía a estar con Raúl en la habitación de un telo. La sensación de morbo y lujuria que era prácticamente irresistible. ¿Qué tiene ese hombre para atraerme tanto? Una muy buena pija, si, pero ya me he comido infinidad de buenas pijas y ninguna me seduce tanto como “esa” pija. Me la comería con dulce de leche y todo. Es tanto lo que me puede que enseguida y mientras nos besábamos con frenesí, me puse a manoseársela por encima del pantalón.
-¿La extrañabas?- me preguntaba él entre beso y beso, entre lengüetazo y lengüetazo.
-¡Mucho!- asentía yo sin dejar de apretar y sentir esa brutal erección que prometía regalarme el más hermoso de los reencuentros.
Ya sin poder esperar más me senté en el borde de la cama y le desabroché el pantalón. La típica ceremonia que se da en esos casos. Primero el cinturón, luego el botón, posteriormente el cierre y se lo baja hasta los tobillos, dejándolo solo con el calzoncillo exhibiendo su máxima tirantez. En este caso se trataba de un slip que apenas podía contener lo que se armaba debajo. Se lo volví a manosear por sobre la tela, constatando la dureza de lo que sentía como parte de mi propio cuerpo. Hasta se lo mordí por encima del slip arrancándole un suave quejido. Y entonces si, le bajé el slip de un tirón, descubriendo en todo su esplendor a ese guerrero inmortal que emergió fuerte y orgulloso ante mí. Se lo agarré con una mano y empecé a moverlo atrás y adelante mientras sentía como se hinchaba y palpitaba entre mis dedos. Estaba a todo dar, con la cabeza enrojecida y las venas amoratadas, incluso hasta parecía mucho más grande de lo que la recordaba. Lo primero que hice fue deslizar mi lengua a todo su largo, para reencontrarme con su sabor, para volver a sentir esa esencia viril entre mis labios, relamiéndome gustosa al revivir aquel deleite para mis sentidos.
Ahí mismo y sin más demora, abrí la boca y me la metí adentro, chupándosela con frenesí, succionando con todas mis fuerzas, congraciándome con esa parte de su cuerpo que resultaba tan importante para mí. No sé porque me aleje de él tanto tiempo, pero lo que si sabía era que no volvería a apartarme. Ya no me importaba nada, ya no pensaba en nada, todo mi afán estaba puesto en disfrutar de esa poronga de ensueño que colmaba todo mi paladar con su consistente volumen. Me gusta sentir la carne atravesada entre mis labios, palpitando y humedeciéndose, no solo con mi saliva sino también con su propio fluido, el cuál yo ya me dedicaba a degustar con avidez. Era tanto el juguito que salía de esa pija que buena parte se derramaba por las comisuras de mis labios, no me importaba, me relamía con la lengua, deleitándome con ese néctar cuyo sabor tanto había extrañado. Subía y bajaba por todo su contorno, dándole vueltas y vueltas, chupando, besando, lamiendo y hasta mordiendo cada pedazo de tan vigoroso banquete. Le chupaba las bolas, le chupaba los pendejos, llenándome la boca con esa pelambre gruesa y erizada que contiene y resguarda a mi máximo objeto de deseo.
-¡Ahhhhh… como extrañaba tus mamadas, Gise… son únicas!- me decía Raúl entre suspiros, disfrutando intensamente de aquel reencuentro que nunca debió de haberse postergado tanto.
Y ahí, mientras le chupaba la pija con todo mi entusiasmo, comprendí finalmente que aunque hubiese otros hombres, muchos otros, siempre sería su puta… su putita. Aquella primera clavada me lo confirmaba. Ni siquiera me di cuenta del momento en que se puso el preservativo, estaba como embriagada, con los sentidos embotados, cuándo reaccioné ya estaba desnuda y con toda su pija dentro de mí. Lo tenía encima, yo abajo, de espalda, con las piernas abiertas, recibiéndolo entre ellas. Sus embestidas se aceleraban a cada instante, cada golpe era más fuerte que el anterior, intenso, vibrante, consistente, me la hacía sentir hasta en los ovarios, machacando insistentemente, sin pausa, entrando y saliendo en toda su longitud.
Casi sin pausa me la saco de adentro y dándome la vuelta me la metió por el culo… ¡Ahhhhhh! Que gusto volver a sentirla por ahí, hay visitantes más ilustres que otros, y éste sin duda es uno de los más destacados.
-¡Como extrañaba este culito…!- me susurra Raúl al oído, entre besos y lengüeteadas –Mira que me cogí otros, pero como el tuyo ninguno… es único-
Saber que estuvo probando otros culos no me produce celos, al contrario, me hincha de felicidad y orgullo enterarme que prefiere el mío por sobre los demás. Soy realista y se que nunca me va a querer como quiere, por ejemplo, a su esposa, para él solo soy una putita… una mina a la cuál coger cuándo esta con ganas, quizás no sea lo que cualquier mujer pretenda incitar en un hombre, pero a mí me alcanza.
Me la mete hasta los huevos y mi culito agradecido, me gusta sentirlo completito, llenándome en esa forma en que solo él es capaz, me gusta sentir sus empujones, sus clavadas, ese furioso palpitar en mis entrañas. Me pone de costado y me sigue dando, por delante y por detrás, alternando entre mis dos agujeros con una habilidad sin par. Me cogía un rato por la concha, y luego otro rato por el culo, sin descuidar ninguna de mis entradas, sobándome las tetas, besándome el cuello y las orejas, diciéndome que mi culo lo vuelve loco, que le encantan mis tetas, que le gusta cogerme… a mí también me gusta que me coja, que me rompa bien el culo.
-¡Ahhhhh… siiiiii… cogeme… siiiii… cogeme…!- le pido aunque en realidad no haga falta, no le tengo que pedir que me la meta, como si fuera su acceso natural, su pija encuentra el camino hacia mis rincones más profundos, llenándome de carne, carne vigorosa y viril, maciza y suculenta, la carne que mas me satisface.
Acabamos los dos al mismo tiempo, en una sincronía más que perfecta, síntoma más que evidente del entendimiento que hay entre ambos, esa conexión única e irrompible que una vez más volvía a juntarnos en una cama después de tanto tiempo. Y entre suspiros, disfrutando todavía el polvo glorioso que me había regalado, le dije lo que siempre supe:
-¡Soy tu puta Raúl… siempre voy a ser tu puta…!-


Soy tu puta...puta[/align]
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17 comentarios - Soy tu puta...

1990eloii
:oops: me encantaria un pete tuyo nada mas para saber que es lo que se siente que una mina tan experta como vos me haga ver el cosmos ! 😬 impecable bebe.
taxilibre +1
muy buen relato me encanto y me calento pensando en vos lo haces y muy bien gracias pro compartir te sigo nena¡¡¡¡¿
KaluraCD

Excelente Gise, como siempre !!!
Gracias por compartir 🙌

gisepet
Seba_7777
Exitante el Relato Hermosa!

Soy tu puta...
tachoman1 +4
me encanto, pero no ubico esa zona de soldati, para ir a buscarte con el taxi
complice69 +1
Como extrañaba tu presencia...tus modos de describir los placeres carnales exquisitos...
Simplemente GRACIAS
payaso27
muy buen relato, te extrañaba. Te dejo mis 10 puntos de hoy.
JohnMcClaine
quiero un pete "cósmico" para ver todas las estrellas pendeja rica!!! 🤤
lprince
Espectacular como siempre. Me encantan tus relatos. Dejo puntos. 😉
macuta +1
Como te extrañe Gise! Excelente la prosa del relato! me dejaste al re palo y quierooo massssss 🙎‍♂️
makeass
Como extrañaba tus relatos... gracias
matador14xxx
muy bueno me dejastes al palo 🤤 🤤
centaurock22
hay amor en este relato, muy bueno. no tengo puntos, los proximos son para vos hermosa, segui asi