Así lo hicimos y allí me contó que era casada, divorciada, que tenía dos hijos que vivían con el padre y a los cuales veía los fines de semana, que no tenía pareja fija en ese momento y otras cosas menores. Realmente, Dani era más dulce y simpática de lo que había imaginado y yo estaba embobado con ella.
Le conté que yo estaba casado y me dijo. "no me extraña…los bombones como Vos, siempre tienen dueña" me largué a reír, un poco para agradecer semejante piropo y también por su sinceridad y por su espontaneidad. A su vez, le correspondí, no ya con un piropo, sino diciéndole, palabras más, palabras menos, que yo estaba loco por ella desde el día que la viera por primera vez……….hizo un silencio…..me miró fijamente…y me estampó un tremendo beso en la boca, mojándome todo con sus labios carnosos y húmedos.
Dani no besaba…literalmente te comía la boca, te devoraba, te mojaba con su saliva, te chupaba los labios y, mientras te besaba, gemía! era imposible no calentarse de inmediato. Enseguida le propuse a Dani "vamos a otro lugar" haciendo clara alusión de irnos a un albergue transitorio que estaba muy cerca del bar, sobre la calle Rojas, en el bajo.
Me contestó, muy tranquila y serena que prefería dejarlo para otro día, por cuanto en ese momento "no estaba preparada". No le quise insistir sobre los motivos, suponiendo que tal vez estuviera con el período……grande sería mi sorpresa después.
Nos despedimos, ella se fue a su casa y yo la llamé por teléfono como a la hora y media. Me atendió, diciéndome de entrada que estaba toda desnuda sobre la cama, que recién terminaba de ducharse y se estaba acariciando pensando en mí. De inmediato le dije que quería ir a su casa pero me contestó que no, que nos veríamos al día siguiente.
Efectivamente, a la mañana siguiente nos estábamos encontrando en el mismo bar de la tarde anterior, tomamos un par de cafés nerviosos y apurados…ambos deseábamos estar juntos en la cama. Dani se había vestido con su habitual pantalón blanco transparente y su tanga cola-les muy calzada en su culo. Las sandalias de taco alto le daban ese toque especialmente erótico y yo me la imaginaba caminando desnuda, con tacos y solamente con la tanga puesta. Salimos caminando hacia el hotel que estaba a dos cuadras, entramos y nos dirigimos a la habitación. Al cerrar la puerta y antes que pidiera que enciendan el aire acondicionado y regulara las luces, ya Dani me estaba devorando la boca a besos, gimiendo y refregándose contra mí.
Le quité la blusa que traía y asomaron sus dos pechos (no llevaba corpiño) perfectos, redondos, de pezones chicos y oscuros. La acerqué contra mi cuerpo y ella sintió el bulto sobre su vientre…se separó, me miró sonriendo y me dijo "qué verga debes tener" y diciendo eso, fue bajando su mano derecha a mi entrepierna.
A esta altura de partido, no hace falta aclarar que Daniela se me presentaba como una mujer muy experimentada, desinhibida al extremo y dispuesta a llegar tan lejos como le propusiera. Ya me hacía la fantasía que su culo habría de ser mío y que seguramente tenía una larga experiencia en ello….y no me equivocaba.
Le quité el pantalón, cuidando de no sacarle las sandalias….quería verla así. Ella hizo lo mismo conmigo y, junto con el pantalón, me quitó el calzoncillo. Antes de darme tiempo, se arrodilló ante mí y se metió mi verga en la boca; no me dio tiempo a nada. Yo me quedé extasiado, parado frente a ella y observando en el espejo de la pared su culo de diosa, que se abría totalmente al estar ella arrodillada en el suelo e inclinada para adelante.
Le pedí que fuéramos a la cama, pero antes quería verla caminar en tanga y sandalias. Así lo hizo, contoneando su cadera y sacando el culo todo lo que podía. Se paró frente a una de las paredes espejadas, se apoyó en ella, dándome la espalda, abrió sus piernas y levantó el culo todo lo más que pudo ¿Esto querés? me dijo, mientras me miraba con una sonrisa casi diabólica. Yo estaba literalmente prendido fuego, masajeándome la verga, aún húmeda por la corta chupada de Dani.
Ella hizo que yo me recostara sobre la cama, con la cabeza apoyada contra la pared (casi sentado) y se ubicó entre mis piernas….tomó mi verga con ambas manos mientras la sacudía y me decía…"sabía que tenías una verga grande, por el bulto que te hace, pero no imaginé que era tan linda" Dicho esto, comenzó a chupar lentamente, introduciendo en su boca la cabeza primero y luego fue bajando, mientras con ambas manos, me sostenía desde el tronco.
Poco a poco, centímetro a centímetro…se la fue engullendo toda y llegó al fondo! Era una garganta profunda y chupaba como maestra!!!! Mientras se metía mi verga en la boca, gemía fuertemente, gozaba chupando y se le caía saliva por las comisuras de los labios.
Cada tanto, se la sacaba de la boca, mientras de sus labios caía un chorrito de baba, la miraba, la tomaba con ambas manos y le pasaba la lengua a la cabeza y parte de la verga que sobresalía de ambas manos. Yo no podía creer estar con semejante diosa, pero el show recién comenzaba.
Me incliné hacia un costado y me ubiqué como para hacer un 69, con ella arriba, mientras le quitaba la tanga. Apareció ante mí toda su concha totalmente depilada y mojada en extremo. Comencé a chuparle los labios vaginales, a pasarle la lengua por el clítoris, mientras ella me mojaba toda la cara con sus jugos. Era increíble la manera en que Dani se mojaba y su olor a hembra caliente inundaba toda la habitación.
A su vez, ella se esmeraba en chuparme la verga de una forma que jamás antes me lo habían hecho, bajando suavemente hasta el tronco, subiendo lentamente otra vez y dejándome toda la pija cubierta en saliva.
Mientras yo le chupaba la concha, observaba su culo abierto, tenía apenas la marca de la tanga cuando tomaba sol, un pequeño triangulito más pálido que el resto de su piel. Me atreví más allá y, levantando la cabeza, llegué al agujero de su ojete. Lo observé extasiado.
Pese a su piel morena, tenía ese culito rosado, bastante abierto ya, señal de que lo usaba a menudo por cuanto se ofrecía como una boca sedienta. Le pasé la lengua, al principio sobre los bordes, luego fui centrando la acción en el agujero mismo y, lentamente, comencé a introducir la lengua en él. Yo había hecho antes, otros besos negros, pero jamás me encontré con un ojete tan bien abierto, limpio, impecable, ni huellas de un pelito, nada y, nunca antes, mi lengua había penetrado tan profundo en el culo de mujer alguna.
Daniela, sin quitarse mi verga de la boca, ya no gemía sino que directamente gritaba pero su sonido salía ahogado por tener, justamente, la boca y garganta bien llena por mi verga, que a esa altura de los acontecimientos se había puesto inmensa.
Otra vez comencé a lamerle el clítoris, recibiendo sus jugos en mi boca, mientras le metía un dedo en el culo, el cual mojé antes en su concha. Mi dedo se deslizó fácilmente a su interior y comencé a moverlo, mientras lamía furiosamente su clítoris. Viendo que Dani se volvía loca con eso, metí dos dedos y, enseguida, tres. Su culo se abría generosamente, aceptando lo que le pusieran. Ya ni necesitaba preguntarle a Daniela si se la podía meter en el culo…seguramente ella lo estaba pidiendo a gritos y mi verga, pese a ser muy larga y muy gruesa, por lo que veía, sin lugar a dudas iba a tener cabida en su ojete, que ya estaba totalmente abierto y lubricado por sus jugos.
Salí de esa posición y puse a Dani en cuatro patas, mientras intentaba ponerme un forro. Cuando lo hice, será por los nervios o por la falta de costumbre (de no tener sexo casual) la cuestión es que perdí firmeza en la erección. Dani me miró, se sonrió y me dijo "hagámoslo sin forro, Vos me inspiras confianza" mientras me lo quitaba de un tirón. Sé que no es lo aconsejable, el no tener esas precauciones y más en la primera cita, pero el tema es que Dani también me inspiró confianza y no puse objeción alguna.
Quedamos ambos arrodillados frente a frente en la cama, mientras Dani me acariciaba la verga. Me dijo ¿Querés metérmela en el culo? Mi cara debe haber sido como la de un chico al cual le preguntan si quiere que le regalen un juguete, porque Dani echó a reír de inmediato.
Enseguida, Daniela agregó (mientras me masturbaba con sus dos manos) "por eso ayer te dije que no estaba preparada; me encanta el sexo anal y me gusta hacerme una enema antes, para estar bien limpia" Yo estaba literalmente loco, caliente en extremo y más al saber que estaba ante una mujer que le gustaba el sexo anal, que no se asustaba ante el tamaño de mi verga y que, encima, se hacía enemas para prepararse…..¡¡¡¡Una experta!!!!
Dani tomó de su bolso, que había quedado sobre la mesa de luz, un pomo de gel (otra sopresa) y me untó largamente la verga, que tenía ya la cabeza hinchada y las venas marcadísimas, con una dureza fuera de lo común, resultado de un largo rato de chupármela y masturbarme.
A su vez, yo le ponía gel en el culo a Dani, metiendo dos dedos y luego tres, quería dilatarle bien el ojete, lubricarlo mucho, de modo que la penetración fuera muy profunda e indolora.
Enseguida Dani se dió vuelta, arrodillada como estaba, ofreciéndome todo su hermoso culo, las nalgas totalmente abiertas, como abierto su esfínter anal. Apoyé mi cabeza en el agujero y empujé suavemente…enseguida entró un buen pedazo y Dani lanzó un largo gemido.
Me incliné un poco hacia adelante, para tocarle las tetas, tenía los pezones duros, erectos. Dani comenzó a moverse, muy suavemente, empujando hacia atrás y saliendo luego, rotaba las caderas hacias los costados y empujaba otra vez, metiéndose, centímetro a centímetro, mi verga en su culo. Ya tenía metida más de la mitad y todo hacía ver que sería un polvo anal como nunca.
Me incliné más hacia adelante, sobre su espalda y le mordí suavemente el cuello, en la parte de la nuca. Dani reaccionó maravillosamente, fue como un gatillo que disparó toda su lujuria.
Gritó "morderme más" y empujó totalmente su cuerpo hacia atrás, enterrándose totalmente mi verga en su ojete. Dani gemía y gritaba, se babeaba, balbuceaba palabras que yo no podía entender y se movía como si estuviera poseída por algún demonio del sexo.
Mi verga se abría paso por su culo y, al mirar hacia abajo, veía cómo su esfínter se estiraba y devoraba mi tronco hasta los pelos. Dani era, a no dudarlo, una maestra anal, una diosa del sexo y lo estaba demostrando cabalmente.
Enseguida el ojete de Dani se abrió tanto, que mi verga entraba y salía con una facilidad increíble, jamás había podido hacer eso con otra mujer, es más, muchas veces no lograba poner ni la mitad….en el caso que me permitieran hacerlo.
Comencé a sacarla totalmente, para meterla otra vez hasta el fondo; al sacarla, veía su ojete totalmente abierto y enrojecido, era una boca hambrienta que se tragaba todo lo que le pusieran. Nunca había estado con una mujer con semejante dilatación anal, Daniela era algo increíble y hermosa.
Dani fue incrementando sus gemidos y gritos, pidiéndome que siguiera mordiéndole la nuca, mientras con una de sus manos se masturbaba frenéticamente. Arqueó más la espalda y abrió más sus nalgas, como si faltara entrar algo más de mi enorme verga y lanzó un grito largo y agudo, mientras me pedía "más, más, más”; inmediatamente comenzó a decirme "estoy acabando como una perra" con la voz entrecortada por sus gemidos y gritos.
En ese mismo instante, comencé a tener un violento orgasmo y sentía que me salían chorros de leche, los que enseguida comenzaron a salir por los costados del abierto ojete de Dani, cada vez que sacaba mi verga para introducirla con más fuerzas.
Así acabamos ambos, entre gritos y gemidos, diciéndonos cosas irreproducibles, propias del ardor del momento. Yo me desplomé sobre la espalda de Dani, quien pasó de estar arrodillada en la cama a acostarse, mientras jadeaba y gemía suavemente, como un gatito.
Dani tenía toda la espalda mojada en traspiración y mi pecho se pegoteaba contra su cuerpo. La cama, debajo de su vientre, estaba totalmente empapada……eran sus jugos, se había acabado como un animal en celos. Dani era algo totalmente único, hermosa hasta decir basta, sexy, simpática, un culo que era un sueño, viciosa anal, garganta profunda y se acababa como una bestia!!!!!!!!! ¡¡¡¡No podía pedir más!!!!!
Cuando quité mi verga del culo de Dani, el espectáculo no podía ser mejor: estaba el ojete abierto de tal manera que creo que entraba cualquier verga, cualquier cosa, totalmente rojo, mojado, lleno de mi semen, el cual chorreaba un poco. Una boca hambrienta, que se había comido una muy gruesa y larga verga, pero me daba cuenta que no era todo lo que podía comer. Seguramente ese culo, pedía más.
Luego de tomar ambos un descanso, lo hicimos nuevamente y después nos quedamos charlando largamente. Allí fue cuando Dani me contó que su ex-esposo la había iniciado analmente, que había tenido muchas experiencias a lo largo de los años, incluso haciendo tríos (HMH), que había experimentado y gozado mucho una doble penetración y que en la actualidad, salía informalmente con un vecino de su edificio, al cual le llamaba "pija de banana" porque, según ella, la tenía arqueada hacia arriba, como la fruta. Me contó incluso que "pija de banana" la había cogido por el culo, en el mismo palier del edificio, pero tomándola por adelante y poniendo sus piernas (las de Dani) alrededor de su cintura. Sin dudas una posición más que incómoda, más de parada, pero Dani se divertía como loca mientras me contaba. También me conto que le gustaba que la atasen en la cama y le vendaran los ojos (toda una SDM, pensé para mis adentros)
Finalmente, ya en total confianza, Dani me dijo que le gustaba jugar, en su casa, con todo tipo de consoladores y que tenía uno bien grande (casi como tu verga, agregó, tal vez por cumplido) con el cual obtenía tremendos orgasmos anales………yo escuchaba todo esto totalmente extasiado. No podia creer que había dado con semejante amante.
Le conté que yo estaba casado y me dijo. "no me extraña…los bombones como Vos, siempre tienen dueña" me largué a reír, un poco para agradecer semejante piropo y también por su sinceridad y por su espontaneidad. A su vez, le correspondí, no ya con un piropo, sino diciéndole, palabras más, palabras menos, que yo estaba loco por ella desde el día que la viera por primera vez……….hizo un silencio…..me miró fijamente…y me estampó un tremendo beso en la boca, mojándome todo con sus labios carnosos y húmedos.
Dani no besaba…literalmente te comía la boca, te devoraba, te mojaba con su saliva, te chupaba los labios y, mientras te besaba, gemía! era imposible no calentarse de inmediato. Enseguida le propuse a Dani "vamos a otro lugar" haciendo clara alusión de irnos a un albergue transitorio que estaba muy cerca del bar, sobre la calle Rojas, en el bajo.
Me contestó, muy tranquila y serena que prefería dejarlo para otro día, por cuanto en ese momento "no estaba preparada". No le quise insistir sobre los motivos, suponiendo que tal vez estuviera con el período……grande sería mi sorpresa después.
Nos despedimos, ella se fue a su casa y yo la llamé por teléfono como a la hora y media. Me atendió, diciéndome de entrada que estaba toda desnuda sobre la cama, que recién terminaba de ducharse y se estaba acariciando pensando en mí. De inmediato le dije que quería ir a su casa pero me contestó que no, que nos veríamos al día siguiente.
Efectivamente, a la mañana siguiente nos estábamos encontrando en el mismo bar de la tarde anterior, tomamos un par de cafés nerviosos y apurados…ambos deseábamos estar juntos en la cama. Dani se había vestido con su habitual pantalón blanco transparente y su tanga cola-les muy calzada en su culo. Las sandalias de taco alto le daban ese toque especialmente erótico y yo me la imaginaba caminando desnuda, con tacos y solamente con la tanga puesta. Salimos caminando hacia el hotel que estaba a dos cuadras, entramos y nos dirigimos a la habitación. Al cerrar la puerta y antes que pidiera que enciendan el aire acondicionado y regulara las luces, ya Dani me estaba devorando la boca a besos, gimiendo y refregándose contra mí.
Le quité la blusa que traía y asomaron sus dos pechos (no llevaba corpiño) perfectos, redondos, de pezones chicos y oscuros. La acerqué contra mi cuerpo y ella sintió el bulto sobre su vientre…se separó, me miró sonriendo y me dijo "qué verga debes tener" y diciendo eso, fue bajando su mano derecha a mi entrepierna.
A esta altura de partido, no hace falta aclarar que Daniela se me presentaba como una mujer muy experimentada, desinhibida al extremo y dispuesta a llegar tan lejos como le propusiera. Ya me hacía la fantasía que su culo habría de ser mío y que seguramente tenía una larga experiencia en ello….y no me equivocaba.
Le quité el pantalón, cuidando de no sacarle las sandalias….quería verla así. Ella hizo lo mismo conmigo y, junto con el pantalón, me quitó el calzoncillo. Antes de darme tiempo, se arrodilló ante mí y se metió mi verga en la boca; no me dio tiempo a nada. Yo me quedé extasiado, parado frente a ella y observando en el espejo de la pared su culo de diosa, que se abría totalmente al estar ella arrodillada en el suelo e inclinada para adelante.
Le pedí que fuéramos a la cama, pero antes quería verla caminar en tanga y sandalias. Así lo hizo, contoneando su cadera y sacando el culo todo lo que podía. Se paró frente a una de las paredes espejadas, se apoyó en ella, dándome la espalda, abrió sus piernas y levantó el culo todo lo más que pudo ¿Esto querés? me dijo, mientras me miraba con una sonrisa casi diabólica. Yo estaba literalmente prendido fuego, masajeándome la verga, aún húmeda por la corta chupada de Dani.
Ella hizo que yo me recostara sobre la cama, con la cabeza apoyada contra la pared (casi sentado) y se ubicó entre mis piernas….tomó mi verga con ambas manos mientras la sacudía y me decía…"sabía que tenías una verga grande, por el bulto que te hace, pero no imaginé que era tan linda" Dicho esto, comenzó a chupar lentamente, introduciendo en su boca la cabeza primero y luego fue bajando, mientras con ambas manos, me sostenía desde el tronco.
Poco a poco, centímetro a centímetro…se la fue engullendo toda y llegó al fondo! Era una garganta profunda y chupaba como maestra!!!! Mientras se metía mi verga en la boca, gemía fuertemente, gozaba chupando y se le caía saliva por las comisuras de los labios.
Cada tanto, se la sacaba de la boca, mientras de sus labios caía un chorrito de baba, la miraba, la tomaba con ambas manos y le pasaba la lengua a la cabeza y parte de la verga que sobresalía de ambas manos. Yo no podía creer estar con semejante diosa, pero el show recién comenzaba.
Me incliné hacia un costado y me ubiqué como para hacer un 69, con ella arriba, mientras le quitaba la tanga. Apareció ante mí toda su concha totalmente depilada y mojada en extremo. Comencé a chuparle los labios vaginales, a pasarle la lengua por el clítoris, mientras ella me mojaba toda la cara con sus jugos. Era increíble la manera en que Dani se mojaba y su olor a hembra caliente inundaba toda la habitación.
A su vez, ella se esmeraba en chuparme la verga de una forma que jamás antes me lo habían hecho, bajando suavemente hasta el tronco, subiendo lentamente otra vez y dejándome toda la pija cubierta en saliva.
Mientras yo le chupaba la concha, observaba su culo abierto, tenía apenas la marca de la tanga cuando tomaba sol, un pequeño triangulito más pálido que el resto de su piel. Me atreví más allá y, levantando la cabeza, llegué al agujero de su ojete. Lo observé extasiado.
Pese a su piel morena, tenía ese culito rosado, bastante abierto ya, señal de que lo usaba a menudo por cuanto se ofrecía como una boca sedienta. Le pasé la lengua, al principio sobre los bordes, luego fui centrando la acción en el agujero mismo y, lentamente, comencé a introducir la lengua en él. Yo había hecho antes, otros besos negros, pero jamás me encontré con un ojete tan bien abierto, limpio, impecable, ni huellas de un pelito, nada y, nunca antes, mi lengua había penetrado tan profundo en el culo de mujer alguna.
Daniela, sin quitarse mi verga de la boca, ya no gemía sino que directamente gritaba pero su sonido salía ahogado por tener, justamente, la boca y garganta bien llena por mi verga, que a esa altura de los acontecimientos se había puesto inmensa.
Otra vez comencé a lamerle el clítoris, recibiendo sus jugos en mi boca, mientras le metía un dedo en el culo, el cual mojé antes en su concha. Mi dedo se deslizó fácilmente a su interior y comencé a moverlo, mientras lamía furiosamente su clítoris. Viendo que Dani se volvía loca con eso, metí dos dedos y, enseguida, tres. Su culo se abría generosamente, aceptando lo que le pusieran. Ya ni necesitaba preguntarle a Daniela si se la podía meter en el culo…seguramente ella lo estaba pidiendo a gritos y mi verga, pese a ser muy larga y muy gruesa, por lo que veía, sin lugar a dudas iba a tener cabida en su ojete, que ya estaba totalmente abierto y lubricado por sus jugos.
Salí de esa posición y puse a Dani en cuatro patas, mientras intentaba ponerme un forro. Cuando lo hice, será por los nervios o por la falta de costumbre (de no tener sexo casual) la cuestión es que perdí firmeza en la erección. Dani me miró, se sonrió y me dijo "hagámoslo sin forro, Vos me inspiras confianza" mientras me lo quitaba de un tirón. Sé que no es lo aconsejable, el no tener esas precauciones y más en la primera cita, pero el tema es que Dani también me inspiró confianza y no puse objeción alguna.
Quedamos ambos arrodillados frente a frente en la cama, mientras Dani me acariciaba la verga. Me dijo ¿Querés metérmela en el culo? Mi cara debe haber sido como la de un chico al cual le preguntan si quiere que le regalen un juguete, porque Dani echó a reír de inmediato.
Enseguida, Daniela agregó (mientras me masturbaba con sus dos manos) "por eso ayer te dije que no estaba preparada; me encanta el sexo anal y me gusta hacerme una enema antes, para estar bien limpia" Yo estaba literalmente loco, caliente en extremo y más al saber que estaba ante una mujer que le gustaba el sexo anal, que no se asustaba ante el tamaño de mi verga y que, encima, se hacía enemas para prepararse…..¡¡¡¡Una experta!!!!
Dani tomó de su bolso, que había quedado sobre la mesa de luz, un pomo de gel (otra sopresa) y me untó largamente la verga, que tenía ya la cabeza hinchada y las venas marcadísimas, con una dureza fuera de lo común, resultado de un largo rato de chupármela y masturbarme.
A su vez, yo le ponía gel en el culo a Dani, metiendo dos dedos y luego tres, quería dilatarle bien el ojete, lubricarlo mucho, de modo que la penetración fuera muy profunda e indolora.
Enseguida Dani se dió vuelta, arrodillada como estaba, ofreciéndome todo su hermoso culo, las nalgas totalmente abiertas, como abierto su esfínter anal. Apoyé mi cabeza en el agujero y empujé suavemente…enseguida entró un buen pedazo y Dani lanzó un largo gemido.
Me incliné un poco hacia adelante, para tocarle las tetas, tenía los pezones duros, erectos. Dani comenzó a moverse, muy suavemente, empujando hacia atrás y saliendo luego, rotaba las caderas hacias los costados y empujaba otra vez, metiéndose, centímetro a centímetro, mi verga en su culo. Ya tenía metida más de la mitad y todo hacía ver que sería un polvo anal como nunca.
Me incliné más hacia adelante, sobre su espalda y le mordí suavemente el cuello, en la parte de la nuca. Dani reaccionó maravillosamente, fue como un gatillo que disparó toda su lujuria.
Gritó "morderme más" y empujó totalmente su cuerpo hacia atrás, enterrándose totalmente mi verga en su ojete. Dani gemía y gritaba, se babeaba, balbuceaba palabras que yo no podía entender y se movía como si estuviera poseída por algún demonio del sexo.
Mi verga se abría paso por su culo y, al mirar hacia abajo, veía cómo su esfínter se estiraba y devoraba mi tronco hasta los pelos. Dani era, a no dudarlo, una maestra anal, una diosa del sexo y lo estaba demostrando cabalmente.
Enseguida el ojete de Dani se abrió tanto, que mi verga entraba y salía con una facilidad increíble, jamás había podido hacer eso con otra mujer, es más, muchas veces no lograba poner ni la mitad….en el caso que me permitieran hacerlo.
Comencé a sacarla totalmente, para meterla otra vez hasta el fondo; al sacarla, veía su ojete totalmente abierto y enrojecido, era una boca hambrienta que se tragaba todo lo que le pusieran. Nunca había estado con una mujer con semejante dilatación anal, Daniela era algo increíble y hermosa.
Dani fue incrementando sus gemidos y gritos, pidiéndome que siguiera mordiéndole la nuca, mientras con una de sus manos se masturbaba frenéticamente. Arqueó más la espalda y abrió más sus nalgas, como si faltara entrar algo más de mi enorme verga y lanzó un grito largo y agudo, mientras me pedía "más, más, más”; inmediatamente comenzó a decirme "estoy acabando como una perra" con la voz entrecortada por sus gemidos y gritos.
En ese mismo instante, comencé a tener un violento orgasmo y sentía que me salían chorros de leche, los que enseguida comenzaron a salir por los costados del abierto ojete de Dani, cada vez que sacaba mi verga para introducirla con más fuerzas.
Así acabamos ambos, entre gritos y gemidos, diciéndonos cosas irreproducibles, propias del ardor del momento. Yo me desplomé sobre la espalda de Dani, quien pasó de estar arrodillada en la cama a acostarse, mientras jadeaba y gemía suavemente, como un gatito.
Dani tenía toda la espalda mojada en traspiración y mi pecho se pegoteaba contra su cuerpo. La cama, debajo de su vientre, estaba totalmente empapada……eran sus jugos, se había acabado como un animal en celos. Dani era algo totalmente único, hermosa hasta decir basta, sexy, simpática, un culo que era un sueño, viciosa anal, garganta profunda y se acababa como una bestia!!!!!!!!! ¡¡¡¡No podía pedir más!!!!!
Cuando quité mi verga del culo de Dani, el espectáculo no podía ser mejor: estaba el ojete abierto de tal manera que creo que entraba cualquier verga, cualquier cosa, totalmente rojo, mojado, lleno de mi semen, el cual chorreaba un poco. Una boca hambrienta, que se había comido una muy gruesa y larga verga, pero me daba cuenta que no era todo lo que podía comer. Seguramente ese culo, pedía más.
Luego de tomar ambos un descanso, lo hicimos nuevamente y después nos quedamos charlando largamente. Allí fue cuando Dani me contó que su ex-esposo la había iniciado analmente, que había tenido muchas experiencias a lo largo de los años, incluso haciendo tríos (HMH), que había experimentado y gozado mucho una doble penetración y que en la actualidad, salía informalmente con un vecino de su edificio, al cual le llamaba "pija de banana" porque, según ella, la tenía arqueada hacia arriba, como la fruta. Me contó incluso que "pija de banana" la había cogido por el culo, en el mismo palier del edificio, pero tomándola por adelante y poniendo sus piernas (las de Dani) alrededor de su cintura. Sin dudas una posición más que incómoda, más de parada, pero Dani se divertía como loca mientras me contaba. También me conto que le gustaba que la atasen en la cama y le vendaran los ojos (toda una SDM, pensé para mis adentros)
Finalmente, ya en total confianza, Dani me dijo que le gustaba jugar, en su casa, con todo tipo de consoladores y que tenía uno bien grande (casi como tu verga, agregó, tal vez por cumplido) con el cual obtenía tremendos orgasmos anales………yo escuchaba todo esto totalmente extasiado. No podia creer que había dado con semejante amante.
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