un nuevo abogado

bueno como estoy enferma con una neumonia espantosa. y no puedo hacer nada poque me agito y no puedo respirar voy a tipearles una historia completamente salida de mi fantasia,mientras pienso como hago para levantarme a federico de sistemas de la oficina de quilmes que me trae de cabeza y como lo veo poco no se como entrarle.
la historia es con el abogado que lleva la demanda de redargucion que me iniciaron:

se llama A. es un cuarentos que si bien en la calle no me hubiera quedado mirandolo por telefono tiene una voz muy sexy que me bien predispuso.
primero hablamos por telefono y por mail siempre en tono formal yo no lo tuteaba pero despues del 10 mail ya empece a tutearlo y empezamos a escribirnos con algo mas de premura y acerca de cosas que ya no tenian que ver con lo estrictamente de la demanda.
asi paso un mes hasta que lo conoci. es un tipo de 170 ojos cafes pelo corto. estaba bien afeitato tes aceitunada (no es que sea verde, aclaro por las dudas) usaba un traje que le quedaba de "puta madre" nos saludamos y buen fui a declarar.
al terminar era media mañana y me invito una cafe par distrerme ya que me habia angustiado mucho en el juicio.
tomamos el cafe en un bar de ahi cerca y charlamos de varias cosas del juicio para luego ir girando a la vida en general. para luego opasar la la vida privada en particular.
no se como fue que la conversación empezo a entrar en terreno de doble sentidos creo que en verdad a nivel inconciente yo siempre llevo las conversaciones a ese terreno. dejamos ahi.
seguimos mandandonos mails con cosas que nada tenian que ver con el caso.
a la semana tenia que ir de nuevo a escuchar al abogado de la otra parte. un idiota que me desesperaba. se le notaba que tenia algo personal conmigo que no puede adivinar o mejor dicho recordar.
como la vez anterior al salir fuimos a tomar un cafe. tras la conversacion obligada acerca del juicio el me pregunto directamente que estaba buscando.
me hice la tonta y le pregunte referido a que. el me dijo a todo este histeriqueo que venimos llevando adelante.
no se respondi. me caes bien y e resulta imposible no hacerlo es mas fuerte que yo.
me miro y me dijo que ahora no podiamos tener nada porque el era mi representante legal pero que cuando esto termine volveriamos a hablar. y asi fue
nos citamos en una esquina en la plata
y fuimos a un telo
Debo decir que fue una delicia, inicio con el hombro derecho, luego con el izquierdo y la sensación, del masaje era divina, al momento, estaba masajeando mis hombros y me recomendó que me quitara la blusa, cosa que hice sin pensar, eso fue fatal. Hasta ese punto, con el sujetador puesto nuca tocó mis senos, pero ya suspiraba de manera deliciosa por cada vez que apretaba mis hombros. De eso se dio cuenta y hábilmente me quitó el sujetador, para masajear mis axilas, la sensación era excitante y luego como un relámpago me vino la realidad: otra vez estaba engañando a mi marido, haciendo lo que habia prometido no volver a hacer y el me está tocando todo el cuerpo como un experto, a ese punto nada me importaba, levante mi pecho y dejé que me empezará a acariciar los pechos, como un masaje, mi vagina estaba caliente y no me la había tocado. Así empezó a besarme con locura, con unas ganas terribles, las que me decía tener cada vez que me miraba.
Lo dejé hacer lo que quisiera y mientras mas me tocaba mas me enloquecía, hasta que me dijo: chúpamela, como una verdadera sedienta me engullí su verga totalmente y degusté sus flujos que me parecieron una delicia, tenía una verga grande y tan dura que no quise parar de comérmela. Luego me puso de espaldas y me la regaló, me penetró de un golpe haciéndome saber que tenía un magnífico tamaño y que me cabalgaría hasta que quisiera.

Así lo hizo, una y otra vez me la hundía y mi chucha manaba líquidos que aumentaban. Así fue que me puse boca arriba y lo invité a que me cogiera de esa manera. La sensación fue mayor, ahora sentía como esa descomunal verga se abría paso dentro de mí y él me seguía mirando con cara de lujuria. Bombeaba una y otra vez y yo tenía que taparme la boca con la almohada para no aullar de placer.

Al ver que era todo un macho, me atreví a susurrarle al oído que me comiera por el culo. Su cara fue de sorpresa y alegría, creo que nunca pensó que sería tan puta. Suavemente me giró y me puso la crema del masaje en mi huequito, no sin antes besarlo y llenarlo de su saliva. Puso su enorme verga en la entrada y me dijo, prepárate!. Yo con todo el licor encima y las ganas en el culo, apreté mis labios y así poco a poco me la metió. Fue indescriptible, todo mi interior estaba lleno de semejante pieza de arte, gritaba, pero los gritos se ahogaban en la almohada. El dolor era tremendo y a la vez exquisito, así me estuvo cogiendo como a una yegua en celo, fue cuando empecé a tocarme mi clítoris y ambos nos corrimos casi gritando, todo mi culo lleno de la leche de un perfecto extraño y mi cuerpo agotado de tanto coger.

Al despedirse me besó, un rico beso de complicidad.

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