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Afuera de la isla - Mi primera DP

No es por despecho pero como leí en el último relato de Pedro Rocco que me garchó a una amiga de mi hermana mientras yo me iba de la isla, ahora les voy a contar lo que viví esa noche.
Salí en la lancha sin sospechar lo que estaba pasando en el recinto de Febo, ahora recinto de Eros. Todavía conservaba en mi boca el sabor, entre las piernas el calor, y entre las nalgas la humedad que me había entregado Pedro.
Todavía rememoraba y añoraba esa pijota que me inflaba adentro de mi cola, descargándome y recargándome de ese divino semen adentro mío.
Sin advertirlo llegué a la terminal, tomé el tren y en poco tiempo estaba ya preparándome para el coctel al que me había citado mi jefe.
Durante los últimos meses había subido en la consideración de mi jefe por mis esfuerzos, pero creo principalmente que por un cambio de actitud hacia la vida, cambio al que había contribuido enormemente el placer que tan apasionadamente me hacía gozar Pedro.
Lo que nunca imaginé fue que ese cambio de actitud y las nuevas experiencias con Pedro me serian tan útiles para mi trabajo.
Antes de entrar a la ducha tomé un consolador. Mientras me duchaba me puse en cuclillas y me penetré hasta el orgasmo, imaginando que ese juguete era la pija de Pedro. Me cambié y esperé el taxi que me pasaría a buscar.
Al coctel habían asistido más de cien personas, pero era una, un gerente de proyectos sobre el que debía concentrar mi atención. El tipo era bien parecido. Apenas me lo presentaron comenzamos a tener buen feeling. Pero cuando tocamos el tema del contrato algo cambio. Parecía no estar dispuesto a firmar, y eso significaba estar planchada un tiempo. Llamó a su jefe y comentando el tema, éste tampoco se mostró muy dispuesto.
Tal vez porque el gerente era bastante apuesto y su jefe tampoco estaba mal debe ser que me decidí a utilizar todos mis encantos.
Después de dejarlo unos minutos, tomé dos copas con un preparado a base de rhom y frutilla, con una de estas insertada sobre uno del lado de la copa.
Me acerqué a mi objetivo, tomé la frutilla por el cabo, y esperando a que el me mirara, me la posé en los labios, dándole un beso primero y una chupadita después, para enseguida colocarla en los labios de mi partenaire. Este besó la frutilla y le dio un toque con su lengua. Volví la frutilla a mi boca, le pasé la lengua y luego mordí su puntita, para después dejar caer adentro de mi escote el resto de la frutilla. "Me ayudas a buscarla?" Le susurré en el oído. Tomé mi portafolio y dirigiéndome a la escalera lo miré pícaramente esperando que me siguiera. Y así ocurrió.
Abrimos una puerta y entramos a un cuarto con un escritorio y un sofá. Lo llevé hasta allí y lo hice recostar, mientras me quitaba la ropa diciendo "adonde estas frutillita que no te puedo encontrar?"
La pijota del tipo ya se vislumbraba debajo de su pantalón, y eso extrañamente ya me hacia sentir cosquillas entre mis piernas. No había probado ninguna pija después de la de Pedro y esa situación me estaba excitando.
Cuando me quité la bombacha sentí que estaba húmeda. Me acerqué al sofá, le desprendí el cinturón y le bajé el pantalón, dejando el pito del tipo al descubierto. También estaba húmedo y grande, pero, pensé no tanto como el de Pedro.
Lo recorrí de abajo hacia arriba y cuando llegué a su cabecita lo besé, lo rodeé con mi lengua, me lo metí adentro y empecé a darle un masaje con mis labios, mi lengua y mis manos. Por la expresión de la cara del tipo, nunca en su vida se la habían chupado de esa manera, con tanta dedicación e intensidad.
Cuando de pronto sentí que su verga se hinchaba adentro de mi boca y me di cuenta que el tipo estaba por acabar, empecé a darle pequeños mordiscos, y a apretarle el pene, así que cuando estallo en mi boca, largó mas semen que nunca, dando un gutural grito de placer, que me excitó aun mas.
Había descubierto una poderosa arma, y no solo la usaría sino que me decidí a disfrutarla.
Sentí como el semen me llenaba la boca, lo tragué y empecé a succionarlo queriendo sacarle lo que quedara allí adentro. Nunca había probado un semen tan rico. Era más rico que el de Pedro. Después de esa noche, en casa, averigüé por Internet que el sabor del semen tiene que ver con la comida, así que a partir de allí empecé a darle mucha ensalada de frutas a Pedro, con mucha azúcar, para que su semen esté bien dulce.

Tan metida en la tarea estaba que recién me dí cuenta que su mano había bajado hasta mi cola y pasando por mi ano llegaba al clítoris cuando sentí que su pija se volvía a hinchar adentro de mi boca.
Sentí como las manos me rodeaban los glúteos y como los dedos me rozaban el ano y los labios.
Con su otra mano me acariciaba el pelo, y eso me enterneció, así que me dispuse a dar otro paso más.
Al acariciarme el ano sentí la necesidad de tener adentro mío aquello que estaba besando.
Me levanté y él me dijo "querés que firmemos ahora el contrato?" A lo que le respondí, "no, todavía falta lo mejor"
Abrí mis piernas y me senté sobre el pito metiéndolo de una adentro de mi vagina. Sentí como todo en mi estaba relajado, y al sentir los dedos en mi cola sentí desesperadamente la necesidad de ser consolada por allí.
Tomé el pijón con mi mano y lo coloqué en mi ano, y haciendo apenas fuerza, enseguida lo tuve adentro. Me movía con ritmo y furia sintiendo como ese pene me llenaba un extraño vacío. Cuando yo estaba por acabar contraje la cola y parece que el tipo se asustó y lo sacó.
Entonces, para darle confianza me arrodillé frente a él y empecé nuevamente a chapárselo cuando de pronto sonó un celular. El se estiró para tomar su saco y contestando dijo "si ya estamos decididos a firmar". Me incorporé y con un ademán le pregunté quien era, a lo que el tipo respondió con una palmada en su hombro y apartando el celular me contestó: "mi jefe".
Le dije: "Por favor invitalo a venir que me hacen falta dos firmas para este contrato".
En dos minutos el jefe estaba a mi lado mientras le quitaba el pantalón y ponía en mi boca también esa pija, más corta pero más ancha
Hice recostar al jefe en el sofá montándome sobre él. Como su pene era mas grueso lo sentí con potencia. Estando dando saltos sobre el y besando la pija del gerente le hice un cabeceo para que fuera por detrás mío. Pensé que si le era infiel a Pedro, que lo fuera con todo y con un objetivo. Relaje bien mi ano otra vez y cuando empecé a sentir la penetración sentí que el corazón me estallaba y que me quedaba sin aire. Nunca había sentido tanta adrenalina. Empecé a moverme como loca, a sentir cada milímetro de las dos pijas que tenia adentro, hasta que sentí como todo mi culo me mojaba y encorvándome empecé a gemir de placer. Seguimos así un minuto mas, hasta que me levanté di media vuelta y empecé de nuevo a chapársela al gerente, mientras su jefe me tomaba del pelo. Mientras le masajeaba la verga al jefe me di cuenta que este estaba a punto de acabar, así que cambié de pija y me abalancé con mi boca sobre el otro para recibir todo ese sabroso semen con mis labios, mi lengua y mi garganta.
Diez minutos después, el contrato estaba firmado y yo, con una sonrisa de oreja a oreja, los labios recién pintados y con un chicle de menta en la boca bajaba por las escaleras del hotel, nuevamente a disfrutar del cóctel

Espero que les haya gustado y please no dejen de dejarme sus comentarios.

5 comentarios - Afuera de la isla - Mi primera DP

wassoonn
Este post no tiene comentarios, Soyez le premier!
spumco
mmmm muy exitante
te re calentas leyendolo
me encanto!!
complice69
Que buen relato!!! me calento
sads1313
putisima me encanto...