Hola poringueros y poringueras. He perdido los post de mi usuario anterior y, a pedido de mis seguidores de antes, recrearé algunos de mis post que los puse haciendo catarsis en medio de una crisis que terminó con mi segundo matrimonio.
Como bien les puse en el párrafo anterior soy reincidente en el matrimonio, después de años de separado de la mamá de mi hijo y 5 años de feliz soltería conocí a Rocío, una bella mujer de mi edad (en ese entonces 33) con un lindo culito, pequeños pechos que conocí en un boliche de Capital Federal. Ella tenía una hija, Ana Laura, una muy bella adolescente que comenzaba el secundario. Luego de un año y medio de novios decidimos casarnos con Rocío y comenzar a construir una familia con los restos de las nuestras pasadas. Todo marchaba sobre rieles, soportando sus ataques de celos pronunciados incluso, pero fue justamente sus celos los que nos llevó a lo que desembocaría después (que más adelante recrearé en otros posts).
Después de 6 años de casados empezamos a discutir seguido por otro de sus ataques de celos, solo que esta vez iban subiendo de tono y verborragia. Harto de esta situación es que nos proponemos tomarnos un tiempo y distanciarnos hasta tener en claro que queríamos de nuestra relación.
Fue así que para levantarme un poco el ánimo unos amigos me invitaron a salir a un pub de San Martín. Realmente no estaba de ánimo para salir y lo único que lograría es aguarle la fiesta a mis amigos así que rechacé la propuesta en un principio, pero estos vagos insistieron y finalmente me convencieron.
Cuando ingresamos al pub me encuentro con Rocío, unas amigas de ella que conocía y su hija Ana Laura de 18 años, todas muy bellas.
Al pasar las saludo notando que Rocío se mostró fastidiada como si no quisiera que me entere de su salida. Fue entonces que le propuse irme con mis amigos a otro lado, que al fín y al cabo no me sentía a gusto en el lugar ni mucho menos de ánimo para estar de joda. Ella, ligeramente fastidiada, me dijo que no hacía falta porque ella tampoco se sentía con ganas de pasar la noche de joda.
Con mis amigos nos sentamos apartados del grupo de mi mujer y pedimos unos tragos. Como siempre mi trago preferido es el Cuba Libre y con uno en la mano miraba a mi alrededor enajenado y aburrido, sin ganas de bailar ni nada. A lo lejos la veo salir a Rocío del pub y estaba considerando haceer lo mismo cuando repentinamente apareció mi hijastra Ana Laura. Ella es una bella dama por ese entonces próximo a cumplir los 19 años, vestida con una mini color negra, una blusita sin mangas color claro y unos zaopatos con unos tacos altos que estilizaban su figura como si hiciera falta. Hasta ese momento nunca la había visto con ojos de hombre, siempre la vi como una hija, ayudándola a estudiar matemáticas o aconsejándola como un padre a una hija.
Sorprendido le indico que me estaba por ir y ella me responde que se iba a ir también solo que quería charlar un poco conmigo acerca de mi separación con su mamá.
Charlando me indicó que la madre se la pasaba llorando todos los dias, algo que me apenaba. Pese a nuestra intención la charla se hacía dificultoso por el sonido fuerte de la música y la gente hablando alos gritos, es por ello que le propongo charlar en un lugar más tranquilo. Ella acepta, solo que para mi sorpresa me propone ir a mi departamento. En casa charlamos sobre el problema con la mamá y en un momento todo empezó a ponerse tenso. Advirtiendo esto pongo una radio que pasaban música pop y melódicos latinos para poder relajarnos. Las canciones de Maná, Enrique Iglesias, Cristian Castro, empezaron a sonar de los parlantes del equipo de música. Cuando se escuchó una canción de Arjona, el favorito de Ana Laura, la voz de ella dulce y melodiosa lo acompañaba con su mirada sostenida en mi. Esa situación me puso como loco y mi pene me reclamaba acción poniéndose firme y duro. Cuando empieza a sonar "Te Extraño" en la voz de Luis Miguel se lo empiezo a cantar, ella toma mi mano y me invita a bailar ese ritmo lento. Yo la tomo de su breve cintura y teniendo su cara de frente le doy primero un beso en la mejilla y después de unos segundos que parecieron eternos un beso apasionado en la boca.
Nuestras lenguas empezaron a jugar entre sí con frenesí dejándonos llevar por la pasión y la lujuria, mientars las manos recorrían nuestros cuerpos como estudiando el terreno. En un momento nos separamos unos breves segundos como para tomar aire y contemplarnos como futuros amantes. Fue así que empecé a besar su cuello mientras ella extasiada se entregaba sin resistencia a mi arte erótico. Ella se quita con prisa la mini y la blusa quedando solo con su conjunto de ropa interior derrochando belleza y sensualidad. Le quité el corpiño y empecé a besar sus pechos bien turgentes y a darle pequeños mordiscos a sus pezones que parecían timbres de las puertas del placer. Con su tanguita por el suelo la siento en la mesa y empiezo a lamerle la vagina que a esa altura estaba húmeda. Ella, excitada, se retuerce en medio de jadeos y gemidos que emite con fuerza. Ella se baja de la mesa y me indica de ir al sillón del living. Ella me empieza a mamar el pene rígido mientras con una de sus manos se estimulaba el clítoris. Lo hacía como una verdadera experta pese a sus tiernos 18 años, verla tan bella y tan puta me estimulaban demasiado. La abro de piernas y le ingreso mi pene en su húmeda vagina mientras miro su cara de puta ingenua que me pone, como haciéndose la nenita fatal. Ella larga quejidos como si no soportara mi peso y el grosor de mi pene, sin embargo me pide que la penetre con más violencia y ritmo. Luego de reiterados orgasmos de ella y con mucho esfuerzo para no eyacular de mi parte la doy vuelta poniéndola con su ano totalmente expuesto y a mi disposición. Lo ensalivo bastante y empiezo a meterle mis gruesos dedos en emdio de gritos de ella.
-Para papi, nunca lo hice por ahí. -fue su pedido con algo de temor. El hecho de decirme papi sacó de mi toda la perversión y lo puse a la práctica al jugar con su ano.
-Dejalo a papi que de esto sabe.
Una vez estimulado empiezo con lentitud y mucha paciencia a penetrar su ano virginal en medio de gritos de dolor.
-¡Pará sacamelá, me duele!
-Shhhhh!!!!! Tranquila Ana, vas a ver como vas a gozar.
De a poco ella se empezó a enloquecer de placer al sentir mi pene dentro de su cola y a gritar poseída
-Rompeme papi!!!!!! Ayyyy!!!! Rompeme toda!!!!!!!!!
Luego de un rato largo todo el esperma dentro de ese ano llenadola toda y desparramandolo por el sillón.
Nos abrazamos, nos bañamos juntos y lo volvimos a hacer en la ducha. Luego de un rato nos vestimos y ella me sorprendió al decirme que Rocío era una boluda si me dejaba porque no solo se iba a perder una gran persona y un gran amante. Me contaba además que ningún pibe la había mado como lo hice algo que creo fue más porque no encontró alguien que sepa tratar a una mujer en la cama y no por meritos propios.
La alcance cerce de la casa, nos besamos y me pidió que si volvía con su mamá no se lo comente nunca. Meses más tarde volví con Rocío y un día me confesó que aquella noche se había ido con un hombre despechada. Yo jamás le conté acerca de esa noche.
Como bien les puse en el párrafo anterior soy reincidente en el matrimonio, después de años de separado de la mamá de mi hijo y 5 años de feliz soltería conocí a Rocío, una bella mujer de mi edad (en ese entonces 33) con un lindo culito, pequeños pechos que conocí en un boliche de Capital Federal. Ella tenía una hija, Ana Laura, una muy bella adolescente que comenzaba el secundario. Luego de un año y medio de novios decidimos casarnos con Rocío y comenzar a construir una familia con los restos de las nuestras pasadas. Todo marchaba sobre rieles, soportando sus ataques de celos pronunciados incluso, pero fue justamente sus celos los que nos llevó a lo que desembocaría después (que más adelante recrearé en otros posts).
Después de 6 años de casados empezamos a discutir seguido por otro de sus ataques de celos, solo que esta vez iban subiendo de tono y verborragia. Harto de esta situación es que nos proponemos tomarnos un tiempo y distanciarnos hasta tener en claro que queríamos de nuestra relación.
Fue así que para levantarme un poco el ánimo unos amigos me invitaron a salir a un pub de San Martín. Realmente no estaba de ánimo para salir y lo único que lograría es aguarle la fiesta a mis amigos así que rechacé la propuesta en un principio, pero estos vagos insistieron y finalmente me convencieron.
Cuando ingresamos al pub me encuentro con Rocío, unas amigas de ella que conocía y su hija Ana Laura de 18 años, todas muy bellas.
Al pasar las saludo notando que Rocío se mostró fastidiada como si no quisiera que me entere de su salida. Fue entonces que le propuse irme con mis amigos a otro lado, que al fín y al cabo no me sentía a gusto en el lugar ni mucho menos de ánimo para estar de joda. Ella, ligeramente fastidiada, me dijo que no hacía falta porque ella tampoco se sentía con ganas de pasar la noche de joda.
Con mis amigos nos sentamos apartados del grupo de mi mujer y pedimos unos tragos. Como siempre mi trago preferido es el Cuba Libre y con uno en la mano miraba a mi alrededor enajenado y aburrido, sin ganas de bailar ni nada. A lo lejos la veo salir a Rocío del pub y estaba considerando haceer lo mismo cuando repentinamente apareció mi hijastra Ana Laura. Ella es una bella dama por ese entonces próximo a cumplir los 19 años, vestida con una mini color negra, una blusita sin mangas color claro y unos zaopatos con unos tacos altos que estilizaban su figura como si hiciera falta. Hasta ese momento nunca la había visto con ojos de hombre, siempre la vi como una hija, ayudándola a estudiar matemáticas o aconsejándola como un padre a una hija.
Sorprendido le indico que me estaba por ir y ella me responde que se iba a ir también solo que quería charlar un poco conmigo acerca de mi separación con su mamá.
Charlando me indicó que la madre se la pasaba llorando todos los dias, algo que me apenaba. Pese a nuestra intención la charla se hacía dificultoso por el sonido fuerte de la música y la gente hablando alos gritos, es por ello que le propongo charlar en un lugar más tranquilo. Ella acepta, solo que para mi sorpresa me propone ir a mi departamento. En casa charlamos sobre el problema con la mamá y en un momento todo empezó a ponerse tenso. Advirtiendo esto pongo una radio que pasaban música pop y melódicos latinos para poder relajarnos. Las canciones de Maná, Enrique Iglesias, Cristian Castro, empezaron a sonar de los parlantes del equipo de música. Cuando se escuchó una canción de Arjona, el favorito de Ana Laura, la voz de ella dulce y melodiosa lo acompañaba con su mirada sostenida en mi. Esa situación me puso como loco y mi pene me reclamaba acción poniéndose firme y duro. Cuando empieza a sonar "Te Extraño" en la voz de Luis Miguel se lo empiezo a cantar, ella toma mi mano y me invita a bailar ese ritmo lento. Yo la tomo de su breve cintura y teniendo su cara de frente le doy primero un beso en la mejilla y después de unos segundos que parecieron eternos un beso apasionado en la boca.
Nuestras lenguas empezaron a jugar entre sí con frenesí dejándonos llevar por la pasión y la lujuria, mientars las manos recorrían nuestros cuerpos como estudiando el terreno. En un momento nos separamos unos breves segundos como para tomar aire y contemplarnos como futuros amantes. Fue así que empecé a besar su cuello mientras ella extasiada se entregaba sin resistencia a mi arte erótico. Ella se quita con prisa la mini y la blusa quedando solo con su conjunto de ropa interior derrochando belleza y sensualidad. Le quité el corpiño y empecé a besar sus pechos bien turgentes y a darle pequeños mordiscos a sus pezones que parecían timbres de las puertas del placer. Con su tanguita por el suelo la siento en la mesa y empiezo a lamerle la vagina que a esa altura estaba húmeda. Ella, excitada, se retuerce en medio de jadeos y gemidos que emite con fuerza. Ella se baja de la mesa y me indica de ir al sillón del living. Ella me empieza a mamar el pene rígido mientras con una de sus manos se estimulaba el clítoris. Lo hacía como una verdadera experta pese a sus tiernos 18 años, verla tan bella y tan puta me estimulaban demasiado. La abro de piernas y le ingreso mi pene en su húmeda vagina mientras miro su cara de puta ingenua que me pone, como haciéndose la nenita fatal. Ella larga quejidos como si no soportara mi peso y el grosor de mi pene, sin embargo me pide que la penetre con más violencia y ritmo. Luego de reiterados orgasmos de ella y con mucho esfuerzo para no eyacular de mi parte la doy vuelta poniéndola con su ano totalmente expuesto y a mi disposición. Lo ensalivo bastante y empiezo a meterle mis gruesos dedos en emdio de gritos de ella.
-Para papi, nunca lo hice por ahí. -fue su pedido con algo de temor. El hecho de decirme papi sacó de mi toda la perversión y lo puse a la práctica al jugar con su ano.
-Dejalo a papi que de esto sabe.
Una vez estimulado empiezo con lentitud y mucha paciencia a penetrar su ano virginal en medio de gritos de dolor.
-¡Pará sacamelá, me duele!
-Shhhhh!!!!! Tranquila Ana, vas a ver como vas a gozar.
De a poco ella se empezó a enloquecer de placer al sentir mi pene dentro de su cola y a gritar poseída
-Rompeme papi!!!!!! Ayyyy!!!! Rompeme toda!!!!!!!!!
Luego de un rato largo todo el esperma dentro de ese ano llenadola toda y desparramandolo por el sillón.
Nos abrazamos, nos bañamos juntos y lo volvimos a hacer en la ducha. Luego de un rato nos vestimos y ella me sorprendió al decirme que Rocío era una boluda si me dejaba porque no solo se iba a perder una gran persona y un gran amante. Me contaba además que ningún pibe la había mado como lo hice algo que creo fue más porque no encontró alguien que sepa tratar a una mujer en la cama y no por meritos propios.
La alcance cerce de la casa, nos besamos y me pidió que si volvía con su mamá no se lo comente nunca. Meses más tarde volví con Rocío y un día me confesó que aquella noche se había ido con un hombre despechada. Yo jamás le conté acerca de esa noche.
9 comentarios - Una noche con mi hijastra (relato de nuevo)
y? le seguiste dando a la nena?
conta mas
Hubo más, estos son viejos relatos demi usuario anterior. Tené paciencia porque la historia continúa
Ya lamentablemente no, con paciencia te vas a enterar como terminó la historia
Te disculpo... No soy un político con la obligación de ser creíble. Gracias por comentar