Swingers trucho. (falso)

Hola poringueros y poringueras. Cuando la conocí a Rocío conocí también a algunos de sus amigos y amigas. Mabel y su marido; Ana, la mamá de Celeste que es amiga de Ana Laura (para los que no siguieron mis post ella es la hija de Rocío); el flaco Claudio, hincha de... Deportivo Español !!!!!!
Pero en esta historia hablaremos de Natalia y su marido Oscar. Ellos se conocen desde la adolescencia ya que Rocío era compañera de curso de Naty y fue la encargada de hacerle gancho con su marido en su fiesta de cumpleaños de 15. Gente de clase media, manejan una empresa importadora de insumos para PC; y en sus ratos libres son los deportes lo que los ocupan. El practica natación y juega al tenis una vez por semana y ella se mantiene en forma con una intensa rutina de spinning que realiza a diario.
Hace cosa de unos años Oscar se puso medio cargoso con Rocío haciéndole insinuaciones o comentarios sugerentes. Ella, respetando a rajatabla la amistad que la une con su amiga, lo rechazó en forma sistemática.
Un día, harto de esta situación y sabiendo lo mucho que me atraía Naty, hacer un intercambio de parejas; ella con él y Natalia conmigo esperando que el muchacho rechazara la propuesta o bien su amiga lo ubique.
Lejos de que suceda todo eso a los pocos dias le porpuso acordar un lugar y un día, Rocío le propuso para la semana siguiente. Al rato llamó por teléfono a su amiga acordando una cita previa que acordaron en la casa de Rocío. En ella le comentó los constantes lances de Oscar y que la propuesta swinger fue para espantarlo. Natalia no la sorprendió e incluso le confesó que le fue infiel con su profesora de spinning y con un chico del club. MIentras charlaban ella le contaba con detalles algunos encuentros que la puso cachonda a Rocío. Su vagina lentamente se iba humedeciendo y su respiración entrecortada. Naty al ver esto le sigue contando detalles que la iba excitando más a medida que se iba acercando a su amiga. Una vez cerca le empezó a acariciar los pechos y rozar los pezones con las yemas de los dedos por sobre la musculosa verde musgo de Rocío. Ella se animó y le dio un fogoso beso donde sus lenguas jugaron gustosas. Se lamían el cuello y lacara a medida que se iban desnudando y sus manos exploraban sus cuerpos mutuamente. Con sus ropas tiradas en el suelo cada una empezó a acariciar la vagina de la otra mientras se besaban y se chupaban toda. Luego de un rato se detuvieron, Naty se empezó a acariciar su clítoris mientras Rocío buscaba en su habitación un consolador de reciente adquisición. Poco a poco cada una fue jugando y gozando con ese juguete. Rocío manipulaba el consolador en la vagina de Naty mientras con la otra mano empezó a jugar con el ano de la amiga. Ella, en medio de suspiros y gemidos, aprovechó sus manos libres para estimular a su amiga. Después de un rato intercambiaron roles sin dejar que decaiga el climax.
Al cabo de unos minutos, y varios orgasmos, gozaron como locas y como si lo hubieran hecho de siempre.
Luego, se vistieron y retomaron la charla.
-Naty, tu marido me tiene harta con sus lances. Ya hace unos 10 años que me estoy bancando esto.
-¿No te gusta mi marido?
-Se mantiene bien el guacho pero ya me rompió tanto la paciencia que no quiero saber nada.
-¿Y el grandote (por mi) que dice?
-Vos sabés que nos separamos pero andamos picoteando entre nosostros, aparte de andar picoteando por ahí. Jajaja
-Jajajajaja, terminaste siendo bastante trola amiga!!!
-Y bue'... Con respecto a Favio, a él siempre le pareciste atractiva. Siempre lo noté en como te miraba, solo que el siempre te respetó.
-¡Qué bueno que es! Si vos me dejás amiga hacemos el intercambio.
-¡No! Con tu marido no quiero saber nada. Revolcate con Favio si querés pero yo con tu marido no quiero nada.
-¡¿Y quién lo está incluyendo a él?! Tengo una idea.
La mente de una mujer cuando quiere es retorcida, me comentaron la idea y la acepté porque me gustó y excitó en ese mismo momento. Así arreglamos para un sábado a la noche en la casa de un amigo de Naty. Cuando llegamos con Rocío observo la casa bien iluminada, con enormes ventanales y un pequeño jardín en la entrada. Una vez adentro noto que Oscar no estaba como habían tramado las mentes maliciosas de las mujeres, tomamos una copa de vino espumante y empezamos a bailar entre nosostros. Así empezamos a quitarnos entre los tres la ropa a medida que nos ibamos besando y acariciando mutuamente. Ver desnudas a Naty y Rocío era un canto a la belleza y disponer de ellas excitaba con solo imaginarlo. Mientras besaba a Rocío, Naty empezó a chuparme el pene vigorosamente. Con mis manos las acariciaba, recorría el cuerpo de Rocío y sujetaba de la cabeza a Naty para que no se aprte de su "trabajito". Luego Rocío se agachó para chuparme el pene quedando la vagina y el ano expuesto para delicia de Naty. Ella gritaba con mi pene en su boca y la lengua y los dedos de su amiga dentro suyo, la imagen de ese bacanal encuentro era entre barroco y dantesco. Luego de un rato las chicas se entraron a tocar entre sí mientras miraba y me masturbaba y así eyaculé por primera vez. Seguir viendo aquellas damas me mantuvo excitado y al cabo de un rato me acerco a Naty y empiezo a acariciar su ano, ella chupaba el ano de Rocío que estaba tirada en el sillón abierta de piernas mientras ella se estimulaba el clítoris con sus dedos. Una vez estimulado y dilatado el ano de Naty empiezo a meterle mi pene que estaba grueso, firme y bien predispuesto a esa cola que estaba hambrienta de carne. Poco después de penatrarla se siente que tocan el timbre pero, de acuerdo a lo planeado por las mujeres, no atendimos; solo seguimos en nuestra fiesta descontrolada. Al rato veo hacia el ventanal y noto a Oscar espiando hacia adentro. Furioso por no participar de la fiestita con su mujer empezó a gritar y a golpear la ventana. Adentro los gritos de placer tapaban al timado hombre, cada uno ensimismado en su tarea amorosa.
-Voy a acabar!!!!! Ahhh!!!! Mmmmm...
Al escucharme y como hambrientas ambas mujeres pusieron sus bocas abiertas para recibir esa lluvia semental.
Ya afuera no se escuchaban gritos, solo el sonoro llanto de Oscar que vio con sus propios ojos como no solo no disfrutaba de los placeres con Rocío sino también su esposa era penetrada y recibía en su rostro aquella regada de esperma. Cuando terminamos aquella fiestita arreglamos entre nosotros repetirlo a futuro. Oscar escuchaba sin decir nada, tan solo, lloraba.