Este es mi primer post, es una historia real y seguire publicando relatos mios o de amigos; todos reales; leanlo, siganme y ante todo comenten (Disculpen cualquier cosa es que soy novato 😀 😀 😀 )
Ocurrió hace un par de años, me encontraba en segundo semestre, mi amigo (a quien llamare José) y yo teníamos un extenso trabajo retrasado y habíamos decidido dedicarnos un dia completo a terminarlo para acabar de una vez por todas con ese martirio, así pues, acordamos encontrarnos en su casa el sábado siguiente y trabajar hasta que lo tuviésemos terminado.
Una vez estuve allí todo iba normal, las primeras horas se nos fueron en chistes, charla y algo de porno; pero poco antes de la hora del almuerzo nos dedicamos de lleno a lo que nos tenia ese dia allí, tal era la concentración que cuando cai en la cuenta ya eran las 9 de la noche y el trabajo ya era, prácticamente, historia. Poco después terminamos y comimos algo, José me insistió en que pasara la noche en su casa, ya era muy tarde para irme (debo aclarar que José vivía a las afueras de la ciudad y que después de cierta hora era muy peligroso tomar carretera); acepte la amable invitación, ya sin preocupaciones ni distracciones por la hora nos pusimos a ver una película, que no terminamos, ya que le propuse que viéramos algo del porno que él tenia en su computadora, no recuerdo muy bien sobre que iba la trama de el video solo se que termine muy excitado. Al rato fuimos a dormir el cuarto era pequeño, pero en la cama cabíamos los dos perfectamente.
Empecé a dar vueltas en la cama sin poder dormir, solo pensaba en sexo (de haber estado en mi casa me habría levantado y me hubiese masturbado en el baño y podría dormir tranquilamente), José por el contrario parecía dormir sin problemas, así que decidí tomar medidas desesperadas: suavemente puse mi pierna sobre la pierna de José, si me decía algo le diría que yo solía moverme mucho mientras dormía, pero no reclamó, ni siquiera se movió, pase a la siguiente fase: le agarre de la mano y empecé a masajeársela delicadamente, podía percibir sus movimientos de placer, luego sin esperarlo abrió los ojos y me sonrió, era la señal que esperaba; quería lo mismo que yo.
Metió su mano en mi pantalón y acaricio, increíblemente, mi pene mientras yo le daba el mejor beso que jamás le di a nadie; me bajó el pantalón y me tiró contra la cama, acto seguido me hizo una paja de aquellas que uno cree que no existen, parecía tener experiencia en ello. Le baje el diminuto calzoncillo que usaba y le arranque el suéter que vestía; me levante y él se apoyó contra la pared, su mirada lo decía todo quería que lo follara, no dude. Poco a poco y con un poco de saliva le introduje mi glande, era tan estrecho que sentía que mi pene iba a explotar, pero por el contrario, el placer fue indescriptible. Él trataba de no gritar, aunque se le escaparon un par de aullidos y yo tuve el orgasmo mas largo de mi vida. Luego, lo puse bocarriba y con las ultimas energías que me quedaban tome sus piernas y las puse sobre mis hombros, a mi pobre pene le quedaba otra tarea, con su ano ya dilato y mi semen lubricando, se me facilito la penetración, fue tan suave que pensé que lo estaba haciendo con una hermosa doncella, podía ver su cara de placer con cada movimiento mio, cuando entraba y sacaba la polla, otra vez me vine y me tire exhausto a la cama, me puse mi pantalón y me dormí.
A la mañana siguiente este personaje me despierta con una paja, una paja matutina con el pene medio dormido, fue increíble, se trago toda la leche y se levanto a bañarse, desde ese día José y yo somos asiduos compañeros de estudio.
Ocurrió hace un par de años, me encontraba en segundo semestre, mi amigo (a quien llamare José) y yo teníamos un extenso trabajo retrasado y habíamos decidido dedicarnos un dia completo a terminarlo para acabar de una vez por todas con ese martirio, así pues, acordamos encontrarnos en su casa el sábado siguiente y trabajar hasta que lo tuviésemos terminado.
Una vez estuve allí todo iba normal, las primeras horas se nos fueron en chistes, charla y algo de porno; pero poco antes de la hora del almuerzo nos dedicamos de lleno a lo que nos tenia ese dia allí, tal era la concentración que cuando cai en la cuenta ya eran las 9 de la noche y el trabajo ya era, prácticamente, historia. Poco después terminamos y comimos algo, José me insistió en que pasara la noche en su casa, ya era muy tarde para irme (debo aclarar que José vivía a las afueras de la ciudad y que después de cierta hora era muy peligroso tomar carretera); acepte la amable invitación, ya sin preocupaciones ni distracciones por la hora nos pusimos a ver una película, que no terminamos, ya que le propuse que viéramos algo del porno que él tenia en su computadora, no recuerdo muy bien sobre que iba la trama de el video solo se que termine muy excitado. Al rato fuimos a dormir el cuarto era pequeño, pero en la cama cabíamos los dos perfectamente.
Empecé a dar vueltas en la cama sin poder dormir, solo pensaba en sexo (de haber estado en mi casa me habría levantado y me hubiese masturbado en el baño y podría dormir tranquilamente), José por el contrario parecía dormir sin problemas, así que decidí tomar medidas desesperadas: suavemente puse mi pierna sobre la pierna de José, si me decía algo le diría que yo solía moverme mucho mientras dormía, pero no reclamó, ni siquiera se movió, pase a la siguiente fase: le agarre de la mano y empecé a masajeársela delicadamente, podía percibir sus movimientos de placer, luego sin esperarlo abrió los ojos y me sonrió, era la señal que esperaba; quería lo mismo que yo.
Metió su mano en mi pantalón y acaricio, increíblemente, mi pene mientras yo le daba el mejor beso que jamás le di a nadie; me bajó el pantalón y me tiró contra la cama, acto seguido me hizo una paja de aquellas que uno cree que no existen, parecía tener experiencia en ello. Le baje el diminuto calzoncillo que usaba y le arranque el suéter que vestía; me levante y él se apoyó contra la pared, su mirada lo decía todo quería que lo follara, no dude. Poco a poco y con un poco de saliva le introduje mi glande, era tan estrecho que sentía que mi pene iba a explotar, pero por el contrario, el placer fue indescriptible. Él trataba de no gritar, aunque se le escaparon un par de aullidos y yo tuve el orgasmo mas largo de mi vida. Luego, lo puse bocarriba y con las ultimas energías que me quedaban tome sus piernas y las puse sobre mis hombros, a mi pobre pene le quedaba otra tarea, con su ano ya dilato y mi semen lubricando, se me facilito la penetración, fue tan suave que pensé que lo estaba haciendo con una hermosa doncella, podía ver su cara de placer con cada movimiento mio, cuando entraba y sacaba la polla, otra vez me vine y me tire exhausto a la cama, me puse mi pantalón y me dormí.
A la mañana siguiente este personaje me despierta con una paja, una paja matutina con el pene medio dormido, fue increíble, se trago toda la leche y se levanto a bañarse, desde ese día José y yo somos asiduos compañeros de estudio.
1 comentarios - Estudiando para la Universidad (Gay)